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Luka Modric, copropietario del Swansea: una leyenda que piensa el futuro sin bajarse del escenario

La imagen de Luka Modric sigue asociada de manera inseparable al mediocampo del Real Madrid. Con casi cuatro décadas de vida (las cumplirá en septiembre) y una vigencia deportiva que desafía el paso del tiempo, el croata no sólo continúa compitiendo al máximo nivel, sino que también empieza a proyectar su lugar en el mundo del fútbol una vez que decida colgar los botines.

En ese sentido, dio un paso significativo: se convirtió en uno de los propietarios del Swansea City, histórico club galés que milita actualmente en la Championship, la segunda división del fútbol inglés.

La noticia, confirmada por el club y por el periodista Fabrizio Romano, se venía gestando desde hace semanas. El acuerdo, cerrado bajo estricta reserva, se hizo oficial recientemente. Modric adquirió una participación minoritaria en el paquete accionario del Swansea con el objetivo de integrarse a un proyecto de largo plazo.

La ambición es clara: devolver al equipo al lugar que supo ocupar entre 2011 y 2018, cuando jugó siete temporadas consecutivas en la Premier League y fue protagonista de algunos hitos deportivos inolvidables, como la obtención de la Copa de la Liga en 2013, con Michael Laudrup como entrenador.

La inversión de Modric no es sólo un movimiento financiero. Es, sobre todo, una señal de su interés por mantenerse vinculado al fútbol desde la dirigencia, una vez que finalice su carrera como jugador. Sin embargo, el propio futbolista deja en claro que ese momento aún no llegó. Su presente inmediato sigue estando en el Real Madrid y en la selección croata, con la mira puesta en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en 2026. “La cabeza de Luka está en seguir jugando y en hacerlo en el Real Madrid. Esa es su prioridad”, aseguran desde su entorno cercano.

Desde su llegada al club blanco en el verano europeo de 2012, procedente del Tottenham inglés, Luka Modric escribió una de las historias más gloriosas de la era moderna del Real Madrid. Cuando fichó por el club merengue a cambio de 35 millones de euros, algunos analistas pusieron en duda si estaba a la altura de una camiseta tan pesada. La respuesta llegó con el tiempo: Modric no solo se adaptó al Madrid, sino que se convirtió en uno de sus íconos.

Modric, un ícono de Real Madrid

En doce temporadas con el Real Madrid, el croata conquistó un total de 24 títulos, entre ellos 5 Champions League, 4 Ligas de España, 5 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de Europa, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España. Fue protagonista de la etapa más dominante del club en la era contemporánea del fútbol europeo. Su capacidad para manejar los tiempos del partido, su visión privilegiada y su técnica exquisita lo consolidaron como un mediocampista único, imprescindible en la estructura del equipo tanto en los tiempos de Carlo Ancelotti como de Zinedine Zidane.

Su rendimiento individual también fue reconocido. En 2018, Modric rompió con la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo y fue galardonado con el Balón de Oro, premio que lo distinguió como el mejor futbolista del mundo ese año. Aquella temporada, además de ser campeón de Europa con el Real Madrid, fue subcampeón del mundo con la selección croata en Rusia 2018, siendo el alma y el motor del equipo que sorprendió al mundo.

Con la camiseta de su país, Luka Modric es leyenda viva. Disputó cuatro Copas del Mundo (2006, 2014, 2018 y 2022), y fue clave en la campaña de Croacia que terminó en la final del Mundial de Rusia, donde cayeron ante Francia, y en el tercer puesto logrado en Qatar 2022. Su liderazgo, tanto dentro como fuera de la cancha, lo convirtió en un referente absoluto para varias generaciones de futbolistas croatas.

Modric celebra un gol con la selección de Croacia

A lo largo de su carrera internacional, superó la barrera de los 170 partidos con la selección, siendo el jugador con más presencias en la historia del combinado nacional. Y lejos de despedirse, ya anticipó que su intención es estar disponible para el Mundial de 2026. “Mientras me sienta bien, quiero seguir jugando. La pasión por este deporte no se ha ido”, ha dicho más de una vez.

El desembarco de Modric en la estructura del Swansea City no es un capricho. Se trata de un club con historia. Fundado el 1º de agosto de 1912, representa una rareza dentro del fútbol británico: aunque se ubica en Gales, compite bajo la órbita de la FA inglesa. Su primera experiencia en la máxima categoría del fútbol inglés se dio entre 1981 y 1983, cuando fue dirigido por John Benjamin Toshack, exentrenador del Real Madrid y la Real Sociedad. En su segunda etapa en la Premier League, entre 2011 y 2018, dejó huella con una propuesta de juego vistosa y varios futbolistas españoles como referentes, entre ellos Michu, que fue ídolo en el Liberty Stadium.

En la actualidad, el equipo galés transita una realidad distinta: navega por la mitad de tabla en la Championship, en la que ya acumula siete temporadas consecutivas. Modric, con su ingreso al accionariado, busca sumar su experiencia, contactos y visión para contribuir a una nueva etapa del club.

El argentino Federico Fernández se sumó a Swansea en 2020

De todos modos, el mediocampista deja en claro que este movimiento no implica un retiro anticipado. Sigue plenamente enfocado en el Real Madrid, donde continúa siendo una figura respetada por compañeros y cuerpo técnico, y mantiene intacto su compromiso con la selección croata.

La posibilidad de que en un futuro se sume a la estructura del Madrid en un rol institucional o deportivo también está latente. “Luka es parte de la historia grande del club, y siempre tendrá las puertas abiertas”, suelen repetir desde Valdebebas.

El futuro de Modric empieza a tomar forma, pero su presente sigue siendo el verde césped. El fútbol lo sigue esperando en el campo de juego, aunque ya empezó a dejar su huella también fuera de él.

La imagen de Luka Modric sigue asociada de manera inseparable al mediocampo del Real Madrid. Con casi cuatro décadas de vida (las cumplirá en septiembre) y una vigencia deportiva que desafía el paso del tiempo, el croata no sólo continúa compitiendo al máximo nivel, sino que también empieza a proyectar su lugar en el mundo del fútbol una vez que decida colgar los botines.

En ese sentido, dio un paso significativo: se convirtió en uno de los propietarios del Swansea City, histórico club galés que milita actualmente en la Championship, la segunda división del fútbol inglés.

La noticia, confirmada por el club y por el periodista Fabrizio Romano, se venía gestando desde hace semanas. El acuerdo, cerrado bajo estricta reserva, se hizo oficial recientemente. Modric adquirió una participación minoritaria en el paquete accionario del Swansea con el objetivo de integrarse a un proyecto de largo plazo.

La ambición es clara: devolver al equipo al lugar que supo ocupar entre 2011 y 2018, cuando jugó siete temporadas consecutivas en la Premier League y fue protagonista de algunos hitos deportivos inolvidables, como la obtención de la Copa de la Liga en 2013, con Michael Laudrup como entrenador.

La inversión de Modric no es sólo un movimiento financiero. Es, sobre todo, una señal de su interés por mantenerse vinculado al fútbol desde la dirigencia, una vez que finalice su carrera como jugador. Sin embargo, el propio futbolista deja en claro que ese momento aún no llegó. Su presente inmediato sigue estando en el Real Madrid y en la selección croata, con la mira puesta en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en 2026. “La cabeza de Luka está en seguir jugando y en hacerlo en el Real Madrid. Esa es su prioridad”, aseguran desde su entorno cercano.

Desde su llegada al club blanco en el verano europeo de 2012, procedente del Tottenham inglés, Luka Modric escribió una de las historias más gloriosas de la era moderna del Real Madrid. Cuando fichó por el club merengue a cambio de 35 millones de euros, algunos analistas pusieron en duda si estaba a la altura de una camiseta tan pesada. La respuesta llegó con el tiempo: Modric no solo se adaptó al Madrid, sino que se convirtió en uno de sus íconos.

Modric, un ícono de Real Madrid

En doce temporadas con el Real Madrid, el croata conquistó un total de 24 títulos, entre ellos 5 Champions League, 4 Ligas de España, 5 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de Europa, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España. Fue protagonista de la etapa más dominante del club en la era contemporánea del fútbol europeo. Su capacidad para manejar los tiempos del partido, su visión privilegiada y su técnica exquisita lo consolidaron como un mediocampista único, imprescindible en la estructura del equipo tanto en los tiempos de Carlo Ancelotti como de Zinedine Zidane.

Su rendimiento individual también fue reconocido. En 2018, Modric rompió con la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo y fue galardonado con el Balón de Oro, premio que lo distinguió como el mejor futbolista del mundo ese año. Aquella temporada, además de ser campeón de Europa con el Real Madrid, fue subcampeón del mundo con la selección croata en Rusia 2018, siendo el alma y el motor del equipo que sorprendió al mundo.

Con la camiseta de su país, Luka Modric es leyenda viva. Disputó cuatro Copas del Mundo (2006, 2014, 2018 y 2022), y fue clave en la campaña de Croacia que terminó en la final del Mundial de Rusia, donde cayeron ante Francia, y en el tercer puesto logrado en Qatar 2022. Su liderazgo, tanto dentro como fuera de la cancha, lo convirtió en un referente absoluto para varias generaciones de futbolistas croatas.

Modric celebra un gol con la selección de Croacia

A lo largo de su carrera internacional, superó la barrera de los 170 partidos con la selección, siendo el jugador con más presencias en la historia del combinado nacional. Y lejos de despedirse, ya anticipó que su intención es estar disponible para el Mundial de 2026. “Mientras me sienta bien, quiero seguir jugando. La pasión por este deporte no se ha ido”, ha dicho más de una vez.

El desembarco de Modric en la estructura del Swansea City no es un capricho. Se trata de un club con historia. Fundado el 1º de agosto de 1912, representa una rareza dentro del fútbol británico: aunque se ubica en Gales, compite bajo la órbita de la FA inglesa. Su primera experiencia en la máxima categoría del fútbol inglés se dio entre 1981 y 1983, cuando fue dirigido por John Benjamin Toshack, exentrenador del Real Madrid y la Real Sociedad. En su segunda etapa en la Premier League, entre 2011 y 2018, dejó huella con una propuesta de juego vistosa y varios futbolistas españoles como referentes, entre ellos Michu, que fue ídolo en el Liberty Stadium.

En la actualidad, el equipo galés transita una realidad distinta: navega por la mitad de tabla en la Championship, en la que ya acumula siete temporadas consecutivas. Modric, con su ingreso al accionariado, busca sumar su experiencia, contactos y visión para contribuir a una nueva etapa del club.

El argentino Federico Fernández se sumó a Swansea en 2020

De todos modos, el mediocampista deja en claro que este movimiento no implica un retiro anticipado. Sigue plenamente enfocado en el Real Madrid, donde continúa siendo una figura respetada por compañeros y cuerpo técnico, y mantiene intacto su compromiso con la selección croata.

La posibilidad de que en un futuro se sume a la estructura del Madrid en un rol institucional o deportivo también está latente. “Luka es parte de la historia grande del club, y siempre tendrá las puertas abiertas”, suelen repetir desde Valdebebas.

El futuro de Modric empieza a tomar forma, pero su presente sigue siendo el verde césped. El fútbol lo sigue esperando en el campo de juego, aunque ya empezó a dejar su huella también fuera de él.

 El crack croata cumplirá 40 años en septiembre y empieza a planificar el día después de colgar los botines  LA NACION

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