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El gobierno de Lula expresó “gran preocupación” por la situación en Venezuela y sumó presión sobre Maduro

Desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sumaron presión sobre el mandatario Nicolás Maduro en Venezuela este sábado, a través de un comunicado de la Cancillería de Brasil en el que expresaron una “gran preocupación” sobre la situación en ese país, sobre todo vinculada al trato a los opositores. El mensaje llega luego de que desde la gestión del Partido de los Trabajadores (PT) mandaran a la jura del chavista -que se hizo este viernes- solo a su embajadora en Caracas, de la detención momentánea de la líder disidente María Corina Machado y del repudio de la mayor parte de la comunidad internacional.

“El gobierno brasileño sigue con gran preocupación las denuncias de violaciones a los derechos humanos de opositores del gobierno de Venezuela, en especial después del proceso electoral realizado en julio pasado”, expresaron desde el Palacio de Itamaraty, que comanda el canciller Mauro Vieira.

En la nota de prensa desde la administración de Lula reconocieron “gestos de distención” de parte de Maduro, y pusieron como ejemplo la “liberación de 1500 detenidos en los últimos meses” y la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas, aunque remarcaron: “El gobierno brasileño repudia los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución a opositores políticos”.

En estos días, sobre todo el jueves en la previa de la asunción, los venezolanos se movilizaron masivamente para pedir que Maduro deje el poder luego de unas elecciones en las que no presentó las actas para certificar su victoria, que no obstante le convalidó la Justicia de su país, cooptada por el oficialismo. En esa jornada anterior a una nueva jura por seis años, las fuerzas que le responden al líder izquierdista detuvieron por un tiempo a Machado, que salió de la clandestinidad para dar un discurso que reforzó la movilización ciudadana.

Para la parte final del comunicado de la Cancillería, desde Brasil enfatizaron que es “esencial” para la “plena validez de un régimen democrático” que a los líderes opositores se les garanticen “los derechos básicos de ir y venir, y manifestarse pacíficamente con libertad y garantías para su integridad física”. Esto resuena más no solo tras la detención de Machado sino también en un momento en que Edmundo González Urrutia, que compitió contra Maduro y presentó actas que respaldarían su victoria, se encuentra exiliado ya que el régimen lanzó un pedido de captura sobre su persona.

“Brasil también insta a las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas”, concluyeron desde el gobierno de Lula, que el viernes -al igual que el francés Emmanuel Macron– se comunicó con el mandatario chavista y le pidió que retome el diálogo con la oposición.

Encargado de la embajada de la Argentina en Caracas, debido a que no cortó todavía relaciones diplomáticas con Venezuela, Brasil no reconoció la victoria que Maduro se autoproclamó en base a las últimas elecciones.

El día de la investidura, el gobierno chavista decidió cerrar las fronteras no solo con Colombia, sino también con Brasil, hasta el próximo lunes 13 de enero, ante la fuerte presión internacional para que no asumiera Maduro por la interpretación fraudulenta que hizo de los comicios. Finalmente, Urrutia decidió no pisar suelo venezolano en esa jornada, como estaba previsto por la oposición, debido a los riesgos que eso podía conllevarle.

Noticia en desarrollo

Desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva sumaron presión sobre el mandatario Nicolás Maduro en Venezuela este sábado, a través de un comunicado de la Cancillería de Brasil en el que expresaron una “gran preocupación” sobre la situación en ese país, sobre todo vinculada al trato a los opositores. El mensaje llega luego de que desde la gestión del Partido de los Trabajadores (PT) mandaran a la jura del chavista -que se hizo este viernes- solo a su embajadora en Caracas, de la detención momentánea de la líder disidente María Corina Machado y del repudio de la mayor parte de la comunidad internacional.

“El gobierno brasileño sigue con gran preocupación las denuncias de violaciones a los derechos humanos de opositores del gobierno de Venezuela, en especial después del proceso electoral realizado en julio pasado”, expresaron desde el Palacio de Itamaraty, que comanda el canciller Mauro Vieira.

En la nota de prensa desde la administración de Lula reconocieron “gestos de distención” de parte de Maduro, y pusieron como ejemplo la “liberación de 1500 detenidos en los últimos meses” y la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas, aunque remarcaron: “El gobierno brasileño repudia los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución a opositores políticos”.

En estos días, sobre todo el jueves en la previa de la asunción, los venezolanos se movilizaron masivamente para pedir que Maduro deje el poder luego de unas elecciones en las que no presentó las actas para certificar su victoria, que no obstante le convalidó la Justicia de su país, cooptada por el oficialismo. En esa jornada anterior a una nueva jura por seis años, las fuerzas que le responden al líder izquierdista detuvieron por un tiempo a Machado, que salió de la clandestinidad para dar un discurso que reforzó la movilización ciudadana.

Para la parte final del comunicado de la Cancillería, desde Brasil enfatizaron que es “esencial” para la “plena validez de un régimen democrático” que a los líderes opositores se les garanticen “los derechos básicos de ir y venir, y manifestarse pacíficamente con libertad y garantías para su integridad física”. Esto resuena más no solo tras la detención de Machado sino también en un momento en que Edmundo González Urrutia, que compitió contra Maduro y presentó actas que respaldarían su victoria, se encuentra exiliado ya que el régimen lanzó un pedido de captura sobre su persona.

“Brasil también insta a las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas”, concluyeron desde el gobierno de Lula, que el viernes -al igual que el francés Emmanuel Macron– se comunicó con el mandatario chavista y le pidió que retome el diálogo con la oposición.

Encargado de la embajada de la Argentina en Caracas, debido a que no cortó todavía relaciones diplomáticas con Venezuela, Brasil no reconoció la victoria que Maduro se autoproclamó en base a las últimas elecciones.

El día de la investidura, el gobierno chavista decidió cerrar las fronteras no solo con Colombia, sino también con Brasil, hasta el próximo lunes 13 de enero, ante la fuerte presión internacional para que no asumiera Maduro por la interpretación fraudulenta que hizo de los comicios. Finalmente, Urrutia decidió no pisar suelo venezolano en esa jornada, como estaba previsto por la oposición, debido a los riesgos que eso podía conllevarle.

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 La administración del PT emitió un comunicado a través de la Cancillería y puso el foco en la situación de los opositores; pidió que se garanticen los derechos básicos de manifestarse  LA NACION

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