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La muerte de Liam Payne: la fiscalía apeló a dos tribunales distintos los sobreseimientos de tres de los imputados

La fiscalía intentará revertir en dos instancias los sobreseimientos dictados a tres de los imputados iniciales en la muerte del cantante británico Liam Payne, ocurrida el 16 de octubre pasado tras su caída desde el tercer piso del hotel de Palermo en el que se hospedaba.

Irán a Casación para discutir los fallos de Cámara que alcanzaron a Rogelio Nores, amigo del músico, a quien había conocido en Londres, y que era su principal contacto en la Argentina, y Gilda Martín y Esteban Grassi, gerenta y jefe de recepción de CasaSur, el hotel de la calle Costa Rica al 6000 donde el cantante estuvo alojado sus últimos días. Los tres habían estado procesados por homicidio culposo.

Además, apelarán ante la Cámara del Crimen porteña la reciente resolución con la que la jueza de instrucción Laura Bruniard también sobreseyó a Nores por el delito de “facilitación y suministro de estupefacientes”, por el cual sí están con procesamiento con prisión preventiva confirmado Ezequiel Pereyra, empleado de CasaSur, y Braian Paiz, camarero al que Payne había conocido en Puerto Madero, quienes, según la acusación, le vendieron cocaína al cantante en más de una oportunidad.

Las presentaciones fueron realizadas por el fiscal de Cámara Joaquín Gaset y el fiscal de instrucción Andrés Madrea, que lleva adelante la causa desde el primer momento.

Al contrario de lo resuelto por los jueces Ignacio Rodríguez Varela, Hernán López y Julio Marcelo Lucini, de la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, los fiscales Gaset y Madrea consideran que Nores tuvo “un rol activo en la provisión de estupefacientes al exintegrante del grupo One Direction o de, al menos, el dinero con el cual Payne pudo adquirirlos”.

Según informó el Ministerio Público en su portal institucional www.fiscales.gob.ar, el fiscal general Gaset sostuvo que el fallo del tribunal de alzada “revela una manifiesta arbitrariedad al momento de valorar las constancias probatorias formalmente incorporadas al sumario” y “se halla viciado en su fundamentación”; cuestionó, además, que aún no se hayan realizado los peritajes telefónicos y testimoniales pedidos por el fiscal Madrea el 17 de diciembre pasado.

“La fiscalía enumeró tres discos rígidos secuestrados de la recepción del hotel Casa Sur Palermo, la computadora personal de Payne, y los celulares de Nores, los de la pareja de este –que figuraba como asistente de manager– y el de otra persona que hospedó a Payne los días anteriores a su llegada al hotel y que, de acuerdo a la investigación, está mencionado en un mensaje sobre un pedido de estupefacientes”.

Con respecto a Nores, a quien la fiscalía caracterizó como el “representante” del cantante europeo durante su visita a la Argentina, Gaset señaló: “Si bien la Sala IV refirió que no se explicó acabadamente el rol que aquel habría tenido en relación con Payne, los deberes que de ello se derivaban y cuál fue la conducta que dejó de hacer y que hubiera evitado el resultado, la realidad es que ello no solo fue señalado en reiteradas oportunidades, sino que se indicaron pruebas para sustentarlo, las cuales no fueron valoradas por la Cámara al momento de resolver o fueron analizadas de forma incorrecta”.

Aunque no había “un contrato o documento específico en donde se enumeraran las funciones que Nores tenía en la vida de Payne al momento de su estadía en Buenos Aires y cuando ocurrieron los sucesos”, el fiscal general consideró que “este imputado poseía un rol preponderante y era el único referente que aquel tenía en el país, quien autorizaba y se hacía cargo de sus consumos y a quien se le informaba de todos los movimientos” del músico.

“Tenía un deber de cuidado especial a su cargo y que la violación de aquel se concretó en el resultado fatal”, que “creó un riesgo jurídicamente desaprobado al haber dejado a la víctima en el hotel en que se hospedaba sin su compañía” y ello “a sabiendas del estado de extrema vulnerabilidad en que aquel se encontraba”.

A su vez, afirmó que el empresario y amigo de Payne “no solo tenía conocimiento de la situación de policonsumo que estaba atravesando el damnificado durante su estadía en el Hotel Casa Sur Palermo, sino que también se comprobó que la facilitó el acceso a los estupefacientes que consumió”.

Citó, para ejemplificarlo, una serie de mensajes de la mañana de la muerte en los que el músico le preguntó a Nores si un conocido suyo podría conseguir 6 gramos de cocaína, y también la declaración de una empleada de limpieza del hotel que había visto a Payne aspirar “un polvito” en presencia de su amigo.

“La Cámara pregunta qué es lo que Nores debía hacer para no coadyuvar al desenlace fatal y esto es básicamente el no dejarlo solo y evitar que consuma alcohol con la sertralina (precisamente, alcohol era lo que autorizaba todo el tiempo Nores, expresamente, en su estadía en Casa Sur); y además al facilitarle conseguir estupefacientes (conociendo los efectos del policonsumo) Nores colaboró en crear el estado que provocó el desenlace mortal; más cuando se pretende concluir, equivocadamente, que Nores no tenía ninguna obligación de resguardo o auxilio”, concluyó el fiscal general.

Con respecto a Gilda Martín y Esteban Grassi, el fiscal general Gaset volvió a cuestionar que ambos tuvieron un “aporte determinante” en la consecuencia trágica al haber alojado a Payne en el tercer piso “y haberlo dejado allí solo en un ambiente riesgoso y sin compañía, luego de lo cual, instantes después, el damnificado cayó al vació y falleció”.

Sustentó ese argumento con la transcripción del llamado al 911 realizado desde el hotel justo antes de la caída del excantante de One Direction, en el que Grassi “pide auxilio porque reconoce ante la operadora el peligro que significaba el balcón para el músico en el estado de intoxicación en el que se encontraba.

“Tenemos un huésped que está sobrepasado de droga y está rompiendo toda la habitación […] Y necesitamos que nos envíen a alguien urgente porque bueno, yo no sé si corre riesgo la vida del huésped. Está en una habitación que tiene balcón y bueno, estamos con un poco de temor de que haga algo que le ponga en riesgo su vida”, dijo el imputado en aquella comunicación producida en un momento contemporáneo a la caída de Payne.

La fiscalía intentará revertir en dos instancias los sobreseimientos dictados a tres de los imputados iniciales en la muerte del cantante británico Liam Payne, ocurrida el 16 de octubre pasado tras su caída desde el tercer piso del hotel de Palermo en el que se hospedaba.

Irán a Casación para discutir los fallos de Cámara que alcanzaron a Rogelio Nores, amigo del músico, a quien había conocido en Londres, y que era su principal contacto en la Argentina, y Gilda Martín y Esteban Grassi, gerenta y jefe de recepción de CasaSur, el hotel de la calle Costa Rica al 6000 donde el cantante estuvo alojado sus últimos días. Los tres habían estado procesados por homicidio culposo.

Además, apelarán ante la Cámara del Crimen porteña la reciente resolución con la que la jueza de instrucción Laura Bruniard también sobreseyó a Nores por el delito de “facilitación y suministro de estupefacientes”, por el cual sí están con procesamiento con prisión preventiva confirmado Ezequiel Pereyra, empleado de CasaSur, y Braian Paiz, camarero al que Payne había conocido en Puerto Madero, quienes, según la acusación, le vendieron cocaína al cantante en más de una oportunidad.

Las presentaciones fueron realizadas por el fiscal de Cámara Joaquín Gaset y el fiscal de instrucción Andrés Madrea, que lleva adelante la causa desde el primer momento.

Al contrario de lo resuelto por los jueces Ignacio Rodríguez Varela, Hernán López y Julio Marcelo Lucini, de la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, los fiscales Gaset y Madrea consideran que Nores tuvo “un rol activo en la provisión de estupefacientes al exintegrante del grupo One Direction o de, al menos, el dinero con el cual Payne pudo adquirirlos”.

Según informó el Ministerio Público en su portal institucional www.fiscales.gob.ar, el fiscal general Gaset sostuvo que el fallo del tribunal de alzada “revela una manifiesta arbitrariedad al momento de valorar las constancias probatorias formalmente incorporadas al sumario” y “se halla viciado en su fundamentación”; cuestionó, además, que aún no se hayan realizado los peritajes telefónicos y testimoniales pedidos por el fiscal Madrea el 17 de diciembre pasado.

“La fiscalía enumeró tres discos rígidos secuestrados de la recepción del hotel Casa Sur Palermo, la computadora personal de Payne, y los celulares de Nores, los de la pareja de este –que figuraba como asistente de manager– y el de otra persona que hospedó a Payne los días anteriores a su llegada al hotel y que, de acuerdo a la investigación, está mencionado en un mensaje sobre un pedido de estupefacientes”.

Con respecto a Nores, a quien la fiscalía caracterizó como el “representante” del cantante europeo durante su visita a la Argentina, Gaset señaló: “Si bien la Sala IV refirió que no se explicó acabadamente el rol que aquel habría tenido en relación con Payne, los deberes que de ello se derivaban y cuál fue la conducta que dejó de hacer y que hubiera evitado el resultado, la realidad es que ello no solo fue señalado en reiteradas oportunidades, sino que se indicaron pruebas para sustentarlo, las cuales no fueron valoradas por la Cámara al momento de resolver o fueron analizadas de forma incorrecta”.

Aunque no había “un contrato o documento específico en donde se enumeraran las funciones que Nores tenía en la vida de Payne al momento de su estadía en Buenos Aires y cuando ocurrieron los sucesos”, el fiscal general consideró que “este imputado poseía un rol preponderante y era el único referente que aquel tenía en el país, quien autorizaba y se hacía cargo de sus consumos y a quien se le informaba de todos los movimientos” del músico.

“Tenía un deber de cuidado especial a su cargo y que la violación de aquel se concretó en el resultado fatal”, que “creó un riesgo jurídicamente desaprobado al haber dejado a la víctima en el hotel en que se hospedaba sin su compañía” y ello “a sabiendas del estado de extrema vulnerabilidad en que aquel se encontraba”.

A su vez, afirmó que el empresario y amigo de Payne “no solo tenía conocimiento de la situación de policonsumo que estaba atravesando el damnificado durante su estadía en el Hotel Casa Sur Palermo, sino que también se comprobó que la facilitó el acceso a los estupefacientes que consumió”.

Citó, para ejemplificarlo, una serie de mensajes de la mañana de la muerte en los que el músico le preguntó a Nores si un conocido suyo podría conseguir 6 gramos de cocaína, y también la declaración de una empleada de limpieza del hotel que había visto a Payne aspirar “un polvito” en presencia de su amigo.

“La Cámara pregunta qué es lo que Nores debía hacer para no coadyuvar al desenlace fatal y esto es básicamente el no dejarlo solo y evitar que consuma alcohol con la sertralina (precisamente, alcohol era lo que autorizaba todo el tiempo Nores, expresamente, en su estadía en Casa Sur); y además al facilitarle conseguir estupefacientes (conociendo los efectos del policonsumo) Nores colaboró en crear el estado que provocó el desenlace mortal; más cuando se pretende concluir, equivocadamente, que Nores no tenía ninguna obligación de resguardo o auxilio”, concluyó el fiscal general.

Con respecto a Gilda Martín y Esteban Grassi, el fiscal general Gaset volvió a cuestionar que ambos tuvieron un “aporte determinante” en la consecuencia trágica al haber alojado a Payne en el tercer piso “y haberlo dejado allí solo en un ambiente riesgoso y sin compañía, luego de lo cual, instantes después, el damnificado cayó al vació y falleció”.

Sustentó ese argumento con la transcripción del llamado al 911 realizado desde el hotel justo antes de la caída del excantante de One Direction, en el que Grassi “pide auxilio porque reconoce ante la operadora el peligro que significaba el balcón para el músico en el estado de intoxicación en el que se encontraba.

“Tenemos un huésped que está sobrepasado de droga y está rompiendo toda la habitación […] Y necesitamos que nos envíen a alguien urgente porque bueno, yo no sé si corre riesgo la vida del huésped. Está en una habitación que tiene balcón y bueno, estamos con un poco de temor de que haga algo que le ponga en riesgo su vida”, dijo el imputado en aquella comunicación producida en un momento contemporáneo a la caída de Payne.

 Recurrió ante Casación la resolución relativa a la acusación de homicidio culposo y ante la Cámara porteña, el fallo que los exceptuó de culpa por el delito de provisión de estupefacientes  LA NACION

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