Platense dio el primer golpe grande los playoffs: eliminó a un Racing que se quedó sin nafta

Con cinco triunfos al hilo en el Apertura, más el envión por haber goleado entresemana a Bucaramanga por la Copa Libertadores, Racing llegaba en plenitud anímica y con una notoria alza futbolística al primer duelo de playoffs del plano doméstico, ante Platense. Por, plantel, presente, historia y localía, el equipo dirigido por Gustavo Costas se constituía como el favorito en el Cilindro, donde una multitud aguardaba por otra actuación convincente y la clasificación a cuartos de final. Sin embargo, esos partidos presuntamente accesibles son los que más complican a la Academia, que sufrió un golpe durísimo: el Calamar, con una defensa inexpugnable y un cabezazo certero de Nicolás Orsini -a los 38 minutos del segundo tiempo-, venció 1-0 en Avellaneda y festejó el pase a la instancia de los ocho mejores.
“No sé si nos va a dar la nafta, pero vamos a ir por todo”, arengó Gustavo Costas, el técnico de Racing, luego de la gran goleada (4-0) de sus dirigidos en Colombia, el pasado miércoles, por la cuarta fecha de la zona E de la Copa Libertadores, en la que se encuentra como líder. Aquella frase del entrenador albiceleste iba en consonancia con la expectativa previa de todos los fanáticos, que fantaseaban con un duelo de cuartos de final ante River, en el Monumental, si es que el equipo de Marcelo Gallardo se impone ante Barracas Central.
VOLVELO A MIRAR, HINCHA DEL CALAMAR: así fue el gol de Orsini para el 1-0 de Platense a Racing. pic.twitter.com/M71pUIt7OS
— SportsCenter (@SC_ESPN) May 10, 2025
Pero Racing se quedó sin nafta para salir desde Avellaneda hacia cualquier otro destino, ya que Platense le dio un golpazo y lo sacó del Apertura. El Calamar demostró su condición de rival indeseable: con muchísima disciplina táctica, un enorme despliegue físico y temple para llevar adelante el plan ideado por Favio Orsi y Sergio Gómez, le opuso resistencia al local desde el comienzo. El ímpetu habitual de la Academia se vio aplacado por dos factores: la propia falta de movilidad y el orden del adversario.
Sin Santiago Sosa, el líbero-mediocampista expulsado en la última fecha de la fase regular ante Newell’s, y sin Agustín García Basso, por una lesión muscular, la línea de tres centrales del dueño de casa estuvo compuesta por Marco Di Césare, Nazareno Colombo y Santiago Quirós. Colombo, en el centro de la última línea, intentaba conducir en la salida, pero se encontraba sin receptores libres, presionados por los mediocampistas del Calamar. A ellos se sumaban Augusto Lotti y Vicente Taborda, con tareas defensivas cuando su equipo no tenía el balón.
En ese contexto, no resultó casual que en el comienzo faltara emoción cerca de los arcos, hasta que a los 12 minutos ambos contaron situaciones importantes: Santiago Solari picó al área e intentó conectar con Adrián Martínez, pero la pelota le quedó atrás al artillero. De esa acción, llegó inmediatamente la respuesta del Calamar, con un centro de Guido Mainero a la cabeza de Augusto Lotti –ex Racing-, quien hizo impactar la pelota en el palo derecho de Gabriel Arias.
Con el paso de los minutos, se potenció una tendencia: Racing la tenía sin capacidad de dañar, producto de lo estáticos que estaban sus mediocampistas, con varias imprecisiones y demoras para trasladar la pelota, mientras que Platense apostaba a cortar y salir con varios jugadores disparados hacia los dominios de Arias. El visitante la tenía menos, pero causaba más riesgos: un par de cierres de Di Césare y otro de Quirós evitaron que las transiciones del Calamar (una desde un tiro de esquina para la Academia) concluyeran con goles.
Racing, que también extrañó a Gabriel Rojas por la izquierda (por una inflamación en la zona de los meniscos de la rodilla izquierda), carecía de profundidad y se encomendaba en ese sector a los intentos de Maximiliano Salas, que jugaba un duelo aparte con Juan Ignacio Saborido, lateral derecho del Marrón. Del esfuerzo de Salas surgió, pasada la media hora de juego, un córner en el que Juan Ignacio Nardoni estuvo cerca de anotar, de cabeza. Salas, que se activó en el cierre del primer tiempo y le dio otro empuje a la ofensiva, arremetió en el área y sacó un zurdazo que exigió a la primera intervención importante de Cozzani, quien no tendría más trabajo durante toda la noche.
En el segundo tiempo, Racing salió más determinado e hizo retroceder a Platense, pero continuaba sin ser profundo. Pese a los ingresos de Luciano Vietto y Richard Sánchez, cuyo propósito fue aportar más criterio y capacidad de daño desde el pase, el equipo de Costas jamás encontró cómo vulnerar a los dirigidos por la dupla Orsi-Gómez. Los entrenadores de la visita mandaron a la cancha a los 36 minutos a Nicolás Orsini, quien dos después sería el protagonista de la noche: Mainero envió un centro desde la derecha, Orsini cabeceó ante Di Césare y venció a Gabriel Arias para el sorpresivo 1-0. Fue el golpe definitivo, del que Racing ya no se pudo levantar.
Ahora, la hoja de ruta le señala la necesidad de levantarse rápido y asegurar su clasificación a octavos de final de la Libertadores. El Apertura ya es historia para la Academia, y una sonrisa plena para el muy buen Platense.
Con cinco triunfos al hilo en el Apertura, más el envión por haber goleado entresemana a Bucaramanga por la Copa Libertadores, Racing llegaba en plenitud anímica y con una notoria alza futbolística al primer duelo de playoffs del plano doméstico, ante Platense. Por, plantel, presente, historia y localía, el equipo dirigido por Gustavo Costas se constituía como el favorito en el Cilindro, donde una multitud aguardaba por otra actuación convincente y la clasificación a cuartos de final. Sin embargo, esos partidos presuntamente accesibles son los que más complican a la Academia, que sufrió un golpe durísimo: el Calamar, con una defensa inexpugnable y un cabezazo certero de Nicolás Orsini -a los 38 minutos del segundo tiempo-, venció 1-0 en Avellaneda y festejó el pase a la instancia de los ocho mejores.
“No sé si nos va a dar la nafta, pero vamos a ir por todo”, arengó Gustavo Costas, el técnico de Racing, luego de la gran goleada (4-0) de sus dirigidos en Colombia, el pasado miércoles, por la cuarta fecha de la zona E de la Copa Libertadores, en la que se encuentra como líder. Aquella frase del entrenador albiceleste iba en consonancia con la expectativa previa de todos los fanáticos, que fantaseaban con un duelo de cuartos de final ante River, en el Monumental, si es que el equipo de Marcelo Gallardo se impone ante Barracas Central.
VOLVELO A MIRAR, HINCHA DEL CALAMAR: así fue el gol de Orsini para el 1-0 de Platense a Racing. pic.twitter.com/M71pUIt7OS
— SportsCenter (@SC_ESPN) May 10, 2025
Pero Racing se quedó sin nafta para salir desde Avellaneda hacia cualquier otro destino, ya que Platense le dio un golpazo y lo sacó del Apertura. El Calamar demostró su condición de rival indeseable: con muchísima disciplina táctica, un enorme despliegue físico y temple para llevar adelante el plan ideado por Favio Orsi y Sergio Gómez, le opuso resistencia al local desde el comienzo. El ímpetu habitual de la Academia se vio aplacado por dos factores: la propia falta de movilidad y el orden del adversario.
Sin Santiago Sosa, el líbero-mediocampista expulsado en la última fecha de la fase regular ante Newell’s, y sin Agustín García Basso, por una lesión muscular, la línea de tres centrales del dueño de casa estuvo compuesta por Marco Di Césare, Nazareno Colombo y Santiago Quirós. Colombo, en el centro de la última línea, intentaba conducir en la salida, pero se encontraba sin receptores libres, presionados por los mediocampistas del Calamar. A ellos se sumaban Augusto Lotti y Vicente Taborda, con tareas defensivas cuando su equipo no tenía el balón.
En ese contexto, no resultó casual que en el comienzo faltara emoción cerca de los arcos, hasta que a los 12 minutos ambos contaron situaciones importantes: Santiago Solari picó al área e intentó conectar con Adrián Martínez, pero la pelota le quedó atrás al artillero. De esa acción, llegó inmediatamente la respuesta del Calamar, con un centro de Guido Mainero a la cabeza de Augusto Lotti –ex Racing-, quien hizo impactar la pelota en el palo derecho de Gabriel Arias.
Con el paso de los minutos, se potenció una tendencia: Racing la tenía sin capacidad de dañar, producto de lo estáticos que estaban sus mediocampistas, con varias imprecisiones y demoras para trasladar la pelota, mientras que Platense apostaba a cortar y salir con varios jugadores disparados hacia los dominios de Arias. El visitante la tenía menos, pero causaba más riesgos: un par de cierres de Di Césare y otro de Quirós evitaron que las transiciones del Calamar (una desde un tiro de esquina para la Academia) concluyeran con goles.
Racing, que también extrañó a Gabriel Rojas por la izquierda (por una inflamación en la zona de los meniscos de la rodilla izquierda), carecía de profundidad y se encomendaba en ese sector a los intentos de Maximiliano Salas, que jugaba un duelo aparte con Juan Ignacio Saborido, lateral derecho del Marrón. Del esfuerzo de Salas surgió, pasada la media hora de juego, un córner en el que Juan Ignacio Nardoni estuvo cerca de anotar, de cabeza. Salas, que se activó en el cierre del primer tiempo y le dio otro empuje a la ofensiva, arremetió en el área y sacó un zurdazo que exigió a la primera intervención importante de Cozzani, quien no tendría más trabajo durante toda la noche.
En el segundo tiempo, Racing salió más determinado e hizo retroceder a Platense, pero continuaba sin ser profundo. Pese a los ingresos de Luciano Vietto y Richard Sánchez, cuyo propósito fue aportar más criterio y capacidad de daño desde el pase, el equipo de Costas jamás encontró cómo vulnerar a los dirigidos por la dupla Orsi-Gómez. Los entrenadores de la visita mandaron a la cancha a los 36 minutos a Nicolás Orsini, quien dos después sería el protagonista de la noche: Mainero envió un centro desde la derecha, Orsini cabeceó ante Di Césare y venció a Gabriel Arias para el sorpresivo 1-0. Fue el golpe definitivo, del que Racing ya no se pudo levantar.
Ahora, la hoja de ruta le señala la necesidad de levantarse rápido y asegurar su clasificación a octavos de final de la Libertadores. El Apertura ya es historia para la Academia, y una sonrisa plena para el muy buen Platense.
La Academia, que llegaba con el ánimo en alza, cayó por 1-0 en su estadio, y fue eliminado del Apertura LA NACION