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La locura de los hinchas argentinos por Franco Colapinto tras el Gran Premio de Imola y la reacción del piloto

La fiebre Franco Colapinto en el Fórmula 1 no se detiene. No importa el resultado, los fanáticos argentinos están pendientes de cada paso del piloto de Pilar. El desenlace del Gran Premio de Imola resultó positivo para él porque pudo terminar la prueba, más allá de no haber podido ganar posiciones respecto de su lugar en la grilla de partida (16°). Pero a los hinchas eso resultó apenas un detalle, porque invadieron el trazado en Emilia Romagna para saludar a Colapinto.

Al grito de “¡Que de la mano de Colapinto todos la vuelta vamos a dar!”, Imola lució por un rato como un estadio de fútbol y todo se tiñó de celeste y blanco. Sucedió que los fanáticos se acercaron hasta los boxes de Alpine y se treparon a las rejas para poder estar cerca de Colapinto. Incluso, varios usuarios subieron videos a las redes sociales en los que se puede advertir el fervor argentino en la Fórmula 1.

El boom está intacto: el carisma del piloto de Alpine se roba todas las cámaras y el desparpajo que tiene a la hora de enfrentar los micrófonos lo convirtieron en un personaje atractivo para toda la categoría. Incluso, los medios internacionales están pendientes de sus ocurrencias y de cómo reacciona a diferentes situaciones.

Es más, en un video con un medio español, fue abordado por un periodista argentino y Colapinto, con una sonrisa pícara, lo invitó a que cambie su acento para entrevistarlo. “Poné el acento argentino ahora boludo, ahora se va a hacer el español éste”, bromeó el piloto argentino.

Incluso, la representante de Franco Colapinto, María Catarineu, subió una historia en su cuenta personal de Instagram, en la que se pudo ver la locura de los fanáticos argentinos y cómo le hicieron saber que lo apoyan. Lógicamente el piloto argentino estuvo cerca, firmó autógrafos, saludó a todos y se sacó fotos con muchos de los que estaban desbordando los alambrados de los paddock.

El gesto de Colapinto de sumarse a la gente encendió más el fanatismo y resultó un final de carrera perfecto, porque él explicó, tras bajarse de su Alpine que, más allá de su posición final, había cumplido con su objetivo principal: “El objetivo era terminar; fue complicado desde que largamos. Hicimos una estrategia distinta, la fuimos cambiando sabiendo que la goma media iba aguantando un poco más. Estábamos en una parada cuando puse las duras, pero un par de vueltas después de que paré a poner duras, entró el safety car que me cagó un poco la vida, un poco una lástima eso”.

Luego, valoró: “Se trató de un día positivo, pese a que la carrera estuvo un poco en nuestra contra. Cada vuelta con el auto me sentía un poco más cómodo; cada vez que veía la data era para entender un poco más el auto, es un poco complicado de manejar y mu diferente a Williams, que es a lo que estaba acostumbrado. Hay que tomárselo con calma e ir de a poco”, resumió”.

Y finalizó: “Me pasó como otros pilotos que cambiaron de equipo. Se quejaron mucho eso, así que yo seguramente también me puedo quejar un poco. Pero seguramente que en las próximas carreras voy a estar un poquito mejor. ¿Mónaco? Hay que tener confianza“.

La fiebre Franco Colapinto en el Fórmula 1 no se detiene. No importa el resultado, los fanáticos argentinos están pendientes de cada paso del piloto de Pilar. El desenlace del Gran Premio de Imola resultó positivo para él porque pudo terminar la prueba, más allá de no haber podido ganar posiciones respecto de su lugar en la grilla de partida (16°). Pero a los hinchas eso resultó apenas un detalle, porque invadieron el trazado en Emilia Romagna para saludar a Colapinto.

Al grito de “¡Que de la mano de Colapinto todos la vuelta vamos a dar!”, Imola lució por un rato como un estadio de fútbol y todo se tiñó de celeste y blanco. Sucedió que los fanáticos se acercaron hasta los boxes de Alpine y se treparon a las rejas para poder estar cerca de Colapinto. Incluso, varios usuarios subieron videos a las redes sociales en los que se puede advertir el fervor argentino en la Fórmula 1.

El boom está intacto: el carisma del piloto de Alpine se roba todas las cámaras y el desparpajo que tiene a la hora de enfrentar los micrófonos lo convirtieron en un personaje atractivo para toda la categoría. Incluso, los medios internacionales están pendientes de sus ocurrencias y de cómo reacciona a diferentes situaciones.

Es más, en un video con un medio español, fue abordado por un periodista argentino y Colapinto, con una sonrisa pícara, lo invitó a que cambie su acento para entrevistarlo. “Poné el acento argentino ahora boludo, ahora se va a hacer el español éste”, bromeó el piloto argentino.

Incluso, la representante de Franco Colapinto, María Catarineu, subió una historia en su cuenta personal de Instagram, en la que se pudo ver la locura de los fanáticos argentinos y cómo le hicieron saber que lo apoyan. Lógicamente el piloto argentino estuvo cerca, firmó autógrafos, saludó a todos y se sacó fotos con muchos de los que estaban desbordando los alambrados de los paddock.

El gesto de Colapinto de sumarse a la gente encendió más el fanatismo y resultó un final de carrera perfecto, porque él explicó, tras bajarse de su Alpine que, más allá de su posición final, había cumplido con su objetivo principal: “El objetivo era terminar; fue complicado desde que largamos. Hicimos una estrategia distinta, la fuimos cambiando sabiendo que la goma media iba aguantando un poco más. Estábamos en una parada cuando puse las duras, pero un par de vueltas después de que paré a poner duras, entró el safety car que me cagó un poco la vida, un poco una lástima eso”.

Luego, valoró: “Se trató de un día positivo, pese a que la carrera estuvo un poco en nuestra contra. Cada vuelta con el auto me sentía un poco más cómodo; cada vez que veía la data era para entender un poco más el auto, es un poco complicado de manejar y mu diferente a Williams, que es a lo que estaba acostumbrado. Hay que tomárselo con calma e ir de a poco”, resumió”.

Y finalizó: “Me pasó como otros pilotos que cambiaron de equipo. Se quejaron mucho eso, así que yo seguramente también me puedo quejar un poco. Pero seguramente que en las próximas carreras voy a estar un poquito mejor. ¿Mónaco? Hay que tener confianza“.

 El trazado en Emilia Romagna se tiñó de celeste y blanco  LA NACION

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