Cómo la costura puede mejorar tu estado mental y fortalecer la memoria

Lejos de creer que los juegos de habilidad son la única manera de mantener activa la mente, se descubrió que coser también puede tener efectos positivos en el hipocampo y en el lóbulo frontal del cerebro, dos regiones encargadas de almacenar los recuerdos, entre otras funciones. Descubrí a qué se debe y cómo podés ponerlo en práctica de inmediato.
El deterioro cognitivo es una realidad que afecta a la mayoría de las personas con el paso del tiempo. Es producto del desgaste y del tipo de vida que haya llevado una persona, desde sus hábitos alimenticios hasta sus relaciones sociales y su trabajo. Sin embargo, algunos expertos encontraron una solución para ralentizar este efecto y preservar la mente.
Coser puede parecer una actividad que hacían nuestras abuelas, pero no hay que equivocarse: gracias a ello se produce un uso completo de diferentes partes del cerebro que participan en la generación de materia gris y en la plasticidad neuronal. Además de considerarse un pasatiempo relajante, pone en práctica la concentración, la coordinación y la resolución de problemas.
Desde Mundiario, destacaron la palabra de una psicóloga que confirmó cuán positivo es para las personas la costura: “Al coser, se ejercitan las habilidades motoras finas y se fortalece la conexión entre distintas regiones del cerebro, lo que contribuye a reforzar la memoria y la atención”.
Este tipo de actividad manual puede reducir el estrés y la ansiedad, además de generar una sensación de distracción en quien la realiza. Mientras se enfoca en terminar un trabajo, el resto de las preocupaciones desaparece.
Desde el sitio en inglés My Little Coupon, destacaron que coser permite un mejor desarrollo personal, ya que brinda confianza al crear un objeto desde cero. Además, fomenta la creatividad, permitiendo explorar colores, texturas y diseños. Por último, si participás de un grupo de costura, la socialización es uno de los aspectos más enriquecedores de la actividad.
Coser es un método de meditación activa que, a diferencia de la tradicional, no solo invita a relajarse y enfocarse en la respiración, sino que también involucra la parte física. Gracias a la manipulación de tejidos y al movimiento repetitivo, se activan neurotransmisores que ayudan a mantener las neuronas dinámicas. De esta forma, no solo se alcanza un estado de calma, sino que también se previene la atrofia cerebral propia del envejecimiento.
Este hábito libera la tensión, elimina el estrés y facilita que la mente capte mejor lo que hace. Al prestar atención a una actividad en particular, se estimulan las regiones del cerebro implicadas en la memoria, favoreciendo que los recuerdos perduren por más tiempo. Según los expertos, es mejor que lo realices en un ambiente tranquilo y te dediques exclusivamente a esta actividad. De lo contrario, las interrupciones podrían desconcentrarte y afectar tu relajación.
La costura estimula la claridad mental diaria, promoviendo la regeneración de neuronas y manteniendo al cerebro ágil. Refuerza el bienestar emocional y ayuda a ejercitar la motricidad de las manos y los brazos de una manera diferente a la habitual.
Recordá que podés coser sin importar la edad que tengas ni tu género. Acá no entran en juego los estereotipos, sino el bienestar mental y la protección de la memoria a corto y largo plazo.
Lejos de creer que los juegos de habilidad son la única manera de mantener activa la mente, se descubrió que coser también puede tener efectos positivos en el hipocampo y en el lóbulo frontal del cerebro, dos regiones encargadas de almacenar los recuerdos, entre otras funciones. Descubrí a qué se debe y cómo podés ponerlo en práctica de inmediato.
El deterioro cognitivo es una realidad que afecta a la mayoría de las personas con el paso del tiempo. Es producto del desgaste y del tipo de vida que haya llevado una persona, desde sus hábitos alimenticios hasta sus relaciones sociales y su trabajo. Sin embargo, algunos expertos encontraron una solución para ralentizar este efecto y preservar la mente.
Coser puede parecer una actividad que hacían nuestras abuelas, pero no hay que equivocarse: gracias a ello se produce un uso completo de diferentes partes del cerebro que participan en la generación de materia gris y en la plasticidad neuronal. Además de considerarse un pasatiempo relajante, pone en práctica la concentración, la coordinación y la resolución de problemas.
Desde Mundiario, destacaron la palabra de una psicóloga que confirmó cuán positivo es para las personas la costura: “Al coser, se ejercitan las habilidades motoras finas y se fortalece la conexión entre distintas regiones del cerebro, lo que contribuye a reforzar la memoria y la atención”.
Este tipo de actividad manual puede reducir el estrés y la ansiedad, además de generar una sensación de distracción en quien la realiza. Mientras se enfoca en terminar un trabajo, el resto de las preocupaciones desaparece.
Desde el sitio en inglés My Little Coupon, destacaron que coser permite un mejor desarrollo personal, ya que brinda confianza al crear un objeto desde cero. Además, fomenta la creatividad, permitiendo explorar colores, texturas y diseños. Por último, si participás de un grupo de costura, la socialización es uno de los aspectos más enriquecedores de la actividad.
Coser es un método de meditación activa que, a diferencia de la tradicional, no solo invita a relajarse y enfocarse en la respiración, sino que también involucra la parte física. Gracias a la manipulación de tejidos y al movimiento repetitivo, se activan neurotransmisores que ayudan a mantener las neuronas dinámicas. De esta forma, no solo se alcanza un estado de calma, sino que también se previene la atrofia cerebral propia del envejecimiento.
Este hábito libera la tensión, elimina el estrés y facilita que la mente capte mejor lo que hace. Al prestar atención a una actividad en particular, se estimulan las regiones del cerebro implicadas en la memoria, favoreciendo que los recuerdos perduren por más tiempo. Según los expertos, es mejor que lo realices en un ambiente tranquilo y te dediques exclusivamente a esta actividad. De lo contrario, las interrupciones podrían desconcentrarte y afectar tu relajación.
La costura estimula la claridad mental diaria, promoviendo la regeneración de neuronas y manteniendo al cerebro ágil. Refuerza el bienestar emocional y ayuda a ejercitar la motricidad de las manos y los brazos de una manera diferente a la habitual.
Recordá que podés coser sin importar la edad que tengas ni tu género. Acá no entran en juego los estereotipos, sino el bienestar mental y la protección de la memoria a corto y largo plazo.
Esta actividad, que se asocia a las abuelas, tiene un trasfondo benéfico para el lóbulo frontal y el hipocampo; conocé por qué LA NACION