¿Rompe con Pro? Larreta está cerca de definir su candidatura a legislador porteño y los Milei buscan al retador de Macri

“Se pegó un tiro en el pie”. A fines de diciembre, apenas Jorge Macri anunció su decisión de separar las elecciones porteñas de las nacionales, una jugada con la que buscó contener la ofensiva de las fuerzas de Javier Milei en la Capital e intentar revitalizar el sello de Pro, Horacio Rodríguez Larreta se convenció de que el jefe porteño había cometido un error estratégico en su cruzada por defender los intereses del macrismo. Interpretó que su sucesor en la Ciudad le había servido en bandeja una oportunidad para resurgir de las cenizas y tratar de recuperar la relevancia política: competir como candidato a legislador de la ciudad de Buenos Aires para discutir sobre la “gestión” local y evitar la licuadora del debate nacional.
Dos meses y medio después de que Jorge Macri confirmara el desdoblamiento de los comicios porteños, el excandidato a presidente se alista para comunicar una definición crucial para su futuro: si rompe o no de manera formal sus lazos con Pro y se anota en la grilla de postulantes para la Legislatura de la Capital con una escudería propia.
La decisión de Larreta es clave para el futuro de los Macri, quienes se enfrentan a un test de fuego en su intento de blindar su poder en la Capital. Dado que se alistan para una contienda reñida con el peronismo y La Libertad Avanza, los armadores macristas creen que la posible candidatura de Larreta trastocaría el tablero porteño y expondría a Pro al serio peligro de una derrota dolorosa -o una mala performance- en el distrito que gobierna desde 2007.
Está claro que salir malherido de los comicios del próximo 18 de mayo, en los que se elegirán 30 legisladores porteños, pondría en riesgo el plan de supervivencia que activaron los Macri ante la consolidación del proyecto político de Milei, la nueva contracara del kirchnerismo en el universo de votantes no peronista. En la cúpula de Pro asumen que un resbalón en su emblemático bastión tendrá un efecto político en la negociación de las listas para la carrera de octubre. Es decir, minimizaría la expectativa de Macri de influir en la hoja de ruta de LLA desde una posición de fuerza. Son momentos en que las conversaciones para confluir en las legislativas están congeladas.
Está previsto que Larreta comunique si jugará o no en la elección del 18 de mayo antes del próximo miércoles, cuando cierra el plazo para la inscripción de alianzas en la ciudad.
Atento al nerviosismo que impera en los cuarteles generales de Pro, Larreta mide los tiempos. En las últimas horas mantuvo reuniones con integrantes de su mesa chica e intensificó sus recorridas por los barrios. Escuchó los argumentos de sus colaboradores más cercanos, analizó los números de los últimos sondeos para evaluar el horizonte más redituable para volver al ruedo y anticipó que se tomará unas 48 o 72 horas para tomar la decisión final. En paralelo, atendió las recomendaciones de Guillermo Seita, un consultor que supo despertar la ira de Macri, y del exestratega de Pro Jaime Durán Barba.
La mayoría de los dirigentes que lo acompañan desde que volvió al llano se inclinan por recomendarle que juegue por fuera del macrismo. Concuerdan en que todo político “necesita territorio” y que una actuación discreta le permitiría iniciar la reconstrucción. La elección porteña sería un buen banco de pruebas para Larreta. Le permitiría, presumen sus promotores, medir si conserva o no algo del capital político que supo tener en el distrito. “El foco va a estar en la gestión; es su activo y le fue bien en las recorridas”, arguye un larretista. Asumen que el clima de época hace atractiva su propuesta de centro y su perfil acuerdista. ¿Imaginan un eventual regreso a la jefatura porteño en 2027? “Necesitamos sacar diez puntos, eso sería un papel digno, dado que hace un año Horacio estaba muerto”, retrataron cerca del exalcalde.
En las últimas horas, el exalcade negó ante sus leales que se haya reunido con Mauricio Macri o el primo del expresidente, Jorge. Sin embargo, sus confidentes deslizan que fue tanteado para abrir la puerta de una negociación. Por ahora, Larreta repite que aún debe meditar. En definitiva, debe resolver si corta lazos o no de manera definitiva con Pro, el partido que cofundó junto con Macri y que le sirvió de trampolín para llegar la jefatura porteña y pelear por la presidencia.
“Creo que ya no hay acuerdo posible, ni que le ofrezcan el oro y el moro”, aventura un interlocutor habitual de Larreta, quien apuesta a capitalizar el malestar con la gestión de Jorge Macri. “La situación de la Ciudad es irreversible y no hay garantías de que Pro no vaya con Milei en octubre”, resumieron cerca del exjefe porteño. De hecho, Larreta volvió a diferenciarse de Macri al referirse a los graves incidentes en los alrededores del Congreso tras la marcha convocada inicialmente por jubilados.
Siempre a favor de la democracia y en contra de toda violencia, venga de donde venga.
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) March 13, 2025
La posibilidad de que Larreta se anote en la compulsa porteña encona los ánimos en la sede gubernamental de Parque Patricios. En el círculo íntimo de Jorge Macri deslizan que el exjefe de gobierno podría ser “funcional” a los intereses de Karina Milei, dueña de la lapicera de LLA, quien se propuso quebrar la hegemonía de Pro en la Capital, al dividir la oferta de la centroderecha. Dicho de otro modo, calculan que si Larreta están en la góndola de postulantes, le restará votos a la propuesta del partido amarillo.
“¿Va a que quedar como el responsable de una derrota de Pro en la Capital? ¿Otra vez, como en 2023, antepondrá su objetivo personal sin importar que eso divide?”, braman cerca de Jorge Macri. El escenario de tres tercios que reflejan las encuestas entre UxP, LLA y Pro refuerzan en buena medida las razones de esos recelos. Por lo pronto, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Clara Muzzio salieron a “charlar con vecinos” en los últimos días. El Pro arriesga mucho, por lo que planea una campaña amarilla: ¿estarán Vidal, Hernán Lombardi, Laura Alonso, Fernán Quirós y Waldo Wolff en la boleta?
Entretanto, la Casa Rosada evalúa alternativas para encabezar la boleta de LLA en la Capital. La filial porteña del oficialismo está a cargo de Pilar Ramírez, alter ego de Karina Milei en el distrito. Las únicas certezas son por ahora que irán solos -rechazaron anotar otros sellos en una alianza- y que apuestan a poner un candidato competitivo al frente de la nómina. Ante las intrigas de sus aliados, prometieron que pondrán una figura “taquillera”. Los libertarios interpretaron el desdoblamiento como una declaración de guerra de Pro. “El Gobierno va a jugar fuerte en esta elección porteña”, avisan en Balcarce 50.
Tras la expulsión de Ramiro Marra -cree que no se atreverá a desafiar a Milei y competir por afuera-, no tienen una figura relevante en el staff porteño que aspire a renovar en este turno. En principio, analizan “tres o cuatro opciones” para ser el frontman de la campaña. “Todos son buenos candidatos y el elegido va a representar al Presidente y al espacio”, sintetizaron en las filas libertarias.
En el mundillo libertario se jactan de que la marca de LLA logró instalarse en el electorado porteño. Si bien trascendió que mandaron a medir a Iván de Pineda u Horacio Cabak, entre otros outsiders, no descartan que el vocero presidencial Manuel Adorni se termine calzando el traje de candidato a legislador. “En esta vida lo imposible es posible”, comentó hoy un alto funcionario en la Casa de Gobierno. Hoy, el vocero integró la comitiva oficial durante la visita de Milei a Expoagro. Allí, el primer mandatario se mostró junto a otros dos eventuales candidatos: Patricia Bullrich y José Luis Espert.
De los dilemas a la “tropa propia”
La mayoría de los guardianes de Larreta lo alientan a romper con Pro. Creen que los Macri no lo defendieron frente a los ataques de Milei y Bullrich. Al primo Jorge le reprochan desde la “cacería de brujas” que sufrieron exlarretistas hasta las críticas públicas a su antecesor.
Larreta se siente con las manos libres tras la digestión de una derrota estrepitosa en las primarias de 2023 frente a Patricia Bullrich, cuando se jactaba de partir como el gran favorito a llegar a la Casa Rosada. No obstante, medita su jugada por el vínculo “emocional” que lo liga a Pro hace unos veinte años. Si bien se guarda el resultado de su decisión y estira la incógnita, ya hizo gestos explícitos de un dirigente que se alista para salir al campo de batalla. Por caso, ya consiguió un sello –Partido Federal, una gestión que llevó adelante el legislador Claudio Romero– para competir en las elecciones. Y mantiene conversaciones con el Partido Integrar, que promueve la postulación de Mauricio D’Alessandro, quien fue sondeado por emisarios libertarios.
En cambio, las charlas con Elisa Carrió (Coalición Cívica), Graciela Ocaña (Confianza Pública) y Ricardo López Murphy o el sector del radicalismo vinculado a Martín Lousteau no prosperaron. En rigor, coinciden distintas fuentes cercanas a Larreta, el exjefe de gobierno prefiere volver a la disputa con un vehículo propio, sin un set de aliados. De esa manera, podrá presentar una lista que exhiba renovación –Emmanuel Ferrario debe renovar y es un número puesto en la nómina- y, sobre todo, “nitidez”, un concepto al que apela ante sus consejeros. La prioridad de Larreta es garantizarse que tendrá una “tropa propia” en su eventual desembarco en la Legislatura. “Equipo que pierde, se cambie”, ha comentado en la intimidad.
En ese contexto, Carrió, que promovió a Paula Oliveto; se enrola para dar pelea en soledad. También competirá sola la UCR de Daniel Angelici y Lousteau. La irrupción de Milei obligó a reordenar el mapa político de la Capital.
“Se pegó un tiro en el pie”. A fines de diciembre, apenas Jorge Macri anunció su decisión de separar las elecciones porteñas de las nacionales, una jugada con la que buscó contener la ofensiva de las fuerzas de Javier Milei en la Capital e intentar revitalizar el sello de Pro, Horacio Rodríguez Larreta se convenció de que el jefe porteño había cometido un error estratégico en su cruzada por defender los intereses del macrismo. Interpretó que su sucesor en la Ciudad le había servido en bandeja una oportunidad para resurgir de las cenizas y tratar de recuperar la relevancia política: competir como candidato a legislador de la ciudad de Buenos Aires para discutir sobre la “gestión” local y evitar la licuadora del debate nacional.
Dos meses y medio después de que Jorge Macri confirmara el desdoblamiento de los comicios porteños, el excandidato a presidente se alista para comunicar una definición crucial para su futuro: si rompe o no de manera formal sus lazos con Pro y se anota en la grilla de postulantes para la Legislatura de la Capital con una escudería propia.
La decisión de Larreta es clave para el futuro de los Macri, quienes se enfrentan a un test de fuego en su intento de blindar su poder en la Capital. Dado que se alistan para una contienda reñida con el peronismo y La Libertad Avanza, los armadores macristas creen que la posible candidatura de Larreta trastocaría el tablero porteño y expondría a Pro al serio peligro de una derrota dolorosa -o una mala performance- en el distrito que gobierna desde 2007.
Está claro que salir malherido de los comicios del próximo 18 de mayo, en los que se elegirán 30 legisladores porteños, pondría en riesgo el plan de supervivencia que activaron los Macri ante la consolidación del proyecto político de Milei, la nueva contracara del kirchnerismo en el universo de votantes no peronista. En la cúpula de Pro asumen que un resbalón en su emblemático bastión tendrá un efecto político en la negociación de las listas para la carrera de octubre. Es decir, minimizaría la expectativa de Macri de influir en la hoja de ruta de LLA desde una posición de fuerza. Son momentos en que las conversaciones para confluir en las legislativas están congeladas.
Está previsto que Larreta comunique si jugará o no en la elección del 18 de mayo antes del próximo miércoles, cuando cierra el plazo para la inscripción de alianzas en la ciudad.
Atento al nerviosismo que impera en los cuarteles generales de Pro, Larreta mide los tiempos. En las últimas horas mantuvo reuniones con integrantes de su mesa chica e intensificó sus recorridas por los barrios. Escuchó los argumentos de sus colaboradores más cercanos, analizó los números de los últimos sondeos para evaluar el horizonte más redituable para volver al ruedo y anticipó que se tomará unas 48 o 72 horas para tomar la decisión final. En paralelo, atendió las recomendaciones de Guillermo Seita, un consultor que supo despertar la ira de Macri, y del exestratega de Pro Jaime Durán Barba.
La mayoría de los dirigentes que lo acompañan desde que volvió al llano se inclinan por recomendarle que juegue por fuera del macrismo. Concuerdan en que todo político “necesita territorio” y que una actuación discreta le permitiría iniciar la reconstrucción. La elección porteña sería un buen banco de pruebas para Larreta. Le permitiría, presumen sus promotores, medir si conserva o no algo del capital político que supo tener en el distrito. “El foco va a estar en la gestión; es su activo y le fue bien en las recorridas”, arguye un larretista. Asumen que el clima de época hace atractiva su propuesta de centro y su perfil acuerdista. ¿Imaginan un eventual regreso a la jefatura porteño en 2027? “Necesitamos sacar diez puntos, eso sería un papel digno, dado que hace un año Horacio estaba muerto”, retrataron cerca del exalcalde.
En las últimas horas, el exalcade negó ante sus leales que se haya reunido con Mauricio Macri o el primo del expresidente, Jorge. Sin embargo, sus confidentes deslizan que fue tanteado para abrir la puerta de una negociación. Por ahora, Larreta repite que aún debe meditar. En definitiva, debe resolver si corta lazos o no de manera definitiva con Pro, el partido que cofundó junto con Macri y que le sirvió de trampolín para llegar la jefatura porteña y pelear por la presidencia.
“Creo que ya no hay acuerdo posible, ni que le ofrezcan el oro y el moro”, aventura un interlocutor habitual de Larreta, quien apuesta a capitalizar el malestar con la gestión de Jorge Macri. “La situación de la Ciudad es irreversible y no hay garantías de que Pro no vaya con Milei en octubre”, resumieron cerca del exjefe porteño. De hecho, Larreta volvió a diferenciarse de Macri al referirse a los graves incidentes en los alrededores del Congreso tras la marcha convocada inicialmente por jubilados.
Siempre a favor de la democracia y en contra de toda violencia, venga de donde venga.
— Horacio Rodríguez Larreta (@horaciorlarreta) March 13, 2025
La posibilidad de que Larreta se anote en la compulsa porteña encona los ánimos en la sede gubernamental de Parque Patricios. En el círculo íntimo de Jorge Macri deslizan que el exjefe de gobierno podría ser “funcional” a los intereses de Karina Milei, dueña de la lapicera de LLA, quien se propuso quebrar la hegemonía de Pro en la Capital, al dividir la oferta de la centroderecha. Dicho de otro modo, calculan que si Larreta están en la góndola de postulantes, le restará votos a la propuesta del partido amarillo.
“¿Va a que quedar como el responsable de una derrota de Pro en la Capital? ¿Otra vez, como en 2023, antepondrá su objetivo personal sin importar que eso divide?”, braman cerca de Jorge Macri. El escenario de tres tercios que reflejan las encuestas entre UxP, LLA y Pro refuerzan en buena medida las razones de esos recelos. Por lo pronto, Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Clara Muzzio salieron a “charlar con vecinos” en los últimos días. El Pro arriesga mucho, por lo que planea una campaña amarilla: ¿estarán Vidal, Hernán Lombardi, Laura Alonso, Fernán Quirós y Waldo Wolff en la boleta?
Entretanto, la Casa Rosada evalúa alternativas para encabezar la boleta de LLA en la Capital. La filial porteña del oficialismo está a cargo de Pilar Ramírez, alter ego de Karina Milei en el distrito. Las únicas certezas son por ahora que irán solos -rechazaron anotar otros sellos en una alianza- y que apuestan a poner un candidato competitivo al frente de la nómina. Ante las intrigas de sus aliados, prometieron que pondrán una figura “taquillera”. Los libertarios interpretaron el desdoblamiento como una declaración de guerra de Pro. “El Gobierno va a jugar fuerte en esta elección porteña”, avisan en Balcarce 50.
Tras la expulsión de Ramiro Marra -cree que no se atreverá a desafiar a Milei y competir por afuera-, no tienen una figura relevante en el staff porteño que aspire a renovar en este turno. En principio, analizan “tres o cuatro opciones” para ser el frontman de la campaña. “Todos son buenos candidatos y el elegido va a representar al Presidente y al espacio”, sintetizaron en las filas libertarias.
En el mundillo libertario se jactan de que la marca de LLA logró instalarse en el electorado porteño. Si bien trascendió que mandaron a medir a Iván de Pineda u Horacio Cabak, entre otros outsiders, no descartan que el vocero presidencial Manuel Adorni se termine calzando el traje de candidato a legislador. “En esta vida lo imposible es posible”, comentó hoy un alto funcionario en la Casa de Gobierno. Hoy, el vocero integró la comitiva oficial durante la visita de Milei a Expoagro. Allí, el primer mandatario se mostró junto a otros dos eventuales candidatos: Patricia Bullrich y José Luis Espert.
De los dilemas a la “tropa propia”
La mayoría de los guardianes de Larreta lo alientan a romper con Pro. Creen que los Macri no lo defendieron frente a los ataques de Milei y Bullrich. Al primo Jorge le reprochan desde la “cacería de brujas” que sufrieron exlarretistas hasta las críticas públicas a su antecesor.
Larreta se siente con las manos libres tras la digestión de una derrota estrepitosa en las primarias de 2023 frente a Patricia Bullrich, cuando se jactaba de partir como el gran favorito a llegar a la Casa Rosada. No obstante, medita su jugada por el vínculo “emocional” que lo liga a Pro hace unos veinte años. Si bien se guarda el resultado de su decisión y estira la incógnita, ya hizo gestos explícitos de un dirigente que se alista para salir al campo de batalla. Por caso, ya consiguió un sello –Partido Federal, una gestión que llevó adelante el legislador Claudio Romero– para competir en las elecciones. Y mantiene conversaciones con el Partido Integrar, que promueve la postulación de Mauricio D’Alessandro, quien fue sondeado por emisarios libertarios.
En cambio, las charlas con Elisa Carrió (Coalición Cívica), Graciela Ocaña (Confianza Pública) y Ricardo López Murphy o el sector del radicalismo vinculado a Martín Lousteau no prosperaron. En rigor, coinciden distintas fuentes cercanas a Larreta, el exjefe de gobierno prefiere volver a la disputa con un vehículo propio, sin un set de aliados. De esa manera, podrá presentar una lista que exhiba renovación –Emmanuel Ferrario debe renovar y es un número puesto en la nómina- y, sobre todo, “nitidez”, un concepto al que apela ante sus consejeros. La prioridad de Larreta es garantizarse que tendrá una “tropa propia” en su eventual desembarco en la Legislatura. “Equipo que pierde, se cambie”, ha comentado en la intimidad.
En ese contexto, Carrió, que promovió a Paula Oliveto; se enrola para dar pelea en soledad. También competirá sola la UCR de Daniel Angelici y Lousteau. La irrupción de Milei obligó a reordenar el mapa político de la Capital.
El exjefe porteño evalúa competir en los comicios del 18 de mayo con un sello propio, una maniobra que complica el plan del macrismo para blindar la Capital; los libertarios se preparan para la batalla y analizan “tres o cuatro opciones” de postulantes: ¿juega Adorni? LA NACION