Superó todo: el pueblo bonaerense que tuvo la lluvia más importante en 103 años y el lugar donde la piedra generó pánico

Luego de la “bomba de agua” que cayó sobre sectores del norte bonaerense, se van conociendo datos que permiten dimensionar el impacto de un fenómeno que dejó, en menos de 48 horas, acumulados de 200, 300 y hasta casi 400 milímetros en varios lugares. De acuerdo con fuentes oficiales, al momento de la ocurrencia de las tormentas se calcula que en la región afectada se había cosechado entre el 90 y el 95% de la soja de primera siembra [del mes de octubre], mientras que la oleaginosa de segunda [de implantación en noviembre-diciembre] ronda entre el 50 y el 60% de recolección, es decir es la que hoy está más comprometida por los excesos hídricos. El Gobierno recibe reportes continuos sobre la situación. En este marco, hay partidos como Salto que, por primera vez en 103 años, recibieron en pleno mayo 300 mm, según comentaron asesores técnicos.
En tanto, desde el INTA explicaron que, en un año normal, en el norte bonaerense suelen registrarse 1100 milímetros en promedio. Sin considerar mayo acumuló 256 mm de promedio entre marzo y abril. La situación, agobiante en muchos lugares porque no se puede entrar a seguir con la cosecha ni tampoco retirar lo ya recolectado, tiene también otro condimento: los anegamientos postergarán la siembra de los primeros lotes con trigo.
“Desde el jueves las lluvias en el partido de Salto acumularon un promedio cercano a los 300 mm, con registros que van desde los 200 mm en Berdier hasta los 360 mm en Inés Indart. Estos valores se suman a 130 mm caídos durante la primera quincena del mes. Es la primera vez, al menos en 103 años, que en mayo llueven más de 300 mm en el partido de Salto. Varios puntos incluso superaron los 400 mm”, contó a LA NACION Sergio Grosso, ingeniero agrónomo de Meteo Salto. Desde el 4 de febrero último, cuando se cortó la sequía de enero, en la zona llevan 942 mm.
“El río Salto también alcanzó niveles históricos: superó los 10 metros (10,20 metros al mediodía del sábado), batiendo el récord anterior de 9,60 m del 14 de abril de 2017. A la conocida tragedia urbana, demasiado repetida en nuestra ciudad, se suman ahora importantes daños productivos. Hay amplias zonas rurales anegadas, con cultivos aún sin cosechar. Queda por levantar aproximadamente la mitad de la soja de segunda, además de todo el maíz tardío y de segunda. Es difícil evaluar las pérdidas mientras el agua no se retire, pero todo indica que a las consecuencias de la sequía estival se le sumarán ahora los excesos hídricos otoñales”, describió Grosso.
En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacaron que las lluvias dejaron más agua de la esperada en el norte bonaerense. “Estamos viendo una gran mancha por encima de los 160 milímetros en todo el nordeste de la región núcleo y, en particular en la zona de Pergamino, Rojas, unos acumulados que están muy por encima de los 220 milímetros; la situación es muy delicada”, comentaron.
En la Secretaría de Agricultura de la Nación tienen un informe que precisa que en la provincia de Buenos Aires los niveles de almacenaje hídrico siguen altos y detalla: “Las zonas afectadas abarcan los corredores de las rutas nacionales 5, 7, 8 y 9 con anegamientos y cortes de las rutas por agua en calzada y poblados aislados. El área corresponde a las Delegaciones Pergamino, Junín, Lincoln, Bragado y norte de la Delegación 25 de Mayo”.
Por la situación, que dificultó el desarrollo normal de la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, el Senasa “permitirá que los bovinos de los partidos o departamentos afectados puedan ser trasladados sin la vacunación previa obligatoria, siempre que esta se complete una vez que los animales arriben a su establecimiento de destino”.
José Luis Tedesco, productor, asesor y expresidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), señaló que Chacabuco tuvo estos días entre 320 y 350 milímetros, con algunos lugares donde también se habla de 370 mm. Hasta antes de estas precipitaciones allí tenían campos con napas freáticas a 3,5 metros de profundidad. Estos excesos hídricos representan, más allá de la posibilidad de que escurran por canales y drenajes, una chance de absorción por la capacidad de almacenaje que hay en los lotes. Sin embargo, observó: “Las vías de drenaje, que no están funcionando bien o funcionan parcialmente, hicieron que se acumulara mucha agua; si hubiésemos tenido las vías de drenaje limpias y totalmente eficientes, seguramente la acumulación de agua hubiese sido mucho menor con esta ventaja que tenemos de que las napas estaban realmente muy bajas todavía”.
Mañana a cuantificar daños. https://t.co/7HjndUq5pd pic.twitter.com/9pn7L7CaI1
— Patri Porrato (@PatriPorrato) May 16, 2025
En la región, recordó Tedesco, tuvieron un evento similar en agosto de 2015 con unos 300 mm. “Lamentablemente nunca se resolvieron los problemas de drenaje que tenemos en la región pampeana. De hecho, el río Salado es un río con escasa pendiente, no tiene velocidad de escurrimiento. Y, lamentablemente, esas obras nunca se resolvieron. El sector agropecuario destinó US$150.000 millones en concepto de retenciones y eso no se tradujo ni en obras ni en mejoras para la producción”, detalló.
Precisó que allí resta por cosechar entre el 15 y el 20% de los cultivos, en promedio, y esta situación, con números ya muy ajustados en la actividad, “puede dejar afuera de la cancha a muchos productores o con la necesidad de refinanciar deudas”. Recordó, por caso, el impacto que ya hubo con tres años seguidos por sequía.
Daños por la piedra
En este contexto hubo lugares donde se sintió una fuerte granizada, como entre Santa Eleodora y El Día, en el partido bonaerense de General Villegas. Allí impactó sobre cultivos, animales, silobolsas y hasta estaciones meteorológicas a campo, por ejemplo. “Fue tremenda, creo que una vez, cuando éramos muy chicos, tuvimos una piedra parecida, pero hacía años que no veíamos una cosa igual”, contó Juan Balbín, productor y expresidente del INTA y de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
📍 Chacabuco
Los caminos rurales están totalmente anegados. Ya se superaron los 200 mm de lluvia y las consecuencias están a la vista.⚠️ Los caminos no son un lujo. Son infraestructura clave para producir, trabajar y vivir en el campo.@RuralChacabuco @Kicillofok @JMilei… pic.twitter.com/39eGDekVZZ
— CARBAP (@CARBAP_ARG) May 16, 2025
La piedra fue tan grande que se pudo observar silobolsas destruidas e incluso vehículos irreconocibles por el impacto que causó el fenómeno.
Tras el golpe de las fuertes precipitaciones, ahora hay pronóstico de heladas para martes, miércoles, jueves y viernes próximos, “con una duración de las heladas de una hora y hasta tres horas como máximo”, según Aprilis Soluciones Meteorológicas.
Sobre llovido hay #pronóstico la de #heladas para 20, 21, 22, 23 de mayo. Con una duración de las heladas de 1 hora y hasta 3 horas como máximo.
seguilos en https://t.co/krZww1OHFH vía https://t.co/FlolADVbrw pic.twitter.com/O6blrGQMgN
— aprilis meteorological services (@AprilisServices) May 17, 2025
Luego de la “bomba de agua” que cayó sobre sectores del norte bonaerense, se van conociendo datos que permiten dimensionar el impacto de un fenómeno que dejó, en menos de 48 horas, acumulados de 200, 300 y hasta casi 400 milímetros en varios lugares. De acuerdo con fuentes oficiales, al momento de la ocurrencia de las tormentas se calcula que en la región afectada se había cosechado entre el 90 y el 95% de la soja de primera siembra [del mes de octubre], mientras que la oleaginosa de segunda [de implantación en noviembre-diciembre] ronda entre el 50 y el 60% de recolección, es decir es la que hoy está más comprometida por los excesos hídricos. El Gobierno recibe reportes continuos sobre la situación. En este marco, hay partidos como Salto que, por primera vez en 103 años, recibieron en pleno mayo 300 mm, según comentaron asesores técnicos.
En tanto, desde el INTA explicaron que, en un año normal, en el norte bonaerense suelen registrarse 1100 milímetros en promedio. Sin considerar mayo acumuló 256 mm de promedio entre marzo y abril. La situación, agobiante en muchos lugares porque no se puede entrar a seguir con la cosecha ni tampoco retirar lo ya recolectado, tiene también otro condimento: los anegamientos postergarán la siembra de los primeros lotes con trigo.
“Desde el jueves las lluvias en el partido de Salto acumularon un promedio cercano a los 300 mm, con registros que van desde los 200 mm en Berdier hasta los 360 mm en Inés Indart. Estos valores se suman a 130 mm caídos durante la primera quincena del mes. Es la primera vez, al menos en 103 años, que en mayo llueven más de 300 mm en el partido de Salto. Varios puntos incluso superaron los 400 mm”, contó a LA NACION Sergio Grosso, ingeniero agrónomo de Meteo Salto. Desde el 4 de febrero último, cuando se cortó la sequía de enero, en la zona llevan 942 mm.
“El río Salto también alcanzó niveles históricos: superó los 10 metros (10,20 metros al mediodía del sábado), batiendo el récord anterior de 9,60 m del 14 de abril de 2017. A la conocida tragedia urbana, demasiado repetida en nuestra ciudad, se suman ahora importantes daños productivos. Hay amplias zonas rurales anegadas, con cultivos aún sin cosechar. Queda por levantar aproximadamente la mitad de la soja de segunda, además de todo el maíz tardío y de segunda. Es difícil evaluar las pérdidas mientras el agua no se retire, pero todo indica que a las consecuencias de la sequía estival se le sumarán ahora los excesos hídricos otoñales”, describió Grosso.
En la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacaron que las lluvias dejaron más agua de la esperada en el norte bonaerense. “Estamos viendo una gran mancha por encima de los 160 milímetros en todo el nordeste de la región núcleo y, en particular en la zona de Pergamino, Rojas, unos acumulados que están muy por encima de los 220 milímetros; la situación es muy delicada”, comentaron.
En la Secretaría de Agricultura de la Nación tienen un informe que precisa que en la provincia de Buenos Aires los niveles de almacenaje hídrico siguen altos y detalla: “Las zonas afectadas abarcan los corredores de las rutas nacionales 5, 7, 8 y 9 con anegamientos y cortes de las rutas por agua en calzada y poblados aislados. El área corresponde a las Delegaciones Pergamino, Junín, Lincoln, Bragado y norte de la Delegación 25 de Mayo”.
Por la situación, que dificultó el desarrollo normal de la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa, el Senasa “permitirá que los bovinos de los partidos o departamentos afectados puedan ser trasladados sin la vacunación previa obligatoria, siempre que esta se complete una vez que los animales arriben a su establecimiento de destino”.
José Luis Tedesco, productor, asesor y expresidente de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), señaló que Chacabuco tuvo estos días entre 320 y 350 milímetros, con algunos lugares donde también se habla de 370 mm. Hasta antes de estas precipitaciones allí tenían campos con napas freáticas a 3,5 metros de profundidad. Estos excesos hídricos representan, más allá de la posibilidad de que escurran por canales y drenajes, una chance de absorción por la capacidad de almacenaje que hay en los lotes. Sin embargo, observó: “Las vías de drenaje, que no están funcionando bien o funcionan parcialmente, hicieron que se acumulara mucha agua; si hubiésemos tenido las vías de drenaje limpias y totalmente eficientes, seguramente la acumulación de agua hubiese sido mucho menor con esta ventaja que tenemos de que las napas estaban realmente muy bajas todavía”.
Mañana a cuantificar daños. https://t.co/7HjndUq5pd pic.twitter.com/9pn7L7CaI1
— Patri Porrato (@PatriPorrato) May 16, 2025
En la región, recordó Tedesco, tuvieron un evento similar en agosto de 2015 con unos 300 mm. “Lamentablemente nunca se resolvieron los problemas de drenaje que tenemos en la región pampeana. De hecho, el río Salado es un río con escasa pendiente, no tiene velocidad de escurrimiento. Y, lamentablemente, esas obras nunca se resolvieron. El sector agropecuario destinó US$150.000 millones en concepto de retenciones y eso no se tradujo ni en obras ni en mejoras para la producción”, detalló.
Precisó que allí resta por cosechar entre el 15 y el 20% de los cultivos, en promedio, y esta situación, con números ya muy ajustados en la actividad, “puede dejar afuera de la cancha a muchos productores o con la necesidad de refinanciar deudas”. Recordó, por caso, el impacto que ya hubo con tres años seguidos por sequía.
Daños por la piedra
En este contexto hubo lugares donde se sintió una fuerte granizada, como entre Santa Eleodora y El Día, en el partido bonaerense de General Villegas. Allí impactó sobre cultivos, animales, silobolsas y hasta estaciones meteorológicas a campo, por ejemplo. “Fue tremenda, creo que una vez, cuando éramos muy chicos, tuvimos una piedra parecida, pero hacía años que no veíamos una cosa igual”, contó Juan Balbín, productor y expresidente del INTA y de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
📍 Chacabuco
Los caminos rurales están totalmente anegados. Ya se superaron los 200 mm de lluvia y las consecuencias están a la vista.⚠️ Los caminos no son un lujo. Son infraestructura clave para producir, trabajar y vivir en el campo.@RuralChacabuco @Kicillofok @JMilei… pic.twitter.com/39eGDekVZZ
— CARBAP (@CARBAP_ARG) May 16, 2025
La piedra fue tan grande que se pudo observar silobolsas destruidas e incluso vehículos irreconocibles por el impacto que causó el fenómeno.
Tras el golpe de las fuertes precipitaciones, ahora hay pronóstico de heladas para martes, miércoles, jueves y viernes próximos, “con una duración de las heladas de una hora y hasta tres horas como máximo”, según Aprilis Soluciones Meteorológicas.
Sobre llovido hay #pronóstico la de #heladas para 20, 21, 22, 23 de mayo. Con una duración de las heladas de 1 hora y hasta 3 horas como máximo.
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— aprilis meteorological services (@AprilisServices) May 17, 2025
En Salto, uno de los partidos más afectados, se registraron más de 300 milímetros y fue la marca histórica más importante para mayo; desde Chacabuco reclaman por obras y en General Villegas el granizo fue feroz; alerta ahora por heladas LA NACION