Caminata diaria: 4 trucos mentales para motivarte a salir todos los días

Me encantan los paseos con caminos sinuosos, pero a veces necesito un poco de motivación para levantarme y salir. Últimamente, me motiva la visita diaria a una paloma que anida en mi jardín: todas las mañanas reviso si sus huevos ya han eclosionado. Una vez que me pongo las zapatillas y salgo de casa, suelo seguir caminando.
Rob Walker, autor de El arte de notar, dice que cuando camina, le gusta imponer una misión o construir un marco a su alrededor para agregar un poco de novedad a una actividad que es “literalmente peatonal”.
“De lo contrario, se puede acabar fácilmente pegado al teléfono o engancharse con la cabeza, dándole vueltas a una fecha límite que no se ha cumplido o al comentario presuntuoso que alguien hizo”, explica. “Podría haber dragones rondando por ahí que uno no los notaría”.
El ejercicio que destronó el mito de los 10 mil pasos diarios
Vale la pena hacer todo lo posible para mantenerse en el buen camino, ya que los beneficios de caminar con regularidad están bien documentados. Caminar reduce el riesgo de muchos problemas de salud, como enfermedades cardíacas, ansiedad, depresión y diabetes, afirma Stacy Imagbe, profesora adjunta de kinesiología en Morehouse College.
Y tampoco es necesario hacer 10.000 pasos al día: se ha demostrado que incluso 4.000 pasos diarios tienen beneficios.
Si se necesita algo de motivación, a continuación algunas de las formas más creativas de Walker para salir a caminar.
1) Paseo sonoro
“Hay que salir y sintonizar con los sonidos que hay alrededor”, sugiere Walker. “Estamos tan orientados visualmente que nos perdemos muchas cosas que suceden con nuestros otros sentidos”, añade.
Aconseja también ir más allá del canto de los pájaros y descubrir algunos de los sonidos más peculiares de la zona. En su barrio, ubicado en Nueva Orleans, cerca del río Misisipi, Walker cuenta que escucha el canto de los gallos, canciones que salen de las radios de los coches y las bocinas de los barcos si hay niebla.
“Si mi barrio tuviera un sonido oficial, sería el del puente de la Avenida St. Claude”, dice. “Se escucha una bocina cuando el puente levadizo está a punto de subir o bajar”.
2) Desafío del calendario
A Walker le gusta proponerse retos creativos. Durante los próximos meses, sugiere tomar fotos del vecindario como si se estuviera sacando una docena de fotos para un calendario profesional.
“Se pueden tomar fotografías de lugares emblemáticos que tengan significado para uno o encontrar un tema como ‘jardines intrigantes’”, agrega Walker.
Reconoce sentirse atraído por “todo lo que es extraño”, por lo que sus calendarios tienden a presentar objetos como los bolardos (barreras de tráfico verticales) en su vecindario.
Si uno se siente especialmente inspirado puede utilizar un servicio de impresión para reunir las fotos en un calendario para 2026 al final de este año.
Un debate de época. Pros y contras del uso del cannabis medicinal
3) Caminata de conteo
“Elijan cosas que abunden en la zona y cuéntenlas mientras caminan”, añade Walker. Se pueden contar perros, tatuajes, letreros o placas. “Durante la temporada de fútbol americano, cuento las camisetas de los New Orleans Saints”, revela. Cuando estuvo en Manhattan recientemente, contó los bocinazos de los coches.
Contar algo más que los pasos es una forma fácil de estar atento al entorno, “pero requiere algo de concentración”, señala Walker.
Ha descubierto que tener una meta hace que sea llevadero pasar más tiempo al aire libre. Una tarde reciente, se propuso caminar hasta encontrar 20 personas con gorras puestas.
4) Circuito de color
“Otra opción es concentrarse en un solo color durante el paseo. Si se elije el azul, por ejemplo, se deberá prestar atención a todos los elementos azules que se vayan viendo”, anuncia Walker.
Eso incluye objetos o áreas que normalmente no se notarían. “Al hacerlo uno se sorprende encontrando colores hermosos en un contexto desagradable”, dice Walker. Sugiere además tomar fotografías en primer plano de una pared pintada en un callejón o del capó de un coche “simplemente intentando ver colores interesantes sin importar su contexto”.
Estaba tan impresionado por un baño portátil de color azul intenso en su vecindario que tomó algunas fotografías.
Walker me inspiró a tomar una fotografía similar de un parche verde oscuro que me cautivó.
Le envié la foto por correo electrónico. “Preciosa”, escribió. “¿Qué es?“.
“El contenedor de basura cerca de mi Walgreens”, respondí.
Por Jancee Dunn.
Me encantan los paseos con caminos sinuosos, pero a veces necesito un poco de motivación para levantarme y salir. Últimamente, me motiva la visita diaria a una paloma que anida en mi jardín: todas las mañanas reviso si sus huevos ya han eclosionado. Una vez que me pongo las zapatillas y salgo de casa, suelo seguir caminando.
Rob Walker, autor de El arte de notar, dice que cuando camina, le gusta imponer una misión o construir un marco a su alrededor para agregar un poco de novedad a una actividad que es “literalmente peatonal”.
“De lo contrario, se puede acabar fácilmente pegado al teléfono o engancharse con la cabeza, dándole vueltas a una fecha límite que no se ha cumplido o al comentario presuntuoso que alguien hizo”, explica. “Podría haber dragones rondando por ahí que uno no los notaría”.
El ejercicio que destronó el mito de los 10 mil pasos diarios
Vale la pena hacer todo lo posible para mantenerse en el buen camino, ya que los beneficios de caminar con regularidad están bien documentados. Caminar reduce el riesgo de muchos problemas de salud, como enfermedades cardíacas, ansiedad, depresión y diabetes, afirma Stacy Imagbe, profesora adjunta de kinesiología en Morehouse College.
Y tampoco es necesario hacer 10.000 pasos al día: se ha demostrado que incluso 4.000 pasos diarios tienen beneficios.
Si se necesita algo de motivación, a continuación algunas de las formas más creativas de Walker para salir a caminar.
1) Paseo sonoro
“Hay que salir y sintonizar con los sonidos que hay alrededor”, sugiere Walker. “Estamos tan orientados visualmente que nos perdemos muchas cosas que suceden con nuestros otros sentidos”, añade.
Aconseja también ir más allá del canto de los pájaros y descubrir algunos de los sonidos más peculiares de la zona. En su barrio, ubicado en Nueva Orleans, cerca del río Misisipi, Walker cuenta que escucha el canto de los gallos, canciones que salen de las radios de los coches y las bocinas de los barcos si hay niebla.
“Si mi barrio tuviera un sonido oficial, sería el del puente de la Avenida St. Claude”, dice. “Se escucha una bocina cuando el puente levadizo está a punto de subir o bajar”.
2) Desafío del calendario
A Walker le gusta proponerse retos creativos. Durante los próximos meses, sugiere tomar fotos del vecindario como si se estuviera sacando una docena de fotos para un calendario profesional.
“Se pueden tomar fotografías de lugares emblemáticos que tengan significado para uno o encontrar un tema como ‘jardines intrigantes’”, agrega Walker.
Reconoce sentirse atraído por “todo lo que es extraño”, por lo que sus calendarios tienden a presentar objetos como los bolardos (barreras de tráfico verticales) en su vecindario.
Si uno se siente especialmente inspirado puede utilizar un servicio de impresión para reunir las fotos en un calendario para 2026 al final de este año.
Un debate de época. Pros y contras del uso del cannabis medicinal
3) Caminata de conteo
“Elijan cosas que abunden en la zona y cuéntenlas mientras caminan”, añade Walker. Se pueden contar perros, tatuajes, letreros o placas. “Durante la temporada de fútbol americano, cuento las camisetas de los New Orleans Saints”, revela. Cuando estuvo en Manhattan recientemente, contó los bocinazos de los coches.
Contar algo más que los pasos es una forma fácil de estar atento al entorno, “pero requiere algo de concentración”, señala Walker.
Ha descubierto que tener una meta hace que sea llevadero pasar más tiempo al aire libre. Una tarde reciente, se propuso caminar hasta encontrar 20 personas con gorras puestas.
4) Circuito de color
“Otra opción es concentrarse en un solo color durante el paseo. Si se elije el azul, por ejemplo, se deberá prestar atención a todos los elementos azules que se vayan viendo”, anuncia Walker.
Eso incluye objetos o áreas que normalmente no se notarían. “Al hacerlo uno se sorprende encontrando colores hermosos en un contexto desagradable”, dice Walker. Sugiere además tomar fotografías en primer plano de una pared pintada en un callejón o del capó de un coche “simplemente intentando ver colores interesantes sin importar su contexto”.
Estaba tan impresionado por un baño portátil de color azul intenso en su vecindario que tomó algunas fotografías.
Walker me inspiró a tomar una fotografía similar de un parche verde oscuro que me cautivó.
Le envié la foto por correo electrónico. “Preciosa”, escribió. “¿Qué es?“.
“El contenedor de basura cerca de mi Walgreens”, respondí.
Por Jancee Dunn.
No es necesario alcanzar los 10.000 pasos diarios para obtener beneficios LA NACION