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La semana en la que Javier y Karina Milei intervinieron para ordenar las internas

Hace poco más de una semana, Karina Milei y Santiago Caputo mantuvieron un encuentro a solas de gran relevancia para el oficialismo. Fue una conversación a calzón quitado, donde se dijeron muchas cosas que venían guardando bajo la alfombra. Una charla intensa y con honestidad brutal después de un tiempo en el que La Libertad Avanza (LLA) estuvo atravesada por internas como una olla a presión. No hubo testigos directos de lo que se dijeron los dos vértices del “Triángulo de Hierro” que gobierna al país. Pero, al día siguiente, en el entorno de ambos, se refirían al episodio como “lo que pasó ayer”.

A partir de ahí hubo runrunes y circularon distintas versiones -como se dijo- de fuentes indirectas. Una parte de los “karinos” (los armadores territoriales que responden a la secretaria General de la Presidencia para que el partido mileísta exista en todo el país), dijo que la discusión fue fatal. Y que la hermana de Milei le enrostró a Caputo que él, en calidad de consultor político estrella (su rol original, el de hacer ganar elecciones) había “levantado la patita” y jugado torcido en Santa Fe y que estaría haciendo lo mismo en la Capital Federal.

Cerca del asesor presidencial aseguraron que, por el contrario, el saldo fue positivo. Que Karina le preguntó a Caputo si era cierto que no se había “puesto todo” -en términos de recursos de campaña- para tener una mejor performance en Santa Fe. Allí la lista de LLA a convencionales constituyentes provinciales encabezada por el diputado Nicolás Mayoraz salió tercera con 14 puntos. Y que Caputo -que siempre aconsejó no jugar en ese comicio- le explicó que era imposible ganar una elección (“hacer magia”) sin una buena estrategia y sin buenos candidatos. De paso, según esa versión, aprovechó para decirle que parte de su entorno de “armadores” la estaban perjudicando, porque priorizaban hacer caja con las oficinas de PAMI y de Anses (a lo “casta”) y porque quieren disputar elecciones locales para sumar recursos, en detrimento de la estrategia que necesita Javier Milei en las legislativas nacionales.

Santiago Caputo fotografía la credencial de Antonio Becerra, fotoperiodista de Tiempo Argentino en la entrada al debate porteño

La interna de LLA entre los “consultores” encabezados por Caputo y los “armadores” liderados por “Lule” y Martín Menem se viene desplegando en dos niveles. Por un lado está la diferencia conceptual respecto a la estrategia electoral. Los Menem quieren disputar hasta la última elección a consejero escolar del país con la boleta de un violeta puro. Y el estratega de Milei considera que hay comicios locales que no hay que jugar, para no desgastar la marca (si el resultado va a ser pobre) y para priorizar acuerdos políticos (con el gobernador o con otros partidos) que permitan, en octubre, sumar más bancas en el Congreso.

Hay un segundo nivel de la interna, el de los dirigentes que se referencian en uno y otro bando, mucho menos sofisticado. Allí las zancadillas, las operaciones a través de los medios y las trampas no cesan.

Una importantísima fuente del Gobierno aseguró a LA NACION que, después de esa famosa charla, Karina pidió bandera blanca entre Caputo y los Menem. “El fin de semana pasado, Santiago, Lule y Martín trabajaron para bajar la espuma. El conflicto entre ellos tres está a la baja ahora”, aseguró.

El domingo del Superclásico, según una foto que mostró TN, Caputo, que es de Boca, fue a ver el partido al Monumental a un palco donde había dirigentes de River. ¿Fue también un gesto amistoso hacia los Menem que están involucrados en la política del club?

Falta de armonía

Si la intención en la cúpula de LLA es la de distender, hacia afuera -por ahora- la armonía no se notó demasiado.

El lunes, Caputo decidió a último momento asistir a la cena de la Fundación Libertad (un espacio ultraliberal históricamente identificado con Pro que los libertarios quieren disputar) para buscar, adrede, una foto con Mauricio Macri. Un pequeño gesto de acercamiento, con cierto condimento perverso, para mantener viva la posibilidad de cerrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires, como quiere Milei. Al día siguiente, el presidente de LLA en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja, salió a detonar todos los puentes. “A los de Pro no necesitamos comprarlos, estaban regalados”, acometió desde Bahía Blanca. Dicen que hasta a los Menem les pareció mucho teniendo en cuenta el lugar que ocupan figuras como Patricia Bullrich.

El viernes por la tarde, en tanto, la casa central de PAMI publicó un comunicado explosivo. Las autoridades de la obra social de los jubilados anunciaron que harán una investigación interna en las delegaciones del propio organismo para auditar las compras sin licitación. Dijeron que se tomarán medidas para que las oficinas de PAMI en las provincias dejen de ser “una caja negra al servicio de la política”. Es decir, la cúpula de PAMI que comanda indirectamente el ministro de Salud, Mario Lugones (un funcionario que conoce a Santiago Caputo hace casi 15 años), va a pesquisar a las delegaciones del organismo donde tallan los referentes provinciales que responden al armado de los Menem.

José Luis Espert se sumó a La Libertad Avanza.

Pero quizás el episodio más significativo fue el que se dio con una militante libertaria de Junín. Por primera vez, todo el barro político que se despliega en las terceras y cuartas líneas llegó a los oídos de Javier Milei, que detesta las cuestiones político-partidarias y no quiere perder ni un segundo en eso.

La influencer libertaria Marina Biagetti denunció en X que el coordinador de LLA en Junín, Alberto Pascual (a su vez, titular de la delegación de PAMI en esa localidad) la desvinculó del espacio político por formar parte de “Las fuerzas del cielo”, la agrupación militante que comanda el tuitero Daniel Parisini, más conocido como Gordo Dan.

“Javier se enteró y lo mandó a echar a Pascual”, aseguró un tuitero con llegada a la Casa Rosada. El viernes, en el acto con Manuel Adorni en Lugano, Milei se abrazó con Biagetti. Pascual, efectivamente, fue despedido.

En la provincia de Buenos Aires, la disputa entre “Las Fuerzas del Cielo” y Pareja está al rojo vivo. “Ahí sí hay mucho quilombo”, reconocen, incluso, los pacifistas que aseguran que en las primeras líneas se está buscando un armisticio. Los “celestiales” aseguran que el titular de LLA de Buenos Aires busca correr a todos sus cuadros juveniles, como ocurrió en Junín. Y que hay demasiados referentes en el el armado partidario a los que se les puede rastrear un pasado en el kirchnerismo.

Se verá si después de todo este ruido es posible una integración real entre armadores y estrategas. En la Capital Federal, Adorni -un soldado de Karina- quiere ser prenda de unidad. No de casualidad pidió que al debate porteño en el Canal de la Ciudad lo acompañaran Santiago Caputo y Macarena Alifraco, mano derecha del asesor presidencial. La mesa de la campaña porteña está comandada por la lugarteniente de Karina, Pilar Ramírez. Pero el equipo de Caputo (allí talla Tomás Vidal, uno de los expertos de Move Group, la histórica consultora del asesor de Milei) dio consejos para la narrativa. Ellos son los autores del nuevo slogan “kirchnerismo o libertad” que sube al ring a Leandro Santoro y evita confrontar con Pro, seguramente en base a encuestas y focus group.

La interna de LLA en la provincia de Buenos Aires complica aún más a la muy trabada alianza con Pro. Los libertarios quieren un acuerdo al estilo Massa 2013, cuando el macrismo colocó tres candidatos en la lista del tigrense. Pero ahora Pro está a años luz de aquel momento, con 14 intendentes y una estructura propia en todo el territorio. Macri quiere una coalición de partidos. En una y otra terminal coinciden en que nada se podrá conversar hasta después de la elección porteña, el 18 de mayo, donde violetas y amarillos compiten a todo o nada. La expectativa está en que, una vez superada esa instancia, el Presidente y su antecesor vuelvan a juntarse. “Si se llega a dar, lo van a organizar ellos dos con un WhatsApp”, dicen cerca de Macri.

Mauricio Macri y Santiago Caputo, en la cena de la Fundación Libertad

En Pro tampoco hay unidad de criterios. Hace 15 días, Diego Santilli -uno de los principales militantes del acuerdo con los libertarios- se reunió con Macri y con Fernando De Andreis en la casa del expresidente. Macri quiso saber si el “Colo” ya había cerrado un acuerdo personal para jugar con el mileísmo. Si secretamente se había cambiado el apellido. Santilli le juró que no, pero le advirtió a Macri que iba a cometer un error si apostaba a jugar contra LLA en Buenos Aires. Es decir, apuntaba a salir tercero pero con poder de daño al Gobierno.

El escenario de Buenos Aires se proyecta a otros distritos gobernados por Pro o por la UCR. “Si LLA y los gobernadores no hacen un acuerdo, en muchos distritos con 30 puntos puede ganar el peronismo. Y ya se sabe como se envalentona el PJ cuando gana”, advirtieron cerca de un mandatario provincial.

Otro detalle: Milei salió a caminar por Lugano con Adorni porque es su “voz”. Pero nadie se lo imagina levantándole el brazo a un candidato que nunca vio en su vida. En Santa Fe, los libertarios debieron abrazarse a una gigantografía del Presidente.

A Milei no le interesa perder el tiempo con personas que no conoce y es endogámico en sus vínculos. No es de los presidentes que amplían al infinito su red de relaciones, justamente, por ser presidentes. Para entender sus prioridades e intereses, basta con escuchar sus disertaciones y leer su cuenta en X. El miércoles, en la Expo EFI, habló durante una hora y 45 minutos alternadamente de su programa económico y de los problemas de la teoría neoclásica mientras escurría algunos elogios a Adorni (sentado en primera fila) y repartía insultos a “econochantas, políticos corruptos, periodistas ensobrados, sindigarcas y ñoños republicanos”.

Hoy nada obsesiona más al Presidente que su odio (todavía “insuficiente”, según asegura) contra el periodismo. La cuenta de X de Milei es un infinito hilo de tuits atacando a periodistas (casi no le dedica mensajes a la oposición) y detrás suyo las tropas de trolls amplifican los mensajes de hostilidad, mientras el intelectual del Gobierno, Agustín Laje, reclama “acelerar la batalla cultural contra el periodismo basura del país”.

Mientras tanto, los libertarios ganan terreno en YouTube. Dicen que el Gordo Dan, que el año pasado era la estrella de Carajo, en esta temporada directamente tomó el control sobre todos los contenidos del canal de streaming oficialista.

Marina Biagetti junto al

La diaria del Gobierno navega así, entre la guerra contra los medios y las reyertas electorales mientras Milei recupera aire con su principal carta de presentación: el mantenimiento a raya de la inflación y del valor del dólar como potentes señales de estabilidad, aún cuando, según la consultora C-P, se registró un freno a la recuperación salarial en el primer trimestre del año porque los sueldos acordados por paritarias fueron quedando debajo de la inflación (solo pudo compensarse por horas extra trabajadas).

La Casa Rosada solo podrá diversificar la agenda mediante algunas iniciativas por decreto, como la reforma migratoria, que saldría vía Boletín Oficial. En el Congreso, la oposición está en pie de guerra, reclamando una sesión para llevar temas extremadamente urticantes para el Gobierno, como la moratoria previsional y el presupuesto universitario.

Milei podría surfear este escenario político hasta las elecciones de octubre. Pero no mucho más allá: como él mismo dijo, debe encarar reformas de fondo: la tributaria, la laboral y, más adelante, la previsional. Para eso necesitará manos en el Congreso. De ahí la enorme relevancia que tiene toda la discusión interna en LLA.

Hace poco más de una semana, Karina Milei y Santiago Caputo mantuvieron un encuentro a solas de gran relevancia para el oficialismo. Fue una conversación a calzón quitado, donde se dijeron muchas cosas que venían guardando bajo la alfombra. Una charla intensa y con honestidad brutal después de un tiempo en el que La Libertad Avanza (LLA) estuvo atravesada por internas como una olla a presión. No hubo testigos directos de lo que se dijeron los dos vértices del “Triángulo de Hierro” que gobierna al país. Pero, al día siguiente, en el entorno de ambos, se refirían al episodio como “lo que pasó ayer”.

A partir de ahí hubo runrunes y circularon distintas versiones -como se dijo- de fuentes indirectas. Una parte de los “karinos” (los armadores territoriales que responden a la secretaria General de la Presidencia para que el partido mileísta exista en todo el país), dijo que la discusión fue fatal. Y que la hermana de Milei le enrostró a Caputo que él, en calidad de consultor político estrella (su rol original, el de hacer ganar elecciones) había “levantado la patita” y jugado torcido en Santa Fe y que estaría haciendo lo mismo en la Capital Federal.

Cerca del asesor presidencial aseguraron que, por el contrario, el saldo fue positivo. Que Karina le preguntó a Caputo si era cierto que no se había “puesto todo” -en términos de recursos de campaña- para tener una mejor performance en Santa Fe. Allí la lista de LLA a convencionales constituyentes provinciales encabezada por el diputado Nicolás Mayoraz salió tercera con 14 puntos. Y que Caputo -que siempre aconsejó no jugar en ese comicio- le explicó que era imposible ganar una elección (“hacer magia”) sin una buena estrategia y sin buenos candidatos. De paso, según esa versión, aprovechó para decirle que parte de su entorno de “armadores” la estaban perjudicando, porque priorizaban hacer caja con las oficinas de PAMI y de Anses (a lo “casta”) y porque quieren disputar elecciones locales para sumar recursos, en detrimento de la estrategia que necesita Javier Milei en las legislativas nacionales.

Santiago Caputo fotografía la credencial de Antonio Becerra, fotoperiodista de Tiempo Argentino en la entrada al debate porteño

La interna de LLA entre los “consultores” encabezados por Caputo y los “armadores” liderados por “Lule” y Martín Menem se viene desplegando en dos niveles. Por un lado está la diferencia conceptual respecto a la estrategia electoral. Los Menem quieren disputar hasta la última elección a consejero escolar del país con la boleta de un violeta puro. Y el estratega de Milei considera que hay comicios locales que no hay que jugar, para no desgastar la marca (si el resultado va a ser pobre) y para priorizar acuerdos políticos (con el gobernador o con otros partidos) que permitan, en octubre, sumar más bancas en el Congreso.

Hay un segundo nivel de la interna, el de los dirigentes que se referencian en uno y otro bando, mucho menos sofisticado. Allí las zancadillas, las operaciones a través de los medios y las trampas no cesan.

Una importantísima fuente del Gobierno aseguró a LA NACION que, después de esa famosa charla, Karina pidió bandera blanca entre Caputo y los Menem. “El fin de semana pasado, Santiago, Lule y Martín trabajaron para bajar la espuma. El conflicto entre ellos tres está a la baja ahora”, aseguró.

El domingo del Superclásico, según una foto que mostró TN, Caputo, que es de Boca, fue a ver el partido al Monumental a un palco donde había dirigentes de River. ¿Fue también un gesto amistoso hacia los Menem que están involucrados en la política del club?

Falta de armonía

Si la intención en la cúpula de LLA es la de distender, hacia afuera -por ahora- la armonía no se notó demasiado.

El lunes, Caputo decidió a último momento asistir a la cena de la Fundación Libertad (un espacio ultraliberal históricamente identificado con Pro que los libertarios quieren disputar) para buscar, adrede, una foto con Mauricio Macri. Un pequeño gesto de acercamiento, con cierto condimento perverso, para mantener viva la posibilidad de cerrar un acuerdo en la provincia de Buenos Aires, como quiere Milei. Al día siguiente, el presidente de LLA en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja, salió a detonar todos los puentes. “A los de Pro no necesitamos comprarlos, estaban regalados”, acometió desde Bahía Blanca. Dicen que hasta a los Menem les pareció mucho teniendo en cuenta el lugar que ocupan figuras como Patricia Bullrich.

El viernes por la tarde, en tanto, la casa central de PAMI publicó un comunicado explosivo. Las autoridades de la obra social de los jubilados anunciaron que harán una investigación interna en las delegaciones del propio organismo para auditar las compras sin licitación. Dijeron que se tomarán medidas para que las oficinas de PAMI en las provincias dejen de ser “una caja negra al servicio de la política”. Es decir, la cúpula de PAMI que comanda indirectamente el ministro de Salud, Mario Lugones (un funcionario que conoce a Santiago Caputo hace casi 15 años), va a pesquisar a las delegaciones del organismo donde tallan los referentes provinciales que responden al armado de los Menem.

José Luis Espert se sumó a La Libertad Avanza.

Pero quizás el episodio más significativo fue el que se dio con una militante libertaria de Junín. Por primera vez, todo el barro político que se despliega en las terceras y cuartas líneas llegó a los oídos de Javier Milei, que detesta las cuestiones político-partidarias y no quiere perder ni un segundo en eso.

La influencer libertaria Marina Biagetti denunció en X que el coordinador de LLA en Junín, Alberto Pascual (a su vez, titular de la delegación de PAMI en esa localidad) la desvinculó del espacio político por formar parte de “Las fuerzas del cielo”, la agrupación militante que comanda el tuitero Daniel Parisini, más conocido como Gordo Dan.

“Javier se enteró y lo mandó a echar a Pascual”, aseguró un tuitero con llegada a la Casa Rosada. El viernes, en el acto con Manuel Adorni en Lugano, Milei se abrazó con Biagetti. Pascual, efectivamente, fue despedido.

En la provincia de Buenos Aires, la disputa entre “Las Fuerzas del Cielo” y Pareja está al rojo vivo. “Ahí sí hay mucho quilombo”, reconocen, incluso, los pacifistas que aseguran que en las primeras líneas se está buscando un armisticio. Los “celestiales” aseguran que el titular de LLA de Buenos Aires busca correr a todos sus cuadros juveniles, como ocurrió en Junín. Y que hay demasiados referentes en el el armado partidario a los que se les puede rastrear un pasado en el kirchnerismo.

Se verá si después de todo este ruido es posible una integración real entre armadores y estrategas. En la Capital Federal, Adorni -un soldado de Karina- quiere ser prenda de unidad. No de casualidad pidió que al debate porteño en el Canal de la Ciudad lo acompañaran Santiago Caputo y Macarena Alifraco, mano derecha del asesor presidencial. La mesa de la campaña porteña está comandada por la lugarteniente de Karina, Pilar Ramírez. Pero el equipo de Caputo (allí talla Tomás Vidal, uno de los expertos de Move Group, la histórica consultora del asesor de Milei) dio consejos para la narrativa. Ellos son los autores del nuevo slogan “kirchnerismo o libertad” que sube al ring a Leandro Santoro y evita confrontar con Pro, seguramente en base a encuestas y focus group.

La interna de LLA en la provincia de Buenos Aires complica aún más a la muy trabada alianza con Pro. Los libertarios quieren un acuerdo al estilo Massa 2013, cuando el macrismo colocó tres candidatos en la lista del tigrense. Pero ahora Pro está a años luz de aquel momento, con 14 intendentes y una estructura propia en todo el territorio. Macri quiere una coalición de partidos. En una y otra terminal coinciden en que nada se podrá conversar hasta después de la elección porteña, el 18 de mayo, donde violetas y amarillos compiten a todo o nada. La expectativa está en que, una vez superada esa instancia, el Presidente y su antecesor vuelvan a juntarse. “Si se llega a dar, lo van a organizar ellos dos con un WhatsApp”, dicen cerca de Macri.

Mauricio Macri y Santiago Caputo, en la cena de la Fundación Libertad

En Pro tampoco hay unidad de criterios. Hace 15 días, Diego Santilli -uno de los principales militantes del acuerdo con los libertarios- se reunió con Macri y con Fernando De Andreis en la casa del expresidente. Macri quiso saber si el “Colo” ya había cerrado un acuerdo personal para jugar con el mileísmo. Si secretamente se había cambiado el apellido. Santilli le juró que no, pero le advirtió a Macri que iba a cometer un error si apostaba a jugar contra LLA en Buenos Aires. Es decir, apuntaba a salir tercero pero con poder de daño al Gobierno.

El escenario de Buenos Aires se proyecta a otros distritos gobernados por Pro o por la UCR. “Si LLA y los gobernadores no hacen un acuerdo, en muchos distritos con 30 puntos puede ganar el peronismo. Y ya se sabe como se envalentona el PJ cuando gana”, advirtieron cerca de un mandatario provincial.

Otro detalle: Milei salió a caminar por Lugano con Adorni porque es su “voz”. Pero nadie se lo imagina levantándole el brazo a un candidato que nunca vio en su vida. En Santa Fe, los libertarios debieron abrazarse a una gigantografía del Presidente.

A Milei no le interesa perder el tiempo con personas que no conoce y es endogámico en sus vínculos. No es de los presidentes que amplían al infinito su red de relaciones, justamente, por ser presidentes. Para entender sus prioridades e intereses, basta con escuchar sus disertaciones y leer su cuenta en X. El miércoles, en la Expo EFI, habló durante una hora y 45 minutos alternadamente de su programa económico y de los problemas de la teoría neoclásica mientras escurría algunos elogios a Adorni (sentado en primera fila) y repartía insultos a “econochantas, políticos corruptos, periodistas ensobrados, sindigarcas y ñoños republicanos”.

Hoy nada obsesiona más al Presidente que su odio (todavía “insuficiente”, según asegura) contra el periodismo. La cuenta de X de Milei es un infinito hilo de tuits atacando a periodistas (casi no le dedica mensajes a la oposición) y detrás suyo las tropas de trolls amplifican los mensajes de hostilidad, mientras el intelectual del Gobierno, Agustín Laje, reclama “acelerar la batalla cultural contra el periodismo basura del país”.

Mientras tanto, los libertarios ganan terreno en YouTube. Dicen que el Gordo Dan, que el año pasado era la estrella de Carajo, en esta temporada directamente tomó el control sobre todos los contenidos del canal de streaming oficialista.

Marina Biagetti junto al

La diaria del Gobierno navega así, entre la guerra contra los medios y las reyertas electorales mientras Milei recupera aire con su principal carta de presentación: el mantenimiento a raya de la inflación y del valor del dólar como potentes señales de estabilidad, aún cuando, según la consultora C-P, se registró un freno a la recuperación salarial en el primer trimestre del año porque los sueldos acordados por paritarias fueron quedando debajo de la inflación (solo pudo compensarse por horas extra trabajadas).

La Casa Rosada solo podrá diversificar la agenda mediante algunas iniciativas por decreto, como la reforma migratoria, que saldría vía Boletín Oficial. En el Congreso, la oposición está en pie de guerra, reclamando una sesión para llevar temas extremadamente urticantes para el Gobierno, como la moratoria previsional y el presupuesto universitario.

Milei podría surfear este escenario político hasta las elecciones de octubre. Pero no mucho más allá: como él mismo dijo, debe encarar reformas de fondo: la tributaria, la laboral y, más adelante, la previsional. Para eso necesitará manos en el Congreso. De ahí la enorme relevancia que tiene toda la discusión interna en LLA.

 La charla clave entre la hermana del Presidente y Santiago Caputo; las rencillas que no ceden; el caso testigo de la militante de Junín; definiciones electorales clave para el futuro del Gobierno  LA NACION

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