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Las palabras clave que hay que saber para seguir la elección del nuevo papa

CIUDAD DEL VATICANO.- Un cambio de papa, ya sea por muerte o renuncia, es un proceso complicado, con rituales centenarios que implican la transición en el liderazgo tanto del jefe espiritual de la Iglesia católica global como del jefe de Estado del Vaticano.

Estos son los términos a conocer -algunos de ellos en latín- para entender el proceso de sucesión:

El camarlengo

Este es el “camarero” -el cardenal encargado de verificar formalmente la muerte del Papa– y luego sellar su habitación y estudio. Entre ese momento y la elección del nuevo papa, el camarlengo administra los “bienes y derechos temporales” de la Santa Sede.

El actual es el cardenal estadounidense de origen irlandés Kevin Farrell y es quien anunció al mundo en un video difundido por Vatican News, la muerte del pontífice.

En este momento se encuentra la “sede vacante”. La expresión alude al periodo entre la muerte o renuncia del papa y la elección de uno nuevo.

El Colegio de Cardenales y el decano

Hay 252 cardenales en todo el mundo que, como cuerpo colegiado, se encargan de los asuntos de la Santa Sede durante el período entre pontificados, aunque con atribuciones limitadas. De ellos, 135 son “cardenales electores”, es decir, tienen derecho a participar en el cónclave para elegir al nuevo papa. Desde hace siglos, la tradición es que el elegido provenga de entre sus propios miembros. La gran mayoría de los actuales electores —108— fueron nombrados por el papa Francisco, según estadísticas del Vaticano.

El actual decano es el cardenal italiano Giovanni Battista Re. Es el jefe del Colegio de Cardenales que informa al resto de los cardenales y a los embajadores ante la Santa Sede de la muerte del papa una vez que lo sabe por el camarlengo.

El cardenal Giovanni Battista Re preside la Vigilia Pascual como parte de las celebraciones de Semana Santa, en la basílica de San Pedro en el Vaticano el 19 de abril de 2025

El decano preside las Congregaciones Generales, la reunión de todos los miembros del Colegio de Cardenales después de la muerte del papa y antes del inicio del cónclave para discutir los principales asuntos de la Iglesia. Todos los cardenales que no están enfermos participan en esta reunión en el Palacio Apostólico del Vaticano. También discuten las preparaciones para el cónclave, bajo juramento y en secreto.

Finalmente, el decano convoca el cónclave y preside mientras los electores prestan sus juramentos. Una vez elegido un nuevo papa, le pregunta si acepta y qué nombre quiere adoptar.

El cónclave

Esta es la reunión a puerta cerrada de los cardenales electores para elegir al nuevo Papa en la Capilla Sixtina. Su nombre, literalmente “con llave”, se utilizó en el siglo XIII para describir el proceso de encerrar a los cardenales hasta que se complete la elección. Debe comenzar no más de 20 días después de la muerte o renuncia de un papa. Los electores están aislados de todos los forasteros durante el proceso.

Allí, utilizan la frase en latín extra omnes que significa “todos fuera”. Es pronunciada por el maestro de las celebraciones litúrgicas papales, actualmente el arzobispo italiano Diego Ravelli, para pedir a todos los presentes, excepto a los cardenales electores, que abandonen la Capilla Sixtina para comenzar el proceso de votación.

Mesas y sillas dispuestas en la Capilla Sixtina del Vaticano en preparación para el cónclave, el 16 de abril de 2005.

En el caso de que algún elector esté enfermo durante el cónclave, existen los infirmarii que son tres cardenales encargados de recolectar las papeletas de votación de aquellos que no puedan asistir personalmente.

Los escrutadores son los tres cardenales, elegidos por sorteo entre los electores, que se encargan de revisar cada papeleta y anunciarla al cónclave reunido después de cada ronda de votación. Luego cuentan los votos –para ganar la elección, se necesitan dos tercios de los votos– y también queman las papeletas.

En los últimos tres procesos de elección del papa, los cónclaves fueron cortos y eligieron a los papas en pocos días.

Fumata negra o blanca

Después de cada ronda de votación en la Capilla Sixtina, las papeletas se queman en un horno especial para indicar el resultado al mundo exterior.

Si no se elige un papa, las papeletas se mezclan con cartuchos que contienen perclorato de potasio, antraceno (un componente del alquitrán de hulla) y azufre para producir humo negro, conocido como fumata negra.

Pero si hay un ganador, las papeletas quemadas se mezclan con clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo para producir el humo blanco, o fumata blanca. También se tocan las campanas para recalcar que hay un nuevo papa.

Qué significa la

Habemus papam

Cuando se da por finalizado el cónclave, se pronuncia la frase habemus papam. Esta frase en latín se traduce como “Tenemos un papa”. Estas son las palabras utilizadas por el protodiácono del Colegio de Cardenales para anunciar desde la logia de la basílica de San Pedro que se ha elegido un nuevo papa. Luego dice el nombre de nacimiento del nuevo papa y el nombre que ha elegido usar como papa, también en latín.

El actual protodiácono es el cardenal francés Dominique Mamberti.

La Domus Santa Marta

Esta casa de huéspedes del Vaticano, construida en 1996, aloja específicamente a los cardenales durante el cónclave y se utiliza en otros momentos como hotel para sacerdotes visitantes y funcionarios del Vaticano.

También fue el hogar del papa Francisco durante los 12 años de su papado ya que nunca se mudó después de ser elegido papa, eligiendo vivir en la suite 201, en lugar de los apartamentos papales en el Palacio Apostólico.

La Casa Santa Marta está ubicada sobre el límite del Vaticano, a pasos de la Basílica de San Pedro

El anillo del pescador

Cada papa recibe este anillo en la misa que marca el inicio de su pontificado. Lleva este nombre porque Jesús le dijo a san Pedro, el primer papa, que sería “pescador de hombres”.

Hasta la década de 1990, se destruía tras la muerte de un papa. Ahora, se “anula”, o se marca de tal manera que no puede usarse como sello.

El anillo de pescador, símbolo del sello pontifical

El lema elegido por Francisco

Miserando atque eligendo significa “habiendo tenido misericordia y eligiéndolo” en latín y fue la frase que Francisco eligió como su lema cuando fue elevado a obispo y mantuvo como su sello papal. Fue extraída de las homilías de san Beda el Venerable, un monje del siglo VIII. Proviene de la narrativa del Evangelio de san Mateo, un recaudador de impuestos a quien Jesús llamó a seguirlo.

El rogito

Este es el documento, o “escritura”, que enumera los detalles clave de la vida y el papado del papa que se coloca en su ataúd. Está escrito en latín por el maestro de las celebraciones litúrgicas papales. Se guarda una copia en los archivos del Vaticano.

Santa María la Mayor

Esta es la basílica en Roma donde el papa Francisco dijo que quiere ser enterrado. Francisco está rompiendo con la tradición de sus predecesores que están enterrados dentro del Vaticano, y dijo que quería estar cerca de su imagen favorita de la Virgen María, Nuestra Señora de las Nieves, una pintura de estilo bizantino que muestra a la Madonna vestida con un manto azul y con el niño Jesús en brazos, que a su vez sostiene un libro dorado con joyas.

La imagen se encuentra en la iglesia construida por primera vez en el siglo V y dedicada a la Virgen María. En su testamento, Francisco dijo que quería una tumba subterránea sencilla con solo Franciscus escrito en ella.

La Basílica de Santa María la Mayor es la basílica papal principal en Roma, Italia

Universi Dominici Gregis

Esta frase en latín significa “todo el rebaño del Señor”. Es la constitución del Vaticano que regula los procesos desde la muerte de un papa hasta que se elige uno nuevo.

San Juan Pablo II promulgó la norma en 1996 durante su pontificado, y el papa Benedicto XVI la modificó en dos ocasiones. La enmienda más significativa fue la eliminación de la disposición de Juan Pablo II que permitía, tras unos 12 días de votaciones sin resultados, elegir un nuevo papa por mayoría simple en lugar de la mayoría de dos tercios tradicional.

Según la normativa vigente, si el cónclave se prolonga sin alcanzar un consenso, los dos candidatos con mayor número de votos pasan a una segunda vuelta. En esta ronda final, se mantiene el requisito de una mayoría de dos tercios para ser elegido, y ninguno de los dos candidatos puede votar.

El papa Juan Pablo II (1920-2005)

Agencia AP

CIUDAD DEL VATICANO.- Un cambio de papa, ya sea por muerte o renuncia, es un proceso complicado, con rituales centenarios que implican la transición en el liderazgo tanto del jefe espiritual de la Iglesia católica global como del jefe de Estado del Vaticano.

Estos son los términos a conocer -algunos de ellos en latín- para entender el proceso de sucesión:

El camarlengo

Este es el “camarero” -el cardenal encargado de verificar formalmente la muerte del Papa– y luego sellar su habitación y estudio. Entre ese momento y la elección del nuevo papa, el camarlengo administra los “bienes y derechos temporales” de la Santa Sede.

El actual es el cardenal estadounidense de origen irlandés Kevin Farrell y es quien anunció al mundo en un video difundido por Vatican News, la muerte del pontífice.

En este momento se encuentra la “sede vacante”. La expresión alude al periodo entre la muerte o renuncia del papa y la elección de uno nuevo.

El Colegio de Cardenales y el decano

Hay 252 cardenales en todo el mundo que, como cuerpo colegiado, se encargan de los asuntos de la Santa Sede durante el período entre pontificados, aunque con atribuciones limitadas. De ellos, 135 son “cardenales electores”, es decir, tienen derecho a participar en el cónclave para elegir al nuevo papa. Desde hace siglos, la tradición es que el elegido provenga de entre sus propios miembros. La gran mayoría de los actuales electores —108— fueron nombrados por el papa Francisco, según estadísticas del Vaticano.

El actual decano es el cardenal italiano Giovanni Battista Re. Es el jefe del Colegio de Cardenales que informa al resto de los cardenales y a los embajadores ante la Santa Sede de la muerte del papa una vez que lo sabe por el camarlengo.

El cardenal Giovanni Battista Re preside la Vigilia Pascual como parte de las celebraciones de Semana Santa, en la basílica de San Pedro en el Vaticano el 19 de abril de 2025

El decano preside las Congregaciones Generales, la reunión de todos los miembros del Colegio de Cardenales después de la muerte del papa y antes del inicio del cónclave para discutir los principales asuntos de la Iglesia. Todos los cardenales que no están enfermos participan en esta reunión en el Palacio Apostólico del Vaticano. También discuten las preparaciones para el cónclave, bajo juramento y en secreto.

Finalmente, el decano convoca el cónclave y preside mientras los electores prestan sus juramentos. Una vez elegido un nuevo papa, le pregunta si acepta y qué nombre quiere adoptar.

El cónclave

Esta es la reunión a puerta cerrada de los cardenales electores para elegir al nuevo Papa en la Capilla Sixtina. Su nombre, literalmente “con llave”, se utilizó en el siglo XIII para describir el proceso de encerrar a los cardenales hasta que se complete la elección. Debe comenzar no más de 20 días después de la muerte o renuncia de un papa. Los electores están aislados de todos los forasteros durante el proceso.

Allí, utilizan la frase en latín extra omnes que significa “todos fuera”. Es pronunciada por el maestro de las celebraciones litúrgicas papales, actualmente el arzobispo italiano Diego Ravelli, para pedir a todos los presentes, excepto a los cardenales electores, que abandonen la Capilla Sixtina para comenzar el proceso de votación.

Mesas y sillas dispuestas en la Capilla Sixtina del Vaticano en preparación para el cónclave, el 16 de abril de 2005.

En el caso de que algún elector esté enfermo durante el cónclave, existen los infirmarii que son tres cardenales encargados de recolectar las papeletas de votación de aquellos que no puedan asistir personalmente.

Los escrutadores son los tres cardenales, elegidos por sorteo entre los electores, que se encargan de revisar cada papeleta y anunciarla al cónclave reunido después de cada ronda de votación. Luego cuentan los votos –para ganar la elección, se necesitan dos tercios de los votos– y también queman las papeletas.

En los últimos tres procesos de elección del papa, los cónclaves fueron cortos y eligieron a los papas en pocos días.

Fumata negra o blanca

Después de cada ronda de votación en la Capilla Sixtina, las papeletas se queman en un horno especial para indicar el resultado al mundo exterior.

Si no se elige un papa, las papeletas se mezclan con cartuchos que contienen perclorato de potasio, antraceno (un componente del alquitrán de hulla) y azufre para producir humo negro, conocido como fumata negra.

Pero si hay un ganador, las papeletas quemadas se mezclan con clorato de potasio, lactosa y resina de cloroformo para producir el humo blanco, o fumata blanca. También se tocan las campanas para recalcar que hay un nuevo papa.

Qué significa la

Habemus papam

Cuando se da por finalizado el cónclave, se pronuncia la frase habemus papam. Esta frase en latín se traduce como “Tenemos un papa”. Estas son las palabras utilizadas por el protodiácono del Colegio de Cardenales para anunciar desde la logia de la basílica de San Pedro que se ha elegido un nuevo papa. Luego dice el nombre de nacimiento del nuevo papa y el nombre que ha elegido usar como papa, también en latín.

El actual protodiácono es el cardenal francés Dominique Mamberti.

La Domus Santa Marta

Esta casa de huéspedes del Vaticano, construida en 1996, aloja específicamente a los cardenales durante el cónclave y se utiliza en otros momentos como hotel para sacerdotes visitantes y funcionarios del Vaticano.

También fue el hogar del papa Francisco durante los 12 años de su papado ya que nunca se mudó después de ser elegido papa, eligiendo vivir en la suite 201, en lugar de los apartamentos papales en el Palacio Apostólico.

La Casa Santa Marta está ubicada sobre el límite del Vaticano, a pasos de la Basílica de San Pedro

El anillo del pescador

Cada papa recibe este anillo en la misa que marca el inicio de su pontificado. Lleva este nombre porque Jesús le dijo a san Pedro, el primer papa, que sería “pescador de hombres”.

Hasta la década de 1990, se destruía tras la muerte de un papa. Ahora, se “anula”, o se marca de tal manera que no puede usarse como sello.

El anillo de pescador, símbolo del sello pontifical

El lema elegido por Francisco

Miserando atque eligendo significa “habiendo tenido misericordia y eligiéndolo” en latín y fue la frase que Francisco eligió como su lema cuando fue elevado a obispo y mantuvo como su sello papal. Fue extraída de las homilías de san Beda el Venerable, un monje del siglo VIII. Proviene de la narrativa del Evangelio de san Mateo, un recaudador de impuestos a quien Jesús llamó a seguirlo.

El rogito

Este es el documento, o “escritura”, que enumera los detalles clave de la vida y el papado del papa que se coloca en su ataúd. Está escrito en latín por el maestro de las celebraciones litúrgicas papales. Se guarda una copia en los archivos del Vaticano.

Santa María la Mayor

Esta es la basílica en Roma donde el papa Francisco dijo que quiere ser enterrado. Francisco está rompiendo con la tradición de sus predecesores que están enterrados dentro del Vaticano, y dijo que quería estar cerca de su imagen favorita de la Virgen María, Nuestra Señora de las Nieves, una pintura de estilo bizantino que muestra a la Madonna vestida con un manto azul y con el niño Jesús en brazos, que a su vez sostiene un libro dorado con joyas.

La imagen se encuentra en la iglesia construida por primera vez en el siglo V y dedicada a la Virgen María. En su testamento, Francisco dijo que quería una tumba subterránea sencilla con solo Franciscus escrito en ella.

La Basílica de Santa María la Mayor es la basílica papal principal en Roma, Italia

Universi Dominici Gregis

Esta frase en latín significa “todo el rebaño del Señor”. Es la constitución del Vaticano que regula los procesos desde la muerte de un papa hasta que se elige uno nuevo.

San Juan Pablo II promulgó la norma en 1996 durante su pontificado, y el papa Benedicto XVI la modificó en dos ocasiones. La enmienda más significativa fue la eliminación de la disposición de Juan Pablo II que permitía, tras unos 12 días de votaciones sin resultados, elegir un nuevo papa por mayoría simple en lugar de la mayoría de dos tercios tradicional.

Según la normativa vigente, si el cónclave se prolonga sin alcanzar un consenso, los dos candidatos con mayor número de votos pasan a una segunda vuelta. En esta ronda final, se mantiene el requisito de una mayoría de dos tercios para ser elegido, y ninguno de los dos candidatos puede votar.

El papa Juan Pablo II (1920-2005)

Agencia AP

 Quiénes toman el control, cómo se elige al nuevo pontífice y qué simboliza cada gesto en uno de los procesos más enigmáticos de la Iglesia católica  LA NACION

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