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Europa League: Manchester United le ganó a Lyon en una remontada que se va a recordar toda la vida

Es un cuento. Una serie de enredos y situaciones inesperadas, que acaba con un final de fiesta, a toda orquesta. Y, la verdad, no lo esperaba nadie. Ocurrió una noche estelar, copera por excelencia, en el Teatro de los Sueños, convertidos en los Milagros. Una noche de primavera en Old Trafford.

El 5-4 es un marcador histórico en el fútbol. Entre tantos, la chilena de Enzo Francescoli en aquel River-Polonia, un River-Argentinos de antología, un Independiente-Boca para toda la vida, hasta un entrometido Benfica-Barcelona, reciente, en la Champions League. Pero este 5-4 que acaba de rubricar Manchester United sobre Lyon, para alcanzar las semifinales de la Europa League, esto que pasó este jueves, ya está en el prólogo de esas historias. Magia en estado puro. Habrá que rendirse: solo el fútbol permite este tipo de cuentos.

Manchester United se quedó con una victoria agónica frente a Lyon y es semifinalista

La serie tuvo 13 goles. Del 2-2 en Francia, a este 5-4 del United, que estuvo al borde del precipicio (y con un jugador más), 2-4 y en el alargue. Hizo tres goles, los dos últimos en el descuento. Y había empezado como un unipersonal, con la conducción de Bruno Fernandes, larga vida al último romántico. No hay uno igual en toda Europa.

Alejandro Garnacho, pichón de crack de selección, fue decisivo con una asistencia; después se fue marchitando y debió salir. Lisandro Martínez, lesionado, también lo celebra desde afuera. Del otro lado, Nicolás Tagliafico, con serios problemas en la marca, convirtió un gol y sufrió una salida inesperada cuando el milagro era una misión imposible. Thiago Almada, entre tantas piernas, hizo lo que pudo. Cometió el penal sobre Casemiro, parte del derrumbe galo. Los campeones del mundo fueron protagonistas de esta enciclopedia. También, a su manera.

Alejandro Garnacho, una asistencia y poco más

Después del electrizante 2-2 de una semana atrás, el United parecía decidir la serie al adelantarse 2-0, pero el Lyon reaccionó durante la segunda mitad y equilibró 2-2. Ugarte y Dalot, primero. Tolisso y Tagliafico, después.

La roja a Corentin Tolisso a los 89 minutos dejó al Lyon mermado numéricamente para la prórroga, pero los franceses llegaron a distanciarse ¡4 a 2! en el alargue más maravilloso de la última década, con cinco tantos (según los especialistas, nunca hubo tantos goles en una competencia de este tipo), cuando faltaban apenas diez minutos para el final, lo que parecía historia terminada. Cherki y Lacazette, de penal, los héroes olvidados.

Tagliafico la pasó mal con Bruno Fernandes, un fuera de clase

Ahí llegó la resurrección de los Red Devils, con Sir Alex Ferguson en el palco, lágrimas y abrazos como hacía tanto no ocurría. Bruno Fernandes (a los 114, de penal), Kobbie Mainoo (120) y Harry Maguire, símbolo sin tiempo, suerte de 9 engañoso en los últimos suspiros (120+1) consiguieron remontar, evitar los penales y citarse con el Athletic de Bilbao. “El United es un equipo digno de Champions, aunque en su liga no esté bien. Tendremos que hacer dos partidos fuertes”, advirtió Ernesto Valverde, el entrenador del Athletic.

Los entrenadores de la batalla de Old Trafford son portugueses. Paulo Fonseca, el DT de Lyon, todavía no podía creer lo que había ocurrido. “Pensé que lo teníamos controlado. El único punto negativo que voy a mencionar es que celebramos demasiado cuando entró nuestro cuarto gol. Realmente no deberíamos celebrar hasta el final del partido”, sostuvo.

Ruben Amorim, el conductor del United, tantas veces castigado, sintió un alivio mayúsculo. “Estaba viendo de nuevo el documental del 99 buscando inspiración para estos momentos. Fue una gran noche. Ahora tenemos que arriesgarnos con los chicos en la Premier League, porque debemos centrarnos en la Europa League”, advirtió, un poco conmovido.

El joven entrenador, de 40 años, se refería a la gesta de la Champions de mayo de 1999, cuando el United perdía 1-0 con Bayern Munich casi desde el inicio y se consagró con dos gritos furiosos en tiempo de descuento. Uno detrás de otro, como esta noche.

La Europa League es la gran esperanza de Manchester United para hechizar su temporada, ya que en la Premier League navega por la mitad baja de la clasificación (14º), ya sin grandes alicientes hasta el final de curso.

Conquistar la segunda competición europea de clubes, que alzó en 2017, le permitirá no solo festejar un título (a la sombra de Liverpool -cerca de conquistar la Premier League-, en los últimos años), sino también obtener un boleto para la próxima edición de la Champions League.

Es un cuento. Una serie de enredos y situaciones inesperadas, que acaba con un final de fiesta, a toda orquesta. Y, la verdad, no lo esperaba nadie. Ocurrió una noche estelar, copera por excelencia, en el Teatro de los Sueños, convertidos en los Milagros. Una noche de primavera en Old Trafford.

El 5-4 es un marcador histórico en el fútbol. Entre tantos, la chilena de Enzo Francescoli en aquel River-Polonia, un River-Argentinos de antología, un Independiente-Boca para toda la vida, hasta un entrometido Benfica-Barcelona, reciente, en la Champions League. Pero este 5-4 que acaba de rubricar Manchester United sobre Lyon, para alcanzar las semifinales de la Europa League, esto que pasó este jueves, ya está en el prólogo de esas historias. Magia en estado puro. Habrá que rendirse: solo el fútbol permite este tipo de cuentos.

Manchester United se quedó con una victoria agónica frente a Lyon y es semifinalista

La serie tuvo 13 goles. Del 2-2 en Francia, a este 5-4 del United, que estuvo al borde del precipicio (y con un jugador más), 2-4 y en el alargue. Hizo tres goles, los dos últimos en el descuento. Y había empezado como un unipersonal, con la conducción de Bruno Fernandes, larga vida al último romántico. No hay uno igual en toda Europa.

Alejandro Garnacho, pichón de crack de selección, fue decisivo con una asistencia; después se fue marchitando y debió salir. Lisandro Martínez, lesionado, también lo celebra desde afuera. Del otro lado, Nicolás Tagliafico, con serios problemas en la marca, convirtió un gol y sufrió una salida inesperada cuando el milagro era una misión imposible. Thiago Almada, entre tantas piernas, hizo lo que pudo. Cometió el penal sobre Casemiro, parte del derrumbe galo. Los campeones del mundo fueron protagonistas de esta enciclopedia. También, a su manera.

Alejandro Garnacho, una asistencia y poco más

Después del electrizante 2-2 de una semana atrás, el United parecía decidir la serie al adelantarse 2-0, pero el Lyon reaccionó durante la segunda mitad y equilibró 2-2. Ugarte y Dalot, primero. Tolisso y Tagliafico, después.

La roja a Corentin Tolisso a los 89 minutos dejó al Lyon mermado numéricamente para la prórroga, pero los franceses llegaron a distanciarse ¡4 a 2! en el alargue más maravilloso de la última década, con cinco tantos (según los especialistas, nunca hubo tantos goles en una competencia de este tipo), cuando faltaban apenas diez minutos para el final, lo que parecía historia terminada. Cherki y Lacazette, de penal, los héroes olvidados.

Tagliafico la pasó mal con Bruno Fernandes, un fuera de clase

Ahí llegó la resurrección de los Red Devils, con Sir Alex Ferguson en el palco, lágrimas y abrazos como hacía tanto no ocurría. Bruno Fernandes (a los 114, de penal), Kobbie Mainoo (120) y Harry Maguire, símbolo sin tiempo, suerte de 9 engañoso en los últimos suspiros (120+1) consiguieron remontar, evitar los penales y citarse con el Athletic de Bilbao. “El United es un equipo digno de Champions, aunque en su liga no esté bien. Tendremos que hacer dos partidos fuertes”, advirtió Ernesto Valverde, el entrenador del Athletic.

Los entrenadores de la batalla de Old Trafford son portugueses. Paulo Fonseca, el DT de Lyon, todavía no podía creer lo que había ocurrido. “Pensé que lo teníamos controlado. El único punto negativo que voy a mencionar es que celebramos demasiado cuando entró nuestro cuarto gol. Realmente no deberíamos celebrar hasta el final del partido”, sostuvo.

Ruben Amorim, el conductor del United, tantas veces castigado, sintió un alivio mayúsculo. “Estaba viendo de nuevo el documental del 99 buscando inspiración para estos momentos. Fue una gran noche. Ahora tenemos que arriesgarnos con los chicos en la Premier League, porque debemos centrarnos en la Europa League”, advirtió, un poco conmovido.

El joven entrenador, de 40 años, se refería a la gesta de la Champions de mayo de 1999, cuando el United perdía 1-0 con Bayern Munich casi desde el inicio y se consagró con dos gritos furiosos en tiempo de descuento. Uno detrás de otro, como esta noche.

La Europa League es la gran esperanza de Manchester United para hechizar su temporada, ya que en la Premier League navega por la mitad baja de la clasificación (14º), ya sin grandes alicientes hasta el final de curso.

Conquistar la segunda competición europea de clubes, que alzó en 2017, le permitirá no solo festejar un título (a la sombra de Liverpool -cerca de conquistar la Premier League-, en los últimos años), sino también obtener un boleto para la próxima edición de la Champions League.

 El gigante perdía 4-2 y reaccionó con grandeza: tres goles en el alargue y pase a las semifinales  LA NACION

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