Qué significa que tu gato te muestre la panza
El lenguaje corporal de los gatos esconde muchos secretos. Su personalidad, actitudes, conductas, entre otros actos, los convierten en animales, a veces, indescifrables. Es por eso que los especialistas pusieron el ojo en su manera de actuar y cómo buscan que los dueños interactúen con ellos con las mayores certezas posibles.
Una de las poses más conocidas de los felinos es cuando muestran su panza. En ese instante, su cabeza se menea de un lado al otro como buscando un contacto con un humano. A raíz de este hecho, expertos en veterinaria analizaron el caso y llegaron a conclusiones positivas.
La panza es una zona sensible de los gatos y, por ende, no suelen mostrársela a cualquier persona. En un síntoma que puede denotar fragilidad, los animales buscan la manera de que no quedar expuestos y así estar incómodos para afrontar una situación.
Al estar en un ambiente confortable, los gatos muestran su versión más distendida y esto incluye quedar con la panza hacia arriba en un claro gesto de seguridad y relajación.
“Esta postura es una señal de confianza y bienestar, ya que implica una vulnerabilidad que solo muestran con aquellos en quienes confían plenamente”, explicó el medio El Heraldo acerca de esta posición que adoptan los felinos.
Sin embargo, el hecho de permanecer acostado boca arriba no da la posibilidad de que un humano pueda acariciarlo. Este lenguaje no verbal de los animales puede prestar a confusión, aunque en los gatos se profundiza al tener un carácter, por momentos, indócil y hasta misterioso.
“Si un gato se muestra tenso, aparta la mirada o mueve su cola rápidamente al intentar acariciar su panza, es mejor detenerse y respetar su espacio”, advirtió el medio especializado acerca de esta postura del animal.
En caso de que el gato acceda a dejarse tocar la panza, será señal de que el ambiente del hogar es propicio para la convivencia; caso contrario, se deberá rever las condiciones establecidas y montar un escenario con más juegos y actividades que distiendan al animal.
Al relacionarse en un ambiente tenso, los animales muestran su feroz esencia y marcan el terreno. Es por eso que es tan indispensable la incorporación de la materia lúdica que no solo le dará tranquilidad al felino, sino que también armonizará el clima en el hogar.
Uno de los consejos más importantes que dan los expertos en comportamiento animal es incorporar los juegos en los primeros meses de vida. De esta manera, el felino empezará a moldear su carácter y tendrá un vínculo más cercano con su dueño.
“Los juegos comenzarán a partir de las cuatro semanas de edad, y notarás que pasan la mayor parte del tiempo luchando con otros gatitos mientras descubren el orden jerárquico social. Desde las siete hasta las ocho semanas de edad, centrarán su atención en el juego depredador con objetos inanimados”, explicó el sitio especializado Purina, quien añadió, de manera opcional, interactuar con los animales durante 20 minutos por día para que ellos puedan descargar energías y se sientan mimados dentro de la casa.
El lenguaje corporal de los gatos esconde muchos secretos. Su personalidad, actitudes, conductas, entre otros actos, los convierten en animales, a veces, indescifrables. Es por eso que los especialistas pusieron el ojo en su manera de actuar y cómo buscan que los dueños interactúen con ellos con las mayores certezas posibles.
Una de las poses más conocidas de los felinos es cuando muestran su panza. En ese instante, su cabeza se menea de un lado al otro como buscando un contacto con un humano. A raíz de este hecho, expertos en veterinaria analizaron el caso y llegaron a conclusiones positivas.
La panza es una zona sensible de los gatos y, por ende, no suelen mostrársela a cualquier persona. En un síntoma que puede denotar fragilidad, los animales buscan la manera de que no quedar expuestos y así estar incómodos para afrontar una situación.
Al estar en un ambiente confortable, los gatos muestran su versión más distendida y esto incluye quedar con la panza hacia arriba en un claro gesto de seguridad y relajación.
“Esta postura es una señal de confianza y bienestar, ya que implica una vulnerabilidad que solo muestran con aquellos en quienes confían plenamente”, explicó el medio El Heraldo acerca de esta posición que adoptan los felinos.
Sin embargo, el hecho de permanecer acostado boca arriba no da la posibilidad de que un humano pueda acariciarlo. Este lenguaje no verbal de los animales puede prestar a confusión, aunque en los gatos se profundiza al tener un carácter, por momentos, indócil y hasta misterioso.
“Si un gato se muestra tenso, aparta la mirada o mueve su cola rápidamente al intentar acariciar su panza, es mejor detenerse y respetar su espacio”, advirtió el medio especializado acerca de esta postura del animal.
En caso de que el gato acceda a dejarse tocar la panza, será señal de que el ambiente del hogar es propicio para la convivencia; caso contrario, se deberá rever las condiciones establecidas y montar un escenario con más juegos y actividades que distiendan al animal.
Al relacionarse en un ambiente tenso, los animales muestran su feroz esencia y marcan el terreno. Es por eso que es tan indispensable la incorporación de la materia lúdica que no solo le dará tranquilidad al felino, sino que también armonizará el clima en el hogar.
Uno de los consejos más importantes que dan los expertos en comportamiento animal es incorporar los juegos en los primeros meses de vida. De esta manera, el felino empezará a moldear su carácter y tendrá un vínculo más cercano con su dueño.
“Los juegos comenzarán a partir de las cuatro semanas de edad, y notarás que pasan la mayor parte del tiempo luchando con otros gatitos mientras descubren el orden jerárquico social. Desde las siete hasta las ocho semanas de edad, centrarán su atención en el juego depredador con objetos inanimados”, explicó el sitio especializado Purina, quien añadió, de manera opcional, interactuar con los animales durante 20 minutos por día para que ellos puedan descargar energías y se sientan mimados dentro de la casa.
Especialistas en comportamiento animal pusieron el foco en esta cuestión; qué hacer en caso de que el felino muestre una posición agresiva LA NACION