Champions League: PSG, un candidato valiente, con un goleador díscolo y el arquero que superó críticas

Pocos equipos tan valientes en esta temporada como Paris Saint Germain. Encara cada partido desde la ambición y el afán de reducir al rival de turno desde el control de la pelota y la movilidad. Convencidísimo de su estilo, no se traiciona. Lo intenta por igual en cualquier partido de la Liga de Francia, que lo tiene por ganador natural, que de visitante en Londres por las semifinales de la Champions League, ante un Arsenal que venía de voltearle la corona de campeón a Real Madrid.
Del norte de Londres, el equipo de Luis Enrique se viene con un 1-0 que lo deja muy bien posicionado para el desquite del próximo miércoles en el Parque de los Príncipes, donde intentará llegar por segunda vez en la historia a la final de la Champions League, tras la que perdió en 2020 frente a Bayern Munich.
PSG extiende su balance positivo en el mini-torneo contra la Premier League que le fue proponiendo la Champions. Durante la Liguilla de 36 equipos, cuando veía comprometida la clasificación, tomó aire con un 4-2 sobre Manchester City. Después, ya en el cuadro de play-off, eliminó a Liverpool en octavos y a Aston Villa en cuartos. Sacando cuentas, PSG mandó a la cuneta a los dos equipos que se repartieron los últimos ocho títulos de la Premier (Manchester City y Liverpool). Palabras mayores.
Si bien el suceso de PSG se explica desde lo colectivo, con jugadores que sincronizan pases y movimientos, la victoria frente a Arsenal se podría personalizar en dos futbolistas: Ousmane Dembélé y Gianluigi Donnarumma.
El delantero y el arquero, además de haber sido fundamentales en el 1-0, también encarnan la superación para dejar atrás las sombras que los cubrió en algún momento de la temporada. El “Mosquito” Dembélé, autor del gol, suma 45 goles/asistencias en igual cantidad de cotejos en este curso. Una pieza fundamental, que sin embargo no estuvo en la visita a Arsenal durante la Liguilla, el 1° de octubre, en una derrota por 2-0.
“ESTÁ TODO EN EL AIRE.” Luis Enrique analizó el triunfo 1-0 del PSG al Arsenal en la ida de la semi de la #CHAMPIONSxESPN.
📺 #SportsCenter | #DisneyPlus pic.twitter.com/AGCbDzyRJ4
— SportsCenter (@SC_ESPN) April 29, 2025
Aquella vez, Luis Enrique lo dejó afuera de la convocatoria. Como se dice en estos casos, lo borró. ¿Motivo? No había tenido un comportamiento profesional. “Si alguien de manera grave no cumple con las obligaciones del equipo y significa para mí que no está preparado para un partido tan importante como éste, mi obligación es buscar lo mejor para el equipo. Esa es mi decisión. ¡Y la tomaría 100 veces más!“, había expresado Luis Enrique, que no hace concesiones ni distinciones en su relación con el plantel. En la temporada que compartió con Kylian Mbappé le hizo saber claramente que debía dar más de lo que estaba rindiendo.
El vínculo Luis Enrique-Dembéle se recompuso y se erigió en una de las figuras del equipo. Nunca había marcado tantos goles en un torneo de liga como el actual: suma 21 en 28 partidos. También es su curso más eficaz en la Champions, con ocho. Lo único negativo de este martes fue que debió ser reemplazado por una molestia muscular, a la espera de que los estudios arrojen precisiones.
Lo más destacado de Arsenal 0 – Paris Saint Germain 1
Donnarumma también atraviesa por un momento de reivindicación. Le llovieron críticas por errores puntuales y se especuló con que podría resignar la titularidad, porque incluso no era del gusto del entrenador. En la Champions quedó señalado en un gol del Atlético de Madrid y el de Liverpool en la ida de los octavos de final, en el que había sido el único remate del conjunto inglés. Pero fue decisivo al desviar dos penales en la definición en Anfield Road. Y contra Aston Villa también dio seguridad y tuvo salvadas cruciales.
Cuando Arsenal se le fue encima a PSG en el segundo tiempo, Donnarumma estuvo sólido en los centros -Arsenal trabaja mucho las pelotas detenidas- y le ganó un mano a mano a Trossard. El arquero apareció cuando su equipo más lo necesitaba.
Con Paris Saint Germain hay altísimas posibilidades de presenciar un muy buen partido, con sentido del espectáculo y abierto a las emociones. Difícil aburrirse, independientemente del resultado final, con más o menos goles. Es generoso, concibe el ataque como una suma de variantes, con continuas rotaciones. Sin un N° 9 de referencia, por esa zona puede aparecer tanto Dembélé como el volante João Neves, cuando no alguno de los dos laterales, que siempre andan con las luces altas para iluminar las proyecciones. Todo sea para sorprender al adversario, para hacerle sentir que está en problemas, como ocurrió durante la primera media hora del partido, cuando lo hizo correr a Arsenal detrás la pelota.
Por más buenas que sean las intenciones, todo plan necesita que fructifique en algún momento para incrementar la confianza. PSG se reafirmó temprano en sus convicciones, a los 4 minutos, con el gol de Ousmane Dembélé, luego de que Kvaratskhelia llevara la pelota con toquecitos con el empeine derecho. Puro potrero del georgiano en el Emirates Stadium. Su centro atrás fue empalmado por Dembélé con una definición de pique al piso. “Nuestro inicio de partido fue maravilloso”, se jactó Luis Enrique
El 1-0 dio paso a media hora en la que PSG no le dejó ni oler la pelota a Arsenal, que se veía en inferioridad en el medio campo a partir de la ausencia del suspendido Thomas Partey, sustituido por un delantero (Leandro Trossard). En este reacomodamiento, Mikel Merino, que venía siendo centro-delantero, pasó de interior izquierdo. A Arsenal le llevó varios minutos acomodarse al nuevo esquema. PSG olfateó esa inseguridad y desplegó su juego de asociación. Pudo ampliar la diferencia con Marquinhos, Kvaratskhelia y Doué, pero se interpuso el arquero Raya.
La reacción de Arsenal en el último cuarto de hora de la primera etapa la encabezó Bukayo Saka, a pura gambeta y determinación. Les mandó un mensaje de coraje y atrevimiento a compañeros absortos por el dominio visitante.
A Saka lo siguió el tenaz Martinelli y el desarrollo fue virando hacia el equilibrio. PSG seguía moviéndose de manera colectiva, con las líneas bien entrelazadas, pero lo hacía más en su campo que en el del rival. Le tocó resistir a PSG en el segundo tiempo, sin resignar el contraataque (remate de Gonzalo Ramos en el travesaño). Sin los nombres estelares de antaño, PSG va sacando chapa de candidato con fútbol y corazón.
Pocos equipos tan valientes en esta temporada como Paris Saint Germain. Encara cada partido desde la ambición y el afán de reducir al rival de turno desde el control de la pelota y la movilidad. Convencidísimo de su estilo, no se traiciona. Lo intenta por igual en cualquier partido de la Liga de Francia, que lo tiene por ganador natural, que de visitante en Londres por las semifinales de la Champions League, ante un Arsenal que venía de voltearle la corona de campeón a Real Madrid.
Del norte de Londres, el equipo de Luis Enrique se viene con un 1-0 que lo deja muy bien posicionado para el desquite del próximo miércoles en el Parque de los Príncipes, donde intentará llegar por segunda vez en la historia a la final de la Champions League, tras la que perdió en 2020 frente a Bayern Munich.
PSG extiende su balance positivo en el mini-torneo contra la Premier League que le fue proponiendo la Champions. Durante la Liguilla de 36 equipos, cuando veía comprometida la clasificación, tomó aire con un 4-2 sobre Manchester City. Después, ya en el cuadro de play-off, eliminó a Liverpool en octavos y a Aston Villa en cuartos. Sacando cuentas, PSG mandó a la cuneta a los dos equipos que se repartieron los últimos ocho títulos de la Premier (Manchester City y Liverpool). Palabras mayores.
Si bien el suceso de PSG se explica desde lo colectivo, con jugadores que sincronizan pases y movimientos, la victoria frente a Arsenal se podría personalizar en dos futbolistas: Ousmane Dembélé y Gianluigi Donnarumma.
El delantero y el arquero, además de haber sido fundamentales en el 1-0, también encarnan la superación para dejar atrás las sombras que los cubrió en algún momento de la temporada. El “Mosquito” Dembélé, autor del gol, suma 45 goles/asistencias en igual cantidad de cotejos en este curso. Una pieza fundamental, que sin embargo no estuvo en la visita a Arsenal durante la Liguilla, el 1° de octubre, en una derrota por 2-0.
“ESTÁ TODO EN EL AIRE.” Luis Enrique analizó el triunfo 1-0 del PSG al Arsenal en la ida de la semi de la #CHAMPIONSxESPN.
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— SportsCenter (@SC_ESPN) April 29, 2025
Aquella vez, Luis Enrique lo dejó afuera de la convocatoria. Como se dice en estos casos, lo borró. ¿Motivo? No había tenido un comportamiento profesional. “Si alguien de manera grave no cumple con las obligaciones del equipo y significa para mí que no está preparado para un partido tan importante como éste, mi obligación es buscar lo mejor para el equipo. Esa es mi decisión. ¡Y la tomaría 100 veces más!“, había expresado Luis Enrique, que no hace concesiones ni distinciones en su relación con el plantel. En la temporada que compartió con Kylian Mbappé le hizo saber claramente que debía dar más de lo que estaba rindiendo.
El vínculo Luis Enrique-Dembéle se recompuso y se erigió en una de las figuras del equipo. Nunca había marcado tantos goles en un torneo de liga como el actual: suma 21 en 28 partidos. También es su curso más eficaz en la Champions, con ocho. Lo único negativo de este martes fue que debió ser reemplazado por una molestia muscular, a la espera de que los estudios arrojen precisiones.
Lo más destacado de Arsenal 0 – Paris Saint Germain 1
Donnarumma también atraviesa por un momento de reivindicación. Le llovieron críticas por errores puntuales y se especuló con que podría resignar la titularidad, porque incluso no era del gusto del entrenador. En la Champions quedó señalado en un gol del Atlético de Madrid y el de Liverpool en la ida de los octavos de final, en el que había sido el único remate del conjunto inglés. Pero fue decisivo al desviar dos penales en la definición en Anfield Road. Y contra Aston Villa también dio seguridad y tuvo salvadas cruciales.
Cuando Arsenal se le fue encima a PSG en el segundo tiempo, Donnarumma estuvo sólido en los centros -Arsenal trabaja mucho las pelotas detenidas- y le ganó un mano a mano a Trossard. El arquero apareció cuando su equipo más lo necesitaba.
Con Paris Saint Germain hay altísimas posibilidades de presenciar un muy buen partido, con sentido del espectáculo y abierto a las emociones. Difícil aburrirse, independientemente del resultado final, con más o menos goles. Es generoso, concibe el ataque como una suma de variantes, con continuas rotaciones. Sin un N° 9 de referencia, por esa zona puede aparecer tanto Dembélé como el volante João Neves, cuando no alguno de los dos laterales, que siempre andan con las luces altas para iluminar las proyecciones. Todo sea para sorprender al adversario, para hacerle sentir que está en problemas, como ocurrió durante la primera media hora del partido, cuando lo hizo correr a Arsenal detrás la pelota.
Por más buenas que sean las intenciones, todo plan necesita que fructifique en algún momento para incrementar la confianza. PSG se reafirmó temprano en sus convicciones, a los 4 minutos, con el gol de Ousmane Dembélé, luego de que Kvaratskhelia llevara la pelota con toquecitos con el empeine derecho. Puro potrero del georgiano en el Emirates Stadium. Su centro atrás fue empalmado por Dembélé con una definición de pique al piso. “Nuestro inicio de partido fue maravilloso”, se jactó Luis Enrique
El 1-0 dio paso a media hora en la que PSG no le dejó ni oler la pelota a Arsenal, que se veía en inferioridad en el medio campo a partir de la ausencia del suspendido Thomas Partey, sustituido por un delantero (Leandro Trossard). En este reacomodamiento, Mikel Merino, que venía siendo centro-delantero, pasó de interior izquierdo. A Arsenal le llevó varios minutos acomodarse al nuevo esquema. PSG olfateó esa inseguridad y desplegó su juego de asociación. Pudo ampliar la diferencia con Marquinhos, Kvaratskhelia y Doué, pero se interpuso el arquero Raya.
La reacción de Arsenal en el último cuarto de hora de la primera etapa la encabezó Bukayo Saka, a pura gambeta y determinación. Les mandó un mensaje de coraje y atrevimiento a compañeros absortos por el dominio visitante.
A Saka lo siguió el tenaz Martinelli y el desarrollo fue virando hacia el equilibrio. PSG seguía moviéndose de manera colectiva, con las líneas bien entrelazadas, pero lo hacía más en su campo que en el del rival. Le tocó resistir a PSG en el segundo tiempo, sin resignar el contraataque (remate de Gonzalo Ramos en el travesaño). Sin los nombres estelares de antaño, PSG va sacando chapa de candidato con fútbol y corazón.
Venció 1-0 a Arsenal en Londres por la ida de las semifinales; marcó Dembélé y se destacó Donnarumma LA NACION