Desde las 19, los restos del actor y creador de personajes entrañables como La abuela, La empleada pública, Soledad Solari, Mamá Cora y Bárbara Don’t Worry, entre muchos otros, son velados en el Teatro Maipo, escenario en el que Antonio Gasalla brilló como pocos. En una despedida abierta al público, muchos de los actores que compartieron trabajos con él, de sus amigos del medio y de quienes lo admiraron por su trabajo se acercaron para darle el último adiós.
El empresario y productor teatral Carlos Rottemberg fue uno de los primeros en llegar al Maipo. Allí lo despide el público y el mundo del espectáculo. Como María Rosa, quien durante años vistió al actor. Gasalla recurría a ella, que hoy tiene un local en la Avenida Santa Fe, para el vestuario de personajes como Barbara dont worry. “‘Loca, dónde estás?’, me llamaba cada vez que cambiaba de local”, cuenta María Rosa en diálogo con este medio.
“Éramos familia, durante 16 años hablamos todos los días por teléfono”, contó Marcelo Polino, uno de sus más cercanos amigos y quien estuvo con él hasta el final de sus días, en diálogo con LA NACIÓN. “Él en su casa y yo en la mía veíamos la tele y nos re cagábamos de risa. ‘Esto lo tenemos que grabar’, decíamos. Para mí era familia. Los genios siempre van a estar, va a estar siempre acá. Es un referente para muchas generaciones. A mí me ayudó un montón, me enseñó a escribir, a cómo pararme en un escenario”.
El actor Daniel Aráoz pasó temprano por el teatro y señaló: “Vengo a despedir a un amigo con el que recorrimos mucho camino y siempre en el arte, en la actuación. Y eso que él transmitía, cuando empecé a trabajar, que es la transgresión. Después, la historia que vivimos juntos, que no la puedo resumir acá. Trabajamos en diferentes épocas. Me encantó el viaje que nos propuso para llegar a este lugar, despedirlo en el teatro. No en la Legislatura. El teatro, que es nuestro lugar sagrado”.
Unos minutos después de las 20.30 llegó al lugar la sobrina de Gasalla junto a su marido y sus dos hijos. Con la idea de mantener el perfil bajo, optó por no hablar con la prensa y entró lo más rápido que pudo al teatro.
Del brazo de Ricardo García, su marido, Adriana Aguirre fue una de las primeras en llegar y aprovechó los micrófonos para recordar su experiencia junto a Gasalla. “Estoy muy emocionada porque fui bastante amiga de Enrique Pinti y trabajé junto a Antonio Gasalla y Carlos Perciavalle en una película con Moria Casan hace muchísimos años. Ese fue mi debut con Gasalla. Luego hicimos muchísimas cosas juntos”, repasó.
Lo primero que recordó Campi de Gasalla al llegar al Maipo fue su generosidad. El humorista explicó que la última vez que pudo hablar con él fue durante el Mundial. “No estaba bien. Hacía rato que lo encontraba perdido”, confesó, dolido. “En el Mundial nos juntamos la última vez porque a él no le gustaba el fútbol, a mí tampoco, y nos juntamos a chusmear”, recordó.
Georgina Barbarossa apuró el paso ni bien pisaron el lugar. Nazareno Mottola, quien tuvo la oportunidad de trabajar en “Más respeto que soy tu madre” con él y con quien forjó una relación entrañable, pasó por la entrada muy bien camuflado. Roberto Piazza, en cambio, se detuvo para recordar la última vez que estuvo con el capocómico. “La última vez que hablé con él fue cuando hice un desfile llamado Hollywood. Él iba a desfilar y me llamó para decirme que no se sentía bien. De ahí en más empezó la pandemia y todo lo que ocurrió después”, repasó.
“A Antonio lo despedí con mucha tristeza pero con muchos recuerdos buenos. Me cuesta hablar de esto. Fue una persona que quiero y voy a querer siempre por el respeto que me ha dado, por lo que me enseñó”, contó Mottola al salir del Maipo. Además, catalogó al cómico como un maestro para él y recordó la marca que le dejó de su época de espectador de El mundo de Antonio Gasalla. “Siempre se lo dije, cada vez que escucho ´Fanky´, la canción de Charly, lo primero que se me viene a la cabeza es Antonio”.
“50 años de vida compartida entre los dos”, soltó Cecilia Rossetto, casi como un suspiro, a LA NACION durante la despedida. “Yo lo conocí a Antonio en el año 69, y el primer espectáculo que hicimos juntos fue en el 75. 50 años”, agregó. “Un grande. No va a haber otro así. Absolutamente integral como productor, como escritor, como creador. Él diseñaba los vestuarios. Lo hizo conmigo en un espectáculo mío. Era como un artista renacentista”, destacó, conmovida. Por último, aseguró que cuando se conocieron ella era muy jóven “Aprendí con él mucho más que en una academia”, celebró, y explicó que tuvo contacto con él hasta que se enfermó.
Pasadas las 21.30 Miguel Angel Pierri apareció en escena. El mediático abogado mantuvo una relación muy cercana a Gasalla, incluso trabajó para él y durante la pandemia hizo las veces de su vocero. Sin embargo, en el 2023, ese vínculo laboral se rompió en medio de una polémica que incluyó acusaciones cruzadas con la familia del actor.
“Lo despedí el día que lo internaron. El día que se lo llevaron de su casa. Ese fue el día que murió Antonio”, disparó picante Pierri al salir del teatro, donde estuvo muy pocos minutos. Luego, contó que pudo ingresar al teatro y que estuvo al lado de él. Tras una corta estadía en el lugar, el letrado prefirió no hablar del entorno de Gasalla. “Mi relación es con mi amigo”, cerró.
“Muchos recuerdos para decir una sola cosa”, reaccionó Nacha Guevara cuando le preguntaron por la partida de Gasalla y su relación con él apenas salió del Maipo del brazo de Polino. “Era un irrepetible”, subrayó luego, y celebró despedirlo en un teatro. “Ese fue su lugar. Fue un artista, y un artista siempre deja algo”, agregó, y lo describió como un “compañero de andanzas”.
Desde las 19, los restos del actor y creador de personajes entrañables como La abuela, La empleada pública, Soledad Solari, Mamá Cora y Bárbara Don’t Worry, entre muchos otros, son velados en el Teatro Maipo, escenario en el que Antonio Gasalla brilló como pocos. En una despedida abierta al público, muchos de los actores que compartieron trabajos con él, de sus amigos del medio y de quienes lo admiraron por su trabajo se acercaron para darle el último adiós.
El empresario y productor teatral Carlos Rottemberg fue uno de los primeros en llegar al Maipo. Allí lo despide el público y el mundo del espectáculo. Como María Rosa, quien durante años vistió al actor. Gasalla recurría a ella, que hoy tiene un local en la Avenida Santa Fe, para el vestuario de personajes como Barbara dont worry. “‘Loca, dónde estás?’, me llamaba cada vez que cambiaba de local”, cuenta María Rosa en diálogo con este medio.
“Éramos familia, durante 16 años hablamos todos los días por teléfono”, contó Marcelo Polino, uno de sus más cercanos amigos y quien estuvo con él hasta el final de sus días, en diálogo con LA NACIÓN. “Él en su casa y yo en la mía veíamos la tele y nos re cagábamos de risa. ‘Esto lo tenemos que grabar’, decíamos. Para mí era familia. Los genios siempre van a estar, va a estar siempre acá. Es un referente para muchas generaciones. A mí me ayudó un montón, me enseñó a escribir, a cómo pararme en un escenario”.
El actor Daniel Aráoz pasó temprano por el teatro y señaló: “Vengo a despedir a un amigo con el que recorrimos mucho camino y siempre en el arte, en la actuación. Y eso que él transmitía, cuando empecé a trabajar, que es la transgresión. Después, la historia que vivimos juntos, que no la puedo resumir acá. Trabajamos en diferentes épocas. Me encantó el viaje que nos propuso para llegar a este lugar, despedirlo en el teatro. No en la Legislatura. El teatro, que es nuestro lugar sagrado”.
Unos minutos después de las 20.30 llegó al lugar la sobrina de Gasalla junto a su marido y sus dos hijos. Con la idea de mantener el perfil bajo, optó por no hablar con la prensa y entró lo más rápido que pudo al teatro.
Del brazo de Ricardo García, su marido, Adriana Aguirre fue una de las primeras en llegar y aprovechó los micrófonos para recordar su experiencia junto a Gasalla. “Estoy muy emocionada porque fui bastante amiga de Enrique Pinti y trabajé junto a Antonio Gasalla y Carlos Perciavalle en una película con Moria Casan hace muchísimos años. Ese fue mi debut con Gasalla. Luego hicimos muchísimas cosas juntos”, repasó.
Lo primero que recordó Campi de Gasalla al llegar al Maipo fue su generosidad. El humorista explicó que la última vez que pudo hablar con él fue durante el Mundial. “No estaba bien. Hacía rato que lo encontraba perdido”, confesó, dolido. “En el Mundial nos juntamos la última vez porque a él no le gustaba el fútbol, a mí tampoco, y nos juntamos a chusmear”, recordó.
Georgina Barbarossa apuró el paso ni bien pisaron el lugar. Nazareno Mottola, quien tuvo la oportunidad de trabajar en “Más respeto que soy tu madre” con él y con quien forjó una relación entrañable, pasó por la entrada muy bien camuflado. Roberto Piazza, en cambio, se detuvo para recordar la última vez que estuvo con el capocómico. “La última vez que hablé con él fue cuando hice un desfile llamado Hollywood. Él iba a desfilar y me llamó para decirme que no se sentía bien. De ahí en más empezó la pandemia y todo lo que ocurrió después”, repasó.
“A Antonio lo despedí con mucha tristeza pero con muchos recuerdos buenos. Me cuesta hablar de esto. Fue una persona que quiero y voy a querer siempre por el respeto que me ha dado, por lo que me enseñó”, contó Mottola al salir del Maipo. Además, catalogó al cómico como un maestro para él y recordó la marca que le dejó de su época de espectador de El mundo de Antonio Gasalla. “Siempre se lo dije, cada vez que escucho ´Fanky´, la canción de Charly, lo primero que se me viene a la cabeza es Antonio”.
“50 años de vida compartida entre los dos”, soltó Cecilia Rossetto, casi como un suspiro, a LA NACION durante la despedida. “Yo lo conocí a Antonio en el año 69, y el primer espectáculo que hicimos juntos fue en el 75. 50 años”, agregó. “Un grande. No va a haber otro así. Absolutamente integral como productor, como escritor, como creador. Él diseñaba los vestuarios. Lo hizo conmigo en un espectáculo mío. Era como un artista renacentista”, destacó, conmovida. Por último, aseguró que cuando se conocieron ella era muy jóven “Aprendí con él mucho más que en una academia”, celebró, y explicó que tuvo contacto con él hasta que se enfermó.
Pasadas las 21.30 Miguel Angel Pierri apareció en escena. El mediático abogado mantuvo una relación muy cercana a Gasalla, incluso trabajó para él y durante la pandemia hizo las veces de su vocero. Sin embargo, en el 2023, ese vínculo laboral se rompió en medio de una polémica que incluyó acusaciones cruzadas con la familia del actor.
“Lo despedí el día que lo internaron. El día que se lo llevaron de su casa. Ese fue el día que murió Antonio”, disparó picante Pierri al salir del teatro, donde estuvo muy pocos minutos. Luego, contó que pudo ingresar al teatro y que estuvo al lado de él. Tras una corta estadía en el lugar, el letrado prefirió no hablar del entorno de Gasalla. “Mi relación es con mi amigo”, cerró.
“Muchos recuerdos para decir una sola cosa”, reaccionó Nacha Guevara cuando le preguntaron por la partida de Gasalla y su relación con él apenas salió del Maipo del brazo de Polino. “Era un irrepetible”, subrayó luego, y celebró despedirlo en un teatro. “Ese fue su lugar. Fue un artista, y un artista siempre deja algo”, agregó, y lo describió como un “compañero de andanzas”.
El capocómico, que tenía 84 años, es despedido por su público y por la comunidad actoral LA NACION
