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El contraataque del ala progresista: defendió el legado de Francisco y pidió que el perfil del próximo papa “sea profético”

ROMA.- El clima es febril. Quedan sólo tres días para seguir sumando votos y las negociaciones y reuniones para organizar “cordate” siguen a ritmo frenético. Y con mucha incertidumbre por lo que pasará el próximo miércoles por la tarde en la Capilla Sixtina, cuando 133 cardenales electores de 70 países -nunca un número tan alto y tan global-, deberán realizar la primera votación para elegir al nuevo jefe de la Iglesia Católica.

Mientras que el ala conservadora parece lista a votar por el candidato más fuerte, el más conocido, el cardenal Pietro Parolin, el secretario de Estado del papa Francisco, diplomático de 70 años que se presenta como alguien que pondría orden a la “revolución bergogliana”, en la vereda de enfrente siguen buscando cuál es la mejor opción para que no haya vuelta atrás y se afiance el camino reformista del papa del fin del mundo.

En este sentido, en la novena congregación general de este sábado, según pudo saber LA NACION, hubo un virtual contraataque de los progresistas, que luchan para que pueda ser votado un papa que asegure que siga adelante la herencia aperturista de Francisco. Y que por primera vez dijeron qué cualidad buscan en su sucesor: “un perfil profético, que de esperanza”.

“Hablaron cardenales muy en línea con él, provenientes de tierras lejanas, que nadie entre los conservadores quiere escuchar”, confió una fuente. Y de las 26 intervenciones que hubo en el Aula del Sínodo, una fue considerada “una bomba” de los progresistas.

La octava de las nueve misas por el papa Francisco en el Vaticano

En su habitual encuentro con la prensa Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa del Vaticano, pareció confirmar lo anterior, al enumerar los temas salidos a la luz en las deliberaciones.

“Entre los asuntos abordados se destacaron: la doble misión de la Iglesia: comunión interna y fraternidad universal. Asimismo, se expresó gratitud al papa Francisco, con frecuentes citas de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, documento programático de su Pontificado, y también se reiteró el llamado a continuar los procesos que él ha iniciado”, dijo Bruni.

“Por otra parte, se resaltó la importancia de la colaboración y la solidaridad entre las Iglesias, se abordó el papel de la Curia en su relación con el Pontífice y el servicio de la Iglesia, y del Papa en particular, a favor de la paz. A su vez, se aludió a la educación como valor fundamental en la acción pastoral. Igualmente, se deseó que el próximo Papa tenga un perfil profético, y que impulse a la Iglesia a ‘salir del cenáculo’ para llevar esperanza al mundo, en sintonía con el Jubileo Ordinario de 2025”, añadió. Fue la primera vez que salieron temas de este tipo en las reuniones pre-cónclave.

“Otros puntos tratados fueron la sinodalidad y la colegialidad como ejes del camino eclesial y el rol del Jubileo como signo de esperanza”, sumó, al agregaron que “no faltaron reflexiones sobre la atención con la que el mundo observa a la Iglesia, así como sobre la necesidad de no aislarse de la realidad”.

“Finalmente, los purpurados analizaron la urgencia del diálogo ecuménico y la misión evangelizadora”, concluyó. Así, pareció claro que quienes tomaron la palabra fueron los cardenales “bergoglianos” que, luego de días en los que escucharon “quejas” contra el papado “confuso” de Francisco y la necesidad de orden, salieron a defender su herencia y a porponer un perfil acorda a su Iglesia en salida.

Los nombres

Dentro de la galaxia de cardenales de esta facción y que ven al cónclave como un virtual referéndum sobre la sinodalidad -caminar juntos jerarquía y bautizados- los nombres que más suenan son los de muchos altos prelados que se pusieron el hombro y acompañaron con entusiasmo justamente el último sínodo sobre sinodalidad, el proceso de consulta y escucha global que duró tres años, la gran apuesta de la última fase del pontificado de Francisco.

En este marco, el cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich, jesuita como Francisco y entre los más abiertos -en una entrevista con LA NACION, años atrás, dijo que las mujeres deberían llegara a ser cardenales-, que fue relator del sínodo, es considerado un punto de referencia.

Políglota que vivió muchos años en Japón, país que adora, en una misa que celebró días atrás en la Chiesa Nuova, si bien destacó la homilía que pronunció el sábado pasado, durante el funeral solmne de Francisco, el cardenal Giovanni Battista Re -decano del colegio cardenalicio y en campaña por Parolin-, advirtió que se había olvidado de tocar un punto clave del legado del papa muerto. “Le faltó hablar del Espíritu Santo y del sínodo”, apuntó Hollerich, al recordar el antes y el después que marcó, para muchos, este evento, en el que por primera vez participaron con derecho a voto las mujeres y en el que todos, durante las reuniones, incluso el Papa, se sentaron en grandes mesas redondas, todos en el mismo nivel.

Hollerich, que por ser jesuita muchos no consideran “papable” -dos jesuitas seguidos parece imposible, aunque nunca se sabe-, hizo saber que su candidato para seguir el camino sinodal es el cardenal maltés Mario Grech, que fue su brazo derecho como secretario general del sínodo.

De 68 años, Grech no es considerado tan abierto como Hollerich, es más moderado y en su figura podrían converger diversos votos. Gracias a su rol de directores de orquesta del sínodo -al que participaron unos sesenta cardenales electores-, los dos son bastante conocidos.

El cardenal Mario Grech

Otro nombre que suena es el del cardenal francés, Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella y presidente de la Conferencia Episcopal francesa. Muy carismático a la hora de hablar en público, de 66 años, su talón de Aquiles es que, al parecer, no habla italiano.

El cardenal Jean-Marc Aveline

Otro nombre que podría ser jugado en una segunda instancia, si ninguno de los dos favoritos -Parolin y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle (67)- logran los votos necesarios para eliminar al otro, es el del cardenal agustiniano Robert Prevost, exprefecto del Dicasterio para los Obispos y de la Pontificia Comisión para América Latina.

Totalmente en línea con Francisco, es un prelado de 69 años que fue prior general de los Agustinianos y que trabajó casi veinte años en Perú, de los cuales los últimos años como obispo de Chiclayo, en el noroeste del país, donde fue designado en 2014 por el papa Francisco, que en 2023 quiso traerlo a la curia romana para estar al frente de uno de los “ministerios” más importantes.

Robert Francis Prevost

Aunque algunos piensan que su desventaja es el pasaporte estadounidense.

Un tapado

Otro “tapado” que podría aparecer en un segundo momento del escrutinio, de bloquearse la candidatura de Tagle -cuestionado por su gestión de Cáritas Internationalis y del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos-, es otro filipino. Se trata del cardenal Pablo Virgilio David, de 66 años, obispo de Kalookan y por segunda vez presidente de los obispos de Filipinas, el tercer país con más católicos después de Brasil y México.

El cardenal Pablo Virgilio Siongco David

Él también es un entusiasta del sínodo -participó en la última sesión-, es políglota y muy popular en su país, donde es llamado “Ambo” (otra forma de decir cariñosamente Pablo) y elogiado por su valentía. Fue varias veces amenazado de muerte por el régimen del expresidente Rodrigo Duterte, porque salió a ayudar a las víctimas de su represión en su brutal lucha contra el tráfico de drogas. Fiel reflejo de su coraje, en su Facebook, junto a la foto de Donald Trump vestido de papa que causó polémicas, en todos los idiomas, escribió: “no es gracioso, señor”.

NOT FUNNY, SIR.

🇮🇹 Italian

Non è divertente, signore.

🇫🇷 French

Ce n’est pas drôle, monsieur.

🇩🇪 German

Das ist…

Publicado por Pablo Virgilio David en Sábado, 3 de mayo de 2025

Denuncia de censura

En medio de un clima cada vez más de suspenso, la prensa italiana, salvo excepciones, alineada con la idea de que el próximo papa debe ser italiano, comentaba la “noticia falsa” de un presunto malestar (ataque de presión alta) que habría tenido Parolin.

Lo cierto es que, para dar una idea de lo que desencadena en Italia y en la prensa italiana la hipótesis de un papa italiano, “Professione reporter”, un sitio que defiende la profesión periodística reveló que el semanario L’Espresso decidió cancelar a último momento un artículo titulado “Parolin, la diplomacia de lo invisible”, al parecer no muy favorable, que examinaba las relaciones del cardenal candidato a papa, con los palacios del poder romano.

Pietro Parolin

Aunque lograron a último momento quitar esa nota, que fue reemplazada por dos páginas de publicidad, el título quedó en el sumario de la revista. Y generó una protesta de los periodistas de esta publicación que denunciaron un “acto unilateral”, por no decir, censura, de último momento de parte de la dirección.

La previa del cónclave

En esta atmósfera llena de tensión, el Vaticano hizo saber que los cardenales, que mañana celebrarán una misa en las iglesias de Roma de la que son titulares, si así lo desean, el lunes tendrán una jornada completa, la última, de trabajo: habrá congregación general a la mañana y por la tarde, como para que todos puedan expresarse.

Ya el martes por la noche, 6 de mayo, quienes quieran, podrán comenzar a ingresar a la residencia de Santa Marta y de Santa Marta Vieja, que está al lado y que fueron refaccionadas para el “big event”, para tomar posesión de sus cuartos. Como siempre y tal como indican las reglas, habrá un sorteo de las habitaciones. Estas estarán acondicionados especialmente, a nivel tecnológico, como para que los cardenales electores no puedan tener absolutamente ningún contacto con el exterior (adiós celulares, tablets, computadoras, radios, relojes inteligentes y demás). El personal que los atenderá en su encierro deberá jurar mantener en secreto todo lo que vean y oigan allí.

Los cardenales también podrán ingresar a su alojamiento-clausura en Santa Marta el miércoles a la mañana temprano, como para tener tiempo para prepararse para la misa “pro eligendo Pontífice” que presidirá, a las diez de la mañana, el cardenal decano, Giovanni Battista Re. Esta celebración, que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro, marcará el puntapié inicial del cónclave más “multipolar”, internacional y fascinante de la historia reciente, reflejo de la visión poliédrica y en salida hacia las periferias de Francisco.

ROMA.- El clima es febril. Quedan sólo tres días para seguir sumando votos y las negociaciones y reuniones para organizar “cordate” siguen a ritmo frenético. Y con mucha incertidumbre por lo que pasará el próximo miércoles por la tarde en la Capilla Sixtina, cuando 133 cardenales electores de 70 países -nunca un número tan alto y tan global-, deberán realizar la primera votación para elegir al nuevo jefe de la Iglesia Católica.

Mientras que el ala conservadora parece lista a votar por el candidato más fuerte, el más conocido, el cardenal Pietro Parolin, el secretario de Estado del papa Francisco, diplomático de 70 años que se presenta como alguien que pondría orden a la “revolución bergogliana”, en la vereda de enfrente siguen buscando cuál es la mejor opción para que no haya vuelta atrás y se afiance el camino reformista del papa del fin del mundo.

En este sentido, en la novena congregación general de este sábado, según pudo saber LA NACION, hubo un virtual contraataque de los progresistas, que luchan para que pueda ser votado un papa que asegure que siga adelante la herencia aperturista de Francisco. Y que por primera vez dijeron qué cualidad buscan en su sucesor: “un perfil profético, que de esperanza”.

“Hablaron cardenales muy en línea con él, provenientes de tierras lejanas, que nadie entre los conservadores quiere escuchar”, confió una fuente. Y de las 26 intervenciones que hubo en el Aula del Sínodo, una fue considerada “una bomba” de los progresistas.

La octava de las nueve misas por el papa Francisco en el Vaticano

En su habitual encuentro con la prensa Matteo Bruni, director de la Sala de Prensa del Vaticano, pareció confirmar lo anterior, al enumerar los temas salidos a la luz en las deliberaciones.

“Entre los asuntos abordados se destacaron: la doble misión de la Iglesia: comunión interna y fraternidad universal. Asimismo, se expresó gratitud al papa Francisco, con frecuentes citas de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, documento programático de su Pontificado, y también se reiteró el llamado a continuar los procesos que él ha iniciado”, dijo Bruni.

“Por otra parte, se resaltó la importancia de la colaboración y la solidaridad entre las Iglesias, se abordó el papel de la Curia en su relación con el Pontífice y el servicio de la Iglesia, y del Papa en particular, a favor de la paz. A su vez, se aludió a la educación como valor fundamental en la acción pastoral. Igualmente, se deseó que el próximo Papa tenga un perfil profético, y que impulse a la Iglesia a ‘salir del cenáculo’ para llevar esperanza al mundo, en sintonía con el Jubileo Ordinario de 2025”, añadió. Fue la primera vez que salieron temas de este tipo en las reuniones pre-cónclave.

“Otros puntos tratados fueron la sinodalidad y la colegialidad como ejes del camino eclesial y el rol del Jubileo como signo de esperanza”, sumó, al agregaron que “no faltaron reflexiones sobre la atención con la que el mundo observa a la Iglesia, así como sobre la necesidad de no aislarse de la realidad”.

“Finalmente, los purpurados analizaron la urgencia del diálogo ecuménico y la misión evangelizadora”, concluyó. Así, pareció claro que quienes tomaron la palabra fueron los cardenales “bergoglianos” que, luego de días en los que escucharon “quejas” contra el papado “confuso” de Francisco y la necesidad de orden, salieron a defender su herencia y a porponer un perfil acorda a su Iglesia en salida.

Los nombres

Dentro de la galaxia de cardenales de esta facción y que ven al cónclave como un virtual referéndum sobre la sinodalidad -caminar juntos jerarquía y bautizados- los nombres que más suenan son los de muchos altos prelados que se pusieron el hombro y acompañaron con entusiasmo justamente el último sínodo sobre sinodalidad, el proceso de consulta y escucha global que duró tres años, la gran apuesta de la última fase del pontificado de Francisco.

En este marco, el cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich, jesuita como Francisco y entre los más abiertos -en una entrevista con LA NACION, años atrás, dijo que las mujeres deberían llegara a ser cardenales-, que fue relator del sínodo, es considerado un punto de referencia.

Políglota que vivió muchos años en Japón, país que adora, en una misa que celebró días atrás en la Chiesa Nuova, si bien destacó la homilía que pronunció el sábado pasado, durante el funeral solmne de Francisco, el cardenal Giovanni Battista Re -decano del colegio cardenalicio y en campaña por Parolin-, advirtió que se había olvidado de tocar un punto clave del legado del papa muerto. “Le faltó hablar del Espíritu Santo y del sínodo”, apuntó Hollerich, al recordar el antes y el después que marcó, para muchos, este evento, en el que por primera vez participaron con derecho a voto las mujeres y en el que todos, durante las reuniones, incluso el Papa, se sentaron en grandes mesas redondas, todos en el mismo nivel.

Hollerich, que por ser jesuita muchos no consideran “papable” -dos jesuitas seguidos parece imposible, aunque nunca se sabe-, hizo saber que su candidato para seguir el camino sinodal es el cardenal maltés Mario Grech, que fue su brazo derecho como secretario general del sínodo.

De 68 años, Grech no es considerado tan abierto como Hollerich, es más moderado y en su figura podrían converger diversos votos. Gracias a su rol de directores de orquesta del sínodo -al que participaron unos sesenta cardenales electores-, los dos son bastante conocidos.

El cardenal Mario Grech

Otro nombre que suena es el del cardenal francés, Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella y presidente de la Conferencia Episcopal francesa. Muy carismático a la hora de hablar en público, de 66 años, su talón de Aquiles es que, al parecer, no habla italiano.

El cardenal Jean-Marc Aveline

Otro nombre que podría ser jugado en una segunda instancia, si ninguno de los dos favoritos -Parolin y el cardenal filipino Luis Antonio Tagle (67)- logran los votos necesarios para eliminar al otro, es el del cardenal agustiniano Robert Prevost, exprefecto del Dicasterio para los Obispos y de la Pontificia Comisión para América Latina.

Totalmente en línea con Francisco, es un prelado de 69 años que fue prior general de los Agustinianos y que trabajó casi veinte años en Perú, de los cuales los últimos años como obispo de Chiclayo, en el noroeste del país, donde fue designado en 2014 por el papa Francisco, que en 2023 quiso traerlo a la curia romana para estar al frente de uno de los “ministerios” más importantes.

Robert Francis Prevost

Aunque algunos piensan que su desventaja es el pasaporte estadounidense.

Un tapado

Otro “tapado” que podría aparecer en un segundo momento del escrutinio, de bloquearse la candidatura de Tagle -cuestionado por su gestión de Cáritas Internationalis y del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos-, es otro filipino. Se trata del cardenal Pablo Virgilio David, de 66 años, obispo de Kalookan y por segunda vez presidente de los obispos de Filipinas, el tercer país con más católicos después de Brasil y México.

El cardenal Pablo Virgilio Siongco David

Él también es un entusiasta del sínodo -participó en la última sesión-, es políglota y muy popular en su país, donde es llamado “Ambo” (otra forma de decir cariñosamente Pablo) y elogiado por su valentía. Fue varias veces amenazado de muerte por el régimen del expresidente Rodrigo Duterte, porque salió a ayudar a las víctimas de su represión en su brutal lucha contra el tráfico de drogas. Fiel reflejo de su coraje, en su Facebook, junto a la foto de Donald Trump vestido de papa que causó polémicas, en todos los idiomas, escribió: “no es gracioso, señor”.

NOT FUNNY, SIR.

🇮🇹 Italian

Non è divertente, signore.

🇫🇷 French

Ce n’est pas drôle, monsieur.

🇩🇪 German

Das ist…

Publicado por Pablo Virgilio David en Sábado, 3 de mayo de 2025

Denuncia de censura

En medio de un clima cada vez más de suspenso, la prensa italiana, salvo excepciones, alineada con la idea de que el próximo papa debe ser italiano, comentaba la “noticia falsa” de un presunto malestar (ataque de presión alta) que habría tenido Parolin.

Lo cierto es que, para dar una idea de lo que desencadena en Italia y en la prensa italiana la hipótesis de un papa italiano, “Professione reporter”, un sitio que defiende la profesión periodística reveló que el semanario L’Espresso decidió cancelar a último momento un artículo titulado “Parolin, la diplomacia de lo invisible”, al parecer no muy favorable, que examinaba las relaciones del cardenal candidato a papa, con los palacios del poder romano.

Pietro Parolin

Aunque lograron a último momento quitar esa nota, que fue reemplazada por dos páginas de publicidad, el título quedó en el sumario de la revista. Y generó una protesta de los periodistas de esta publicación que denunciaron un “acto unilateral”, por no decir, censura, de último momento de parte de la dirección.

La previa del cónclave

En esta atmósfera llena de tensión, el Vaticano hizo saber que los cardenales, que mañana celebrarán una misa en las iglesias de Roma de la que son titulares, si así lo desean, el lunes tendrán una jornada completa, la última, de trabajo: habrá congregación general a la mañana y por la tarde, como para que todos puedan expresarse.

Ya el martes por la noche, 6 de mayo, quienes quieran, podrán comenzar a ingresar a la residencia de Santa Marta y de Santa Marta Vieja, que está al lado y que fueron refaccionadas para el “big event”, para tomar posesión de sus cuartos. Como siempre y tal como indican las reglas, habrá un sorteo de las habitaciones. Estas estarán acondicionados especialmente, a nivel tecnológico, como para que los cardenales electores no puedan tener absolutamente ningún contacto con el exterior (adiós celulares, tablets, computadoras, radios, relojes inteligentes y demás). El personal que los atenderá en su encierro deberá jurar mantener en secreto todo lo que vean y oigan allí.

Los cardenales también podrán ingresar a su alojamiento-clausura en Santa Marta el miércoles a la mañana temprano, como para tener tiempo para prepararse para la misa “pro eligendo Pontífice” que presidirá, a las diez de la mañana, el cardenal decano, Giovanni Battista Re. Esta celebración, que tendrá lugar en la Basílica de San Pedro, marcará el puntapié inicial del cónclave más “multipolar”, internacional y fascinante de la historia reciente, reflejo de la visión poliédrica y en salida hacia las periferias de Francisco.

 En la reunión de este sábado los cardenales “bergoglianos” defendieron su pontificado  LA NACION

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