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Jennifer Miranda, de actuar en “La casa de papel” a pelear en el Madison Square Garden

Jennifer Miranda es una rubia española atractiva y con ángel. Más allá de sus logros en el ring –poco difundidos-, como el título mundial interino liviano junior de la AMB, logró su popularidad en la quinta temporada de una serie que fue suceso: La casa de papel.

Tiene 38 años, una edad compleja para subir al cuadrilátero. Es andaluza como María Silvia Cruz, una de las sanguíneas anarquistas que intentó imponer su ideología en los años 30, y como India Martínez, la reconocida cantante que intercala el flamenco con el pop en modo admirativo en estos días.

Miranda tendrá una oportunidad soñada: combatir con la campeona unificada, Alycia Baumgardner, dueña absoluta de las cuatro coronas de los 58,900 kg., el próximo 11 de julio en el legendario Madison Square Garden, de Nueva York, promovida por su flamante representante, Jake Paul, el millonario youtuber boxeador, quien crece en este ámbito con el apoyo de la pomposa pantalla de Netflix.

Jennifer Miranda, durante la conferencia de prensa de promoción de su pelea ante Alycia Baumgardner

Esto constituirá un hecho saliente para el boxeo español: sólo comparable a los cotejos mundialistas perdidos por el catalán Sandor Martin frente a Teofimo López y Alberto Puello, en el último lustro. Ahí encaja la magnitud de su desafío.

La chica de La casa de papel

Miranda es muy femenina. Cuidada y prolija. Sin maquillajes, natural. En un rostro limpio que comienza a denunciar en sus pómulos y nariz aguileña la dureza de este oficio.

Ingresó en el boxeo por casualidad, a los 23 años, para poder lograr una beca en la universidad como deportista destacada. Sólo había vacantes en boxeo y ahí empezó su carrera. Ganó, estudió y comenzó a recorrer el mundo con la selección española amateur. Boxeó en Marruecos, Ucrania, Bulgaria, Francia, Bélgica y Corea, entre tantos países recorridos.

Su lema es “¡nunca rendirse y siempre intentarlo!”. Debutó como profesional en 2018 y los gastos de su preparación demandaban de ingresos extras. Utilizó contactos y participó en la quinta temporada de la exitosa serie televisiva La casa de papel. Se mantuvo en segundo plano hasta que fue probada en una escena de combate y allí surgió en modo inesperado. Su rol como Arantxa Arteche, una implacable paramilitar, tuvo gran recepción en la audiencia.

Jennifer Miranda, de fondo, en la piel de Arteche, durante una escena de

Invirtió el dinero ganado viajando a Las Vegas buscando superarse como boxeadora en 2024. Ya había vencido a dos argentinas: Jorgelina Guanini e Iara Altamirano. Afirmó sus progresos en Las Vegas con una victoria en una pelea preliminar y logró una porción del cinturón (AMB) tras doblegar a la panameña Teresa Almengol, el 20 de octubre último, en Madrid. Casi como cerrando un cuento de Cenicienta.

Desafió a todas las lógicas analíticas y las pudo superar.

Baumgardner: ¿misión Imposible?

Alycia Baumgardner tiene 30 años y 16 peleas de las que apenas perdió una. Posee los cuatro cinturones de este peso y los respalda con una técnica depurada inmersa en un estilo clásico y puro, casi en extinción. Es una morena de Detroit, segura y engreída. Admiradora de sí misma e implacable de sus logros. Sobre todo, tras la victoria lograda ante su compatriota Mikaela Mayer, en 2022. Protegida por la industria del boxeo, que le permitió perdurar como campeona tras un doping positivo por estimulantes prohibidos. Ahí mostró su peso con los influyentes de este negocio.

Alycia Baumgardner, Jake Paul y Jennifer Miranda, durante el encuentro de promoción de la pelea

Conclusión

Jennifer Miranda es parte de una historia positiva y de grandes objetivos cumplidos en estos tiempos en donde todo se rige por tragedias, escándalos y miserias humanas. Es un mensaje de fe, de creer en sí misma y tratar de mover montañas. Quizás, esta última frase refleje la mejor metáfora de lo que será su pelea con Baumgardner. Una aventura muy riesgosa para una chica acostumbrada a escabullirse en los shows, que ahora dirimirá, cara a cara, con una de las cinco mejores campeonas de la actualidad.

Florecerá para Miranda, ganadora de sus 12 combates, un argumento inquietante y básicamente real. Casi distante de todo lo vivido.

Jennifer Miranda es una rubia española atractiva y con ángel. Más allá de sus logros en el ring –poco difundidos-, como el título mundial interino liviano junior de la AMB, logró su popularidad en la quinta temporada de una serie que fue suceso: La casa de papel.

Tiene 38 años, una edad compleja para subir al cuadrilátero. Es andaluza como María Silvia Cruz, una de las sanguíneas anarquistas que intentó imponer su ideología en los años 30, y como India Martínez, la reconocida cantante que intercala el flamenco con el pop en modo admirativo en estos días.

Miranda tendrá una oportunidad soñada: combatir con la campeona unificada, Alycia Baumgardner, dueña absoluta de las cuatro coronas de los 58,900 kg., el próximo 11 de julio en el legendario Madison Square Garden, de Nueva York, promovida por su flamante representante, Jake Paul, el millonario youtuber boxeador, quien crece en este ámbito con el apoyo de la pomposa pantalla de Netflix.

Jennifer Miranda, durante la conferencia de prensa de promoción de su pelea ante Alycia Baumgardner

Esto constituirá un hecho saliente para el boxeo español: sólo comparable a los cotejos mundialistas perdidos por el catalán Sandor Martin frente a Teofimo López y Alberto Puello, en el último lustro. Ahí encaja la magnitud de su desafío.

La chica de La casa de papel

Miranda es muy femenina. Cuidada y prolija. Sin maquillajes, natural. En un rostro limpio que comienza a denunciar en sus pómulos y nariz aguileña la dureza de este oficio.

Ingresó en el boxeo por casualidad, a los 23 años, para poder lograr una beca en la universidad como deportista destacada. Sólo había vacantes en boxeo y ahí empezó su carrera. Ganó, estudió y comenzó a recorrer el mundo con la selección española amateur. Boxeó en Marruecos, Ucrania, Bulgaria, Francia, Bélgica y Corea, entre tantos países recorridos.

Su lema es “¡nunca rendirse y siempre intentarlo!”. Debutó como profesional en 2018 y los gastos de su preparación demandaban de ingresos extras. Utilizó contactos y participó en la quinta temporada de la exitosa serie televisiva La casa de papel. Se mantuvo en segundo plano hasta que fue probada en una escena de combate y allí surgió en modo inesperado. Su rol como Arantxa Arteche, una implacable paramilitar, tuvo gran recepción en la audiencia.

Jennifer Miranda, de fondo, en la piel de Arteche, durante una escena de

Invirtió el dinero ganado viajando a Las Vegas buscando superarse como boxeadora en 2024. Ya había vencido a dos argentinas: Jorgelina Guanini e Iara Altamirano. Afirmó sus progresos en Las Vegas con una victoria en una pelea preliminar y logró una porción del cinturón (AMB) tras doblegar a la panameña Teresa Almengol, el 20 de octubre último, en Madrid. Casi como cerrando un cuento de Cenicienta.

Desafió a todas las lógicas analíticas y las pudo superar.

Baumgardner: ¿misión Imposible?

Alycia Baumgardner tiene 30 años y 16 peleas de las que apenas perdió una. Posee los cuatro cinturones de este peso y los respalda con una técnica depurada inmersa en un estilo clásico y puro, casi en extinción. Es una morena de Detroit, segura y engreída. Admiradora de sí misma e implacable de sus logros. Sobre todo, tras la victoria lograda ante su compatriota Mikaela Mayer, en 2022. Protegida por la industria del boxeo, que le permitió perdurar como campeona tras un doping positivo por estimulantes prohibidos. Ahí mostró su peso con los influyentes de este negocio.

Alycia Baumgardner, Jake Paul y Jennifer Miranda, durante el encuentro de promoción de la pelea

Conclusión

Jennifer Miranda es parte de una historia positiva y de grandes objetivos cumplidos en estos tiempos en donde todo se rige por tragedias, escándalos y miserias humanas. Es un mensaje de fe, de creer en sí misma y tratar de mover montañas. Quizás, esta última frase refleje la mejor metáfora de lo que será su pelea con Baumgardner. Una aventura muy riesgosa para una chica acostumbrada a escabullirse en los shows, que ahora dirimirá, cara a cara, con una de las cinco mejores campeonas de la actualidad.

Florecerá para Miranda, ganadora de sus 12 combates, un argumento inquietante y básicamente real. Casi distante de todo lo vivido.

 Recordada como Arteche en la exitosa serie de Netflix, la española, de 38 años, combatirá por el título mundial en Nueva York  LA NACION

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