Interés GeneralNacionalesUltimas Noticias

El caso Lian Flores: aunque se actuó rápido gracias a la Alerta Sofía, qué se necesita para mejorar la búsqueda de chicos perdidos

El caso de Liam Gael Flores Soraide, el niño de 3 años de edad que fue visto por última vez por su familia el sábado pasado en un paraje de Córdoba y es buscado desde ese día, vuelve a poner en foco cómo el Estado busca a quienes desaparecen y qué pasos deben seguir las familias en medio de la desesperación.

La sensación es de impotencia y la pregunta es siempre la misma, cómo puede ser que un niño desaparezca sin dejar rastros. Es cuando es inevitable remontarse a casos insignes y sin un final cierto, como los de Sofía Herrera (desaparecida a sus 3 años en 2008 en Tierra del Fuego); Guadalupe Lucero (desaparecida a sus 5 en San Luis en 2021) y el de Loan Danilo Peña (de 5 años, ocurrido en 2024, en el paraje Algarrobal, Corrientes).

¿Cuáles son los aprendizajes que dejaron esos casos? Especialistas en búsqueda de personas así como familiares de las víctimas coincidieron ante LA NACION en que, analizando el derrotero de esas historias, es necesario un protocolo específico para la búsqueda de niños, niñas y adolescentes perdidos, que debería activarse de manera inmediata. También hace falta mayor capacitación, especialización y recursos para los actores responsables de esa búsqueda que pertenecen tanto a fuerzas de seguridad como al ámbito de la Justicia.

La única premisa certera a seguir en la búsqueda de niñas, niños y adolescentes es el Alerta Sofía, “y no es suficiente”, dice Celeste Perosino, cofundadora de la Colectiva de Intervención ante las Violencias, organización que se dedica a auditar casos de búsqueda complejos y a hacer trabajo de campo para rastrear evidencia relevante que haya sido pasada por alto por la Justicia.

Lian Gael Flores Soraide

El Alerta Sofía dispone la difusión de la búsqueda a nivel nacional cuando su vida se encuentra en un “Alto riesgo inminente” y cuenta con un comité conformado por el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), dependiente del Ministerio de Seguridad; la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.

Este comité es el que decide la activación de la alerta a partir de una orden judicial. También puede conformar una mesa de trabajo para delinear medidas de búsqueda durante las primeras horas. Si bien la Justicia, a través de la fiscalía de turno, es la que lleva adelante la investigación, las actuaciones suelen estar a cargo de la policía local.

“El problema es que el Alerta no obliga a la Justicia y a la policía local para la ejecución de medidas de búsqueda que promueve esta mesa de trabajo. En muchos casos las fiscalías y la policía filtraron las sugerencias pero no hicieron nada”, explica.

En el caso de Lian, el alerta se dio en tiempo récord en comparación a otros casos. Se perdió en la tarde del sábado y se difundió el domingo a las 21 horas. “Ese es un aprendizaje, porque este caso está atravesado por la vergüenza que ocasionó el de Loan donde todo se hizo mal”, dice Perosino, quien señala la necesidad de un protocolo a seguir de manera inmediata, así como recursos y capacitaciones.

María Elena Delgado

Un protocolo es un esquema de medidas a tomar en las primeras 72 horas de perdido el niño o la niña, que son las mas importantes, explica Perisono. Entre los puntos que debería abarcar ese protocolo, incluye: entrevistar a la familia, inspeccionar el último lugar donde fue visto; entrevistas con personas del lugar; relevamiento de características topográficas, cámaras si es en una zona urbana. “Con todo esto hacer un primer informe y evaluar hipótesis y riesgos”, indica.

“En el país no hay un protocolo. Tenerlo sería una manifestación de interés del Estado con la temática porque no se ve que hayan recogido algún aprendizaje”, dice Perosino y advierte: “Pero podés tener un protocolo, pero si la Justicia no tiene recursos y está estallada, no está capacitada y no le interesa -a no ser que se nacionalice el caso y esté en la mira de la ciudadanía-, el protocolo no sirve”.

Lentitud en las investigaciones

Familiares de niños que aún son buscados coincidieron en un especial de LA NACION que la Alerta debería ser inmediata, pero que falta capacitación de los equipos de búsqueda y de los fiscales.

“El alerta Sofía es excelente para la difusión y alertar a las autoridades en las fronteras. Pero falta capacitación en búsqueda. Eso lleva a una lentitud vergonzosa de las investigaciones”, explica María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera, la niña desaparecida en Tierra del Fuego en 2008 y a quien el Alerta Sofía le debe el nombre. Hoy, después de 16 años de su desaparición, Delgado continúa motorizando como puede la búsqueda de la niña que hoy tiene 19 años.

En este punto, el de la capacitación de los investigadores, es cuando Perosino hace foco en la necesidad de analizar cuál es la postura del Estado ante estas problemáticas.

Agostina Sorich tenía 12 años cuando la vieron por última vez

La experta insiste en la necesidad de tener recursos económicos, y “personas interesadas y capacitadas en llevar adelante este tipo de investigaciones al ritmo que se necesita porque las fiscalías están estalladas y no son específicas y todos investigan todo”.

Qué se hace ante la desaparición

De acuerdo al Informe 2024 del Sifebu, de los 695 casos atendidos en 2024, con un 64% de resolución, el 49.6% de los casos corresponden a niños, niñas y adolescentes.

En ese informe se establecen los desafíos: “Mejorar la articulación con las diferentes jurisdicciones del país, propiciando Sistemas Provinciales de Búsqueda e Identificación” y “Seguir ampliando la cooperación internacional y la formación de especialistas en búsqueda de personas”.

Otro de los puntos a los que se refieren quienes fueron consultados para esta nota, es a la necesidad de difusión de qué hacer cuando se pierde un chico ya que las primeras horas son clave.

Cualquier persona puede hacer la denuncia inmediatamente en la comisaría, fiscalía o juzgado más cercanos, se indica desde el Sifebu. Además, es importante reclamar una copia de esa denuncia. Y también preguntar los datos del juzgado y de la fiscalía que se toman el caso.

En el caso de que no se quiera tomar la denuncia, como ocurrió en casos como el de Agustina Nadin Sorich (a su familia, la policía le dijo que quizás se fue con el novio) desaparecida a sus 12 en 2010 en Villa Gesell, partido de la Costa, hay que comunicarse a la línea 134 del Ministerio de Seguridad de la Nación. Ahí se puede denunciar la desaparición y, además, la negativa que recibiste al querer hacer la denuncia en el lugar que fuera.

Más información:

  • Si querés saber qué es lo que hay que hacer durante las primeras horas de desaparición de una persona, podés entrar a esta guía de LA NACION con toda la información necesaria sobre cómo proceder.
  • Desde el sitio de Sifebu se explica qué tener en cuenta, ¿Qué tenés que hacer si no aparece un familiar?
  • Missing Children es una ONG que difunde las búsquedas de chicos, si tenés algún tipo de información podés comunicarte con la organización al 0800 333 5500

El caso de Liam Gael Flores Soraide, el niño de 3 años de edad que fue visto por última vez por su familia el sábado pasado en un paraje de Córdoba y es buscado desde ese día, vuelve a poner en foco cómo el Estado busca a quienes desaparecen y qué pasos deben seguir las familias en medio de la desesperación.

La sensación es de impotencia y la pregunta es siempre la misma, cómo puede ser que un niño desaparezca sin dejar rastros. Es cuando es inevitable remontarse a casos insignes y sin un final cierto, como los de Sofía Herrera (desaparecida a sus 3 años en 2008 en Tierra del Fuego); Guadalupe Lucero (desaparecida a sus 5 en San Luis en 2021) y el de Loan Danilo Peña (de 5 años, ocurrido en 2024, en el paraje Algarrobal, Corrientes).

¿Cuáles son los aprendizajes que dejaron esos casos? Especialistas en búsqueda de personas así como familiares de las víctimas coincidieron ante LA NACION en que, analizando el derrotero de esas historias, es necesario un protocolo específico para la búsqueda de niños, niñas y adolescentes perdidos, que debería activarse de manera inmediata. También hace falta mayor capacitación, especialización y recursos para los actores responsables de esa búsqueda que pertenecen tanto a fuerzas de seguridad como al ámbito de la Justicia.

La única premisa certera a seguir en la búsqueda de niñas, niños y adolescentes es el Alerta Sofía, “y no es suficiente”, dice Celeste Perosino, cofundadora de la Colectiva de Intervención ante las Violencias, organización que se dedica a auditar casos de búsqueda complejos y a hacer trabajo de campo para rastrear evidencia relevante que haya sido pasada por alto por la Justicia.

Lian Gael Flores Soraide

El Alerta Sofía dispone la difusión de la búsqueda a nivel nacional cuando su vida se encuentra en un “Alto riesgo inminente” y cuenta con un comité conformado por el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu), dependiente del Ministerio de Seguridad; la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), y la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.

Este comité es el que decide la activación de la alerta a partir de una orden judicial. También puede conformar una mesa de trabajo para delinear medidas de búsqueda durante las primeras horas. Si bien la Justicia, a través de la fiscalía de turno, es la que lleva adelante la investigación, las actuaciones suelen estar a cargo de la policía local.

“El problema es que el Alerta no obliga a la Justicia y a la policía local para la ejecución de medidas de búsqueda que promueve esta mesa de trabajo. En muchos casos las fiscalías y la policía filtraron las sugerencias pero no hicieron nada”, explica.

En el caso de Lian, el alerta se dio en tiempo récord en comparación a otros casos. Se perdió en la tarde del sábado y se difundió el domingo a las 21 horas. “Ese es un aprendizaje, porque este caso está atravesado por la vergüenza que ocasionó el de Loan donde todo se hizo mal”, dice Perosino, quien señala la necesidad de un protocolo a seguir de manera inmediata, así como recursos y capacitaciones.

María Elena Delgado

Un protocolo es un esquema de medidas a tomar en las primeras 72 horas de perdido el niño o la niña, que son las mas importantes, explica Perisono. Entre los puntos que debería abarcar ese protocolo, incluye: entrevistar a la familia, inspeccionar el último lugar donde fue visto; entrevistas con personas del lugar; relevamiento de características topográficas, cámaras si es en una zona urbana. “Con todo esto hacer un primer informe y evaluar hipótesis y riesgos”, indica.

“En el país no hay un protocolo. Tenerlo sería una manifestación de interés del Estado con la temática porque no se ve que hayan recogido algún aprendizaje”, dice Perosino y advierte: “Pero podés tener un protocolo, pero si la Justicia no tiene recursos y está estallada, no está capacitada y no le interesa -a no ser que se nacionalice el caso y esté en la mira de la ciudadanía-, el protocolo no sirve”.

Lentitud en las investigaciones

Familiares de niños que aún son buscados coincidieron en un especial de LA NACION que la Alerta debería ser inmediata, pero que falta capacitación de los equipos de búsqueda y de los fiscales.

“El alerta Sofía es excelente para la difusión y alertar a las autoridades en las fronteras. Pero falta capacitación en búsqueda. Eso lleva a una lentitud vergonzosa de las investigaciones”, explica María Elena Delgado, madre de Sofía Herrera, la niña desaparecida en Tierra del Fuego en 2008 y a quien el Alerta Sofía le debe el nombre. Hoy, después de 16 años de su desaparición, Delgado continúa motorizando como puede la búsqueda de la niña que hoy tiene 19 años.

En este punto, el de la capacitación de los investigadores, es cuando Perosino hace foco en la necesidad de analizar cuál es la postura del Estado ante estas problemáticas.

Agostina Sorich tenía 12 años cuando la vieron por última vez

La experta insiste en la necesidad de tener recursos económicos, y “personas interesadas y capacitadas en llevar adelante este tipo de investigaciones al ritmo que se necesita porque las fiscalías están estalladas y no son específicas y todos investigan todo”.

Qué se hace ante la desaparición

De acuerdo al Informe 2024 del Sifebu, de los 695 casos atendidos en 2024, con un 64% de resolución, el 49.6% de los casos corresponden a niños, niñas y adolescentes.

En ese informe se establecen los desafíos: “Mejorar la articulación con las diferentes jurisdicciones del país, propiciando Sistemas Provinciales de Búsqueda e Identificación” y “Seguir ampliando la cooperación internacional y la formación de especialistas en búsqueda de personas”.

Otro de los puntos a los que se refieren quienes fueron consultados para esta nota, es a la necesidad de difusión de qué hacer cuando se pierde un chico ya que las primeras horas son clave.

Cualquier persona puede hacer la denuncia inmediatamente en la comisaría, fiscalía o juzgado más cercanos, se indica desde el Sifebu. Además, es importante reclamar una copia de esa denuncia. Y también preguntar los datos del juzgado y de la fiscalía que se toman el caso.

En el caso de que no se quiera tomar la denuncia, como ocurrió en casos como el de Agustina Nadin Sorich (a su familia, la policía le dijo que quizás se fue con el novio) desaparecida a sus 12 en 2010 en Villa Gesell, partido de la Costa, hay que comunicarse a la línea 134 del Ministerio de Seguridad de la Nación. Ahí se puede denunciar la desaparición y, además, la negativa que recibiste al querer hacer la denuncia en el lugar que fuera.

Más información:

  • Si querés saber qué es lo que hay que hacer durante las primeras horas de desaparición de una persona, podés entrar a esta guía de LA NACION con toda la información necesaria sobre cómo proceder.
  • Desde el sitio de Sifebu se explica qué tener en cuenta, ¿Qué tenés que hacer si no aparece un familiar?
  • Missing Children es una ONG que difunde las búsquedas de chicos, si tenés algún tipo de información podés comunicarte con la organización al 0800 333 5500

 Mientras avanza la búsqueda del pequeño de 3 años extraviado en Córdoba, especialistas consultados por LA NACION explicaron cómo deberían mejorar las investigaciones; del total de casos en los que intervino el Sifebu en 2024, el 49,6% corresponden a niños, niñas y adolescentes  LA NACION

Read More

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
Close
Close