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Hizo historia en un programa de preguntas y respuestas, ganó US$1.000.000 y aún hoy se lo recuerda por su “estocada” final

Corría agosto de 1999 cuando en la televisión estadounidense se estrenó por la cadena ABC, ¿Quién quiere ser millonario? (Who Wants to Be a Millionaire?), un formato surgido en el Reino Unido un año antes y que se expandió por todo el mundo (la Argentina tuvo dos versiones, una conducida por Julián Weich en 2001 y otra por Santiago del Moro, 18 años después). Si bien este tipo de ciclos ya había irrumpido en la pantalla chica en ese país en la década del 60, este en particular tenía un gran atractivo por el premio que ofrecía a quien lograra responder quince preguntas correctamente: un millón de dólares. Aunque desde entonces hubo varios concursantes que lograron llevarse a casa la gran suma de dinero, hubo uno en particular, el primero en lograr la hazaña, quien pasó a la historia.

Durante las primeras emisiones, los participantes mostraban sus conocimientos y avanzaban en las rondas, aunque ninguno había logrado llevarse el gran premio. Eso cambió la noche del viernes 19 de noviembre de 1999, cuando un agente de cobranzas del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de los Estados Unidos, llamado John Carpenter, (sí, como el famoso director, maestro del cine de terror), ganó el millón de dólares. Como les ocurre a muchos que siguen los programas de este estilo desde sus casas, él solía responder gran parte de las preguntas y, como le parecía sencillo, se anotó: “Decidí que tenía que intentar”, reveló tiempo después en una entrevista.

Así fue como, vestido de pantalón y camisa y con unos lentes, llegó al estudio. Tímido y por momentos un poco retraído, avanzó sin titubear. Segundos antes de lograr su hazaña, hizo una jugada que descolocó a todos: usó uno de los comodines que tenía y mantuvo una inesperada conversación con su padre. Esto fue lo que pasó.

John Carpenter la noche que hizo historia en la TV estadounidense (FOTO: ABC)

Carpenter, oriundo de Connecticut, había participado del programa el día anterior y sumado chances para continuar en la emisión de esa jornada. De a poco, pero a paso firme, avanzó con sus respuestas y sorprendió al mismísimo Regis Philbi, conductor del ciclo. Al ver cómo el concursante se acercaba cada vez más al objetivo, fue él quien le preguntó qué haría en caso de ganar el premio mayor. La respuesta de Carpenter fue rotunda, como su juego hasta ese momento: quería llevar a su esposa Debbie (presente en la tribuna para apoyarlo), con quien se había casado un año antes, a París.

Sin cometer equivocaciones, el participante tuvo un óptimo rendimiento durante catorce preguntas. Pero, sin dudas, fue lo que ocurrió al momento de contestar la última, la número quince, lo que lo hizo pasar a la historia de los ciclos de juegos de este estilo en televisión, no solo en su país, sino a nivel mundial: fue el primer ganador del premio mayor en todas las versiones internacionales del programa.

La pregunta del millón y los 30 segundos que mantuvieron en vilo al público

En los minutos finales de la emisión, cuando Philbi le leyó la última pregunta, todas las miradas se posaron en el agente de cobranzas. No está de más aclarar que, en caso de responder erróneamente, se quedaba sin el dinero que llevaba acumulado hasta ese momento: 500.000 dólares.

“Aquí está la pregunta por un millón de dólares, así que si estás listo, ¡vamos por el millón! ¿Cuál de los siguientes presidentes de los Estados Unidos apareció en la serie de televisión Laugh-In?“, preguntó el presentador. Las opciones eran Lyndon Johnson, Richard Nixon, Jimmy Carter y Gerald Ford. En ese instante, Carpenter desconcertó a todos al utilizar uno de los comodines del programa para responder. Los mismos consistían en llamar a un amigo; pedirle ayuda a la tribuna o reducir la lista de posibles respuestas de cuatro a dos opciones. El concursante no lo dudó: “Me gustaría usar el comodín de la llamada para hablar con mi padre”.

El público estaba expectante y él, con un as bajo la manga, brindó un verdadero show segundos antes de convertirse en la primera persona en ganar un millón de dólares en un programa de televisión. “Tenemos a tu hijo John con nosotros ahora mismo. Lo está haciendo muy bien. Lleva ganado medio millón de dólares y ahora va por el millón”, le explicó Philbi a Tom, el hombre del otro lado de la línea.

El diálogo entre padre e hijo fue el siguiente:

-John: Hola papá

-Papá de John: Hola

-John: Realmente no necesito tu ayuda. Solo quería hacerte saber que me voy a ganar el millón de dólares…

Tras una ovación en el estudio y el desconcierto del conductor, el participante remató: “Porque el presidente de los Estados Unidos que apareció en Laugh-In es Richard Nixon. Esa es mi respuesta final”.

Al escucharlo, el conductor se mostró absorto y lo primero que hizo fue dirigirse a Debbie para decirle que se preparara para ir a París, dado que su marido había acertado. “Es la respuesta definitiva alrededor del mundo… ¡Ganaste un millón de dólares! No puedo creer esto”, lanzó eufórico. Aplausos constantes, papelitos por el aire y la esposa de Carpenter acercándose para abrazarlo completaron la histórica escena.

John Carpenter junto a su esposa, Debbie, durante los festejos (Foto: Instagram/@incomeinspire)

El mismo día que ganó (fecha que figura en el enorme cheque que le entregaron simbólicamente) la producción le pidió a Carpenter que no dijera nada, dado que el programa estaba grabado y se iba a emitir el día siguiente, el 20 de noviembre. Pero, la noticia se filtró y para cuando salió al aire la gente no solo ya sabía lo que iba a pasar, sino que el rating demostró que querían ver cómo había sido su “proeza”.

John Carpenter junto a su esposa y el conductor del programa, quien le entregó un cheque gigante por un millón de dólares (Foto: ABC)

Tras ganar el millón de dólares, el agente de cobranzas se volvió un foco de atención mediática. Si bien muchos admiraban lo que había hecho, para otros se trató de un acto de soberbia y arrogancia. Esto quedó expuesto cuando tuvo una participación en un sketch en Saturday Night Live, donde lo mostraban como una persona muy presumida, algo que -al parecer- a él no le importo. “Me habría bajado los pantalones por haber estado en ese programa”, contó en una entrevista donde hizo caso omiso a las críticas y, además, dejó en claro que era fan del histórico ciclo de humor.

John Carpenter durante su aparición en Saturday Night Live (Foto captura de video)

Su gran desempeño y los pocos segundos de charla con su papá quedaron plasmados en un video que no solo se emitió ese día, sino que suele aparecer cada tanto en las redes sociales. Cuando durante una charla con el sitio Trivia hall of fame se le preguntó por qué hizo esa “jugada”, Carpenter se sinceró: “Pensé que quedaría muy arrogante si no usaba ningún salvavidas, así que fingí. Lamento que pareciera arrogante. El problema fue que Regis me estaba criticando por no haber usado ninguno de mis salvavidas y, en realidad, eso no me importó. Cuando decidí hacer la llamada pensé que sería gracioso. Para ser honesto, cuando estaba sentado allí, no podía creer lo fáciles que eran mis preguntas. Mucha gente lo pensó, y con razón. Tuve mucha suerte de que no me hicieran preguntas sobre nada en lo que no soy fuerte”.

En total, el participante se quedó con 600.000 dólares en mano: “No me convertí en millonario ni un segundo después de ganar el dinero porque tuve que pagar impuestos”, dijo en un reportaje con el medio New Haven Register.

En mayo del 2000, volvió al ruedo por una noche en un programa de juegos al formar parte de ¿Quién quiere ser millonario?: Edición de campeones, donde competían exconcursantes que ganaron importantes sumas en el ciclo. En esa ocasión sumó 250.000 dólares y la mitad del dinero la donó a una organización benéfica.

John Carpenter en ¿Quién quiere ser millonario?: Edición de campeones (Foto: Captura de video)

La vida de John Carpenter 25 años después

Carpenter sigue casado con Debbie. En 2024, con motivo del 25° aniversario de lo que ocurrió aquella noche en ¿Quién quiere ser millonario?, fue entrevistado por el programa y habló de su histórica participación: “Diría que lo que más recuerdo del momento en que gané fue que ‘gracias a Dios tenía razón’, porque si me hubiera equivocado después de hacer eso, simplemente no sé qué habría pasado en mi vida”.

John Carpenter y su esposa, Debbie (Foto: X/@jcinhct)

Acerca del destino que le dio al premio, cumplió con llevar a su esposa a París y, además, se compró un auto: “Lo necesitaba de todas formas. En aquel entonces andaba por ahí con un coche viejo que tenía algunos daños en la carrocería”. Además, remarcó que a sabiendas de que no tenía su vida solucionada para siempre por el premio, no dejó su trabajo: “Lo conservé, fue bueno tenerlo”.

John Carpenter, 25 años después de haber ganado el gran premio

Carpenter describió la fama como algo que tuvo un gran impacto para él, aún más que el premio que ganó, y resumió eso con una contundente frase: “El dinero no te cambia la vida. Lo que suceda después, sí”.

John Carpenter tiene en la actualidad 57 años (Foto: X/@jcinhct)

En su cuenta de X, donde tiene más de 3800 seguidores, el hombre de ahora 57 años muestra su gran pasión, que está muy alejada de los concursos televisivos: la cerveza artesanal.

John Carpenter se define como un fanático de la cerveza artesanal (Foto: X/@jcinhct)

Aunque pasaron algunos años, conserva el título de haber sido el primer millonario salido de un concurso de TV y aún hoy la gente lo reconoce. “Ahora soy como una curiosidad, no una celebridad. Soy como el meteorólogo de la tele”, asegura con un poco de humor.

Corría agosto de 1999 cuando en la televisión estadounidense se estrenó por la cadena ABC, ¿Quién quiere ser millonario? (Who Wants to Be a Millionaire?), un formato surgido en el Reino Unido un año antes y que se expandió por todo el mundo (la Argentina tuvo dos versiones, una conducida por Julián Weich en 2001 y otra por Santiago del Moro, 18 años después). Si bien este tipo de ciclos ya había irrumpido en la pantalla chica en ese país en la década del 60, este en particular tenía un gran atractivo por el premio que ofrecía a quien lograra responder quince preguntas correctamente: un millón de dólares. Aunque desde entonces hubo varios concursantes que lograron llevarse a casa la gran suma de dinero, hubo uno en particular, el primero en lograr la hazaña, quien pasó a la historia.

Durante las primeras emisiones, los participantes mostraban sus conocimientos y avanzaban en las rondas, aunque ninguno había logrado llevarse el gran premio. Eso cambió la noche del viernes 19 de noviembre de 1999, cuando un agente de cobranzas del Servicio de Impuestos Internos (IRS) de los Estados Unidos, llamado John Carpenter, (sí, como el famoso director, maestro del cine de terror), ganó el millón de dólares. Como les ocurre a muchos que siguen los programas de este estilo desde sus casas, él solía responder gran parte de las preguntas y, como le parecía sencillo, se anotó: “Decidí que tenía que intentar”, reveló tiempo después en una entrevista.

Así fue como, vestido de pantalón y camisa y con unos lentes, llegó al estudio. Tímido y por momentos un poco retraído, avanzó sin titubear. Segundos antes de lograr su hazaña, hizo una jugada que descolocó a todos: usó uno de los comodines que tenía y mantuvo una inesperada conversación con su padre. Esto fue lo que pasó.

John Carpenter la noche que hizo historia en la TV estadounidense (FOTO: ABC)

Carpenter, oriundo de Connecticut, había participado del programa el día anterior y sumado chances para continuar en la emisión de esa jornada. De a poco, pero a paso firme, avanzó con sus respuestas y sorprendió al mismísimo Regis Philbi, conductor del ciclo. Al ver cómo el concursante se acercaba cada vez más al objetivo, fue él quien le preguntó qué haría en caso de ganar el premio mayor. La respuesta de Carpenter fue rotunda, como su juego hasta ese momento: quería llevar a su esposa Debbie (presente en la tribuna para apoyarlo), con quien se había casado un año antes, a París.

Sin cometer equivocaciones, el participante tuvo un óptimo rendimiento durante catorce preguntas. Pero, sin dudas, fue lo que ocurrió al momento de contestar la última, la número quince, lo que lo hizo pasar a la historia de los ciclos de juegos de este estilo en televisión, no solo en su país, sino a nivel mundial: fue el primer ganador del premio mayor en todas las versiones internacionales del programa.

La pregunta del millón y los 30 segundos que mantuvieron en vilo al público

En los minutos finales de la emisión, cuando Philbi le leyó la última pregunta, todas las miradas se posaron en el agente de cobranzas. No está de más aclarar que, en caso de responder erróneamente, se quedaba sin el dinero que llevaba acumulado hasta ese momento: 500.000 dólares.

“Aquí está la pregunta por un millón de dólares, así que si estás listo, ¡vamos por el millón! ¿Cuál de los siguientes presidentes de los Estados Unidos apareció en la serie de televisión Laugh-In?“, preguntó el presentador. Las opciones eran Lyndon Johnson, Richard Nixon, Jimmy Carter y Gerald Ford. En ese instante, Carpenter desconcertó a todos al utilizar uno de los comodines del programa para responder. Los mismos consistían en llamar a un amigo; pedirle ayuda a la tribuna o reducir la lista de posibles respuestas de cuatro a dos opciones. El concursante no lo dudó: “Me gustaría usar el comodín de la llamada para hablar con mi padre”.

El público estaba expectante y él, con un as bajo la manga, brindó un verdadero show segundos antes de convertirse en la primera persona en ganar un millón de dólares en un programa de televisión. “Tenemos a tu hijo John con nosotros ahora mismo. Lo está haciendo muy bien. Lleva ganado medio millón de dólares y ahora va por el millón”, le explicó Philbi a Tom, el hombre del otro lado de la línea.

El diálogo entre padre e hijo fue el siguiente:

-John: Hola papá

-Papá de John: Hola

-John: Realmente no necesito tu ayuda. Solo quería hacerte saber que me voy a ganar el millón de dólares…

Tras una ovación en el estudio y el desconcierto del conductor, el participante remató: “Porque el presidente de los Estados Unidos que apareció en Laugh-In es Richard Nixon. Esa es mi respuesta final”.

Al escucharlo, el conductor se mostró absorto y lo primero que hizo fue dirigirse a Debbie para decirle que se preparara para ir a París, dado que su marido había acertado. “Es la respuesta definitiva alrededor del mundo… ¡Ganaste un millón de dólares! No puedo creer esto”, lanzó eufórico. Aplausos constantes, papelitos por el aire y la esposa de Carpenter acercándose para abrazarlo completaron la histórica escena.

John Carpenter junto a su esposa, Debbie, durante los festejos (Foto: Instagram/@incomeinspire)

El mismo día que ganó (fecha que figura en el enorme cheque que le entregaron simbólicamente) la producción le pidió a Carpenter que no dijera nada, dado que el programa estaba grabado y se iba a emitir el día siguiente, el 20 de noviembre. Pero, la noticia se filtró y para cuando salió al aire la gente no solo ya sabía lo que iba a pasar, sino que el rating demostró que querían ver cómo había sido su “proeza”.

John Carpenter junto a su esposa y el conductor del programa, quien le entregó un cheque gigante por un millón de dólares (Foto: ABC)

Tras ganar el millón de dólares, el agente de cobranzas se volvió un foco de atención mediática. Si bien muchos admiraban lo que había hecho, para otros se trató de un acto de soberbia y arrogancia. Esto quedó expuesto cuando tuvo una participación en un sketch en Saturday Night Live, donde lo mostraban como una persona muy presumida, algo que -al parecer- a él no le importo. “Me habría bajado los pantalones por haber estado en ese programa”, contó en una entrevista donde hizo caso omiso a las críticas y, además, dejó en claro que era fan del histórico ciclo de humor.

John Carpenter durante su aparición en Saturday Night Live (Foto captura de video)

Su gran desempeño y los pocos segundos de charla con su papá quedaron plasmados en un video que no solo se emitió ese día, sino que suele aparecer cada tanto en las redes sociales. Cuando durante una charla con el sitio Trivia hall of fame se le preguntó por qué hizo esa “jugada”, Carpenter se sinceró: “Pensé que quedaría muy arrogante si no usaba ningún salvavidas, así que fingí. Lamento que pareciera arrogante. El problema fue que Regis me estaba criticando por no haber usado ninguno de mis salvavidas y, en realidad, eso no me importó. Cuando decidí hacer la llamada pensé que sería gracioso. Para ser honesto, cuando estaba sentado allí, no podía creer lo fáciles que eran mis preguntas. Mucha gente lo pensó, y con razón. Tuve mucha suerte de que no me hicieran preguntas sobre nada en lo que no soy fuerte”.

En total, el participante se quedó con 600.000 dólares en mano: “No me convertí en millonario ni un segundo después de ganar el dinero porque tuve que pagar impuestos”, dijo en un reportaje con el medio New Haven Register.

En mayo del 2000, volvió al ruedo por una noche en un programa de juegos al formar parte de ¿Quién quiere ser millonario?: Edición de campeones, donde competían exconcursantes que ganaron importantes sumas en el ciclo. En esa ocasión sumó 250.000 dólares y la mitad del dinero la donó a una organización benéfica.

John Carpenter en ¿Quién quiere ser millonario?: Edición de campeones (Foto: Captura de video)

La vida de John Carpenter 25 años después

Carpenter sigue casado con Debbie. En 2024, con motivo del 25° aniversario de lo que ocurrió aquella noche en ¿Quién quiere ser millonario?, fue entrevistado por el programa y habló de su histórica participación: “Diría que lo que más recuerdo del momento en que gané fue que ‘gracias a Dios tenía razón’, porque si me hubiera equivocado después de hacer eso, simplemente no sé qué habría pasado en mi vida”.

John Carpenter y su esposa, Debbie (Foto: X/@jcinhct)

Acerca del destino que le dio al premio, cumplió con llevar a su esposa a París y, además, se compró un auto: “Lo necesitaba de todas formas. En aquel entonces andaba por ahí con un coche viejo que tenía algunos daños en la carrocería”. Además, remarcó que a sabiendas de que no tenía su vida solucionada para siempre por el premio, no dejó su trabajo: “Lo conservé, fue bueno tenerlo”.

John Carpenter, 25 años después de haber ganado el gran premio

Carpenter describió la fama como algo que tuvo un gran impacto para él, aún más que el premio que ganó, y resumió eso con una contundente frase: “El dinero no te cambia la vida. Lo que suceda después, sí”.

John Carpenter tiene en la actualidad 57 años (Foto: X/@jcinhct)

En su cuenta de X, donde tiene más de 3800 seguidores, el hombre de ahora 57 años muestra su gran pasión, que está muy alejada de los concursos televisivos: la cerveza artesanal.

John Carpenter se define como un fanático de la cerveza artesanal (Foto: X/@jcinhct)

Aunque pasaron algunos años, conserva el título de haber sido el primer millonario salido de un concurso de TV y aún hoy la gente lo reconoce. “Ahora soy como una curiosidad, no una celebridad. Soy como el meteorólogo de la tele”, asegura con un poco de humor.

 John Carpenter tenía 31 años cuando, en 1999, se anotó en un concurso televisivo; lo que pasó al final de la emisión fue celebrado por los amantes de los ciclos de juegos; qué ocurrió con él tras su “momento de fama”  LA NACION

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