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Makintach, de formar parte de la familia judicial a quedar en el centro de todas las críticas

El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona quedó al borde del reinicio. El giro tan brusco como escandaloso tuvo lugar durante las últimas 72 horas a partir de Julieta Makintach, paradójicamente, jueza del caso. Finalmente, la magistrada de 47 años e integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro fue recusada en la audiencia de ayer y apartada tras quedar involucrada como protagonista de Justicia Divina, un supuesto documental no autorizado que iba a constar de seis capítulos, que ya tenía un tráiler terminado y al que durante el fin de semana se le filtraron imágenes del rodaje cinematográfico, todas protagonizadas por Makintach.

Entre ellas, hay registros de lo que había acontecido hasta ahora puertas adentro de la sala judicial, en donde se debía llevar adelante el debido proceso para dilucidar las causas del deceso del ícono popular argentino.

Makintach proviene de una familia judicial, ya que es hija de Juan Makintach, una figura de larga trayectoria en el departamento judicial de la zona norte. Está casada y es madre de dos hijos, de 14 y 10 años. Fue egresada y magíster en Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, casa de estudios en la que brindaba clases como docente hasta este lunes, cuando quedó “suspendida por tiempo indeterminado” por parte de las autoridades a raíz del bochorno.

El 8 de marzo cumplió 25 años como parte de la estructura de la Justicia, donde desde 2017 ejerce como magistrada.

También es hermana de Juan Makintach (h.), socio de la productora Pegsa, empresa inicialmente señalada como responsable de la grabación, un vínculo desmentido que todavía está bajo investigación. Esa firma se desligó del supuesto documental al negar, mediante un comunicado de prensa, que tuviese entre sus manos un proyecto de esas características. Por orden de la Justicia se allanaron dos productoras, La Doble SA y FeelCo,Las autoridades judiciales aún no lograron establecer quién es el responsable de esa serie en desarrollo que derivó en el escándalo que rodea en estas horas a la jueza Makintach.

La magistrada cuestionada es, además, profesora de la Diplomatura de la Universidad de San Isidro (USI) y cuenta con una actividad extra relacionada al coaching ontológico.

Un caso especial

Este caso es de alto impacto público. Tras dos aplazamientos en 2024 solicitados por un sector de los acusados, el 11 de marzo de 2025 inició al frente del juicio contra el cuerpo médico que atendió a Maradona en sus últimos días junto a los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, un tribunal de tres miembros que completó Makintach, elegida por el sistema de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro.

Según fuentes judiciales, su desembarco en el caso se dio como consecuencia de uno de los principales dolores de cabeza que aquejan a la Justicia Argentina: las vacantes. Es que si bien el caso quedó radicado en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro, ella ingresó como integrante del N° 2.

“Hay tribunales que no tienen la composición completa, por lo que se hacen acuerdos entre tribunales homologados por la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro cuando falta un juez. En este caso, para la tarea de completar el 3 le correspondía al 5 o al 2”, le indicaron fuentes judiciales a la nacion, pero aclararon que, sin embargo, en ese momento “Makintach se habría ofrecido voluntariamente y quedó dada su especialidad en la materia”.

La causa que tiene a siete imputados por la muerte de Maradona fue caratulada como “homicidio simple con dolo eventual” y derivó en el juicio contra cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo por aparentes negligencias médicas en el tratamiento al ídolo futbolístico, fallecido de una insuficiencia cardíaca que derivó en edema pulmonar a los 60 años el pasado 25 de noviembre de 2020 en una casa de country en el Tigre.

La jueza Julieta Makintach quedó en el centro de la polémica

Desde entonces, se habían congregado 19 audiencias y habían brindado su declaración 44 testigos. Ayer, todo ese trayecto quedó en stand-by, luego de que en los últimos días las filtraciones de los registros audiovisuales comprometieran la “honorabilidad” de Makintach y, por ende, la legitimidad del juicio.

Videos hablándole a la cámara, siguiendo indicaciones por parte de un guionista, retocándose el cabello, bajando las escaleras, subiendo un ascensor y trabajando en su despacho son entre otros los escenarios revelados que iban a componer el supuesto documental de la discordia. Incluso, aparecieron imágenes de la jueza hablando durante el juicio, donde figuran el abogado querellante Fernando Burlando y las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna. Se trata de un sector prohibido para todo tipo de filmaciones ajenas a las que dispone las cámaras del tribunal, pero en donde en diversas ocasiones miembros de la seguridad del órgano judicial y prensas percibieron la presencia de “extras” con cámaras.

Makintach hizo un descargo donde probó sin suerte quedar ajena al escándalo al negar las acusaciones e intentar continuar al frente. A su vez, indicó que todo había sido un malentendido a partir de “una entrevista que le concedió a una amiga de su infancia” para un perfil profesional. No alcanzó su explicación.

El final

En la audiencia de este martes, finalmente, Makintach resultó apartada del juicio por la muerte de Diego Maradona luego de que el Tribunal aceptara su pedido de recusación acorralada por la situación. El desenlace, en medio de un caótico operativo de seguridad y la furia de los familiares y simpatizantes del 10 que se acercaron, tuvo lugar luego de que el fiscal Patricio Ferrari, que impulsó la acusación pública en su contra junto al Dr. Cosme Iribarren, expusieran el material del supuesto documental, donde reveló que ya contaba con el nombre de “Justicia Divina”, que tenía terminado un tráiler y que iba a estar constituido a partir de seis capítulos de media hora con doblaje en varios idiomas.

Makintach hizo un descargo donde probó sin suerte quedar ajena al escándalo al negar las acusaciones e intentar continuar al frente. A su vez, indicó que todo había sido un malentendido a partir de “una entrevista que le concedió a una amiga de su infancia” para un perfil profesional. Pero cuando Savarino y Di Tommaso se tomaron la cabeza en el momento que los fiscales expusieron la producción audiovisual, que en parte ya habían circulado en las últimas 48 horas por medios de comunicación y redes sociales, se aceleró el proceso de apartamiento. Ahora, en cambio, la jueza podría enfrentar cargos por incumplimiento de deberes, prevaricato, negociaciones incompatibles con su función y asociación ilícita.

“Lo puedo decir de corazón, por mis hijos. No conocía este material, no había visto el material. Sé que no me van a creer. Desconocía todo, inclusive el guion. Espero que el juicio pueda seguir sin mí. Lo lamento en el alma, fue desprolijo, no me puedo hacer cargo de todo esto porque no es mío, estoy tan sorprendida como todos ustedes”, se lamentó Makintach durante su exposición final en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro. Minutos después, quedaría firme su corrimiento del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que en las próximas horas podría declararse nulo a casi dos meses de su inicio.

El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona quedó al borde del reinicio. El giro tan brusco como escandaloso tuvo lugar durante las últimas 72 horas a partir de Julieta Makintach, paradójicamente, jueza del caso. Finalmente, la magistrada de 47 años e integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 2 de San Isidro fue recusada en la audiencia de ayer y apartada tras quedar involucrada como protagonista de Justicia Divina, un supuesto documental no autorizado que iba a constar de seis capítulos, que ya tenía un tráiler terminado y al que durante el fin de semana se le filtraron imágenes del rodaje cinematográfico, todas protagonizadas por Makintach.

Entre ellas, hay registros de lo que había acontecido hasta ahora puertas adentro de la sala judicial, en donde se debía llevar adelante el debido proceso para dilucidar las causas del deceso del ícono popular argentino.

Makintach proviene de una familia judicial, ya que es hija de Juan Makintach, una figura de larga trayectoria en el departamento judicial de la zona norte. Está casada y es madre de dos hijos, de 14 y 10 años. Fue egresada y magíster en Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral, casa de estudios en la que brindaba clases como docente hasta este lunes, cuando quedó “suspendida por tiempo indeterminado” por parte de las autoridades a raíz del bochorno.

El 8 de marzo cumplió 25 años como parte de la estructura de la Justicia, donde desde 2017 ejerce como magistrada.

También es hermana de Juan Makintach (h.), socio de la productora Pegsa, empresa inicialmente señalada como responsable de la grabación, un vínculo desmentido que todavía está bajo investigación. Esa firma se desligó del supuesto documental al negar, mediante un comunicado de prensa, que tuviese entre sus manos un proyecto de esas características. Por orden de la Justicia se allanaron dos productoras, La Doble SA y FeelCo,Las autoridades judiciales aún no lograron establecer quién es el responsable de esa serie en desarrollo que derivó en el escándalo que rodea en estas horas a la jueza Makintach.

La magistrada cuestionada es, además, profesora de la Diplomatura de la Universidad de San Isidro (USI) y cuenta con una actividad extra relacionada al coaching ontológico.

Un caso especial

Este caso es de alto impacto público. Tras dos aplazamientos en 2024 solicitados por un sector de los acusados, el 11 de marzo de 2025 inició al frente del juicio contra el cuerpo médico que atendió a Maradona en sus últimos días junto a los jueces Maximiliano Savarino y Verónica Di Tommaso, un tribunal de tres miembros que completó Makintach, elegida por el sistema de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro.

Según fuentes judiciales, su desembarco en el caso se dio como consecuencia de uno de los principales dolores de cabeza que aquejan a la Justicia Argentina: las vacantes. Es que si bien el caso quedó radicado en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro, ella ingresó como integrante del N° 2.

“Hay tribunales que no tienen la composición completa, por lo que se hacen acuerdos entre tribunales homologados por la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro cuando falta un juez. En este caso, para la tarea de completar el 3 le correspondía al 5 o al 2”, le indicaron fuentes judiciales a la nacion, pero aclararon que, sin embargo, en ese momento “Makintach se habría ofrecido voluntariamente y quedó dada su especialidad en la materia”.

La causa que tiene a siete imputados por la muerte de Maradona fue caratulada como “homicidio simple con dolo eventual” y derivó en el juicio contra cuatro médicos, dos enfermeros y un psicólogo por aparentes negligencias médicas en el tratamiento al ídolo futbolístico, fallecido de una insuficiencia cardíaca que derivó en edema pulmonar a los 60 años el pasado 25 de noviembre de 2020 en una casa de country en el Tigre.

La jueza Julieta Makintach quedó en el centro de la polémica

Desde entonces, se habían congregado 19 audiencias y habían brindado su declaración 44 testigos. Ayer, todo ese trayecto quedó en stand-by, luego de que en los últimos días las filtraciones de los registros audiovisuales comprometieran la “honorabilidad” de Makintach y, por ende, la legitimidad del juicio.

Videos hablándole a la cámara, siguiendo indicaciones por parte de un guionista, retocándose el cabello, bajando las escaleras, subiendo un ascensor y trabajando en su despacho son entre otros los escenarios revelados que iban a componer el supuesto documental de la discordia. Incluso, aparecieron imágenes de la jueza hablando durante el juicio, donde figuran el abogado querellante Fernando Burlando y las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna. Se trata de un sector prohibido para todo tipo de filmaciones ajenas a las que dispone las cámaras del tribunal, pero en donde en diversas ocasiones miembros de la seguridad del órgano judicial y prensas percibieron la presencia de “extras” con cámaras.

Makintach hizo un descargo donde probó sin suerte quedar ajena al escándalo al negar las acusaciones e intentar continuar al frente. A su vez, indicó que todo había sido un malentendido a partir de “una entrevista que le concedió a una amiga de su infancia” para un perfil profesional. No alcanzó su explicación.

El final

En la audiencia de este martes, finalmente, Makintach resultó apartada del juicio por la muerte de Diego Maradona luego de que el Tribunal aceptara su pedido de recusación acorralada por la situación. El desenlace, en medio de un caótico operativo de seguridad y la furia de los familiares y simpatizantes del 10 que se acercaron, tuvo lugar luego de que el fiscal Patricio Ferrari, que impulsó la acusación pública en su contra junto al Dr. Cosme Iribarren, expusieran el material del supuesto documental, donde reveló que ya contaba con el nombre de “Justicia Divina”, que tenía terminado un tráiler y que iba a estar constituido a partir de seis capítulos de media hora con doblaje en varios idiomas.

Makintach hizo un descargo donde probó sin suerte quedar ajena al escándalo al negar las acusaciones e intentar continuar al frente. A su vez, indicó que todo había sido un malentendido a partir de “una entrevista que le concedió a una amiga de su infancia” para un perfil profesional. Pero cuando Savarino y Di Tommaso se tomaron la cabeza en el momento que los fiscales expusieron la producción audiovisual, que en parte ya habían circulado en las últimas 48 horas por medios de comunicación y redes sociales, se aceleró el proceso de apartamiento. Ahora, en cambio, la jueza podría enfrentar cargos por incumplimiento de deberes, prevaricato, negociaciones incompatibles con su función y asociación ilícita.

“Lo puedo decir de corazón, por mis hijos. No conocía este material, no había visto el material. Sé que no me van a creer. Desconocía todo, inclusive el guion. Espero que el juicio pueda seguir sin mí. Lo lamento en el alma, fue desprolijo, no me puedo hacer cargo de todo esto porque no es mío, estoy tan sorprendida como todos ustedes”, se lamentó Makintach durante su exposición final en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro. Minutos después, quedaría firme su corrimiento del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, que en las próximas horas podría declararse nulo a casi dos meses de su inicio.

 La cuestionada magistrada siguió la carrera de su padre, un exjuez de San Isidro y asumió en el cargo en 2017  LA NACION

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