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Todo lo que hay detrás del acuerdo entre Claudio “Chiqui” Tapia y Axel Kicillof por el estadio Ciudad de La Plata

El fútbol es el ícono de la resistencia contra Javier Milei. Ningún otro colectivo se plantó con tanto éxito ante el líder libertario en su primer año de mandato. La Casa Rosada perdió en su batalla por incorporar la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SADs), y también fracasó en su intento de postergar la reelección anticipada de Claudio “Chiqui” Tapia al frente de la AFA. La figura del dirigente sanjuanino se transformó, entonces, en objeto de deseo de la oposición política, encarnada por el peronismo de Unión Por la Patria.

Bastó que el gobierno porteño eyectara a Tapia de su puesto como vicepresidente del Ceamse para que se catalizara una reacción en cadena que concluyó el pasado viernes: después de un asado que duró tres horas y media en el predio Lionel Andrés Messi, de Ezeiza, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof sonrió para la foto junto a Tapia. Ambos firmaron un acuerdo para la explotación del estadio Ciudad de La Plata, que lleva el nombre de Diego Armando Maradona, y que pasará a convertirse en una especie de “casa del fútbol argentino”.

“Vinieron con el contrato ya escrito. Con todo resuelto. Y lo firmamos”, cuentan a LA NACION desde la AFA. La rúbrica del convenio -del que no trascendió la letra chica- puede considerarse como el primer acto administrativo de la nueva “AFA bonaerense”. Ocurre que desde la asamblea el 17 de octubre pasado la asociación mudó su razón social a la provincia de Buenos Aires. Y ya no está bajo la lupa de la Inspección General de Justicia (IGJ) -un órgano de contralor dentro del organigrama del Ministerio de Justicia, es decir, del Poder Ejecutivo- sino de la Dirección de Personas Jurídicas bonaerense. Es decir, pasó del gobierno de Milei a la administración Kicillof. O, dicho de otro modo, de La Libertad Avanza al peronismo.

Como el propio gobernador bonaerense contó, las charlas con Tapia se dan desde hace tiempo. En un principio sólo se trataba de “rosca política”. Acuerdos para combatir la embestida del gobierno nacional contra los clubes, por ejemplo. Sin embargo, todo se aceleró hace un mes. Jorge Macri, jefe de gobierno porteño, removió al presidente de la AFA de la vicepresidencia del Ceamse, un órgano tripartito en el que hay representantes de la Ciudad y de la provincia. Tapia, que había llegado por Diego Santilli, se fue por un Macri. Juró venganza. Dos fuentes independientes confirman que la intención de Kicillof es devolverle el cargo a Tapia. E incluso hacerlo presidente: “Dalo por hecho”, aventura uno de los consultados.

“Fue Tapia por su cuenta”, dice a LA NACION una fuente al tanto del acuerdo con la provincia. “Tras haber sido despedido del Ceamse por Macri surgió la posibilidad de su regreso como representante de la provincia. Ahí fue solo a hablar con Kicillof y pidió eso. Luego, la provincia le propuso lo del estadio de La Plata y, por supuesto, al ser una simple foto y sin costo monetario alguno, accedió”, amplía el informante. De sus palabras se desprende que la AFA no invertirá un solo peso en la remodelación multimillonaria que precisa el coliseo deportivo platense, gestionado por el gobierno provincial. El acuerdo, entonces, es más político que deportivo.

“Tapia tiene mucha más relación con Máximo Kirchner que con Kicillof. Axel no es bajo ningún punto de vista su jefe”, cuenta a LA NACION un conocedor de la interna bonaerense. Su apreciación sirve para despejar cualquier tipo de alianza electoralista. Se trata de un ida y vuelta: el logo de la AFA para el estadio, la posibilidad de organizar partidos de la Copa Argentina y las selecciones juveniles a cambio del cargo en el Ceamse que Tapia está empecinado en recuperar. ¿Y Lionel Messi en la ciudad de las diagonales? Parece difícil que la AFA resigne la caja registradora del Monumental: es uno de los estadios más modernos del continente, con un aforo que supera las 80 mil personas.

“El Estadio Único tiene casi 40 mil ubicaciones. Si vos a eso le sacás el protocolo de FIFA, AFA, Conmebol o quien sea que organice se te achica casi a 30 mil o a veces menos. ¿Pensás que la AFA va a resignar casi 90 mil lugares en la cancha de River contra 30 mil en el Estadio Único? Esto va más por el lado político que por un negocio deportivo”, aporta una fuente que conoce los entresijos del estadio. Y adelanta: “Se van a tomar los 60 días para ver qué van a hacer. La AFA no pondrá un peso en nada”. Sobre el estado actual del coliseo platense, aporta: “Entre toda la obra que hay que hacer tienen que sacar asfalto de 20 centímetros en un área de 12 mil metros cuadrados. Después de eso, poner el pasto. Y ya sabemos que el césped natural no funcionó nunca. Por eso se tomó la decisión de hacer el sintético móvil. No creo que vayan a poner el techo: le dieron un poco de obra a Astilleros Río Santiago porque cada vez que llueve le entra agua a todos los palcos. Solamente remodelaron uno, que fue el que sacaron la foto que pintaron con los murales de Maradona. Las membranas del techo hay que traerlas de afuera. No hay empresa en la Argentina que las haga y valen una fortuna”, grafica la fuente.

Cerca del gobernador bonaerense, en cambio, dicen otra cosa: “Los 180 palcos del estadio están activos. Justamente, arreglamos ese problema que teníamos de la entrada de agua para el concierto de Los Piojos. Los palcos no estaban preparados para estar sin techo, entonces en aquellos lugares donde sólo hay paños (y no tela), se inundaba cada vez que llovía. Hoy por hoy, y tras un trabajo de impermeabilización con 60 personas de Astilleros Río Santiago trabajando, el tema está solucionado”. Y de cara al futuro agregan: “Habrá un campo de juego fijo, como tienen River o Estudiantes. En caso de que haya un evento musical, se usa una cobertura y se realiza el recital, como hacen todos los estadios del país”.

El antecedente del Mundialista de Mar del Plata

No es la primera vez que la AFA busca una “casa para el fútbol argentino” y bucea entre los estadios disponibles. En enero del año pasado, un comunicado en el sitio web de la asociación dio cuenta de las reuniones entre Tapia y Guillermo Montenegro, intendente del Partido de General Pueyrredón, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata. “El Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio “Chiqui” Tapia y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, mantuvieron un nuevo encuentro para continuar avanzando en un acuerdo estratégico para la puesta en valor y uso del Estadio José María Minella, como la “Casa de las Selecciones Argentinas”, publicó la AFA.

Otro párrafo del comunicado dice así: “Desde hace varios meses las partes mantienen conversaciones, e incluso esta semana desde las áreas técnicas y legales, y de infraestructura tanto de la AFA como del Municipio, avanzaron en los análisis pertinentes sobre los trabajos que requeriría el Estadio para quedar en condiciones. En este espacio estaría previsto el desarrollo de competiciones y partidos de los seleccionados argentinos de fútbol en todas sus disciplinas”. Cualquier parecido con el acuerdo actual con Kicillof por el estadio Ciudad de La Plata es pura coincidencia. O no.

Aquellas negociaciones se hicieron trizas cuando la AFA supo la montaña de dinero que había que invertir para dejar el Minella al menos habitable. La tribuna techada, por caso, está clausurada. En las reuniones con Montenegro, Tapia entendió que el municipio no se haría cargo de las remodelaciones: de todos los estadios mundialistas en 1978, el Minella depende de la comuna local. El de Mendoza y el de Córdoba son provinciales.

“En Mar del Plata hay que reconstruir el estadio: no se hacen arreglos desde que fue sede de un partido del Mundial Sub 20, cuando cambiaron un par de butacas”, avisan desde la Ciudad Feliz. “A la tribuna techada hay que hacerla nueva, la iluminación requiere ajustes para adecuarse a la nueva tecnología de la TV y las cocheras no tienen acceso para ómnibus de doble piso, que no existían cuando se construyó”, alegan. Y añaden: “Ahora hay un proyecto de licitación del estadio, que es probable que se apruebe antes de fin de año. Y que incluía, entre las condiciones, que el concesionario traiga a equipos de AFA. Algo que parece que se pincha si prospera lo de el Único”. Traducido: Montenegro se hartó de esperar que Tapia pusiera el dinero y optó por buscar capitales privados por su cuenta. La licitación incluye al Mundialista, el polideportivo (que es el que usan Peñarol y Quilmes en básquet y mueve muchísimo dinero con recitales) y parte del parque de deportes. Según el proyecto, el privado que consiga la concesión tendrá que pagar un canon anual de $120 millones a la municipalidad.

Ajeno a todo, Tapia va. Se dio el lujo de anunciar que la Argentina será una de las sedes del Mundial 2030 e incluso de darle un abrazo a Karina Milei, hermana de su antagonista y jefa de Gabinete. Fue en el hotel de la Conmebol, en Asunción del Paraguay. La foto del encuentro tiene un altísimo simbolismo: después de dos derrotas judiciales, el gobierno capitula en su afán de imponer las SAD. Y la AFA celebra la paz. Claro que no será la misma: su sede social ya no estará en el petit-hotel de la calle Viamonte, sino en provincia. Y no en Ezeiza, sino en Pilar: la intendencia le cedió un terreno en el que levantará su edificio de oficinas. Sobre la calle Mercedes, a pocas cuadras del estadio Carlos Barraza, donde juega Real Pilar, el equipo de la ciudad que está un partido de ascender a la B Metropolitana. “Es una hectárea que está a nombre de la Municipalidad de Pilar, tiene una construcción en desuso y está cubierta de malezas. Ayer fijamos una fecha posible del inicio de obra que será entre febrero y marzo”, aseguran en la AFA. El intendente local es Federico Achával, de Unión Por la Patria, soldado de Kicillof. Todo tiene que ver con todo.

El fútbol es el ícono de la resistencia contra Javier Milei. Ningún otro colectivo se plantó con tanto éxito ante el líder libertario en su primer año de mandato. La Casa Rosada perdió en su batalla por incorporar la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas (SADs), y también fracasó en su intento de postergar la reelección anticipada de Claudio “Chiqui” Tapia al frente de la AFA. La figura del dirigente sanjuanino se transformó, entonces, en objeto de deseo de la oposición política, encarnada por el peronismo de Unión Por la Patria.

Bastó que el gobierno porteño eyectara a Tapia de su puesto como vicepresidente del Ceamse para que se catalizara una reacción en cadena que concluyó el pasado viernes: después de un asado que duró tres horas y media en el predio Lionel Andrés Messi, de Ezeiza, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof sonrió para la foto junto a Tapia. Ambos firmaron un acuerdo para la explotación del estadio Ciudad de La Plata, que lleva el nombre de Diego Armando Maradona, y que pasará a convertirse en una especie de “casa del fútbol argentino”.

“Vinieron con el contrato ya escrito. Con todo resuelto. Y lo firmamos”, cuentan a LA NACION desde la AFA. La rúbrica del convenio -del que no trascendió la letra chica- puede considerarse como el primer acto administrativo de la nueva “AFA bonaerense”. Ocurre que desde la asamblea el 17 de octubre pasado la asociación mudó su razón social a la provincia de Buenos Aires. Y ya no está bajo la lupa de la Inspección General de Justicia (IGJ) -un órgano de contralor dentro del organigrama del Ministerio de Justicia, es decir, del Poder Ejecutivo- sino de la Dirección de Personas Jurídicas bonaerense. Es decir, pasó del gobierno de Milei a la administración Kicillof. O, dicho de otro modo, de La Libertad Avanza al peronismo.

Como el propio gobernador bonaerense contó, las charlas con Tapia se dan desde hace tiempo. En un principio sólo se trataba de “rosca política”. Acuerdos para combatir la embestida del gobierno nacional contra los clubes, por ejemplo. Sin embargo, todo se aceleró hace un mes. Jorge Macri, jefe de gobierno porteño, removió al presidente de la AFA de la vicepresidencia del Ceamse, un órgano tripartito en el que hay representantes de la Ciudad y de la provincia. Tapia, que había llegado por Diego Santilli, se fue por un Macri. Juró venganza. Dos fuentes independientes confirman que la intención de Kicillof es devolverle el cargo a Tapia. E incluso hacerlo presidente: “Dalo por hecho”, aventura uno de los consultados.

“Fue Tapia por su cuenta”, dice a LA NACION una fuente al tanto del acuerdo con la provincia. “Tras haber sido despedido del Ceamse por Macri surgió la posibilidad de su regreso como representante de la provincia. Ahí fue solo a hablar con Kicillof y pidió eso. Luego, la provincia le propuso lo del estadio de La Plata y, por supuesto, al ser una simple foto y sin costo monetario alguno, accedió”, amplía el informante. De sus palabras se desprende que la AFA no invertirá un solo peso en la remodelación multimillonaria que precisa el coliseo deportivo platense, gestionado por el gobierno provincial. El acuerdo, entonces, es más político que deportivo.

“Tapia tiene mucha más relación con Máximo Kirchner que con Kicillof. Axel no es bajo ningún punto de vista su jefe”, cuenta a LA NACION un conocedor de la interna bonaerense. Su apreciación sirve para despejar cualquier tipo de alianza electoralista. Se trata de un ida y vuelta: el logo de la AFA para el estadio, la posibilidad de organizar partidos de la Copa Argentina y las selecciones juveniles a cambio del cargo en el Ceamse que Tapia está empecinado en recuperar. ¿Y Lionel Messi en la ciudad de las diagonales? Parece difícil que la AFA resigne la caja registradora del Monumental: es uno de los estadios más modernos del continente, con un aforo que supera las 80 mil personas.

“El Estadio Único tiene casi 40 mil ubicaciones. Si vos a eso le sacás el protocolo de FIFA, AFA, Conmebol o quien sea que organice se te achica casi a 30 mil o a veces menos. ¿Pensás que la AFA va a resignar casi 90 mil lugares en la cancha de River contra 30 mil en el Estadio Único? Esto va más por el lado político que por un negocio deportivo”, aporta una fuente que conoce los entresijos del estadio. Y adelanta: “Se van a tomar los 60 días para ver qué van a hacer. La AFA no pondrá un peso en nada”. Sobre el estado actual del coliseo platense, aporta: “Entre toda la obra que hay que hacer tienen que sacar asfalto de 20 centímetros en un área de 12 mil metros cuadrados. Después de eso, poner el pasto. Y ya sabemos que el césped natural no funcionó nunca. Por eso se tomó la decisión de hacer el sintético móvil. No creo que vayan a poner el techo: le dieron un poco de obra a Astilleros Río Santiago porque cada vez que llueve le entra agua a todos los palcos. Solamente remodelaron uno, que fue el que sacaron la foto que pintaron con los murales de Maradona. Las membranas del techo hay que traerlas de afuera. No hay empresa en la Argentina que las haga y valen una fortuna”, grafica la fuente.

Cerca del gobernador bonaerense, en cambio, dicen otra cosa: “Los 180 palcos del estadio están activos. Justamente, arreglamos ese problema que teníamos de la entrada de agua para el concierto de Los Piojos. Los palcos no estaban preparados para estar sin techo, entonces en aquellos lugares donde sólo hay paños (y no tela), se inundaba cada vez que llovía. Hoy por hoy, y tras un trabajo de impermeabilización con 60 personas de Astilleros Río Santiago trabajando, el tema está solucionado”. Y de cara al futuro agregan: “Habrá un campo de juego fijo, como tienen River o Estudiantes. En caso de que haya un evento musical, se usa una cobertura y se realiza el recital, como hacen todos los estadios del país”.

El antecedente del Mundialista de Mar del Plata

No es la primera vez que la AFA busca una “casa para el fútbol argentino” y bucea entre los estadios disponibles. En enero del año pasado, un comunicado en el sitio web de la asociación dio cuenta de las reuniones entre Tapia y Guillermo Montenegro, intendente del Partido de General Pueyrredón, cuya ciudad cabecera es Mar del Plata. “El Presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio “Chiqui” Tapia y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, mantuvieron un nuevo encuentro para continuar avanzando en un acuerdo estratégico para la puesta en valor y uso del Estadio José María Minella, como la “Casa de las Selecciones Argentinas”, publicó la AFA.

Otro párrafo del comunicado dice así: “Desde hace varios meses las partes mantienen conversaciones, e incluso esta semana desde las áreas técnicas y legales, y de infraestructura tanto de la AFA como del Municipio, avanzaron en los análisis pertinentes sobre los trabajos que requeriría el Estadio para quedar en condiciones. En este espacio estaría previsto el desarrollo de competiciones y partidos de los seleccionados argentinos de fútbol en todas sus disciplinas”. Cualquier parecido con el acuerdo actual con Kicillof por el estadio Ciudad de La Plata es pura coincidencia. O no.

Aquellas negociaciones se hicieron trizas cuando la AFA supo la montaña de dinero que había que invertir para dejar el Minella al menos habitable. La tribuna techada, por caso, está clausurada. En las reuniones con Montenegro, Tapia entendió que el municipio no se haría cargo de las remodelaciones: de todos los estadios mundialistas en 1978, el Minella depende de la comuna local. El de Mendoza y el de Córdoba son provinciales.

“En Mar del Plata hay que reconstruir el estadio: no se hacen arreglos desde que fue sede de un partido del Mundial Sub 20, cuando cambiaron un par de butacas”, avisan desde la Ciudad Feliz. “A la tribuna techada hay que hacerla nueva, la iluminación requiere ajustes para adecuarse a la nueva tecnología de la TV y las cocheras no tienen acceso para ómnibus de doble piso, que no existían cuando se construyó”, alegan. Y añaden: “Ahora hay un proyecto de licitación del estadio, que es probable que se apruebe antes de fin de año. Y que incluía, entre las condiciones, que el concesionario traiga a equipos de AFA. Algo que parece que se pincha si prospera lo de el Único”. Traducido: Montenegro se hartó de esperar que Tapia pusiera el dinero y optó por buscar capitales privados por su cuenta. La licitación incluye al Mundialista, el polideportivo (que es el que usan Peñarol y Quilmes en básquet y mueve muchísimo dinero con recitales) y parte del parque de deportes. Según el proyecto, el privado que consiga la concesión tendrá que pagar un canon anual de $120 millones a la municipalidad.

Ajeno a todo, Tapia va. Se dio el lujo de anunciar que la Argentina será una de las sedes del Mundial 2030 e incluso de darle un abrazo a Karina Milei, hermana de su antagonista y jefa de Gabinete. Fue en el hotel de la Conmebol, en Asunción del Paraguay. La foto del encuentro tiene un altísimo simbolismo: después de dos derrotas judiciales, el gobierno capitula en su afán de imponer las SAD. Y la AFA celebra la paz. Claro que no será la misma: su sede social ya no estará en el petit-hotel de la calle Viamonte, sino en provincia. Y no en Ezeiza, sino en Pilar: la intendencia le cedió un terreno en el que levantará su edificio de oficinas. Sobre la calle Mercedes, a pocas cuadras del estadio Carlos Barraza, donde juega Real Pilar, el equipo de la ciudad que está un partido de ascender a la B Metropolitana. “Es una hectárea que está a nombre de la Municipalidad de Pilar, tiene una construcción en desuso y está cubierta de malezas. Ayer fijamos una fecha posible del inicio de obra que será entre febrero y marzo”, aseguran en la AFA. El intendente local es Federico Achával, de Unión Por la Patria, soldado de Kicillof. Todo tiene que ver con todo.

 En la AFA aseguran que no pondrán dinero; el antecedente (fallido) del Mundialista de Mar del Plata  LA NACION

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