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Fingió su muerte por “asuntos personales”, lo descubrieron y su esposa se vengó de la peor manera

Unas de las historias más insólitas del último tiempo tuvo lugar en Wisconsin, Estados Unidos, cuando Ryan Borgwardt, de 45 años, fingió su muerte, dejó atrás a su esposa Emily y tres hijos, y huyó del lugar para comenzar de nuevo. Sin embargo, a los cuatro meses volvió por su propia cuenta y se entregó a las autoridades locales.

Esta semana, se dio a conocer una de las historias más insólitas del 2024. El encargado de contar toda esta telenovela en una conferencia de prensa fue el sheriff del condado de Green Lake, Mark Podoll, quien aseguró que Borgwardt fingió su muerte para comenzar de nuevo, pero cuatro meses después regresó por su cuenta.

El plan comenzó el 12 de agosto, en un viaje de pesca al Lago Verde, donde dejó su kayak dado vuelta, su celular y una caña de pescar antes de agarrar el bote de un niño y llegar hasta la orilla, donde tenía lista una bicicleta eléctrica para escaparse. Luego, viajó durante la noche hasta Madison, Wisconsin, y se subió a un colectivo a Detroit, Michigan, para luego tomar un avión a Canadá. Desde allí se perdió el rastro al que llegaron las autoridades.

Antes de dar con su paradero, creían que este hombre se había ahogado en el Lago Verde, por lo que pasaron meses en los que invirtieron tiempo y dinero para dar con su cuerpo. La mujer, que inició campañas de recolección de fondos para encontrar el cuerpo, confirmó que la caña de pescar encontrada en el lugar le pertenecía.

La ciudad gastó 35 mil dólares, ya que para la búsqueda que duró 54 días se utilizó tecnología avanzada, drones y perros rastreadores de cadáveres, entre otras cosas. La familia quedó abatida con la noticia, pero todo se trataba, al parecer, de un escape para vivir una vida con una tercera persona en discordia.

Resulta que el mismo Sheriff reveló que antes de su desaparición, Borgwardt transfirió dinero a una cuenta bancaria extranjera y mantenía conversación con una mujer en Uzbekistán. Todavía es una incógnita cuál fue su ruta de viaje luego de Canadá, pero fueron las mismas autoridades de ese país quienes registraron el pasaporte a su nombre el 13 de agosto, un día después de su supuesta desaparición, lo que sugería que había planeado su escape. Finalmente, el 10 de diciembre volvió al suelo estadounidense y se presentó ante las autoridades para explicar lo sucedido.

Un mes antes de su aparición, fue el protagonista el que se puso en contacto con la policía local y mostró que estaba sano y salvo. Asimismo, contó que su fuga había sido por “asuntos personales”.

En todo este marco, Borgwardt podría verse obligado a reembolsar el dinero que se gastó en la búsqueda de su cuerpo. La próxima cita judicial para saber cómo terminará esta historia será el 13 de enero.

Como si esto fuera poco, su esposa Emily, con la que compartió los últimos 22 años, decidió darle fin al matrimonio después de una de las peores experiencias que puede vivir un ser humano. Apenas terminó de declarar, la mujer solicitó el divorcio. En los documentos judiciales dice que el matrimonio está “irremediablemente roto” y, además, presentó una demanda para tener la custodia exclusiva de sus tres hijos.

Unas de las historias más insólitas del último tiempo tuvo lugar en Wisconsin, Estados Unidos, cuando Ryan Borgwardt, de 45 años, fingió su muerte, dejó atrás a su esposa Emily y tres hijos, y huyó del lugar para comenzar de nuevo. Sin embargo, a los cuatro meses volvió por su propia cuenta y se entregó a las autoridades locales.

Esta semana, se dio a conocer una de las historias más insólitas del 2024. El encargado de contar toda esta telenovela en una conferencia de prensa fue el sheriff del condado de Green Lake, Mark Podoll, quien aseguró que Borgwardt fingió su muerte para comenzar de nuevo, pero cuatro meses después regresó por su cuenta.

El plan comenzó el 12 de agosto, en un viaje de pesca al Lago Verde, donde dejó su kayak dado vuelta, su celular y una caña de pescar antes de agarrar el bote de un niño y llegar hasta la orilla, donde tenía lista una bicicleta eléctrica para escaparse. Luego, viajó durante la noche hasta Madison, Wisconsin, y se subió a un colectivo a Detroit, Michigan, para luego tomar un avión a Canadá. Desde allí se perdió el rastro al que llegaron las autoridades.

Antes de dar con su paradero, creían que este hombre se había ahogado en el Lago Verde, por lo que pasaron meses en los que invirtieron tiempo y dinero para dar con su cuerpo. La mujer, que inició campañas de recolección de fondos para encontrar el cuerpo, confirmó que la caña de pescar encontrada en el lugar le pertenecía.

La ciudad gastó 35 mil dólares, ya que para la búsqueda que duró 54 días se utilizó tecnología avanzada, drones y perros rastreadores de cadáveres, entre otras cosas. La familia quedó abatida con la noticia, pero todo se trataba, al parecer, de un escape para vivir una vida con una tercera persona en discordia.

Resulta que el mismo Sheriff reveló que antes de su desaparición, Borgwardt transfirió dinero a una cuenta bancaria extranjera y mantenía conversación con una mujer en Uzbekistán. Todavía es una incógnita cuál fue su ruta de viaje luego de Canadá, pero fueron las mismas autoridades de ese país quienes registraron el pasaporte a su nombre el 13 de agosto, un día después de su supuesta desaparición, lo que sugería que había planeado su escape. Finalmente, el 10 de diciembre volvió al suelo estadounidense y se presentó ante las autoridades para explicar lo sucedido.

Un mes antes de su aparición, fue el protagonista el que se puso en contacto con la policía local y mostró que estaba sano y salvo. Asimismo, contó que su fuga había sido por “asuntos personales”.

En todo este marco, Borgwardt podría verse obligado a reembolsar el dinero que se gastó en la búsqueda de su cuerpo. La próxima cita judicial para saber cómo terminará esta historia será el 13 de enero.

Como si esto fuera poco, su esposa Emily, con la que compartió los últimos 22 años, decidió darle fin al matrimonio después de una de las peores experiencias que puede vivir un ser humano. Apenas terminó de declarar, la mujer solicitó el divorcio. En los documentos judiciales dice que el matrimonio está “irremediablemente roto” y, además, presentó una demanda para tener la custodia exclusiva de sus tres hijos.

 La historia de Ryan Borgwardt, de 45 años, sorprendió a los medios norteamericanos y fue uno de los temas de la última semana; cómo ideó su plan, por qué escapó y cómo sigue todo  LA NACION

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