Mexicano y padre de 10 hijos fue detenido por el ICE en Carolina del Norte y su familia pide ayuda: “Siempre sigue la ley”

La detención de José Martínez, un migrante mexicano y padre de 10 hijos, ha generado conmoción en la comunidad de Charlotte, Carolina del Norte. El pasado 14 de mayo, mientras se dirigía a su trabajo en construcción acompañado de tres compañeros, fue interceptado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Central Avenue.
Es latino, padre de 10 y fue detenido por ICE en Carolina del Norte
José Martínez no tenía antecedentes penales, llevaba una vida tranquila y laboralmente activa. Su familia asegura que durante la detención no se le permitió ejercer sus derechos, a pesar de intentar comunicarse con los agentes. Según declaraciones de su esposa, quien prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, él logró hacer una breve videollamada donde se mostró asustado y sin saber qué iba a pasar, según lo recoge The Charlotte Observer.
Durante una rueda de prensa organizada por la Carolina Migrant Network el 19 de mayo en el Charlotte is Home Center, se leyó una carta escrita por la esposa de José. En ella expresó la angustia que ha vivido su familia desde ese día.
“Mis hijos pequeños no entienden por qué su papá no está con ellos. Es muy frustrante tratar de explicar que solo fue a trabajar y aún no ha regresado. Ese día nuestra familia fue injustamente separada”, relató su esposa.
Su detención ha impactado profundamente a su hija Johanna Martínez, quien se encontraba en Columbia, Carolina del Sur, cuando recibió la noticia. Viajó inmediatamente a Charlotte y posteriormente a Georgia, donde fue trasladado su padre al Stewart Detention Center, explica La Noticia.
La hija de José habla de su experiencia
Johanna expresó que nunca imaginó que su padre, una persona respetuosa de las leyes, terminaría en un centro de detención migratoria. El proceso ha sido desgastante física y emocionalmente. Explicó que su padre fue trasladado en condiciones preocupantes, sin acceso a alimentos durante casi dos días.
Durante el proceso, José fue llevado primero a las oficinas de Homeland Security, luego a la cárcel del condado de Alamance en Carolina del Norte, y finalmente al centro en Georgia. Johanna denunció que este traslado tardó casi 48 horas y que su padre no recibió alimentos durante ese tiempo.
Centros de detención alejados dificultan el acceso a familiares y abogados
De acuerdo a lo informado, los migrantes detenidos en Carolina del Norte, suelen ser trasladados a Folkston ICE Processing Centre o Stewart Detention Center, en Georgia, para iniciar con el proceso de deportación. Sin embargo, estos centros presentan numerosas barreras para las familias de los detenidos.
Estos sitios están diseñados para el aislamiento, sin transporte público ni facilidades para visitas regulares, según el abogado de inmigración Marty Rosenbluth, en sus declaraciones para La Noticia.
Además, los detenidos solo pueden recibir una visita por semana. Johanna relató que, en sus visitas, esperó hasta cinco horas para poder ver a su padre. En total, solo ha podido hablar con él dos veces, por tiempos limitados.
“Este centro de detención (Stewart Detention Center) es el que está en el medio de la nada. No hay transporte público para poder llegar a aquí, entonces es muy difícil poder visitar a sus familiares, incluso a nosotros los abogados también nos cuesta. Este aislamiento es un gran problema, porque las personas quedan separadas de sus seres queridos y algunas veces sin posibilidad de verlos”, comentó Rosenbluth.
Familia de José lanza campaña para su liberación
La familia ha contratado un abogado y organizaron una campaña en la plataforma GoFundMe para reunir fondos que les permitan cubrir los gastos legales. Mientras tanto, no pierden la esperanza de ver a José libre.
“Papá, te quiero mucho. Vamos a estar siempre contigo. Ya sé que tardé seis horas en llegar a Georgia, pero cada fin de semana voy a estar allí. Con Dios de nuestro lado, tú vas a salir pronto”, expresó su hija Johanna.
La detención de José Martínez, un migrante mexicano y padre de 10 hijos, ha generado conmoción en la comunidad de Charlotte, Carolina del Norte. El pasado 14 de mayo, mientras se dirigía a su trabajo en construcción acompañado de tres compañeros, fue interceptado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Central Avenue.
Es latino, padre de 10 y fue detenido por ICE en Carolina del Norte
José Martínez no tenía antecedentes penales, llevaba una vida tranquila y laboralmente activa. Su familia asegura que durante la detención no se le permitió ejercer sus derechos, a pesar de intentar comunicarse con los agentes. Según declaraciones de su esposa, quien prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, él logró hacer una breve videollamada donde se mostró asustado y sin saber qué iba a pasar, según lo recoge The Charlotte Observer.
Durante una rueda de prensa organizada por la Carolina Migrant Network el 19 de mayo en el Charlotte is Home Center, se leyó una carta escrita por la esposa de José. En ella expresó la angustia que ha vivido su familia desde ese día.
“Mis hijos pequeños no entienden por qué su papá no está con ellos. Es muy frustrante tratar de explicar que solo fue a trabajar y aún no ha regresado. Ese día nuestra familia fue injustamente separada”, relató su esposa.
Su detención ha impactado profundamente a su hija Johanna Martínez, quien se encontraba en Columbia, Carolina del Sur, cuando recibió la noticia. Viajó inmediatamente a Charlotte y posteriormente a Georgia, donde fue trasladado su padre al Stewart Detention Center, explica La Noticia.
La hija de José habla de su experiencia
Johanna expresó que nunca imaginó que su padre, una persona respetuosa de las leyes, terminaría en un centro de detención migratoria. El proceso ha sido desgastante física y emocionalmente. Explicó que su padre fue trasladado en condiciones preocupantes, sin acceso a alimentos durante casi dos días.
Durante el proceso, José fue llevado primero a las oficinas de Homeland Security, luego a la cárcel del condado de Alamance en Carolina del Norte, y finalmente al centro en Georgia. Johanna denunció que este traslado tardó casi 48 horas y que su padre no recibió alimentos durante ese tiempo.
Centros de detención alejados dificultan el acceso a familiares y abogados
De acuerdo a lo informado, los migrantes detenidos en Carolina del Norte, suelen ser trasladados a Folkston ICE Processing Centre o Stewart Detention Center, en Georgia, para iniciar con el proceso de deportación. Sin embargo, estos centros presentan numerosas barreras para las familias de los detenidos.
Estos sitios están diseñados para el aislamiento, sin transporte público ni facilidades para visitas regulares, según el abogado de inmigración Marty Rosenbluth, en sus declaraciones para La Noticia.
Además, los detenidos solo pueden recibir una visita por semana. Johanna relató que, en sus visitas, esperó hasta cinco horas para poder ver a su padre. En total, solo ha podido hablar con él dos veces, por tiempos limitados.
“Este centro de detención (Stewart Detention Center) es el que está en el medio de la nada. No hay transporte público para poder llegar a aquí, entonces es muy difícil poder visitar a sus familiares, incluso a nosotros los abogados también nos cuesta. Este aislamiento es un gran problema, porque las personas quedan separadas de sus seres queridos y algunas veces sin posibilidad de verlos”, comentó Rosenbluth.
Familia de José lanza campaña para su liberación
La familia ha contratado un abogado y organizaron una campaña en la plataforma GoFundMe para reunir fondos que les permitan cubrir los gastos legales. Mientras tanto, no pierden la esperanza de ver a José libre.
“Papá, te quiero mucho. Vamos a estar siempre contigo. Ya sé que tardé seis horas en llegar a Georgia, pero cada fin de semana voy a estar allí. Con Dios de nuestro lado, tú vas a salir pronto”, expresó su hija Johanna.
José Martínez, padre mexicano de 10 hijos y sin antecedentes criminales, fue detenido por ICE en Carolina del Norte mientras iba a trabajar, su familia denuncia violaciones de derechos y condiciones inhumanas durante el traslado LA NACION