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Cuánto hay que ganar para ser de clase media en Buenos Aires

Si bien la inflación en la ciudad de Buenos Aires se desaceleró en febrero, con un 2,1% que marcó una caída de un punto porcentual con respecto al dato de enero, los porteños sintieron el impacto en el bolsillo. Es que más allá de la baja en el promedio que refleja el IPC, hubo alzas mensuales significativas en algunos rubros sensibles como alimentos (2,5%), salud (3%) o el costo de la vivienda -incluye tarifas de servicios públicos, alquileres y expensas- (3,1%), que presionan sobre el costo de vida de los hogares.

Y si bien el IPC porteño se desaceleró, los gastos corrientes y habituales de las familias que viven en la ciudad siguieron creciendo por encima de esa cifra. Así lo reflejan los datos oficiales del ente estadístico de la ciudad: en febrero, un grupo familiar necesitó $1.713.066 para ser considerado formalmente dentro de la “clase media”.

Es el dato que cada mes es informado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba), que surge del relevamiento mensual de precios minoristas. Fue en ese informe donde confirmó que la inflación de febrero había caído al 2,1% desde el 3,1% de enero.

El número definido por el ente estadístico de la ciudad es el que corresponde a un grupo familiar de cuatro integrantes —dos mayores económicamente activos y dos menores—. Según este informe, esta canasta de “clase media” tuvo en enero un incremento del 2,4% con respecto a los valores del mes anterior. En términos absolutos, son $39.909 más que el ingreso mínimo requerido en enero para posicionarse estadísticamente dentro del grupo de “clase media” (eran $1.673.157).

En noviembre la inflación de la ciudad de Buenos Aires fue 3,2%

Con respecto a febrero de 2024, este mismo umbral de ingreso para ser de “clase media” se encareció un 68,4%. En términos absolutos, ese mismo hogar de cuatro integrantes necesitó en febrero $695.545 más que un año atrás para mantenerse dentro de este nivel socioeconómico.

Las cifras se desprenden de la última actualización del informe mensual sobre Líneas de pobreza y Canastas de consumo para la ciudad de Buenos Aires que difunde el ente estadístico porteño. Para llegar a ese número, se tienen en cuenta, entre otros puntos, la compra de los bienes y servicios mínimos para la subsistencia, el conjunto de gastos vinculados con la adquisición o renovación de bienes durables para la vivienda, los gastos en salud y otros rubros como indumentaria y transporte.

El informe oficial, sin embargo, realiza sus estimaciones estadísticas para grupos familiares que son propietarios de su vivienda. Es decir, no contempla en sus cifras el costo del alquiler de una propiedad, un gasto en el que incurre más del 30% de quienes viven en la ciudad de Buenos Aires.

En febrero, el costo del alquiler mensual promedio de un departamento de tres ambientes en Capital el mes pasado subió a $788.847, según los datos presentados en el último Zonaprop Index, que toma en cuenta los números de los avisos publicados en ese sitio de clasificados online. De esta manera, el ingreso mínimo para ser considerado de clase media para una familia que alquila su vivienda sube aproximadamente a $2.501.913.

En la ciudad de Buenos Aires, quienes tuvieron ingresos por encima de los $5,2 millones en noviembre fueron considerados

El informe también presenta la actualización de los valores de la canasta básica total (CBT), que define el umbral de la pobreza, y de la canasta básica alimentaria (CBA), que marca el piso de la indigencia.

Esta última, que contempla un conjunto de alimentos básicos para la subsistencia se ubicó en $581.583 en febrero. Según la definición del ente estadístico porteño, aquellos hogares que el mes pasado no consiguieron un ingreso de al menos ese valor fue considerado indigente.

En tanto, la CBT, que además de alimentos, considera otros bienes y servicios no alimentarios, entre los cuales se ubican transporte, artículos de limpieza, expensas, tarifas de servicios públicos, ropa, esparcimiento, salud, educación y comunicación, entre otros, se estimó en febrero en $1.089.146. Quienes tuvieron en el mes ingresos inferiores a esa cifra fueron considerados estadísticamente pobres.

De acuerdo con el informe oficial, los hogares que tuvieron ingresos de entre esa cifra y $1.370.452 quedaron comprendidos en el segmento de los “no pobres vulnerables”.

Además, ese mismo hogar tipo de cuatro integrantes (dos mayores y dos menores), el estrato del “sector medio frágil” correspondió a quienes tuvieron ingresos de hasta $1.713.065, monto a partir del cual se ubican los hogares de “clase media”.

Por último, el grupo de los “acomodados” correspondió a las familias que percibieron ingresos por encima de los $5.481.811 millones en febrero.

Si bien la inflación en la ciudad de Buenos Aires se desaceleró en febrero, con un 2,1% que marcó una caída de un punto porcentual con respecto al dato de enero, los porteños sintieron el impacto en el bolsillo. Es que más allá de la baja en el promedio que refleja el IPC, hubo alzas mensuales significativas en algunos rubros sensibles como alimentos (2,5%), salud (3%) o el costo de la vivienda -incluye tarifas de servicios públicos, alquileres y expensas- (3,1%), que presionan sobre el costo de vida de los hogares.

Y si bien el IPC porteño se desaceleró, los gastos corrientes y habituales de las familias que viven en la ciudad siguieron creciendo por encima de esa cifra. Así lo reflejan los datos oficiales del ente estadístico de la ciudad: en febrero, un grupo familiar necesitó $1.713.066 para ser considerado formalmente dentro de la “clase media”.

Es el dato que cada mes es informado por el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba), que surge del relevamiento mensual de precios minoristas. Fue en ese informe donde confirmó que la inflación de febrero había caído al 2,1% desde el 3,1% de enero.

El número definido por el ente estadístico de la ciudad es el que corresponde a un grupo familiar de cuatro integrantes —dos mayores económicamente activos y dos menores—. Según este informe, esta canasta de “clase media” tuvo en enero un incremento del 2,4% con respecto a los valores del mes anterior. En términos absolutos, son $39.909 más que el ingreso mínimo requerido en enero para posicionarse estadísticamente dentro del grupo de “clase media” (eran $1.673.157).

En noviembre la inflación de la ciudad de Buenos Aires fue 3,2%

Con respecto a febrero de 2024, este mismo umbral de ingreso para ser de “clase media” se encareció un 68,4%. En términos absolutos, ese mismo hogar de cuatro integrantes necesitó en febrero $695.545 más que un año atrás para mantenerse dentro de este nivel socioeconómico.

Las cifras se desprenden de la última actualización del informe mensual sobre Líneas de pobreza y Canastas de consumo para la ciudad de Buenos Aires que difunde el ente estadístico porteño. Para llegar a ese número, se tienen en cuenta, entre otros puntos, la compra de los bienes y servicios mínimos para la subsistencia, el conjunto de gastos vinculados con la adquisición o renovación de bienes durables para la vivienda, los gastos en salud y otros rubros como indumentaria y transporte.

El informe oficial, sin embargo, realiza sus estimaciones estadísticas para grupos familiares que son propietarios de su vivienda. Es decir, no contempla en sus cifras el costo del alquiler de una propiedad, un gasto en el que incurre más del 30% de quienes viven en la ciudad de Buenos Aires.

En febrero, el costo del alquiler mensual promedio de un departamento de tres ambientes en Capital el mes pasado subió a $788.847, según los datos presentados en el último Zonaprop Index, que toma en cuenta los números de los avisos publicados en ese sitio de clasificados online. De esta manera, el ingreso mínimo para ser considerado de clase media para una familia que alquila su vivienda sube aproximadamente a $2.501.913.

En la ciudad de Buenos Aires, quienes tuvieron ingresos por encima de los $5,2 millones en noviembre fueron considerados

El informe también presenta la actualización de los valores de la canasta básica total (CBT), que define el umbral de la pobreza, y de la canasta básica alimentaria (CBA), que marca el piso de la indigencia.

Esta última, que contempla un conjunto de alimentos básicos para la subsistencia se ubicó en $581.583 en febrero. Según la definición del ente estadístico porteño, aquellos hogares que el mes pasado no consiguieron un ingreso de al menos ese valor fue considerado indigente.

En tanto, la CBT, que además de alimentos, considera otros bienes y servicios no alimentarios, entre los cuales se ubican transporte, artículos de limpieza, expensas, tarifas de servicios públicos, ropa, esparcimiento, salud, educación y comunicación, entre otros, se estimó en febrero en $1.089.146. Quienes tuvieron en el mes ingresos inferiores a esa cifra fueron considerados estadísticamente pobres.

De acuerdo con el informe oficial, los hogares que tuvieron ingresos de entre esa cifra y $1.370.452 quedaron comprendidos en el segmento de los “no pobres vulnerables”.

Además, ese mismo hogar tipo de cuatro integrantes (dos mayores y dos menores), el estrato del “sector medio frágil” correspondió a quienes tuvieron ingresos de hasta $1.713.065, monto a partir del cual se ubican los hogares de “clase media”.

Por último, el grupo de los “acomodados” correspondió a las familias que percibieron ingresos por encima de los $5.481.811 millones en febrero.

 El número fue presentado por el Instituto de Estadística y Censos porteño, en el informe mensual de líneas de pobreza y canastas de consumo  LA NACION

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