Pocos lo saben: el mito detrás del arroz con habichuelas, el plato más consumido por los latinos en Nueva York

En muchas cocinas latinas de Nueva York y Estados Unidos, el arroz con habichuelas es más que un plato típico. Sin embargo, a lo largo de los años se difundió una idea errónea sobre su valor nutricional que sostiene que, solo si se comen juntos, se logra una proteína completa. Según la nutricionista dominicana Isabel Vásquez, colaboradora de Eating Well, hay algo que no todos consideran.
El mito del arroz con habichuelas y la proteína completa
“El arroz y las habichuelas forman una proteína complementaria, que aporta todos los aminoácidos esenciales”, señaló Vásquez. Esta combinación resulta útil en dietas basadas en plantas, ya que cada ingrediente aporta lo que al otro le falta para cubrir los requerimientos proteicos del organismo.
Sin embargo, aclaró que no siempre es necesario consumirlos al mismo tiempo. En su artículo en Eating Well, escribió: “No siempre se necesitan todos los aminoácidos esenciales en una sola comida; lo importante es obtenerlos a lo largo del día. Pero el arroz con habichuelas es una forma sencilla de cubrir esa necesidad”.
Esto significa que el cuerpo humano tiene la capacidad de almacenar y combinar aminoácidos de diferentes comidas durante el día, sin que sea obligatorio ingerirlos todos juntos. Por lo tanto, la idea de que hay que comer arroz con habichuelas en simultáneo para obtener una proteína completa es un mito nutricional sin base científica actual.
Los beneficios de las habichuelas, aunque no se combinen con arroz
El valor del arroz con habichuelas no desaparece por separar sus componentes. Según Vásquez, además de proteínas, las habichuelas aportan fibra, lo que favorece la digestión, la saciedad y la regulación del azúcar en sangre. Una porción de media taza contiene unos seis gramos de fibra, que cubren entre el 18% y 27% de la ingesta diaria recomendada.
También son ricas en hierro vegetal. La misma porción de porotos blancos aporta unos 4 miligramos, o el 22% del valor diario. El arroz, a su vez, suele estar enriquecido con hierro. Para mejorar su absorción, Vásquez recomienda añadir alimentos con vitamina C, como cítricos o pimientos.
Comer arroz con habichuelas: tradición, salud y libertad alimentaria
Vásquez creció comiendo arroz con habichuelas casi a diario, preparado por su abuela dominicana. Recuerda ese plato tradicional como un elemento constante en su infancia y también en las celebraciones familiares puertorriqueñas, donde los tipos de frijoles variaban: podían ser negros, blancos o porotos rojos. Con el tiempo, no solo se convirtió en un símbolo de arraigo cultural, sino también en una elección profesional como nutricionista.
Desde su mirada clínica, destaca que el arroz con habichuelas se mantiene como una comida altamente nutritiva y práctica, rica en proteína vegetal, hierro y fibra. Al mismo tiempo, remarca que su valor no depende de una regla estricta sobre cómo o cuándo consumirlos. Para ella, lo importante es reconocer que ambos ingredientes son saludables por separado y que, juntos, forman una dupla accesible, versátil y satisfactoria.
“Ya sea que el arroz con habichuelas forme parte de tu cultura, o sea una combinación más ajena, vale la pena tenerlos en la despensa. No solo lo agradecerá tu bolsillo, también tu cuerpo”, concluyó.
En muchas cocinas latinas de Nueva York y Estados Unidos, el arroz con habichuelas es más que un plato típico. Sin embargo, a lo largo de los años se difundió una idea errónea sobre su valor nutricional que sostiene que, solo si se comen juntos, se logra una proteína completa. Según la nutricionista dominicana Isabel Vásquez, colaboradora de Eating Well, hay algo que no todos consideran.
El mito del arroz con habichuelas y la proteína completa
“El arroz y las habichuelas forman una proteína complementaria, que aporta todos los aminoácidos esenciales”, señaló Vásquez. Esta combinación resulta útil en dietas basadas en plantas, ya que cada ingrediente aporta lo que al otro le falta para cubrir los requerimientos proteicos del organismo.
Sin embargo, aclaró que no siempre es necesario consumirlos al mismo tiempo. En su artículo en Eating Well, escribió: “No siempre se necesitan todos los aminoácidos esenciales en una sola comida; lo importante es obtenerlos a lo largo del día. Pero el arroz con habichuelas es una forma sencilla de cubrir esa necesidad”.
Esto significa que el cuerpo humano tiene la capacidad de almacenar y combinar aminoácidos de diferentes comidas durante el día, sin que sea obligatorio ingerirlos todos juntos. Por lo tanto, la idea de que hay que comer arroz con habichuelas en simultáneo para obtener una proteína completa es un mito nutricional sin base científica actual.
Los beneficios de las habichuelas, aunque no se combinen con arroz
El valor del arroz con habichuelas no desaparece por separar sus componentes. Según Vásquez, además de proteínas, las habichuelas aportan fibra, lo que favorece la digestión, la saciedad y la regulación del azúcar en sangre. Una porción de media taza contiene unos seis gramos de fibra, que cubren entre el 18% y 27% de la ingesta diaria recomendada.
También son ricas en hierro vegetal. La misma porción de porotos blancos aporta unos 4 miligramos, o el 22% del valor diario. El arroz, a su vez, suele estar enriquecido con hierro. Para mejorar su absorción, Vásquez recomienda añadir alimentos con vitamina C, como cítricos o pimientos.
Comer arroz con habichuelas: tradición, salud y libertad alimentaria
Vásquez creció comiendo arroz con habichuelas casi a diario, preparado por su abuela dominicana. Recuerda ese plato tradicional como un elemento constante en su infancia y también en las celebraciones familiares puertorriqueñas, donde los tipos de frijoles variaban: podían ser negros, blancos o porotos rojos. Con el tiempo, no solo se convirtió en un símbolo de arraigo cultural, sino también en una elección profesional como nutricionista.
Desde su mirada clínica, destaca que el arroz con habichuelas se mantiene como una comida altamente nutritiva y práctica, rica en proteína vegetal, hierro y fibra. Al mismo tiempo, remarca que su valor no depende de una regla estricta sobre cómo o cuándo consumirlos. Para ella, lo importante es reconocer que ambos ingredientes son saludables por separado y que, juntos, forman una dupla accesible, versátil y satisfactoria.
“Ya sea que el arroz con habichuelas forme parte de tu cultura, o sea una combinación más ajena, vale la pena tenerlos en la despensa. No solo lo agradecerá tu bolsillo, también tu cuerpo”, concluyó.
El cuerpo tiene la capacidad de combinar proteínas vegetales provenientes de distintas comidas a lo largo del día; no es obligación comer los alimentos juntos para aprovechar sus propiedades LA NACION