Murió Toti Ciliberto, actor y humorista que fue una de las estrellas de ShowMatch

En las primeras horas de este martes se supo la noticia de la muerte de Salvador Maximino Ciliberto, más conocido como “Toti”, actor y humorista que se hizo conocido popularmente en ShowMatch, programa que conducía Marcelo Tinelli. Desde las redes sociales, algunos de sus amigos, como Pachu Peña y Larry de Clay -quienes trabajaron con él-, despidieron a su colega, que tenía 63 años.
“No tengo consuelo. Volá alto, hermano. Te vamos a extrañar toda la vida”, escribió en un posteo De Clay. A lo largo de su carrera trabajó en varios reconocidos ciclos televisivos y actuó en películas.
Inmediatamente después de esa publicación de De Clay, Peña comentó: “Descansa en paz, Toti querido. Qué tristeza”.
En comunicación con LA NACION, Pachu Peña habló sobre las últimas horas de Ciliberto: “El domingo nos mensajeamos a la mañana en el grupo. Después más tarde se duchó, se desvaneció y lo llevaron a un hospital. Tenía una hemorragia en los intestinos, entró en estado crítico y partió”.
En tanto, De Clay expresó: “Estamos todos destrozados. Hace un día y medio que estamos con los muchachos hablando con su actual pareja y con su hijo. Él había tenido un problema hace tres o cuatro meses y nos enteramos ayer (por este lunes) que se había descompensado a la noche. Lo internaron de urgencia. A la tarde estaba mejor, pero en la madrugada entró en paro [cardiorrespiratorio]”. En diálogo con TN, el humorista –visiblemente afectado por la noticia de la muerte de su ser querido- lo describió como un “hermano, el mejor amigo de todos”.
Los restos del actor serán velados hoy, 17 a 21, en la Cochería La Diosma, ubicada en Coronel Mom 2140, San Martín. En tanto, será sepultado mañana en el cementerio de la misma localidad.
Su lucha contra las adicciones
En septiembre de 2024, en una entrevista con LA NACIÓN, Ciliberto había relatado sus problemas de adicción con las drogas, especialmente a la cocaína. “Viví momentos difíciles; tuve que hacer humor mientras gente querida sufría enfermedades; tuve que hacer humor mientras mi madre se moría. Fue una cosa compleja para mí”, dijo entonces.
En esa charla también destacó la importancia del apoyo que recibió por parte de sus seres queridos: “Se me acercaron muchos de mis compañeros de trabajo, mi jefe, todos a apoyarme. Sentí mucha contención, pero era muy difícil manejar la situación”.
En abril de 2021 había contado en Seres Libres, el programa en el que Gastón Pauls hablaba con sus entrevistados sobre consumos problemáticos y salud mental, que su adicción a la cocaína había comenzado durante su camino en el teatro off. “Sentí que arrancó inclusive antes de VideoMatch (Telefe), como una broma, como una cosita, una joda. Uno siente en las primeras instancias que lo puede dominar. Lo primero que se cree es: ‘Lo manejo’. Una vez por semana, después ya son dos y después empieza a subir”.
“Cuando entro en VideoMatch, toda esa presión de contrato full time, de lo que significaba el programa, de hacer un punto y pasar a 40 [puntos de rating] de golpe, trabajar en vivo, hacer personajes, viajar. Uno está todo el tiempo trabajando y se engaña a sí mismo y se dice: ‘Es mi ayuda para mantenerme, para estar más pila’. Y en realidad no te termina ayudando, terminás perdiéndote vos, perdés la confianza laboral. Perdés a tu familia, perdés todo”, había reconocido el humorista.
Entre el éxito y los estragos de la adicción, Ciliberto rememoró cómo Tinelli lo ayudó a reconocer su problema de adicciones: “Marcelo fue uno de los que me ayudó, me llamó y me dijo: ‘Yo no voy a juzgarte, pero te quiero cuidar’. Y ahí empecé un poco a tomar conciencia”.
“Cuando tuve ese momento de popularidad, creía que la droga me daba una protección, que me podía encontrar conmigo, pero no era así. No tenía control de mí, era una miseria. La cocaína me sacó mucho más de lo que me dio. Lo disfruté solo la primera vez, después fue todo padecimiento”, resaltó.
Tiempo después, en septiembre de 2022, Toti volvió a hablar del tema al aire de Intrusos (América) y compartió uno de los momentos más difíciles que vivió durante su recuperación. “Yo cuento algo que me pasó a mí particularmente y que fue tremendo. Cuando empezás a luchar para dejar eso, las recaídas están ahí, a mano. Recuerdo tener una línea y llorar. Decir ´no quiero tomar esto´ y llorar y terminar tomándola”, relató. En ese sentido, contó cuál fue el momento bisagra para dejar de consumir: “Lo que me hizo dejarlo fue ver que estaban empezando a crecer mis hijos y que no los podía disfrutar”.
Al respecto, había dicho a DDM (América) a fines del año pasado: “Es tremendo tener que contarles que tenés una adicción. Gero tenía 17 y Guada 11, mi psicóloga me decía que no era el momento. Pero yo era un monstruo, sobre todo cuando tenía abstinencia porque gritaba o estaba en situaciones violentas. Eso me hizo dar cuenta de que yo no era eso”.
Sin embargo, la cocaína no fue su único problema. En varias oportunidades, el actor y humorista habló de su adicción a la comida y contó cómo llegó a perder 25 kilos. “No es que lo decidí, sino que no me quedó otra alternativa. Me ayudó, en principio, una retracción de encías que me hizo ir dos veces por semana al odontólogo. Y eso hizo que volviera, a veces, dolorido, sin ganas de comer y me alimentaba con caldo”, detalló en agosto de 2022 al diario El Argentino.
“Volvía desganado por lo invasivos que eran los tratamientos. Y eso empezó a deshincharme, a bajar de peso, y ahí me entusiasmé. Pero ya lo tenía pensado, obviamente, por un tema de salud. La comida es una adicción muy fuerte y se hace muy complejo dejarla”, sostuvo, a la vez que remarcó la importancia de encontrar ayuda profesional.
Los amores de su vida
Su primera mujer fue Débora Márquez, con quien tuvo dos hijos, Jerónimo y Guadalupe. Se conocieron en San Clemente del Tuyú, donde ambos estaban dando clases de Educación Física. “Fue difícil”, había reconocido Ciliberto sobre los inicios de su romance durante una entrevista con Susana Giménez, de la que también participó su familia. Era el año 2007 y en ese entonces, su primogénito tenía seis años y su hija era apenas una bebé. “No sabés lo que costó, un año. Como siempre tuve cara de viejo, ella pensaba que yo estaba casado con hijos”, había dicho con su humor característico sobre la dificultad que tuvo para conquistar a su mujer.
En los últimos años, su pareja fue Analía Lojo, con quien compartía sus creencias religiosas y su pasión por los viajes. Tal como se puede ver en sus publicaciones de Instagram, la pareja recorrió distintos puntos del país, como Tandil, Villa La Angostura, Piedra del Águila y Pueblo General Belgrano. “Gracias por estar siempre y ser mi compañero incondicional. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Cantares 8:7″, fueron las palabras que Lojo le había dedicado por el Día de los Enamorados.
Su refugio en la religión
La religión cumplió un rol importante en su recuperación. En 2022, Toti se convirtió al cristianismo y, desde entonces, participó activamente en las actividades de la iglesia en la que encontró refugio. “Mi acercamiento a la iglesia cristiana tiene que ver con una cuestión de fe y con mi creencia. A medida que voy leyendo e interiorizándome en la Biblia, cosa que no hacía, voy afirmando mis creencias”, había dicho a LA NACIÓN.
En ese camino de redención había encontrado la forma de ayudar a otras personas que estaban atravesando situaciones similares a la suya. Así, compartía su historia en el evento cristiano llamado “Me convertí y no entiendo nada”, que hacía junto al pastor Felipe de Stefani en la iglesia de WAIO, ubicada en Villa Martelli. “Cada uno de nosotros tiene algo que sanar. No importa si es la droga, la comida, la tristeza… Dios sabe de qué tenemos que desprendernos”, les decía a los feligreses que buscaban consuelo en su relato.
El humor como escudo
Su conexión con el humor había nacido tras sufrir episodios de bullying en la escuela. Sus compañeros se reían de las marcas que el acné había dejado en su rostro, entonces decidió reírse de sí mismo. No imaginaba que haría de esa característica un estilo de vida.
Mientras ejercía como profesor de Educación Física en el municipio bonaerense de San Martín, decidió estudiar teatro en el Parakultural, el espacio indiscutido del off de su época. Hasta que llegó el día que cambiaría su vida para siempre: vio en televisión que el canal Telefe llamaba a un casting y fue así que en 1992 llegó a VideoMatch, programa que fue una cuna de cómicos y convirtió a Tinelli en una figura de la televisión. Ciliberto se destacó en distintos sketches como el del gaucho Martín Fierro, uno de los personajes icónicos de aquel ciclo.
Su talento como humorista y como actor lo llevó a conducir Adivina adivinador (1997) y a participar en recordados ciclos como Esta noche con Moria Casán (2011) y La peluquería de Don Mateo (2013). En cine, estuvo en las películas Vivir intentando (2003), Brigada explosiva: misión pirata (2007), Cuatro de copas (2012) y Los bastardos (2023) y Esa semana juntos (2025).
El teatro comunitario y la música se convirtieron en sus grandes aliados. El último verano, Ciliberto se presentó en distintos teatros del país con su espectáculo de rock y humor Toti y los Cilibertos, donde además compartía su historia de lucha y superación y contaba con la participación de invitados especiales. También era el coordinador de los talleres de teatro del Municipio de Tigre y daba clases gratuitas en el Teatro Municipal Pepe Soriano, donde sus enseñanzas trascendían lo artístico. “Más que actuar, les enseñaba a estar bien consigo mismos”, contó uno de sus alumnos.
La alocada entrevista de Toti a Messi
En una emisión de ShowMatch, que entonces se emitía por canal 9, Ciliberto tuvo un particular encuentro con Lionel Messi. “Miren quién está con nosotros. ¡El señor humor!”, presentó el actor al jugador que entonces era la estrella en Barcelona. Vestido de una manera graciosa y con una peluca llamativa, el joven futbolista se prestó a la puesta en escena e hizo varios chistes.
En las primeras horas de este martes se supo la noticia de la muerte de Salvador Maximino Ciliberto, más conocido como “Toti”, actor y humorista que se hizo conocido popularmente en ShowMatch, programa que conducía Marcelo Tinelli. Desde las redes sociales, algunos de sus amigos, como Pachu Peña y Larry de Clay -quienes trabajaron con él-, despidieron a su colega, que tenía 63 años.
“No tengo consuelo. Volá alto, hermano. Te vamos a extrañar toda la vida”, escribió en un posteo De Clay. A lo largo de su carrera trabajó en varios reconocidos ciclos televisivos y actuó en películas.
Inmediatamente después de esa publicación de De Clay, Peña comentó: “Descansa en paz, Toti querido. Qué tristeza”.
En comunicación con LA NACION, Pachu Peña habló sobre las últimas horas de Ciliberto: “El domingo nos mensajeamos a la mañana en el grupo. Después más tarde se duchó, se desvaneció y lo llevaron a un hospital. Tenía una hemorragia en los intestinos, entró en estado crítico y partió”.
En tanto, De Clay expresó: “Estamos todos destrozados. Hace un día y medio que estamos con los muchachos hablando con su actual pareja y con su hijo. Él había tenido un problema hace tres o cuatro meses y nos enteramos ayer (por este lunes) que se había descompensado a la noche. Lo internaron de urgencia. A la tarde estaba mejor, pero en la madrugada entró en paro [cardiorrespiratorio]”. En diálogo con TN, el humorista –visiblemente afectado por la noticia de la muerte de su ser querido- lo describió como un “hermano, el mejor amigo de todos”.
Los restos del actor serán velados hoy, 17 a 21, en la Cochería La Diosma, ubicada en Coronel Mom 2140, San Martín. En tanto, será sepultado mañana en el cementerio de la misma localidad.
Su lucha contra las adicciones
En septiembre de 2024, en una entrevista con LA NACIÓN, Ciliberto había relatado sus problemas de adicción con las drogas, especialmente a la cocaína. “Viví momentos difíciles; tuve que hacer humor mientras gente querida sufría enfermedades; tuve que hacer humor mientras mi madre se moría. Fue una cosa compleja para mí”, dijo entonces.
En esa charla también destacó la importancia del apoyo que recibió por parte de sus seres queridos: “Se me acercaron muchos de mis compañeros de trabajo, mi jefe, todos a apoyarme. Sentí mucha contención, pero era muy difícil manejar la situación”.
En abril de 2021 había contado en Seres Libres, el programa en el que Gastón Pauls hablaba con sus entrevistados sobre consumos problemáticos y salud mental, que su adicción a la cocaína había comenzado durante su camino en el teatro off. “Sentí que arrancó inclusive antes de VideoMatch (Telefe), como una broma, como una cosita, una joda. Uno siente en las primeras instancias que lo puede dominar. Lo primero que se cree es: ‘Lo manejo’. Una vez por semana, después ya son dos y después empieza a subir”.
“Cuando entro en VideoMatch, toda esa presión de contrato full time, de lo que significaba el programa, de hacer un punto y pasar a 40 [puntos de rating] de golpe, trabajar en vivo, hacer personajes, viajar. Uno está todo el tiempo trabajando y se engaña a sí mismo y se dice: ‘Es mi ayuda para mantenerme, para estar más pila’. Y en realidad no te termina ayudando, terminás perdiéndote vos, perdés la confianza laboral. Perdés a tu familia, perdés todo”, había reconocido el humorista.
Entre el éxito y los estragos de la adicción, Ciliberto rememoró cómo Tinelli lo ayudó a reconocer su problema de adicciones: “Marcelo fue uno de los que me ayudó, me llamó y me dijo: ‘Yo no voy a juzgarte, pero te quiero cuidar’. Y ahí empecé un poco a tomar conciencia”.
“Cuando tuve ese momento de popularidad, creía que la droga me daba una protección, que me podía encontrar conmigo, pero no era así. No tenía control de mí, era una miseria. La cocaína me sacó mucho más de lo que me dio. Lo disfruté solo la primera vez, después fue todo padecimiento”, resaltó.
Tiempo después, en septiembre de 2022, Toti volvió a hablar del tema al aire de Intrusos (América) y compartió uno de los momentos más difíciles que vivió durante su recuperación. “Yo cuento algo que me pasó a mí particularmente y que fue tremendo. Cuando empezás a luchar para dejar eso, las recaídas están ahí, a mano. Recuerdo tener una línea y llorar. Decir ´no quiero tomar esto´ y llorar y terminar tomándola”, relató. En ese sentido, contó cuál fue el momento bisagra para dejar de consumir: “Lo que me hizo dejarlo fue ver que estaban empezando a crecer mis hijos y que no los podía disfrutar”.
Al respecto, había dicho a DDM (América) a fines del año pasado: “Es tremendo tener que contarles que tenés una adicción. Gero tenía 17 y Guada 11, mi psicóloga me decía que no era el momento. Pero yo era un monstruo, sobre todo cuando tenía abstinencia porque gritaba o estaba en situaciones violentas. Eso me hizo dar cuenta de que yo no era eso”.
Sin embargo, la cocaína no fue su único problema. En varias oportunidades, el actor y humorista habló de su adicción a la comida y contó cómo llegó a perder 25 kilos. “No es que lo decidí, sino que no me quedó otra alternativa. Me ayudó, en principio, una retracción de encías que me hizo ir dos veces por semana al odontólogo. Y eso hizo que volviera, a veces, dolorido, sin ganas de comer y me alimentaba con caldo”, detalló en agosto de 2022 al diario El Argentino.
“Volvía desganado por lo invasivos que eran los tratamientos. Y eso empezó a deshincharme, a bajar de peso, y ahí me entusiasmé. Pero ya lo tenía pensado, obviamente, por un tema de salud. La comida es una adicción muy fuerte y se hace muy complejo dejarla”, sostuvo, a la vez que remarcó la importancia de encontrar ayuda profesional.
Los amores de su vida
Su primera mujer fue Débora Márquez, con quien tuvo dos hijos, Jerónimo y Guadalupe. Se conocieron en San Clemente del Tuyú, donde ambos estaban dando clases de Educación Física. “Fue difícil”, había reconocido Ciliberto sobre los inicios de su romance durante una entrevista con Susana Giménez, de la que también participó su familia. Era el año 2007 y en ese entonces, su primogénito tenía seis años y su hija era apenas una bebé. “No sabés lo que costó, un año. Como siempre tuve cara de viejo, ella pensaba que yo estaba casado con hijos”, había dicho con su humor característico sobre la dificultad que tuvo para conquistar a su mujer.
En los últimos años, su pareja fue Analía Lojo, con quien compartía sus creencias religiosas y su pasión por los viajes. Tal como se puede ver en sus publicaciones de Instagram, la pareja recorrió distintos puntos del país, como Tandil, Villa La Angostura, Piedra del Águila y Pueblo General Belgrano. “Gracias por estar siempre y ser mi compañero incondicional. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Cantares 8:7″, fueron las palabras que Lojo le había dedicado por el Día de los Enamorados.
Su refugio en la religión
La religión cumplió un rol importante en su recuperación. En 2022, Toti se convirtió al cristianismo y, desde entonces, participó activamente en las actividades de la iglesia en la que encontró refugio. “Mi acercamiento a la iglesia cristiana tiene que ver con una cuestión de fe y con mi creencia. A medida que voy leyendo e interiorizándome en la Biblia, cosa que no hacía, voy afirmando mis creencias”, había dicho a LA NACIÓN.
En ese camino de redención había encontrado la forma de ayudar a otras personas que estaban atravesando situaciones similares a la suya. Así, compartía su historia en el evento cristiano llamado “Me convertí y no entiendo nada”, que hacía junto al pastor Felipe de Stefani en la iglesia de WAIO, ubicada en Villa Martelli. “Cada uno de nosotros tiene algo que sanar. No importa si es la droga, la comida, la tristeza… Dios sabe de qué tenemos que desprendernos”, les decía a los feligreses que buscaban consuelo en su relato.
El humor como escudo
Su conexión con el humor había nacido tras sufrir episodios de bullying en la escuela. Sus compañeros se reían de las marcas que el acné había dejado en su rostro, entonces decidió reírse de sí mismo. No imaginaba que haría de esa característica un estilo de vida.
Mientras ejercía como profesor de Educación Física en el municipio bonaerense de San Martín, decidió estudiar teatro en el Parakultural, el espacio indiscutido del off de su época. Hasta que llegó el día que cambiaría su vida para siempre: vio en televisión que el canal Telefe llamaba a un casting y fue así que en 1992 llegó a VideoMatch, programa que fue una cuna de cómicos y convirtió a Tinelli en una figura de la televisión. Ciliberto se destacó en distintos sketches como el del gaucho Martín Fierro, uno de los personajes icónicos de aquel ciclo.
Su talento como humorista y como actor lo llevó a conducir Adivina adivinador (1997) y a participar en recordados ciclos como Esta noche con Moria Casán (2011) y La peluquería de Don Mateo (2013). En cine, estuvo en las películas Vivir intentando (2003), Brigada explosiva: misión pirata (2007), Cuatro de copas (2012) y Los bastardos (2023) y Esa semana juntos (2025).
El teatro comunitario y la música se convirtieron en sus grandes aliados. El último verano, Ciliberto se presentó en distintos teatros del país con su espectáculo de rock y humor Toti y los Cilibertos, donde además compartía su historia de lucha y superación y contaba con la participación de invitados especiales. También era el coordinador de los talleres de teatro del Municipio de Tigre y daba clases gratuitas en el Teatro Municipal Pepe Soriano, donde sus enseñanzas trascendían lo artístico. “Más que actuar, les enseñaba a estar bien consigo mismos”, contó uno de sus alumnos.
La alocada entrevista de Toti a Messi
En una emisión de ShowMatch, que entonces se emitía por canal 9, Ciliberto tuvo un particular encuentro con Lionel Messi. “Miren quién está con nosotros. ¡El señor humor!”, presentó el actor al jugador que entonces era la estrella en Barcelona. Vestido de una manera graciosa y con una peluca llamativa, el joven futbolista se prestó a la puesta en escena e hizo varios chistes.
“No tengo consuelo. Volá alto, hermano. Te vamos a extrañar toda la vida”, lo despidió su colega y amigo Larry de Clay; en 1992 llegó a VideoMatch, el primer programa que condujo Marcelo Tinelli; tras ello trabajó en varios ciclos televisivos y en películas LA NACION