Cerro Largo, el equipo de “los cuatro gatos locos” y del padrino del Maracanazo que dejó su huella en el fútbol internacional

Se podría tratar de un cuento de Osvaldo Soriano o de alguna historia de Roberto Fontanarrosa. Imaginar a cuatro locos hinchas saltando de alegría, haciendo flamear una banderita de un equipo ignoto en medio de una tribuna con capacidad para más de 5 mil personas, en un escenario completamente adverso, sólo podría caber en las cabezas de aquellos genios. Y pensar que esos hinchas están alentando a una institución que tiene apenas 23 años de vida y que su padrino es el legendario Alcides Ghiggia, el nombre del Maracanazo uruguayo, sería materia para ser plasmada en una obra de aquellas brillantes plumas. El relato sería definitivamente atrapante con la concreción de la primera victoria internacional, en una Copa Sudamericana, en Brasil.
Pero nada es ficción o fantasía: Cerro Largo, de Uruguay, se robó todas las miradas con su triunfo del miércoles por 1 a 0 ante Vitoria (gol del uruguayo Facundo Peraza) y con sus cuatro hinchas celebrando, emocionados y completamente descontrolados. Sí, todo fue real, todo fue verdad.
Cerro Largo le ganó a Vitória en Brasil y los jugadores festejaron el gol con los únicos CUATRO HINCHAS que viajaron.
El verdadero amor por los colores. 💙🇺🇾 pic.twitter.com/RQntuygPgB
— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) April 24, 2025
Todo es tan particular en la vida de este club, que nació el 19 de noviembre de 2002. Cerro Largo se fundó en Melo, la ciudad capital de ese departamento, y no sólo dejó una huella profunda en esta Sudamericana por tratarse de su primer éxito en un torneo organizado por Conmebol, sino porque Melo fue visitado por el papa Juan Pablo II hace 37 años, un 8 de mayo de 1988. El sumo pontífice polaco conoció entonces ese sitio a 400 kilómetros de Montevideo y de algo más de 50.000 habitantes. Seguramente, la gran mayoría de ellos estuvo prendido a la TV, viendo cómo su equipo sacudía la lógica en la tierra de los pentacampeones del mundo con un gol que quedará grabado a fuego en sus retinas.
En el Estadio Manoel Barradas de Salvador de Bahía, la imagen de Paolo Tort, un vendedor ambulante en el Chuy, con su primo Ricardo y dos personas que formaban parte la agencia de viajes que viajó con la delegación de Cerro Largo, se eternizará. “Hacer el gol y sentir esa alegría con mi primo fue único. Corríamos para todos lados, nos abrazábamos con los gurises uruguayos de la agencia y no podíamos creer lo que estábamos viviendo. Todo el mundo nos ha felicitado: los amigos, los vecinos, los demás hinchas de Cerro Largo…. nosotros éramos la representación de la hinchada ‘La 22′”, contó Tort en el medio uruguayo El País.
📸😁 La foto con el 𝗴𝗼𝗹𝗲𝗮𝗱𝗼𝗿#CerroLargoDeAmérica🌎 pic.twitter.com/CQVpPdkfD2
— Cerro Largo Fútbol Club (@CerroLargoFc) April 24, 2025
Nada es convencional para Cerro Largo: la victoria en Brasil fue muy significativa porque fue la primera en torneos de la Conmebol, un ámbito en donde el conjunto charrúa acumulaba seis derrotas y tres empates. Si se retrocede en el tiempo, este equipo tuvo su primera experiencia en el profesionalismo en 2003, en un partido frente a El Tanque Sisley, con el puntapié inicial de Ghiggia. Un registro que puso en el mapa uruguayo al Cerro Largo, así como cuando Melo, que goza de un clima subtropical, quedó en primera plana porque en 1967 tuvo una temperatura de 11 grados bajo cero, un récord en el país uruguayo.
Todo fue a pulmón para Cerro Largo, porque apenas era una idea conformar un club que representara a la región. Y algunos golpes de efecto del equipo de Uruguay animaron a la reunión de 2002 que impulsó la fundación. Había buenos antecedentes: en 1996, Porongos de Trinidad consiguió jugar la vieja Copa Conmebol y se convertía en el primer equipo de las afueras de Montevideo en disputar una competencia internacional. También animó el sueño las 13 temporadas consecutivas de Tacuarembó en Primera. O la conquista de Rocha (que tenía a una vaca de mascota), del Apertura 2005, más la clasificación a la Libertadores. Todos estímulos que hicieron que comenzara a germinar el deseo de fundar y darle vida a Cerro Largo.
Los Arachanes, como se los conoce en el mundo del fútbol charrúa, por las condiciones geográficas de la zona y que proviene del lenguaje nativo de los pueblos originarios de la región, se dieron el gusto: lograron participar una vez de la etapa previa de la Copa Libertadores, en 2019, cuando igualaron 1-1 ante Palestino como locales, en su estadio Arquitecto Antonio Eleuterio Ubilla, y perdieron 5-1 como visitantes, sin poder avanzar en el certamen continental.
Incluso, en la Sudamericana, Cerro Largo jugó en 2012 al enfrentarse a Aurora, con un empate y una caída. En 2022 se midió ante Peñarol, en 2023 frente a Wanderers y en 2024 contra Racing de Montevideo. En esos encuentros tampoco había logrado ganar, pese a que eran duelos contra clubes de su mismo país.
🤗🇺🇾 ¡Un abrazo eterno! Así se festeja la primera vicroria en torneos CONMEBOL.
🏆🤩 CONMEBOL #Sudamericana | @CerroLargoFc | #LaGranConquista pic.twitter.com/BxiGzY5egO
— CONMEBOL Sudamericana (@Sudamericana) April 24, 2025
Pero el batacazo en 2025 alcanzó otra dimensión, ya que Cerro Largo quebró la racha y, tras un empate y una derrota en las dos primeras fechas del Grupo B, hizo historia y ganó su primer partido internacional a nivel oficial. “Es una hazaña como el Maracaná. La gente y la prensa brasileña lo llamó ‘barradazo’. Ya cuando volvíamos del partido en el Uber, el chofer nos dijo lo mismo: que fue una hazaña como el Maracanazo, y que sólo dos personas hicimos callar al estadio ayer“, contó Tort, el hombre de la banderita, que además dijo que Nicolás Bertocchi y Gino Santilli, les regalaron sus camisetas a él y su primo.
De la mano del Gallardo uruguayo
En 2003, meses después de su fundación, Cerro Largo ya era parte del fútbol de la segunda división uruguaya de fútbol. En 2008 ascendió a la máxima categoría. Y en 2019 dio un paso grande porque terminó tercero en la tabla anual, sólo por debajo de Nacional y Peñarol: ganó 21 partidos y se clasificó a la Libertadores y adquirió un estatus que nadie imaginaba.
Desde su fundación, la Intendencia de Melo afronta los gastos de los planteles juveniles, y eximió a la institución de los pagos de la luz y el agua. Y de la mano del trabajo que hace el DT Danielo Núñez, todo resultó soñado y la evolución fue permanente. Incluso, algunos medios charrúas lo bautizaron como “el Gallardo de Cerro Largo”. Sucede que esta identificado con el fútbol de la región porque Núñez, con 17 años, hizo su primera experiencia en la Quinta División de Melo Wanderers, mientras jugaba en la categoría posterior. En 2007, tomó el control de Cerro Largo mientras trabajaba de lunes a viernes como gestor administrativo del Centro de Atención a la Primera Infancia, que se dedica a cuidar a niños de bajos recursos en edad de preescolar. Logró dos ascensos y colocar al club en el plano internacional, por eso el presidente del club, Ernesto Dehl, entienden que las llaves deportivas del club son de Núñez.
El Sr. Danielo Núñez lo hizo de nuevo. @CerroLargoFc marcó victoria histórica en Brasil ante Vitoria 1 a 0 con gol de Facundo Peraza en el 75′. Planteo de copa, jugando, metiende y defendiendo a la uruguaya para sacar la victoria más importante en la vida del club. Salud! pic.twitter.com/wwEKKCpi5s
— Sebas Giovanelli (@SebasGiovanelli) April 24, 2025
Apenas 3000 socios y con una economía apoyada en los derechos de TV y la venta de entradas, Cerro Largo tiene una infinidad de perlas que asombra, como el acuerdo de reciprocidad con Boca Juniors, de Argentina, de palabra. A partir de ese convenio, el club uruguayo recibió desde dispositivos de GPS para la mejora física del plantel hasta varios futbolistas juveniles para solidificar su formación deportiva: Mauro Luna Diale, Lucas Arzamendia, Alexis Messidoro, Agustín Heredia y Tomás Fernández.
Siempre parece haber espacio para más. No sabe de imposibles este club, que resultó de un proyecto que unificó a 18 equipos de Melo y dos de la Liga Regional de Río Branco, con la meta de representar al departamento en la AUF. Que tiene su camiseta a bastones azules y blancos y está inspirada en la selección departamental. Que puso bajo a los flashes a un vendedor ambulante… “Fue algo único y sentí una alegría inmensa que solo se tiene con la selección de Uruguay o con el cuadro del que uno es hincha de corazón. Disfrutar de ese momento representando a todos y flameando la bandera fue algo único, aparte afuera del país…”, contó Tort.
En definitiva, fue la noche del equipo de los “cuatro gatos locos” que escribió su nombre en el fútbol continental en letras de molde.
Se podría tratar de un cuento de Osvaldo Soriano o de alguna historia de Roberto Fontanarrosa. Imaginar a cuatro locos hinchas saltando de alegría, haciendo flamear una banderita de un equipo ignoto en medio de una tribuna con capacidad para más de 5 mil personas, en un escenario completamente adverso, sólo podría caber en las cabezas de aquellos genios. Y pensar que esos hinchas están alentando a una institución que tiene apenas 23 años de vida y que su padrino es el legendario Alcides Ghiggia, el nombre del Maracanazo uruguayo, sería materia para ser plasmada en una obra de aquellas brillantes plumas. El relato sería definitivamente atrapante con la concreción de la primera victoria internacional, en una Copa Sudamericana, en Brasil.
Pero nada es ficción o fantasía: Cerro Largo, de Uruguay, se robó todas las miradas con su triunfo del miércoles por 1 a 0 ante Vitoria (gol del uruguayo Facundo Peraza) y con sus cuatro hinchas celebrando, emocionados y completamente descontrolados. Sí, todo fue real, todo fue verdad.
Cerro Largo le ganó a Vitória en Brasil y los jugadores festejaron el gol con los únicos CUATRO HINCHAS que viajaron.
El verdadero amor por los colores. 💙🇺🇾 pic.twitter.com/RQntuygPgB
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Todo es tan particular en la vida de este club, que nació el 19 de noviembre de 2002. Cerro Largo se fundó en Melo, la ciudad capital de ese departamento, y no sólo dejó una huella profunda en esta Sudamericana por tratarse de su primer éxito en un torneo organizado por Conmebol, sino porque Melo fue visitado por el papa Juan Pablo II hace 37 años, un 8 de mayo de 1988. El sumo pontífice polaco conoció entonces ese sitio a 400 kilómetros de Montevideo y de algo más de 50.000 habitantes. Seguramente, la gran mayoría de ellos estuvo prendido a la TV, viendo cómo su equipo sacudía la lógica en la tierra de los pentacampeones del mundo con un gol que quedará grabado a fuego en sus retinas.
En el Estadio Manoel Barradas de Salvador de Bahía, la imagen de Paolo Tort, un vendedor ambulante en el Chuy, con su primo Ricardo y dos personas que formaban parte la agencia de viajes que viajó con la delegación de Cerro Largo, se eternizará. “Hacer el gol y sentir esa alegría con mi primo fue único. Corríamos para todos lados, nos abrazábamos con los gurises uruguayos de la agencia y no podíamos creer lo que estábamos viviendo. Todo el mundo nos ha felicitado: los amigos, los vecinos, los demás hinchas de Cerro Largo…. nosotros éramos la representación de la hinchada ‘La 22′”, contó Tort en el medio uruguayo El País.
📸😁 La foto con el 𝗴𝗼𝗹𝗲𝗮𝗱𝗼𝗿#CerroLargoDeAmérica🌎 pic.twitter.com/CQVpPdkfD2
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Nada es convencional para Cerro Largo: la victoria en Brasil fue muy significativa porque fue la primera en torneos de la Conmebol, un ámbito en donde el conjunto charrúa acumulaba seis derrotas y tres empates. Si se retrocede en el tiempo, este equipo tuvo su primera experiencia en el profesionalismo en 2003, en un partido frente a El Tanque Sisley, con el puntapié inicial de Ghiggia. Un registro que puso en el mapa uruguayo al Cerro Largo, así como cuando Melo, que goza de un clima subtropical, quedó en primera plana porque en 1967 tuvo una temperatura de 11 grados bajo cero, un récord en el país uruguayo.
Todo fue a pulmón para Cerro Largo, porque apenas era una idea conformar un club que representara a la región. Y algunos golpes de efecto del equipo de Uruguay animaron a la reunión de 2002 que impulsó la fundación. Había buenos antecedentes: en 1996, Porongos de Trinidad consiguió jugar la vieja Copa Conmebol y se convertía en el primer equipo de las afueras de Montevideo en disputar una competencia internacional. También animó el sueño las 13 temporadas consecutivas de Tacuarembó en Primera. O la conquista de Rocha (que tenía a una vaca de mascota), del Apertura 2005, más la clasificación a la Libertadores. Todos estímulos que hicieron que comenzara a germinar el deseo de fundar y darle vida a Cerro Largo.
Los Arachanes, como se los conoce en el mundo del fútbol charrúa, por las condiciones geográficas de la zona y que proviene del lenguaje nativo de los pueblos originarios de la región, se dieron el gusto: lograron participar una vez de la etapa previa de la Copa Libertadores, en 2019, cuando igualaron 1-1 ante Palestino como locales, en su estadio Arquitecto Antonio Eleuterio Ubilla, y perdieron 5-1 como visitantes, sin poder avanzar en el certamen continental.
Incluso, en la Sudamericana, Cerro Largo jugó en 2012 al enfrentarse a Aurora, con un empate y una caída. En 2022 se midió ante Peñarol, en 2023 frente a Wanderers y en 2024 contra Racing de Montevideo. En esos encuentros tampoco había logrado ganar, pese a que eran duelos contra clubes de su mismo país.
🤗🇺🇾 ¡Un abrazo eterno! Así se festeja la primera vicroria en torneos CONMEBOL.
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Pero el batacazo en 2025 alcanzó otra dimensión, ya que Cerro Largo quebró la racha y, tras un empate y una derrota en las dos primeras fechas del Grupo B, hizo historia y ganó su primer partido internacional a nivel oficial. “Es una hazaña como el Maracaná. La gente y la prensa brasileña lo llamó ‘barradazo’. Ya cuando volvíamos del partido en el Uber, el chofer nos dijo lo mismo: que fue una hazaña como el Maracanazo, y que sólo dos personas hicimos callar al estadio ayer“, contó Tort, el hombre de la banderita, que además dijo que Nicolás Bertocchi y Gino Santilli, les regalaron sus camisetas a él y su primo.
De la mano del Gallardo uruguayo
En 2003, meses después de su fundación, Cerro Largo ya era parte del fútbol de la segunda división uruguaya de fútbol. En 2008 ascendió a la máxima categoría. Y en 2019 dio un paso grande porque terminó tercero en la tabla anual, sólo por debajo de Nacional y Peñarol: ganó 21 partidos y se clasificó a la Libertadores y adquirió un estatus que nadie imaginaba.
Desde su fundación, la Intendencia de Melo afronta los gastos de los planteles juveniles, y eximió a la institución de los pagos de la luz y el agua. Y de la mano del trabajo que hace el DT Danielo Núñez, todo resultó soñado y la evolución fue permanente. Incluso, algunos medios charrúas lo bautizaron como “el Gallardo de Cerro Largo”. Sucede que esta identificado con el fútbol de la región porque Núñez, con 17 años, hizo su primera experiencia en la Quinta División de Melo Wanderers, mientras jugaba en la categoría posterior. En 2007, tomó el control de Cerro Largo mientras trabajaba de lunes a viernes como gestor administrativo del Centro de Atención a la Primera Infancia, que se dedica a cuidar a niños de bajos recursos en edad de preescolar. Logró dos ascensos y colocar al club en el plano internacional, por eso el presidente del club, Ernesto Dehl, entienden que las llaves deportivas del club son de Núñez.
El Sr. Danielo Núñez lo hizo de nuevo. @CerroLargoFc marcó victoria histórica en Brasil ante Vitoria 1 a 0 con gol de Facundo Peraza en el 75′. Planteo de copa, jugando, metiende y defendiendo a la uruguaya para sacar la victoria más importante en la vida del club. Salud! pic.twitter.com/wwEKKCpi5s
— Sebas Giovanelli (@SebasGiovanelli) April 24, 2025
Apenas 3000 socios y con una economía apoyada en los derechos de TV y la venta de entradas, Cerro Largo tiene una infinidad de perlas que asombra, como el acuerdo de reciprocidad con Boca Juniors, de Argentina, de palabra. A partir de ese convenio, el club uruguayo recibió desde dispositivos de GPS para la mejora física del plantel hasta varios futbolistas juveniles para solidificar su formación deportiva: Mauro Luna Diale, Lucas Arzamendia, Alexis Messidoro, Agustín Heredia y Tomás Fernández.
Siempre parece haber espacio para más. No sabe de imposibles este club, que resultó de un proyecto que unificó a 18 equipos de Melo y dos de la Liga Regional de Río Branco, con la meta de representar al departamento en la AUF. Que tiene su camiseta a bastones azules y blancos y está inspirada en la selección departamental. Que puso bajo a los flashes a un vendedor ambulante… “Fue algo único y sentí una alegría inmensa que solo se tiene con la selección de Uruguay o con el cuadro del que uno es hincha de corazón. Disfrutar de ese momento representando a todos y flameando la bandera fue algo único, aparte afuera del país…”, contó Tort.
En definitiva, fue la noche del equipo de los “cuatro gatos locos” que escribió su nombre en el fútbol continental en letras de molde.
Con apenas 23 años de vida, los charrúas se adueñaron de la escena con un festejo particular en su primera victoria en el plano internacional LA NACION