Kristalina Georgieva debió aclarar sus dichos tras el revuelo que generó su apoyo electoral al Gobierno

WASHINGTON.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, intentó esta mañana poner paños fríos al revuelo político que se generó luego de que ayer le diera un respaldo implícito a la administración de Javier Milei de cara a las elecciones legislativas de octubre próximo, al explicar que su mensaje “fue para el Gobierno”.
Ayer había urgido a la Argentina “a mantener el rumbo” y a “que no descarrile la voluntad de cambio”.
En una declaración a corresponsales en Washington, entre ellos de LA NACION, Georgieva explicó: “Las elecciones son para los argentinos, no para nosotros. Lo que hemos aprendido de la experiencia es que muy a menudo, antes de las elecciones, los gobiernos debilitan su determinación de hacer reformas, por lo que mi mensaje fue para el Gobierno, que establezca el rumbo en beneficio del crecimiento de la Argentina, en beneficio del pueblo argentino”.
Más tarde, en una presentación abierta para la prensa sobre el Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, director para esa región del FMI, respaldó la aclaración de Georgieva. “La directora general dijo algo muy simple: ‘Las elecciones son para el pueblo, no para nosotros’. Así que para mí está muy claro el mensaje, y también puedo decir que lo que estaba subrayando era la importancia de la continuidad política para apoyar la estabilidad y la recuperación de la Argentina. Sus comentarios reflejan las oportunidades económicas que tenemos por delante, y la importancia de que el gobierno permanezca en el camino”.
“No es una visión de un proceso político, de hecho el FMI nunca toma posición”, agregó.
El respaldo electoral implícito que Georgieva le dio a la administración de Javier Milei generó amplias repercusiones en la Argentina. Tras los fuertes cuestionamientos que emitió Cristina Kirchner desde el Partido Justicialista (PJ), el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hizo hoy un crítico descargo contra la titular del FMI.
“Las declaraciones de Kristalina Georgieva son un escándalo y una gravísima intromisión en la vida democrática de nuestro país“, sostuvo Kicillof. Además, volvió a plantear que el FMI solo “impuso recetas de ajuste” que “empobrecieron a millones” y señaló que ahora “pretende también elegir quién debe gobernar”.
Ayer, desde el PJ, Cristina Kirchner repudió la “intromisión electoral” del FMI y planteó sobre Georgieva: “Pidió votar a los candidatos de Milei en las próximas elecciones. A los argentinos nos costó demasiado conseguir la libertad de votar como para someter la decisión a un organismo extranjero que nada tiene que decir sobre la voluntad del pueblo argentino”.
En una presentación en el marco de las Sesiones de Primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), Georgieva ayer había expresado: “Domésticamente, el país irá a elecciones en octubre próximo y es importante que no se descarrile la voluntad de cambio. No vemos ese riesgo que se pueda materializar, pero urgimos a la Argentina a mantener el rumbo”. En los últimos días, la funcionaria se mostró muy elogiosa de la marcha del plan económico tras el acuerdo con el organismo multilateral.
La directora gerente del FMI, que el último miércoles se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el equipo económico, también había destacado en su presentación la baja de la pobreza en la Argentina al 37%, aunque dijo que se mantiene en niveles altos, y elogió que el país haya pasado de un déficit fiscal alto a un superávit y haya bajado la inflación a niveles del 3% mensual.
“El Estado está saliendo de donde no corresponde, para permitir más dinamismo en el sector privado”, dijo Georgieva. “La regulación inteligente, es decir, de cómo hacer que la economía sea más vibrante sin ser un obstáculo para la iniciativa privada […] Vimos que, cuando se anunció el programa, el impacto inmediato en los mercados fue positivo”, remató.
La reunión con Caputo -que el ministro calificó de “espectacular”– sirvió para monitorear la marcha del nuevo acuerdo del FMI con la Argentina por 20.000 millones de dólares, que le permitió al Gobierno levantar parcialmente el cepo cambiario.
Más allá de la aclaración de esta mañana, Georgieva en los últimos días fue muy elogiosa del plan económico del Gobierno. Incluso, en un gesto inusual, ayer el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sentado junto a ella para un panel en la sede del FMI, le regaló un pin de una motosierra, símbolo del gobierno libertario.
Entre risas, Georgieva -no sin dificultad y con ayuda del ministro- no dudó en ponérselo en la solapa de su saco verde y posar para las fotos y los videos.
Por otra parte, anoche, la agencia Bloomberg reveló en un extenso artículo que alrededor de la mitad de los 24 directores ejecutivos del board “tenían serias dudas” sobre el acuerdo, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas.
“La secuencia fuera de lo común fue sólo una de las muchas señales de que se concedió a la Argentina un trato especial. Según tres personas familiarizadas con el asunto, algunos consideraron que la dirección del Fondo había forzado el acuerdo. Algunos se quedaron con la sensación de que la decisión estaba más impulsada por la política que por las normativas, sembrando la preocupación por el precedente que se ha sentado”, señaló Bloomberg.
En tanto, en un breve cruce en la sede del FMI, Caputo no confirmó si esta tarde será recibido por el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, uno de los hombres más poderosos de la administración de Donald Trump, que ha dado un fuerte respaldo al Gobierno. El equipo económico mantuvo gestiones para concretar el encuentro, supeditado a la agenda de Bessent, una de las personas más solicitadas esta semana en las Sesiones de Primavera del FMI y el BM.
WASHINGTON.- La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, intentó esta mañana poner paños fríos al revuelo político que se generó luego de que ayer le diera un respaldo implícito a la administración de Javier Milei de cara a las elecciones legislativas de octubre próximo, al explicar que su mensaje “fue para el Gobierno”.
Ayer había urgido a la Argentina “a mantener el rumbo” y a “que no descarrile la voluntad de cambio”.
En una declaración a corresponsales en Washington, entre ellos de LA NACION, Georgieva explicó: “Las elecciones son para los argentinos, no para nosotros. Lo que hemos aprendido de la experiencia es que muy a menudo, antes de las elecciones, los gobiernos debilitan su determinación de hacer reformas, por lo que mi mensaje fue para el Gobierno, que establezca el rumbo en beneficio del crecimiento de la Argentina, en beneficio del pueblo argentino”.
Más tarde, en una presentación abierta para la prensa sobre el Hemisferio Occidental, Rodrigo Valdés, director para esa región del FMI, respaldó la aclaración de Georgieva. “La directora general dijo algo muy simple: ‘Las elecciones son para el pueblo, no para nosotros’. Así que para mí está muy claro el mensaje, y también puedo decir que lo que estaba subrayando era la importancia de la continuidad política para apoyar la estabilidad y la recuperación de la Argentina. Sus comentarios reflejan las oportunidades económicas que tenemos por delante, y la importancia de que el gobierno permanezca en el camino”.
“No es una visión de un proceso político, de hecho el FMI nunca toma posición”, agregó.
El respaldo electoral implícito que Georgieva le dio a la administración de Javier Milei generó amplias repercusiones en la Argentina. Tras los fuertes cuestionamientos que emitió Cristina Kirchner desde el Partido Justicialista (PJ), el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, hizo hoy un crítico descargo contra la titular del FMI.
“Las declaraciones de Kristalina Georgieva son un escándalo y una gravísima intromisión en la vida democrática de nuestro país“, sostuvo Kicillof. Además, volvió a plantear que el FMI solo “impuso recetas de ajuste” que “empobrecieron a millones” y señaló que ahora “pretende también elegir quién debe gobernar”.
Ayer, desde el PJ, Cristina Kirchner repudió la “intromisión electoral” del FMI y planteó sobre Georgieva: “Pidió votar a los candidatos de Milei en las próximas elecciones. A los argentinos nos costó demasiado conseguir la libertad de votar como para someter la decisión a un organismo extranjero que nada tiene que decir sobre la voluntad del pueblo argentino”.
En una presentación en el marco de las Sesiones de Primavera del FMI y el Banco Mundial (BM), Georgieva ayer había expresado: “Domésticamente, el país irá a elecciones en octubre próximo y es importante que no se descarrile la voluntad de cambio. No vemos ese riesgo que se pueda materializar, pero urgimos a la Argentina a mantener el rumbo”. En los últimos días, la funcionaria se mostró muy elogiosa de la marcha del plan económico tras el acuerdo con el organismo multilateral.
La directora gerente del FMI, que el último miércoles se reunió con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el equipo económico, también había destacado en su presentación la baja de la pobreza en la Argentina al 37%, aunque dijo que se mantiene en niveles altos, y elogió que el país haya pasado de un déficit fiscal alto a un superávit y haya bajado la inflación a niveles del 3% mensual.
“El Estado está saliendo de donde no corresponde, para permitir más dinamismo en el sector privado”, dijo Georgieva. “La regulación inteligente, es decir, de cómo hacer que la economía sea más vibrante sin ser un obstáculo para la iniciativa privada […] Vimos que, cuando se anunció el programa, el impacto inmediato en los mercados fue positivo”, remató.
La reunión con Caputo -que el ministro calificó de “espectacular”– sirvió para monitorear la marcha del nuevo acuerdo del FMI con la Argentina por 20.000 millones de dólares, que le permitió al Gobierno levantar parcialmente el cepo cambiario.
Más allá de la aclaración de esta mañana, Georgieva en los últimos días fue muy elogiosa del plan económico del Gobierno. Incluso, en un gesto inusual, ayer el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, sentado junto a ella para un panel en la sede del FMI, le regaló un pin de una motosierra, símbolo del gobierno libertario.
Entre risas, Georgieva -no sin dificultad y con ayuda del ministro- no dudó en ponérselo en la solapa de su saco verde y posar para las fotos y los videos.
Por otra parte, anoche, la agencia Bloomberg reveló en un extenso artículo que alrededor de la mitad de los 24 directores ejecutivos del board “tenían serias dudas” sobre el acuerdo, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas.
“La secuencia fuera de lo común fue sólo una de las muchas señales de que se concedió a la Argentina un trato especial. Según tres personas familiarizadas con el asunto, algunos consideraron que la dirección del Fondo había forzado el acuerdo. Algunos se quedaron con la sensación de que la decisión estaba más impulsada por la política que por las normativas, sembrando la preocupación por el precedente que se ha sentado”, señaló Bloomberg.
En tanto, en un breve cruce en la sede del FMI, Caputo no confirmó si esta tarde será recibido por el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, uno de los hombres más poderosos de la administración de Donald Trump, que ha dado un fuerte respaldo al Gobierno. El equipo económico mantuvo gestiones para concretar el encuentro, supeditado a la agenda de Bessent, una de las personas más solicitadas esta semana en las Sesiones de Primavera del FMI y el BM.
La directora gerente del organismo ayer había urgido a la Argentina “a mantener el rumbo” y a “que no descarrile la voluntad de cambio”; hoy señaló ante corresponsales en Washington, entre ellos LA NACION, que “las elecciones son para los argentinos, no para nosotros” LA NACION