Alberto Castells: un investigador social que buscó la excelencia académica

A los 90 años, falleció el domingo último el doctor Alberto Castells (1934-2025), investigador principal del Conicet y reconocido académico en el área de la ciencia política y el derecho constitucional, además de articulista de LA NACION a lo largo de las últimas tres décadas.
Nacido en Laguna Larga, Córdoba, Castells se trasladó de joven a Buenos Aires. Se recibió de abogado y de doctor en Jurisprudencia en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Salvador (USAL), donde fue el primer egresado con título habilitante.
En 1967, inició su carrera en la investigación científica, al ingresar al Conicet como becario, bajo la influencia del premio Nobel Bernardo Houssay, hasta convertirse en investigador principal. Entre 1969 y 1971, realizó estudios superiores en la Universidad de París I Sorbonne y, en 1985, obtuvo el título de doctor en Derecho Constitucional con orientación en Ciencia Política en la USAL.
Desarrolló una dilatada carrera como docente universitario en carreras de grado y posgrado. Estuvo a cargo de cátedras de Teoría y Derecho Constitucional, Derecho Público y Teoría Política en la Universidad del Salvador, donde también llegó a ser secretario académico en los años 60, en tiempos en que su rector era el padre Ismael Quiles. En 2011 fue designado profesor emérito de esa casa de altos estudios. También fue profesor titular de la cátedra de Ética y Deontología de la Comunicación en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
Escribió numerosos libros, pero quizás el más destacado sea el último, Ciencia Política Aplicada. Nueva Escuela de Gobierno, obra presentada en noviembre de 2024 y prologada por el politólogo italiano y profesor emérito de la Universidad de Bolonia, Gianfranco Pasquino, en la que Castells propone un enfoque innovador orientado a sentar los cimientos de una Nueva Escuela de Gobierno, que responda a necesidades académicas e institucionales y que posibilite un salto de calidad, hermanando el saber con el hacer.
Castells se preguntaba desde hace muchos años si estarían dadas las bases para mejorar la idoneidad profesional de quienes nos gobiernan y si los programas de capacitación contemplarían los conocimientos de anticipación requeridos para el tratamiento y resolución de problemas en una sociedad compleja. Su propuesta parte del paradigma de la Ciencia Política Aplicada y del saber académico para el hacer institucional, como soporte que debería abastecer a una Licenciatura en Ciencia del Estado resignificado y cuya plataforma sea precisamente la Nueva Escuela de Gobierno.
Desde 1996 y hasta meses recientes, el doctor Castells escribió numerosos artículos en este diario, que trataron cuestiones centrales como el hiperpresidencialismo y el parlamentarismo, la importancia del gabinete de ministros como pieza clave del sistema republicano, el papel de los jueces ante el poder político, el Congreso y la crisis de representación, la división de poderes como piedra fundamental de la República y hasta el tema de la mentira política bajo la lupa.
Su compromiso con la educación y la investigación ha dejado una huella significativa en la formación de profesionales de las ciencias sociales y en el desarrollo de políticas públicas en la Argentina. Su carrera ejemplifica la dedicación a la excelencia académica y al servicio público.
A los 90 años, falleció el domingo último el doctor Alberto Castells (1934-2025), investigador principal del Conicet y reconocido académico en el área de la ciencia política y el derecho constitucional, además de articulista de LA NACION a lo largo de las últimas tres décadas.
Nacido en Laguna Larga, Córdoba, Castells se trasladó de joven a Buenos Aires. Se recibió de abogado y de doctor en Jurisprudencia en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Salvador (USAL), donde fue el primer egresado con título habilitante.
En 1967, inició su carrera en la investigación científica, al ingresar al Conicet como becario, bajo la influencia del premio Nobel Bernardo Houssay, hasta convertirse en investigador principal. Entre 1969 y 1971, realizó estudios superiores en la Universidad de París I Sorbonne y, en 1985, obtuvo el título de doctor en Derecho Constitucional con orientación en Ciencia Política en la USAL.
Desarrolló una dilatada carrera como docente universitario en carreras de grado y posgrado. Estuvo a cargo de cátedras de Teoría y Derecho Constitucional, Derecho Público y Teoría Política en la Universidad del Salvador, donde también llegó a ser secretario académico en los años 60, en tiempos en que su rector era el padre Ismael Quiles. En 2011 fue designado profesor emérito de esa casa de altos estudios. También fue profesor titular de la cátedra de Ética y Deontología de la Comunicación en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES).
Escribió numerosos libros, pero quizás el más destacado sea el último, Ciencia Política Aplicada. Nueva Escuela de Gobierno, obra presentada en noviembre de 2024 y prologada por el politólogo italiano y profesor emérito de la Universidad de Bolonia, Gianfranco Pasquino, en la que Castells propone un enfoque innovador orientado a sentar los cimientos de una Nueva Escuela de Gobierno, que responda a necesidades académicas e institucionales y que posibilite un salto de calidad, hermanando el saber con el hacer.
Castells se preguntaba desde hace muchos años si estarían dadas las bases para mejorar la idoneidad profesional de quienes nos gobiernan y si los programas de capacitación contemplarían los conocimientos de anticipación requeridos para el tratamiento y resolución de problemas en una sociedad compleja. Su propuesta parte del paradigma de la Ciencia Política Aplicada y del saber académico para el hacer institucional, como soporte que debería abastecer a una Licenciatura en Ciencia del Estado resignificado y cuya plataforma sea precisamente la Nueva Escuela de Gobierno.
Desde 1996 y hasta meses recientes, el doctor Castells escribió numerosos artículos en este diario, que trataron cuestiones centrales como el hiperpresidencialismo y el parlamentarismo, la importancia del gabinete de ministros como pieza clave del sistema republicano, el papel de los jueces ante el poder político, el Congreso y la crisis de representación, la división de poderes como piedra fundamental de la República y hasta el tema de la mentira política bajo la lupa.
Su compromiso con la educación y la investigación ha dejado una huella significativa en la formación de profesionales de las ciencias sociales y en el desarrollo de políticas públicas en la Argentina. Su carrera ejemplifica la dedicación a la excelencia académica y al servicio público.
El reconocido académico de la ciencia política y el derecho constitucional murió el domingo a los 90 años LA NACION