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La crisis de San Lorenzo: renunció Néstor Navarro, pero en el club ya saben cómo seguir y quién será el presidente

Fue una larga jornada de lunes la que se vivió en San Lorenzo, que en realidad se trata de días de reuniones y directivos que casi no duermen pensando en qué pasos seguir desde hace una semana, cuando se difundieron los videos del ahora licenciado presidente Marcelo Moretti, en los que aceptaba un fajo de miles de dólares a cambio de, supuestamente, fichar a un joven para las inferiores. Había que actuar, tomar decisiones y empezar a acomodarse.

El vicepresidente Néstor Navarro estaba en la mira, entre la obligación de tomar el timón, que a la vez no quería por los problemas institucionales y económicos que atraviesa el club, y porque hasta formalmente no podía por temas legales de Moretti. Los rumores fueron y vinieron. Finalmente, apareció la primera decisión: Navarro presentó su renuncia al cargo, aunque la comisión directiva ya debatió y tiene anotado cada paso a seguir.

Fueron reuniones que se llevaron a cabo, en el caso de algunos directivos, desde las 8 del lunes. De hecho, el ahora ex vicepresidente se hizo presente en esas horas y luego acompañó el día desde atrás: otro de los problemas que rodeaba a su posible presidencia era su radicación en Uruguay, por más que pisara suelo argentino a raíz de, por ejemplo, la asistencia a su empresa entre dos y cuatro días. La gente exige un presidente a todo motor, por lo que, a diferencia de la desdramatización de algunos protagonistas puertas adentro con el deseo de que Navarro estuviera al mando, se entendió y aceptó lo mejor para este momento. Así, su gruesa billetera podría no irse: desde lo lejos seguiría siendo “parte”.

Marcelo Moretti, en el ojo de la tormenta en San Lorenzo

Una vez oficializada internamente su salida, comenzaron las reuniones de todo el arco político. Podrán haber diferencias entre oficialistas y opositores, pero todos se miran y saben que deben unirse para sacar adelante la situación de lo que ellos mismos dicen es lo más importante: la institución. El cara a cara más importante duró casi diez horas, desde comenzada la tarde hasta cerca de la medianoche. Y con el estatuto en la mano, fueron discutiendo y aclarando qué acciones realizarán y con qué nombre consensuado terminará la historia, con un nuevo presidente.

Es que, claro, si Moretti está licenciado, el presidente sigue siendo él. Por eso, cuando habló -si bien también dijo que no se tomaría una licencia- casi que gritó por teléfono su nulo deseo de renunciar. Entonces, para seguir, hay que renunciarlo: según pudo saber hace días LA NACION, la misma noche de la aparición de las cámaras ocultas llamaron al presidente y le pidieron “un gesto”, muchos esperando la lógica renuncia. Moretti terminó informando su licencia y hasta las redes sociales del “Ciclón” la anunciaron, pero la realidad es que no fue oficialmente tratada ni firmada. Y eso tiene un porqué ligado a todo lo que se debatió este lunes.

Allanamiento en San Lorenzo, en la noche del viernes pasado

Sí, parece que fueron en vano tantas horas reunidos para que tan solo aparezca una decisión, encima “negativa” y que estaba casi cantada. Sin embargo, el lunes se habló de todo y, de acá a unos días, semanas, o bien en el final de esta trama dramática, no debería aparecer ninguna sorpresa. En los próximos días -por ahora no se conoció un día puntual- se realizará una reunión de comisión directiva en la que se procederá a comenzar con ese desenlace.

Esa licencia no decretada oficialmente será tratada en ese momento, que no requerirá mucho tiempo: no fue aceptada de primera porque eran importantes estos días de diálogos, de acomodamiento y de no dar más pasos equivocados en medio del desastre. ¿Qué ocurrirá entonces? Ese día, el pedido de licencia no será aceptado.

Néstor Navarro, ahora ex vicepresidente de San Lorenzo, en su único encuentro con el plantel profesional. Fue su primera aparición pública desde que estalló el escándalo

¿Por y para qué? “Se va a pasar inmediatamente a tratar entre los dirigentes el pedido de suspensión, que va a ser aprobado y elevado al Tribunal de Ética y Disciplina”, sentenciaron ante las consultas de este medio. En el medio de eso, aparece el hombre que se adelantó en la carrera y fue protagonista de rumores durante toda la jornada, ya que se trata del directivo que más le sirve a San Lorenzo en este momento, según comprendieron todos, los de mayor rango y los de menor, los “amigos” y “enemigos”: Julio Lopardo, vocal N°3 y hombre de experiencia en la entidad ya que formó parte del doble gobierno de Fernando Miele, uno como vicepresidente y otro como integrante del Consejo de Fútbol.

Claro, al no estar Moretti y haber renunciado Navarro, queda Andrés Terzano (vice 3°) por estatuto, pero ya no se trataba de ir delegando el manejo del barco. Ahora, también, había que ocupar ese lugar de Navarro con alguien que estuviera preparado. ¿Eso significa que Lopardo ya es el vicepresidente? No. Recién cuando se apruebe y eleve la suspensión de Moretti, el “Pollo”, como siempre se lo conoció, podrá subir hacia la vicepresidencia y tomar el poder que no quiso Navarro.

Julio Lopardo, dirigente de San Lorenzo

Todo ya está decidido. Una situación que requería urgencia y la sigue demandando: se insiste que si Moretti sigue licenciado, la presidencia es suya y todo documento que haya que firmar depende de su muñeca, cosa que no hará. El club no se muestra operativo al día de hoy: en un día a día en el que los problemas son frecuentes, se necesita que alguien ocupe ese lugar. Con Moretti, evidentemente, fuera de todo.

Por eso mismo, el paso final está claro y también una fuente confiable lo explicó. Una vez recibido el aval del Tribunal sobre su suspensión, “el tema pasa a ser tratado en una Asamblea en la que se votará el pedido de expulsión de Moretti de San Lorenzo”. Algo que debería terminar ocurriendo, por supuesto. En el caso del “Sí”, Lopardo asume inmediatamente al máximo cargo. Terzano será el vicepresidente, mientras que en siguientes reuniones de CD se decidirá quién ocupa la segunda vicepresidencia, aunque no es obligatorio en estos casos (de hecho, hoy no se debatió un nombre para ocuparlo).

Reclamo de los hinchas de San Lorenzo a los dirigentes, en Avenida La Plata, por el caso del cual es acusado su presidente Marcelo Moretti.

Fuerte agitación, pero parece haber algo más de tranquilidad en San Lorenzo. Con procedimientos todavía por hacer, pero con las certezas y definiciones ya charladas sobre cómo se harán. Una semana inesperada que revolucionó todo, pero esperan que entre los próximos pasos no surja una nueva sorpresa.

Fue una larga jornada de lunes la que se vivió en San Lorenzo, que en realidad se trata de días de reuniones y directivos que casi no duermen pensando en qué pasos seguir desde hace una semana, cuando se difundieron los videos del ahora licenciado presidente Marcelo Moretti, en los que aceptaba un fajo de miles de dólares a cambio de, supuestamente, fichar a un joven para las inferiores. Había que actuar, tomar decisiones y empezar a acomodarse.

El vicepresidente Néstor Navarro estaba en la mira, entre la obligación de tomar el timón, que a la vez no quería por los problemas institucionales y económicos que atraviesa el club, y porque hasta formalmente no podía por temas legales de Moretti. Los rumores fueron y vinieron. Finalmente, apareció la primera decisión: Navarro presentó su renuncia al cargo, aunque la comisión directiva ya debatió y tiene anotado cada paso a seguir.

Fueron reuniones que se llevaron a cabo, en el caso de algunos directivos, desde las 8 del lunes. De hecho, el ahora ex vicepresidente se hizo presente en esas horas y luego acompañó el día desde atrás: otro de los problemas que rodeaba a su posible presidencia era su radicación en Uruguay, por más que pisara suelo argentino a raíz de, por ejemplo, la asistencia a su empresa entre dos y cuatro días. La gente exige un presidente a todo motor, por lo que, a diferencia de la desdramatización de algunos protagonistas puertas adentro con el deseo de que Navarro estuviera al mando, se entendió y aceptó lo mejor para este momento. Así, su gruesa billetera podría no irse: desde lo lejos seguiría siendo “parte”.

Marcelo Moretti, en el ojo de la tormenta en San Lorenzo

Una vez oficializada internamente su salida, comenzaron las reuniones de todo el arco político. Podrán haber diferencias entre oficialistas y opositores, pero todos se miran y saben que deben unirse para sacar adelante la situación de lo que ellos mismos dicen es lo más importante: la institución. El cara a cara más importante duró casi diez horas, desde comenzada la tarde hasta cerca de la medianoche. Y con el estatuto en la mano, fueron discutiendo y aclarando qué acciones realizarán y con qué nombre consensuado terminará la historia, con un nuevo presidente.

Es que, claro, si Moretti está licenciado, el presidente sigue siendo él. Por eso, cuando habló -si bien también dijo que no se tomaría una licencia- casi que gritó por teléfono su nulo deseo de renunciar. Entonces, para seguir, hay que renunciarlo: según pudo saber hace días LA NACION, la misma noche de la aparición de las cámaras ocultas llamaron al presidente y le pidieron “un gesto”, muchos esperando la lógica renuncia. Moretti terminó informando su licencia y hasta las redes sociales del “Ciclón” la anunciaron, pero la realidad es que no fue oficialmente tratada ni firmada. Y eso tiene un porqué ligado a todo lo que se debatió este lunes.

Allanamiento en San Lorenzo, en la noche del viernes pasado

Sí, parece que fueron en vano tantas horas reunidos para que tan solo aparezca una decisión, encima “negativa” y que estaba casi cantada. Sin embargo, el lunes se habló de todo y, de acá a unos días, semanas, o bien en el final de esta trama dramática, no debería aparecer ninguna sorpresa. En los próximos días -por ahora no se conoció un día puntual- se realizará una reunión de comisión directiva en la que se procederá a comenzar con ese desenlace.

Esa licencia no decretada oficialmente será tratada en ese momento, que no requerirá mucho tiempo: no fue aceptada de primera porque eran importantes estos días de diálogos, de acomodamiento y de no dar más pasos equivocados en medio del desastre. ¿Qué ocurrirá entonces? Ese día, el pedido de licencia no será aceptado.

Néstor Navarro, ahora ex vicepresidente de San Lorenzo, en su único encuentro con el plantel profesional. Fue su primera aparición pública desde que estalló el escándalo

¿Por y para qué? “Se va a pasar inmediatamente a tratar entre los dirigentes el pedido de suspensión, que va a ser aprobado y elevado al Tribunal de Ética y Disciplina”, sentenciaron ante las consultas de este medio. En el medio de eso, aparece el hombre que se adelantó en la carrera y fue protagonista de rumores durante toda la jornada, ya que se trata del directivo que más le sirve a San Lorenzo en este momento, según comprendieron todos, los de mayor rango y los de menor, los “amigos” y “enemigos”: Julio Lopardo, vocal N°3 y hombre de experiencia en la entidad ya que formó parte del doble gobierno de Fernando Miele, uno como vicepresidente y otro como integrante del Consejo de Fútbol.

Claro, al no estar Moretti y haber renunciado Navarro, queda Andrés Terzano (vice 3°) por estatuto, pero ya no se trataba de ir delegando el manejo del barco. Ahora, también, había que ocupar ese lugar de Navarro con alguien que estuviera preparado. ¿Eso significa que Lopardo ya es el vicepresidente? No. Recién cuando se apruebe y eleve la suspensión de Moretti, el “Pollo”, como siempre se lo conoció, podrá subir hacia la vicepresidencia y tomar el poder que no quiso Navarro.

Julio Lopardo, dirigente de San Lorenzo

Todo ya está decidido. Una situación que requería urgencia y la sigue demandando: se insiste que si Moretti sigue licenciado, la presidencia es suya y todo documento que haya que firmar depende de su muñeca, cosa que no hará. El club no se muestra operativo al día de hoy: en un día a día en el que los problemas son frecuentes, se necesita que alguien ocupe ese lugar. Con Moretti, evidentemente, fuera de todo.

Por eso mismo, el paso final está claro y también una fuente confiable lo explicó. Una vez recibido el aval del Tribunal sobre su suspensión, “el tema pasa a ser tratado en una Asamblea en la que se votará el pedido de expulsión de Moretti de San Lorenzo”. Algo que debería terminar ocurriendo, por supuesto. En el caso del “Sí”, Lopardo asume inmediatamente al máximo cargo. Terzano será el vicepresidente, mientras que en siguientes reuniones de CD se decidirá quién ocupa la segunda vicepresidencia, aunque no es obligatorio en estos casos (de hecho, hoy no se debatió un nombre para ocuparlo).

Reclamo de los hinchas de San Lorenzo a los dirigentes, en Avenida La Plata, por el caso del cual es acusado su presidente Marcelo Moretti.

Fuerte agitación, pero parece haber algo más de tranquilidad en San Lorenzo. Con procedimientos todavía por hacer, pero con las certezas y definiciones ya charladas sobre cómo se harán. Una semana inesperada que revolucionó todo, pero esperan que entre los próximos pasos no surja una nueva sorpresa.

 En el Ciclón se acumulan los problemas  LA NACION

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