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Franco Colapinto terminó 16ª en el Gran Premio de Imola: limpió las ideas y quedó advertido para Mónaco

Tras su fuerte accidente en Las Vegas 2024, que le produjo un intenso dolor de cabeza y, por consejo de los médicos, Franco Colapinto se había ido a dormir temprano ese viernes 22 de noviembre. Lo hizo vigilado en la misma habitación por su padre, Aníbal.

Muy probablemente, la imagen de las horas posteriores al golpe en Las Vegas estaba presente en la memoria de Franco este último sábado. Es aquí que, al contestar cuáles iban a ser sus acciones en las horas siguientes para prepararse para el domingo, dijo: “Dormir, descansar” y afirmaba que iba a “limpiar” las ideas.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Liam Lawson of New Zealand driving the (30) Visa Cash App Racing Bulls VCARB 02 and Franco Colapinto of Argentina driving the (43) Alpine F1 A525 Renault on the formation lap during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Clive Rose/Getty Images)

Ya el domingo, a las 11 de la mañana, acompañado por Sam Mallinson, jefe de prensa de Alpine, Franco apareció en el garaje del equipo. Estaban acabadas las últimas reparaciones al coche accidentado el sábado. Una vez rescatado de la leca, finalizada la prueba de clasificación, los mecánicos comenzaron a reparar los daños que le ocasionaron las barreras de contención a la salida de la curva de Tamburello. Solo se había visto afectado el frontal. Uno de los mecánicos comentó a ESPN: “El golpe fue muy fuerte, pero por suerte, el chasis está intacto”.

Se cambiaron todos los brazos de carbono perfilados de suspensión, los portamazas (manguetas que sujetan las pinzas de frenos, los brazos de la suspensión y las “cacerolas” de carbono que envuelven las pinzas y el sistema de frenado para ayudar a una mejor refrigeración). Se instaló un nuevo alerón delantero y otros componentes aerodinámicos de la zona baja del coche.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Nico Hulkenberg of Germany driving the (27) Kick Sauber C45 Ferrari leads Franco Colapinto of Argentina driving the (43) Alpine F1 A525 Renault on track during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Bryn Lennon - Formula 1/Formula 1 via Getty Images)

Fue una operación de precisión que el sábado duró hasta el horario reglamentado por la FIA. A las 19 de ese día se dejaron de lado las herramientas y se tapó todo el coche con una manta de protección que se quitó el domingo. Se trataba de no romper el “toque de queda” reglamentario que establece horarios para el trabajo de los mecánicos. Así, el día siguiente, ya el domingo por la mañana, justo en el momento establecido para trabajar, a las 10 horas se reemprendió la tarea y todo quedó listo para la carrera. Los valores de suspensión y alineación eran iguales a los del sábado por la tarde (“El coche está muy bien equilibrado”, había manifestado Colapinto).

El viento que había soplado con fuerza temprano por la mañana se había calmado y era apenas una brisa corriendo a lo largo de la estrecha calle del paddock, invadida por el sol. Periodistas, VIPs, presidentes de compañías italianas y europeas patrocinadores de varios equipos se refugiaban a la sombra de los camiones taller. Intentaban evitar un poco el calor húmedo, habitual de esta región en primavera, y, sobre todo, escrutar mejor los mensajes en las pantallas de sus celulares. Más lejos, del lado de las tribunas frente a los boxes, sonaba machaconamente y a todo volumen música disco, con un retumbar que llegaba incluso a sugerir la vibración de un terremoto en la sala de prensa adjunta.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team engages with fans during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Kym Illman/Getty Images)

En la soleada mañana dominguera, Flavio Briatore emergió del espejado y semihermético cubículo de hospitalidad de Alpine para conversar con algunos empresarios amigos. Eran lo suficientemente importantes como para que los invitara a sentarse en la sala de recepción de la planta baja de su casa transportable a los grandes premios europeos. Adentro, más discretamente, les esperaba además Luca De Meo, presente durante todo el fin de semana en el trazado cercano a Bolonia.

En la grilla de largada, Franco conversó con Stuart Barlow, su ingeniero de pista y, protegido del sol con un paraguas corporativo, se dirigió hacia la parte delantera de la parrilla de largada para la ceremonia del himno. Como de costumbre, la grilla era un pandemonio repleto de personajes, VIPs, fotógrafos, etc. Briatore le echaba una mirada al coche 43, saludaba al exfutbolista Ronaldo Nazario, acompañado por una llamativa rubia, y los cámaras no dejaban de enfocarlo. Mucha gracia no le haría a los hinchas del club de fútbol español Valladolid, del que es propietario y que tiene serios problemas.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team looks on in the paddock during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Kym Illman/Getty Images)

Era el momento de prepararse para el himno italiano. Franco llevaba consigo una carga especial que la iba a definir uno de sus patrones. En el paddock, mientras los periodistas esperaban para dirigirse a la grilla, Luca De Meo, máximo ejecutivo del grupo Renault, aceptó un mini diálogo con este cronista:

-Ustedes han situado a Franco en el equipo y muchos aficionados argentinos le están agradecidos…

Se estiró hacia atrás su larga cabellera plateada y dijo: “Sí, le hemos dado la oportunidad. Ahora es su problema”.

Momentos después, mientras Max Verstappen pasaba a mandar en la carrera limpiamente desde la segunda curva del Tamburello, con uno de sus clásicos “mazazos”, adelantó a Oscar Piastri, que tenía la pole. Colapinto hizo una largada impía desde la decimosexta posición.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team exits the FIA garage during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Jayce Illman/Getty Images)

Así como Piastri se cuidó de ir al roce con Max, Colapinto no reaccionó cuando Nico Hülkenberg lo atacó en esos primeros compases. A partir de ahí, fue hilvanando una carrera en la que dio prioridad a la seguridad. Aunque tuvo, sin embargo, una ligera excursión pisando la leca, Franco estaba concentrado en ver la bandera a cuadros.

Había que volver a construir y comenzar a olvidar el incidente del sábado. Su compañero Gasly, que había arrancado desde la décima posición, iba a perder cinco puestos cuando él también se fue a la leca durante un buen trecho. Perdió cinco posiciones.

Franco hizo uno de los “stints” más largos con los neumáticos medios (los de banda amarilla). Momentáneamente, había girado en la novena posición mientras los rivales entraban en boxes, pero no era su nivel real. Entró y le pusieron los duros en la vuelta 23. Momentáneamente también, comenzó a remar desde la última posición.

Poco después, al declararse virtual safety car por el abandono de Esteban Ocon, como ya había entrado a boxes, los que no lo habían hecho se vieron favorecidos. Cuando su juego de neumáticos se desgastaba, desde atrás Gasly comenzó a acecharlo con calzado nuevo. El equipo dio la orden de cambiar posiciones y Franco obedeció. En los últimos compases de la carrera, con un safety car propiciado por el abandono de Kimi Antonelli (Mercedes), Franco entró a poner su tercer juego de neumáticos y giró, no sin antes luchar contra Lance Stroll hasta el final. Fue entonces que repitió lo del día de su debut en Monza el año pasado: tras el relanzamiento en la vuelta 54 tras el SC propiciado por el abandono de Kimi Antonelli, igualaba nueve vueltas los tiempos de Gasly. Contundente. Al final mostraba su poderío. A nivel resultado acababa como había comenzado: 16º.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team walks in the paddock during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Jayce Illman/Getty Images)

Cuando llegó a la zona de atención a los periodistas, se veía a un Colapinto muy diferente al del sábado. Mucho más relajado, esbozando una sonrisa cuando respondía. Nada que ver con los labios tensos que apenas querían moverse el día anterior. Comenzaba diciendo: “Tenía muy buen ritmo con los neumáticos medios. Después de poner los duros, ese ‘virtual safety car’ me mató”.

Tras la segunda parada que hicieron algunos de sus rivales más directos y aprovechando el safety car para entrar en la vuelta 46, volvió a avanzar hasta la que iba a ser la 16ª posición final.

Su capacidad para tener buen ritmo en carrera sigue intacta. Tras poner por segunda vez el calzado duro, sus tiempos se asemejaban a los de Gasly. En la vuelta 57 marcaba 1m20,345 s., contra 1m20,398 s. de Gasly en la ronda 58, aunque hay que tener en cuenta que los neumáticos del pilarense tenían unas cuantas vueltas menos.

También llegó a luchar contra el Aston Martin de Lance Stroll, coche que había recibido importantes mejoras que le habían permitido a Fernando Alonso clasificar quinto el sábado, con un avance de medio segundo en el Aston respecto de sus rendimientos anteriores hasta esta carrera.

Contaba así su batalla contra Stroll: “En las curvas pasaba a 3/10 (de Stroll), pero en las rectas él se alejaba”. Y quería hacer balance: “Hay que trabajar para seguir aprendiendo. Del auto tenemos buena data para ir a la próxima con más aprendizaje (que es el Gran Premio de Mónaco el próximo domingo). Estoy contento. No es el resultado que esperaba, pero es lo que hay”.

La de este domingo fue su primera carrera completa de más de hora y media al volante en un circuito muy bacheado y exigente. Por eso le preguntaron cómo se sentía físicamente, sobre todo después del golpe del sábado. “Bien. Hay muchos baches en la pista. Me duele todo el cuerpo, pero mañana estaré bien”.

Necesitará estarlo. En cuatro días tendrá que volver a acariciar muros, pero evitando un golpe en el exigente circuito urbano de Montecarlo. Allí, las curvas y contracurvas rápidas de la zona de la piscina son una verdadera trampa. Franco está sobre aviso. Él sabrá qué hacer.

Tras su fuerte accidente en Las Vegas 2024, que le produjo un intenso dolor de cabeza y, por consejo de los médicos, Franco Colapinto se había ido a dormir temprano ese viernes 22 de noviembre. Lo hizo vigilado en la misma habitación por su padre, Aníbal.

Muy probablemente, la imagen de las horas posteriores al golpe en Las Vegas estaba presente en la memoria de Franco este último sábado. Es aquí que, al contestar cuáles iban a ser sus acciones en las horas siguientes para prepararse para el domingo, dijo: “Dormir, descansar” y afirmaba que iba a “limpiar” las ideas.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Liam Lawson of New Zealand driving the (30) Visa Cash App Racing Bulls VCARB 02 and Franco Colapinto of Argentina driving the (43) Alpine F1 A525 Renault on the formation lap during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Clive Rose/Getty Images)

Ya el domingo, a las 11 de la mañana, acompañado por Sam Mallinson, jefe de prensa de Alpine, Franco apareció en el garaje del equipo. Estaban acabadas las últimas reparaciones al coche accidentado el sábado. Una vez rescatado de la leca, finalizada la prueba de clasificación, los mecánicos comenzaron a reparar los daños que le ocasionaron las barreras de contención a la salida de la curva de Tamburello. Solo se había visto afectado el frontal. Uno de los mecánicos comentó a ESPN: “El golpe fue muy fuerte, pero por suerte, el chasis está intacto”.

Se cambiaron todos los brazos de carbono perfilados de suspensión, los portamazas (manguetas que sujetan las pinzas de frenos, los brazos de la suspensión y las “cacerolas” de carbono que envuelven las pinzas y el sistema de frenado para ayudar a una mejor refrigeración). Se instaló un nuevo alerón delantero y otros componentes aerodinámicos de la zona baja del coche.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Nico Hulkenberg of Germany driving the (27) Kick Sauber C45 Ferrari leads Franco Colapinto of Argentina driving the (43) Alpine F1 A525 Renault on track during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Bryn Lennon - Formula 1/Formula 1 via Getty Images)

Fue una operación de precisión que el sábado duró hasta el horario reglamentado por la FIA. A las 19 de ese día se dejaron de lado las herramientas y se tapó todo el coche con una manta de protección que se quitó el domingo. Se trataba de no romper el “toque de queda” reglamentario que establece horarios para el trabajo de los mecánicos. Así, el día siguiente, ya el domingo por la mañana, justo en el momento establecido para trabajar, a las 10 horas se reemprendió la tarea y todo quedó listo para la carrera. Los valores de suspensión y alineación eran iguales a los del sábado por la tarde (“El coche está muy bien equilibrado”, había manifestado Colapinto).

El viento que había soplado con fuerza temprano por la mañana se había calmado y era apenas una brisa corriendo a lo largo de la estrecha calle del paddock, invadida por el sol. Periodistas, VIPs, presidentes de compañías italianas y europeas patrocinadores de varios equipos se refugiaban a la sombra de los camiones taller. Intentaban evitar un poco el calor húmedo, habitual de esta región en primavera, y, sobre todo, escrutar mejor los mensajes en las pantallas de sus celulares. Más lejos, del lado de las tribunas frente a los boxes, sonaba machaconamente y a todo volumen música disco, con un retumbar que llegaba incluso a sugerir la vibración de un terremoto en la sala de prensa adjunta.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team engages with fans during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Kym Illman/Getty Images)

En la soleada mañana dominguera, Flavio Briatore emergió del espejado y semihermético cubículo de hospitalidad de Alpine para conversar con algunos empresarios amigos. Eran lo suficientemente importantes como para que los invitara a sentarse en la sala de recepción de la planta baja de su casa transportable a los grandes premios europeos. Adentro, más discretamente, les esperaba además Luca De Meo, presente durante todo el fin de semana en el trazado cercano a Bolonia.

En la grilla de largada, Franco conversó con Stuart Barlow, su ingeniero de pista y, protegido del sol con un paraguas corporativo, se dirigió hacia la parte delantera de la parrilla de largada para la ceremonia del himno. Como de costumbre, la grilla era un pandemonio repleto de personajes, VIPs, fotógrafos, etc. Briatore le echaba una mirada al coche 43, saludaba al exfutbolista Ronaldo Nazario, acompañado por una llamativa rubia, y los cámaras no dejaban de enfocarlo. Mucha gracia no le haría a los hinchas del club de fútbol español Valladolid, del que es propietario y que tiene serios problemas.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team looks on in the paddock during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Kym Illman/Getty Images)

Era el momento de prepararse para el himno italiano. Franco llevaba consigo una carga especial que la iba a definir uno de sus patrones. En el paddock, mientras los periodistas esperaban para dirigirse a la grilla, Luca De Meo, máximo ejecutivo del grupo Renault, aceptó un mini diálogo con este cronista:

-Ustedes han situado a Franco en el equipo y muchos aficionados argentinos le están agradecidos…

Se estiró hacia atrás su larga cabellera plateada y dijo: “Sí, le hemos dado la oportunidad. Ahora es su problema”.

Momentos después, mientras Max Verstappen pasaba a mandar en la carrera limpiamente desde la segunda curva del Tamburello, con uno de sus clásicos “mazazos”, adelantó a Oscar Piastri, que tenía la pole. Colapinto hizo una largada impía desde la decimosexta posición.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team exits the FIA garage during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Jayce Illman/Getty Images)

Así como Piastri se cuidó de ir al roce con Max, Colapinto no reaccionó cuando Nico Hülkenberg lo atacó en esos primeros compases. A partir de ahí, fue hilvanando una carrera en la que dio prioridad a la seguridad. Aunque tuvo, sin embargo, una ligera excursión pisando la leca, Franco estaba concentrado en ver la bandera a cuadros.

Había que volver a construir y comenzar a olvidar el incidente del sábado. Su compañero Gasly, que había arrancado desde la décima posición, iba a perder cinco puestos cuando él también se fue a la leca durante un buen trecho. Perdió cinco posiciones.

Franco hizo uno de los “stints” más largos con los neumáticos medios (los de banda amarilla). Momentáneamente, había girado en la novena posición mientras los rivales entraban en boxes, pero no era su nivel real. Entró y le pusieron los duros en la vuelta 23. Momentáneamente también, comenzó a remar desde la última posición.

Poco después, al declararse virtual safety car por el abandono de Esteban Ocon, como ya había entrado a boxes, los que no lo habían hecho se vieron favorecidos. Cuando su juego de neumáticos se desgastaba, desde atrás Gasly comenzó a acecharlo con calzado nuevo. El equipo dio la orden de cambiar posiciones y Franco obedeció. En los últimos compases de la carrera, con un safety car propiciado por el abandono de Kimi Antonelli (Mercedes), Franco entró a poner su tercer juego de neumáticos y giró, no sin antes luchar contra Lance Stroll hasta el final. Fue entonces que repitió lo del día de su debut en Monza el año pasado: tras el relanzamiento en la vuelta 54 tras el SC propiciado por el abandono de Kimi Antonelli, igualaba nueve vueltas los tiempos de Gasly. Contundente. Al final mostraba su poderío. A nivel resultado acababa como había comenzado: 16º.

IMOLA, ITALY - MAY 18: Franco Colapinto of Argentina and Alpine F1 team walks in the paddock during the F1 Grand Prix of Emilia-Romagna at Autodromo Internazionale Enzo e Dino Ferrari on May 18, 2025 in Imola, Italy. (Photo by Jayce Illman/Getty Images)

Cuando llegó a la zona de atención a los periodistas, se veía a un Colapinto muy diferente al del sábado. Mucho más relajado, esbozando una sonrisa cuando respondía. Nada que ver con los labios tensos que apenas querían moverse el día anterior. Comenzaba diciendo: “Tenía muy buen ritmo con los neumáticos medios. Después de poner los duros, ese ‘virtual safety car’ me mató”.

Tras la segunda parada que hicieron algunos de sus rivales más directos y aprovechando el safety car para entrar en la vuelta 46, volvió a avanzar hasta la que iba a ser la 16ª posición final.

Su capacidad para tener buen ritmo en carrera sigue intacta. Tras poner por segunda vez el calzado duro, sus tiempos se asemejaban a los de Gasly. En la vuelta 57 marcaba 1m20,345 s., contra 1m20,398 s. de Gasly en la ronda 58, aunque hay que tener en cuenta que los neumáticos del pilarense tenían unas cuantas vueltas menos.

También llegó a luchar contra el Aston Martin de Lance Stroll, coche que había recibido importantes mejoras que le habían permitido a Fernando Alonso clasificar quinto el sábado, con un avance de medio segundo en el Aston respecto de sus rendimientos anteriores hasta esta carrera.

Contaba así su batalla contra Stroll: “En las curvas pasaba a 3/10 (de Stroll), pero en las rectas él se alejaba”. Y quería hacer balance: “Hay que trabajar para seguir aprendiendo. Del auto tenemos buena data para ir a la próxima con más aprendizaje (que es el Gran Premio de Mónaco el próximo domingo). Estoy contento. No es el resultado que esperaba, pero es lo que hay”.

La de este domingo fue su primera carrera completa de más de hora y media al volante en un circuito muy bacheado y exigente. Por eso le preguntaron cómo se sentía físicamente, sobre todo después del golpe del sábado. “Bien. Hay muchos baches en la pista. Me duele todo el cuerpo, pero mañana estaré bien”.

Necesitará estarlo. En cuatro días tendrá que volver a acariciar muros, pero evitando un golpe en el exigente circuito urbano de Montecarlo. Allí, las curvas y contracurvas rápidas de la zona de la piscina son una verdadera trampa. Franco está sobre aviso. Él sabrá qué hacer.

 En una carrera conservadora e igualando el ritmo de carrera de su experimentado compañero Pierre Gasly comenzó el pilarense su segunda etapa en la F1  LA NACION

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