Son de Los Ángeles, le pidieron prestado US$9000 a sus padres y construyeron un negocio que factura US$1 millón al mes
Según Troy Bonde y Winston Alfieri, su éxito no se habría materializado si hubieran sido más cautos o racionales en sus decisiones iniciales. La dupla, que en 2022 lanzó Sauz, una marca de salsas para pasta muy popular entre la generación Z y ahora distribuida a nivel nacional, comenzó su negocio en 2020 tomando un riesgo poco convencional: enviar 9000 dólares a un fabricante en China al que solo conocían por mensajes de WhatsApp.
En ese entonces, Bonde y Alfieri, estudiantes de la Universidad del Sur de California y originarios de Los Ángeles, regresaron a casa cuando la pandemia de Covid-19 suspendió las clases presenciales. Con apenas 21 y 20 años, respectivamente, vieron una oportunidad en medio del aislamiento y decidieron buscar un problema que pudieran resolver, según recoge CNBC.
“Nos sentamos a pensar: ‘¿Qué podemos solucionar?’”, cuenta Bonde al medio. Ante la idea de regresar a clases con estrictas medidas sanitarias como controles de temperatura y uso constante de desinfectante, surgió su idea: un dispositivo que combinara ambas funciones.
Contactaron a un fabricante médico en China que ya producía algo similar. Tras recibir una muestra, ofrecieron el producto a un distrito escolar local en California, lo que resultó en su primera orden de compra por casi 20.000 dólares. Para financiarlo, pidieron 9000 dólares prestados a sus padres y enviaron el dinero al fabricante.
“Fue el ejemplo perfecto de la ingenuidad de los fundadores principiantes”, dice Bonde. Por su parte, Alfieri recuerda ese momento como “el más aterrador de nuestras vidas”.
Aunque hoy no tomarían un riesgo tan grande, la apuesta dio frutos: una semana después, dos palés del producto llegaron a la casa de los padres de Bonde. Así nació NextPace Ventures, un negocio que creció rápidamente, llegando a grandes clientes como Best Western. Sin embargo, tras meses de éxito inicial, los ingresos comenzaron a estabilizarse y la pareja decidió buscar una nueva oportunidad.
Un nuevo comienzo: el negocio que los hizo facturar US$1 millón al mes
Mientras trabajaban en NextPace Ventures, Bonde y Alfieri pasaban largas jornadas en la oficina del padre de Alfieri, alimentándose principalmente de pasta con salsa de frasco, por lo que notaron que las salsas para pasta carecían de energía en sus envases y posicionamiento.
“La pasta nos pareció una oportunidad sencilla y con un mercado enorme”, explica Bonde a CNBC. Usaron las ganancias de su primer negocio para financiar su nuevo proyecto, invirtiendo cerca de 150 mil dólares. Para reunir más capital, vendieron sus autos: un Ford y un Mazda Miata.
La idea no fue bien recibida al principio, ni por sus familias ni por sus amigos. “Decirles a nuestros padres que íbamos a dedicarnos a vender salsa para pasta fue una conversación surrealista”, recuerda Bonde al medio. Incluso amigos cercanos dudaron del proyecto, aunque uno de ellos posteriormente se convirtió en inversor.
La mayor parte del presupuesto se destinó a contratar un científico de alimentos para desarrollar sabores únicos y a una agencia de marketing para crear un diseño atractivo. En lugar de optar por sabores tradicionales, apostaron por combinaciones audaces como marinara con miel picante y marinara con limón de verano, confiando en su intuición de que podrían resonar con el público.
Su primera gran oportunidad llegó cuando Erewhon, una exclusiva cadena de supermercados en Los Ángeles, aprobó sus productos.
Finalmente, en julio de 2023, Sauz debutó en Erewhon, seguido por una expansión a Whole Foods en mayo de 2024 y Target en julio, lo que aseguró una distribución nacional. Actualmente, la marca genera cerca de un millón de dólares al mes en ventas, con precios que oscilan entre 8 y 10 dólares por frasco. Bonde y Alfieri atribuyen su éxito inicial en Sauz a las lecciones aprendidas en su primer negocio de dispositivos médicos. “Sin esa experiencia previa, Sauz no existiría”, concluyen al medio.
Según Troy Bonde y Winston Alfieri, su éxito no se habría materializado si hubieran sido más cautos o racionales en sus decisiones iniciales. La dupla, que en 2022 lanzó Sauz, una marca de salsas para pasta muy popular entre la generación Z y ahora distribuida a nivel nacional, comenzó su negocio en 2020 tomando un riesgo poco convencional: enviar 9000 dólares a un fabricante en China al que solo conocían por mensajes de WhatsApp.
En ese entonces, Bonde y Alfieri, estudiantes de la Universidad del Sur de California y originarios de Los Ángeles, regresaron a casa cuando la pandemia de Covid-19 suspendió las clases presenciales. Con apenas 21 y 20 años, respectivamente, vieron una oportunidad en medio del aislamiento y decidieron buscar un problema que pudieran resolver, según recoge CNBC.
“Nos sentamos a pensar: ‘¿Qué podemos solucionar?’”, cuenta Bonde al medio. Ante la idea de regresar a clases con estrictas medidas sanitarias como controles de temperatura y uso constante de desinfectante, surgió su idea: un dispositivo que combinara ambas funciones.
Contactaron a un fabricante médico en China que ya producía algo similar. Tras recibir una muestra, ofrecieron el producto a un distrito escolar local en California, lo que resultó en su primera orden de compra por casi 20.000 dólares. Para financiarlo, pidieron 9000 dólares prestados a sus padres y enviaron el dinero al fabricante.
“Fue el ejemplo perfecto de la ingenuidad de los fundadores principiantes”, dice Bonde. Por su parte, Alfieri recuerda ese momento como “el más aterrador de nuestras vidas”.
Aunque hoy no tomarían un riesgo tan grande, la apuesta dio frutos: una semana después, dos palés del producto llegaron a la casa de los padres de Bonde. Así nació NextPace Ventures, un negocio que creció rápidamente, llegando a grandes clientes como Best Western. Sin embargo, tras meses de éxito inicial, los ingresos comenzaron a estabilizarse y la pareja decidió buscar una nueva oportunidad.
Un nuevo comienzo: el negocio que los hizo facturar US$1 millón al mes
Mientras trabajaban en NextPace Ventures, Bonde y Alfieri pasaban largas jornadas en la oficina del padre de Alfieri, alimentándose principalmente de pasta con salsa de frasco, por lo que notaron que las salsas para pasta carecían de energía en sus envases y posicionamiento.
“La pasta nos pareció una oportunidad sencilla y con un mercado enorme”, explica Bonde a CNBC. Usaron las ganancias de su primer negocio para financiar su nuevo proyecto, invirtiendo cerca de 150 mil dólares. Para reunir más capital, vendieron sus autos: un Ford y un Mazda Miata.
La idea no fue bien recibida al principio, ni por sus familias ni por sus amigos. “Decirles a nuestros padres que íbamos a dedicarnos a vender salsa para pasta fue una conversación surrealista”, recuerda Bonde al medio. Incluso amigos cercanos dudaron del proyecto, aunque uno de ellos posteriormente se convirtió en inversor.
La mayor parte del presupuesto se destinó a contratar un científico de alimentos para desarrollar sabores únicos y a una agencia de marketing para crear un diseño atractivo. En lugar de optar por sabores tradicionales, apostaron por combinaciones audaces como marinara con miel picante y marinara con limón de verano, confiando en su intuición de que podrían resonar con el público.
Su primera gran oportunidad llegó cuando Erewhon, una exclusiva cadena de supermercados en Los Ángeles, aprobó sus productos.
Finalmente, en julio de 2023, Sauz debutó en Erewhon, seguido por una expansión a Whole Foods en mayo de 2024 y Target en julio, lo que aseguró una distribución nacional. Actualmente, la marca genera cerca de un millón de dólares al mes en ventas, con precios que oscilan entre 8 y 10 dólares por frasco. Bonde y Alfieri atribuyen su éxito inicial en Sauz a las lecciones aprendidas en su primer negocio de dispositivos médicos. “Sin esa experiencia previa, Sauz no existiría”, concluyen al medio.
Descubre la historia de dos amigos de Los Ángeles que le pidieron prestado US$9000 a sus padres e idearon un negocio millonario. LA NACION