Terminó de soplar y se cayó. Le hicieron el test de alcoholemia y le dio un 1200% más del máximo permitido

Cayó dos veces: la primera, cuando intentó frenar a 30 metros del puesto de control vehicular en la ruta 9, a la altura de la localidad santafesina de Roldán, quizás para dar la vuelta y alejarse; la otra, cuando terminó de soplar en la pipeta del alcoholímetro del personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Había motivos: circulaba en moto con 2,64 gramos de alcohol por litro de sangre, 13 veces más que el máximo permitido en la provincia, que es de 0,2. Estaba, literalmente, borracho.
Fue la marca de alcoholemia más alta registrada durante el fin de semana largo en los controles realizados en rutas y caminos de todo el país, según informó la ANSV.
El segundo puesto se lo llevó un automovilista de Salta, que pese a su resistencia inicial terminó por acatar la orden de la inspectora, solo para confirmar que había tomado demasiada cerveza, a juzgar por la medición del alcoholímetro: 1,89 gramos de alcohol por litro de sangre.
Ambos compartieron una condición agravante: no solo conducían en estado de ebriedad, sino que, además, no llevaban consigo la licencia de conducir, requisito obligatorio e inexcusable.
Ahora, los dos infractores enfrentan la aplicación de multas por más de un millón y medio de pesos.
Según informó la ANSV, el caso del motociclista ocurrió el sábado en el kilómetro 327 de la RN 1V09, a la altura de Roldán. El joven, de 29 años, derrapó a 30 metros del operativo de la ANSV. Tras ser asistido por los agentes, se le realizó la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 2,64 g/l. Además, circulaba sin licencia ni seguro vigente.
Mientras esperaba a que el alcoholímetro confirmara lo que los inspectores advertían a simple vista, el motociclista, que estaba sentado sobre el guard-rail, cayó de espaldas y debió ser asistido. La moto le fue retenida por las autoridades.
El otro hecho grave se registró en el ingreso a la ciudad de Salta, sobre el kilómetro 1587 de la Rura Nacional 9, en un control realizado en conjunto por personal de la ANSV, de la policía provincial y de agentes de Tránsito local, el viernes por la mañana.
Durante ese operativo se fiscalizaron más de 2500 vehículos y se detectaron cinco alcoholemias positivas. El registro más alto fue el de un conductor de 41 años, a quien, luego de dos intentos –y de que se le informara que no tenía más de tres– el test le marcó que tenía 1,89 gramos de alcohol por litro de sangre.
No solo se confirmó, in situ, que circulaba sin licencia de conducir; se constató, además, que acumulaba varias infracciones de tránsito previas.
Cayó dos veces: la primera, cuando intentó frenar a 30 metros del puesto de control vehicular en la ruta 9, a la altura de la localidad santafesina de Roldán, quizás para dar la vuelta y alejarse; la otra, cuando terminó de soplar en la pipeta del alcoholímetro del personal de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV). Había motivos: circulaba en moto con 2,64 gramos de alcohol por litro de sangre, 13 veces más que el máximo permitido en la provincia, que es de 0,2. Estaba, literalmente, borracho.
Fue la marca de alcoholemia más alta registrada durante el fin de semana largo en los controles realizados en rutas y caminos de todo el país, según informó la ANSV.
El segundo puesto se lo llevó un automovilista de Salta, que pese a su resistencia inicial terminó por acatar la orden de la inspectora, solo para confirmar que había tomado demasiada cerveza, a juzgar por la medición del alcoholímetro: 1,89 gramos de alcohol por litro de sangre.
Ambos compartieron una condición agravante: no solo conducían en estado de ebriedad, sino que, además, no llevaban consigo la licencia de conducir, requisito obligatorio e inexcusable.
Ahora, los dos infractores enfrentan la aplicación de multas por más de un millón y medio de pesos.
Según informó la ANSV, el caso del motociclista ocurrió el sábado en el kilómetro 327 de la RN 1V09, a la altura de Roldán. El joven, de 29 años, derrapó a 30 metros del operativo de la ANSV. Tras ser asistido por los agentes, se le realizó la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado de 2,64 g/l. Además, circulaba sin licencia ni seguro vigente.
Mientras esperaba a que el alcoholímetro confirmara lo que los inspectores advertían a simple vista, el motociclista, que estaba sentado sobre el guard-rail, cayó de espaldas y debió ser asistido. La moto le fue retenida por las autoridades.
El otro hecho grave se registró en el ingreso a la ciudad de Salta, sobre el kilómetro 1587 de la Rura Nacional 9, en un control realizado en conjunto por personal de la ANSV, de la policía provincial y de agentes de Tránsito local, el viernes por la mañana.
Durante ese operativo se fiscalizaron más de 2500 vehículos y se detectaron cinco alcoholemias positivas. El registro más alto fue el de un conductor de 41 años, a quien, luego de dos intentos –y de que se le informara que no tenía más de tres– el test le marcó que tenía 1,89 gramos de alcohol por litro de sangre.
No solo se confirmó, in situ, que circulaba sin licencia de conducir; se constató, además, que acumulaba varias infracciones de tránsito previas.
A un automovilista en Santa Fe le dio 2,64 g/l LA NACION