Axel Kicillof y la oposición volverán a negociar los números de la provincia “desde cero” el 7 de enero
El gobierno bonaerense de Axel Kicillof y los representantes de la oposición legislativa volverán a intentar una negociación tras el fracaso de la sesión en la Legislatura provincial en la que el oficialismo buscaba aprobar el presupuesto, el endeudamiento y la ley fiscal impositiva. El 7 de enero quedó marcado en el calendario como una nueva instancia de diálogo, pero las expectativas de acuerdo son bajas.
En el gobierno provincial admiten que la nueva tanda de negociaciones comenzará “desde cero” e insisten en responsabilizar a la oposición por el naufragio de la sesión en la Legislatura. “No esperamos nada. ¿Qué puede cambiar en 10 días? Vuelve todo a foja cero. Arrancamos de nuevo con el proyecto original y con la misma premisa del viernes: los jueces de la Corte no entran en la negociación”, afirmó a LA NACION una fuente del gobierno, que señala que el encuentro del martes 7 de enero se acordó “el viernes, cuando se cayó la sesión en la Legislatura”.
Las vacantes de la Suprema Corte bonaerense (tiene solo tres integrantes y cuatro por designar) son el único ítem vinculado a cargos que Kicillof no está dispuesto a negociar, aseguraron en su entorno más próximo. “Lo mismo que el viernes, altas por bajas”, resumieron al referirse al resto de los puestos en organismos públicos.
Según contó a este diario un legislador oficialista, entre otros puntos, la oposición buscaba designar nuevos representantes propios en el directorio del Banco Provincia, en organismos como el Consejo de Educación y, también, avanzar con un nombre para integrar el máximo tribunal provincial (en representación de un sector de la UCR). También, en lo financiero, que parte del endeudamiento que se aprobara llegara por goteo a los municipios de manera mensual, “para que los intendentes no tuvieran que ir a mendigar cada dos meses para firmar los acuerdos, como es ahora con el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal”. La fuente oficialista afirmó que las respuestas de Kicillof a esos pedidos fueron negativas. “Teníamos un Kicillof en modo Milei”, ironizó.
En un comunicado difundido el viernes tras el fracaso de la sesión, el gobierno de Kicillof reprochó que “luego de una larga negociación, la oposición planteó una serie de nuevas condiciones que excedían todos los pedidos anteriores”.
Desde el bloque de diputados de UCR-Cambio Federal (tiene ocho integrantes), señalaron que irán a la reunión “con expectativa de diálogo”. Y ampliaron: “Se puede acordar, o no, pero hay más posibilidades con búsqueda de consensos, intercambio de opiiones y cuando cada uno acepta que puede estar equivocado. Vamos a ir todas las veces que sea necesario para intentar llegar a un acuerdo. Queremos la autarquía de IOMA, queremos eliminar todas las discrecionalidades; no queremos que el Poder Ejecutivo tenga facultades delegadas y no queremos que la campaña electoral repercuta en un incremento impositivo para los bonaerenses”.
“Es para empezar de cero. Lo veo muy difícil, no veo que se llegue a un acuerdo. Además, los de ellos mismos no están con ganas de acordar”, subrayó un referente de Pro en la Legislatura, que indicó que el gobierno provincial incluyó “como nuevo intermediario” a Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense. Desde el campamento de Kicillof, subrayaron que Katopodis fue negociador “en todo este proceso, lo mismo que [la jefa de asesores, Cristina] Álvarez Rodríguez, [el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés] Larroque, o [el ministro de Trabajo, Walter] Correa”. No obstante, dentro del oficialismo legislativo comentaron que “Katopodis se sumó en la última reunión” a la delegación negociadora que también integraron Pablo López (ministro de Economía) y Agustina Vila (secretaria general de la Gobernación).
“Esperemos que haya mejor diálogo y mucha más responsabilidad. Todo parece indicar que [Javier] Milei quiere joder a Axel y joder a la provincia que no lo votó. El otro día [por el viernes] se dio una dinámica muy rara en los distintos espacios opositores, como si hubiera bajado una orden para complicar las cosas”, indicó un hombre del oficialismo provincial.
El gobierno bonaerense de Axel Kicillof y los representantes de la oposición legislativa volverán a intentar una negociación tras el fracaso de la sesión en la Legislatura provincial en la que el oficialismo buscaba aprobar el presupuesto, el endeudamiento y la ley fiscal impositiva. El 7 de enero quedó marcado en el calendario como una nueva instancia de diálogo, pero las expectativas de acuerdo son bajas.
En el gobierno provincial admiten que la nueva tanda de negociaciones comenzará “desde cero” e insisten en responsabilizar a la oposición por el naufragio de la sesión en la Legislatura. “No esperamos nada. ¿Qué puede cambiar en 10 días? Vuelve todo a foja cero. Arrancamos de nuevo con el proyecto original y con la misma premisa del viernes: los jueces de la Corte no entran en la negociación”, afirmó a LA NACION una fuente del gobierno, que señala que el encuentro del martes 7 de enero se acordó “el viernes, cuando se cayó la sesión en la Legislatura”.
Las vacantes de la Suprema Corte bonaerense (tiene solo tres integrantes y cuatro por designar) son el único ítem vinculado a cargos que Kicillof no está dispuesto a negociar, aseguraron en su entorno más próximo. “Lo mismo que el viernes, altas por bajas”, resumieron al referirse al resto de los puestos en organismos públicos.
Según contó a este diario un legislador oficialista, entre otros puntos, la oposición buscaba designar nuevos representantes propios en el directorio del Banco Provincia, en organismos como el Consejo de Educación y, también, avanzar con un nombre para integrar el máximo tribunal provincial (en representación de un sector de la UCR). También, en lo financiero, que parte del endeudamiento que se aprobara llegara por goteo a los municipios de manera mensual, “para que los intendentes no tuvieran que ir a mendigar cada dos meses para firmar los acuerdos, como es ahora con el Fondo de Fortalecimiento Fiscal Municipal”. La fuente oficialista afirmó que las respuestas de Kicillof a esos pedidos fueron negativas. “Teníamos un Kicillof en modo Milei”, ironizó.
En un comunicado difundido el viernes tras el fracaso de la sesión, el gobierno de Kicillof reprochó que “luego de una larga negociación, la oposición planteó una serie de nuevas condiciones que excedían todos los pedidos anteriores”.
Desde el bloque de diputados de UCR-Cambio Federal (tiene ocho integrantes), señalaron que irán a la reunión “con expectativa de diálogo”. Y ampliaron: “Se puede acordar, o no, pero hay más posibilidades con búsqueda de consensos, intercambio de opiiones y cuando cada uno acepta que puede estar equivocado. Vamos a ir todas las veces que sea necesario para intentar llegar a un acuerdo. Queremos la autarquía de IOMA, queremos eliminar todas las discrecionalidades; no queremos que el Poder Ejecutivo tenga facultades delegadas y no queremos que la campaña electoral repercuta en un incremento impositivo para los bonaerenses”.
“Es para empezar de cero. Lo veo muy difícil, no veo que se llegue a un acuerdo. Además, los de ellos mismos no están con ganas de acordar”, subrayó un referente de Pro en la Legislatura, que indicó que el gobierno provincial incluyó “como nuevo intermediario” a Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense. Desde el campamento de Kicillof, subrayaron que Katopodis fue negociador “en todo este proceso, lo mismo que [la jefa de asesores, Cristina] Álvarez Rodríguez, [el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés] Larroque, o [el ministro de Trabajo, Walter] Correa”. No obstante, dentro del oficialismo legislativo comentaron que “Katopodis se sumó en la última reunión” a la delegación negociadora que también integraron Pablo López (ministro de Economía) y Agustina Vila (secretaria general de la Gobernación).
“Esperemos que haya mejor diálogo y mucha más responsabilidad. Todo parece indicar que [Javier] Milei quiere joder a Axel y joder a la provincia que no lo votó. El otro día [por el viernes] se dio una dinámica muy rara en los distintos espacios opositores, como si hubiera bajado una orden para complicar las cosas”, indicó un hombre del oficialismo provincial.
La frustrada sesión por el presupuesto, el endeudamiento y la ley impositiva dejó heridas; en ambos bandos consideran que las posibilidades de un acuerdo son escasas LA NACION