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La drástica medida que tomó India contra Pakistán tras el ataque terrorista a un resort en el que murieron 26 turistas

La masacre de 26 turistas en la región de Jammu y Cachemira, en India, a manos de un grupo terrorista que opera en suelo pakistaní, derivó en que el gobierno indio tomara una serie de medidas con las que recrudeció un latente conflicto armado entre ambas naciones.

El martes, un grupo de terroristas pertenecientes a la llamada “Resistencia de Cachemira” abrieron fuego contra turistas en la localidad de Pahalgam, un destino popular de la pintoresca región montañosa, donde el turismo de masas, especialmente durante los meses de verano, resurgió a medida que la violencia de los militantes islamistas fue disminuyendo en los últimos años. 24 personas murieron en el lugar, mientras que otras dos fallecieron en el traslado hacia el hospital.

A través de redes sociales, la organización -declarada como terrorista por el estado indio en enero de 2023- se adjudicó los ataques y pronunció que los mismos se realizaron en repudio del asentamiento en la zona de miles de “forasteros”. Entre los atacantes, las autoridades indias consignaron que había ciudadanos de Pakistán, lo que llevó al gobierno a tomar severas decisiones contras el país limítrofe, después de años de una respetuosa relación.

La policía hace guardia mientras ambulancias trasladan los cuerpos de turistas en Srinagar, en la Cachemira controlada por India, el 23 de abril de 2025. (AP Foto/Mukhtar Khan)

Según informó el medio The Indian Express, India convocó al canciller paquistaní en el país, Saad Warraich, a quien se le comunicaron las disposiciones adoptadas por el Comité de Seguridad del Gabinete (CSS), presidido por el primer ministro Narendra Modi.

Como primera medida, India degradar las relaciones diplomáticas con Pakistán, expulsando del país tanto a los diplomáticos como al personal militar de la Alta Comisión de Pakistán en Delhi. Además, se cancelaron la totalidad de las visas otorgadas a ciudadanos pakistaníes, y se les exigió su salida del país en un plazo de no más de 48 horas.

Sin embargo, la medida que mayor impacto podría tener a largo plazo sobre Pakistán, fue la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo, un convenio internacional firmado en 1960 y que sobrevivió a diferentes conflictos entre los países, que tiene como objetivo dividir de manera equitativa el uso de los afluentes de agua que devienen de la cordillera del Karakórum y del sistema Indo (los rios Sutlej, Beas y Ravi para el uso sin restricciones de la India, mientras que Pakistán recibirá agua de los ríos occidentales Indo, Jhelum y Chenab).

Militares indios hacen controles de seguridad en la zona del atentado

Con la suspensión del tratado, India podría hacer uso de cualquiera de los afluentes de agua y evitar supervisiones de Pakistán sobre la construcción de represas que redirijan el agua hacia la India en detrimento de Pakistán. Por el momento, el gobierno pakistaní no realizó ninguna comunicación oficial al respecto pero movilizó a una agrupación militar a la frontera en Cachemira.

Asimismo, el primer ministro Modi convocó para la tarde de este jueves a los representantes de todos los partidos políticos al Parlamento con la intención de evaluar la necesidad de reforzar la zona con presencia militar. Se espera que el ministro de Defensa, Rajnath Singh, y el ministro del Interior, Amit Shah, participen del encuentro, que sería presidido por el propio Singh.

Por último, según informó también The Indian Express, se ordenó el cierre inmediato del paso fronterizo de Attari. Y se dispuso que aquellos que hayan ingresado a India con visas válidas podrán utilizar ese cruce para regresar hasta el 1 de mayo de 2025.

Repudio de Estados Unidos y visita del vicepresidente

El ataque coincidió con la visita a la India del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien lo calificó como un “devastador ataque terrorista” mientras se encontraba en el país para negociar la primera fase de un acuerdo comercial que permitiría a Nueva Delhi un alivio en los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump.

“En los últimos días, hemos quedado cautivados por la belleza de este país y su gente. Nuestros pensamientos y oraciones están con ellos mientras lamentan este horrible ataque”, expresó Vance en redes sociales.

El llanto de Sameer Guha, esposa de un turista indio que fue asesinado por hombres armados el día anterior en el sitio turístico de Pahalgam

Por su parte, Trump expresó su apoyo al primer ministro indio tras el ataque. “Noticias profundamente perturbadoras desde Cachemira. Estados Unidos se mantiene firme junto a la India contra el terrorismo. Oramos por las almas de los fallecidos y por la recuperación de los heridos. El primer ministro Modi y el increíble pueblo de India cuentan con nuestro total apoyo y más profundas condolencias. ¡Nuestros corazones están con todos ustedes!“, escribió en Truth Social.

De la misma forma que Estados Unidos, Canadá, Egipto, la Unión Europea, Reino Unido, entre otros países, se sumaron al repudio internacional al ataque terrorista que acabó con la vida de 26 personas.

Pahalgam es un popular destino turístico, rodeado de montañas cubiertas de nieve y salpicado de densos bosques de pinos. Cientos de turistas lo visitan cada día. Cachemira, conocida por sus ondulantes estribaciones del Himalaya y sus casas flotantes exquisitamente decoradas, se ha convertido en un importante destino turístico nacional. Atrae a millones de visitantes que disfrutan de una extraña paz mantenida por omnipresentes puntos de control de seguridad, vehículos blindados y el patrullaje de soldados.

Soldados indios regresan después de una operación de búsqueda alrededor de la pradera de Baisaran después del ataque en Pahalgam

India y Pakistán, países rivales con armas nucleares, administran cada uno una parte de Cachemira, pero ambos reclaman el territorio en su totalidad. En esa región se han producido una serie de asesinatos selectivos de hindúes, entre ellos, trabajadores inmigrantes de estados indios, después de que Nueva Delhi terminara con la semiautonomía de la región en 2019 y redujera drásticamente la disidencia, las libertades civiles y la libertad de prensa.

Las tensiones han estado en ebullición desde entonces, ya que India ha intensificado sus operaciones de contrainsurgencia.

Los milicianos de la parte de Cachemira india luchan contra el dominio de Nueva Delhi desde 1989. Muchos cachemires musulmanes apoyan el objetivo de los rebeldes de unir el territorio, ya sea bajo el dominio paquistaní o como un país independiente. India insiste en que la disidencia armada es terrorismo patrocinado por Pakistán.

La masacre de 26 turistas en la región de Jammu y Cachemira, en India, a manos de un grupo terrorista que opera en suelo pakistaní, derivó en que el gobierno indio tomara una serie de medidas con las que recrudeció un latente conflicto armado entre ambas naciones.

El martes, un grupo de terroristas pertenecientes a la llamada “Resistencia de Cachemira” abrieron fuego contra turistas en la localidad de Pahalgam, un destino popular de la pintoresca región montañosa, donde el turismo de masas, especialmente durante los meses de verano, resurgió a medida que la violencia de los militantes islamistas fue disminuyendo en los últimos años. 24 personas murieron en el lugar, mientras que otras dos fallecieron en el traslado hacia el hospital.

A través de redes sociales, la organización -declarada como terrorista por el estado indio en enero de 2023- se adjudicó los ataques y pronunció que los mismos se realizaron en repudio del asentamiento en la zona de miles de “forasteros”. Entre los atacantes, las autoridades indias consignaron que había ciudadanos de Pakistán, lo que llevó al gobierno a tomar severas decisiones contras el país limítrofe, después de años de una respetuosa relación.

La policía hace guardia mientras ambulancias trasladan los cuerpos de turistas en Srinagar, en la Cachemira controlada por India, el 23 de abril de 2025. (AP Foto/Mukhtar Khan)

Según informó el medio The Indian Express, India convocó al canciller paquistaní en el país, Saad Warraich, a quien se le comunicaron las disposiciones adoptadas por el Comité de Seguridad del Gabinete (CSS), presidido por el primer ministro Narendra Modi.

Como primera medida, India degradar las relaciones diplomáticas con Pakistán, expulsando del país tanto a los diplomáticos como al personal militar de la Alta Comisión de Pakistán en Delhi. Además, se cancelaron la totalidad de las visas otorgadas a ciudadanos pakistaníes, y se les exigió su salida del país en un plazo de no más de 48 horas.

Sin embargo, la medida que mayor impacto podría tener a largo plazo sobre Pakistán, fue la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo, un convenio internacional firmado en 1960 y que sobrevivió a diferentes conflictos entre los países, que tiene como objetivo dividir de manera equitativa el uso de los afluentes de agua que devienen de la cordillera del Karakórum y del sistema Indo (los rios Sutlej, Beas y Ravi para el uso sin restricciones de la India, mientras que Pakistán recibirá agua de los ríos occidentales Indo, Jhelum y Chenab).

Militares indios hacen controles de seguridad en la zona del atentado

Con la suspensión del tratado, India podría hacer uso de cualquiera de los afluentes de agua y evitar supervisiones de Pakistán sobre la construcción de represas que redirijan el agua hacia la India en detrimento de Pakistán. Por el momento, el gobierno pakistaní no realizó ninguna comunicación oficial al respecto pero movilizó a una agrupación militar a la frontera en Cachemira.

Asimismo, el primer ministro Modi convocó para la tarde de este jueves a los representantes de todos los partidos políticos al Parlamento con la intención de evaluar la necesidad de reforzar la zona con presencia militar. Se espera que el ministro de Defensa, Rajnath Singh, y el ministro del Interior, Amit Shah, participen del encuentro, que sería presidido por el propio Singh.

Por último, según informó también The Indian Express, se ordenó el cierre inmediato del paso fronterizo de Attari. Y se dispuso que aquellos que hayan ingresado a India con visas válidas podrán utilizar ese cruce para regresar hasta el 1 de mayo de 2025.

Repudio de Estados Unidos y visita del vicepresidente

El ataque coincidió con la visita a la India del vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien lo calificó como un “devastador ataque terrorista” mientras se encontraba en el país para negociar la primera fase de un acuerdo comercial que permitiría a Nueva Delhi un alivio en los aranceles impuestos por el presidente estadounidense, Donald Trump.

“En los últimos días, hemos quedado cautivados por la belleza de este país y su gente. Nuestros pensamientos y oraciones están con ellos mientras lamentan este horrible ataque”, expresó Vance en redes sociales.

El llanto de Sameer Guha, esposa de un turista indio que fue asesinado por hombres armados el día anterior en el sitio turístico de Pahalgam

Por su parte, Trump expresó su apoyo al primer ministro indio tras el ataque. “Noticias profundamente perturbadoras desde Cachemira. Estados Unidos se mantiene firme junto a la India contra el terrorismo. Oramos por las almas de los fallecidos y por la recuperación de los heridos. El primer ministro Modi y el increíble pueblo de India cuentan con nuestro total apoyo y más profundas condolencias. ¡Nuestros corazones están con todos ustedes!“, escribió en Truth Social.

De la misma forma que Estados Unidos, Canadá, Egipto, la Unión Europea, Reino Unido, entre otros países, se sumaron al repudio internacional al ataque terrorista que acabó con la vida de 26 personas.

Pahalgam es un popular destino turístico, rodeado de montañas cubiertas de nieve y salpicado de densos bosques de pinos. Cientos de turistas lo visitan cada día. Cachemira, conocida por sus ondulantes estribaciones del Himalaya y sus casas flotantes exquisitamente decoradas, se ha convertido en un importante destino turístico nacional. Atrae a millones de visitantes que disfrutan de una extraña paz mantenida por omnipresentes puntos de control de seguridad, vehículos blindados y el patrullaje de soldados.

Soldados indios regresan después de una operación de búsqueda alrededor de la pradera de Baisaran después del ataque en Pahalgam

India y Pakistán, países rivales con armas nucleares, administran cada uno una parte de Cachemira, pero ambos reclaman el territorio en su totalidad. En esa región se han producido una serie de asesinatos selectivos de hindúes, entre ellos, trabajadores inmigrantes de estados indios, después de que Nueva Delhi terminara con la semiautonomía de la región en 2019 y redujera drásticamente la disidencia, las libertades civiles y la libertad de prensa.

Las tensiones han estado en ebullición desde entonces, ya que India ha intensificado sus operaciones de contrainsurgencia.

Los milicianos de la parte de Cachemira india luchan contra el dominio de Nueva Delhi desde 1989. Muchos cachemires musulmanes apoyan el objetivo de los rebeldes de unir el territorio, ya sea bajo el dominio paquistaní o como un país independiente. India insiste en que la disidencia armada es terrorismo patrocinado por Pakistán.

 La agresión de un grupo armado que opera desde el territorio pakistaní derivó en que el gobierno indio suspenda un histórico tratado, cancele la emisión de divisas, cierre las fronteras y movilice a las fuerzas armadas a Jammu y Cachemira  LA NACION

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