Reactivación: volvió a trabajar a pleno la empresa del mayor default de la historia

SANTA FE.- Un poco de aire para los trabajadores de Vicentin. Mientras se reúne la información para resolver la forma y la fecha de inicio de la apertura del procedimiento de cramdown de la agroexportadora, ordenado por la Cámara de Apelaciones de Rafaela, y la Corte, por su parte, decide si acepta o rechaza un recurso de inconstitucionalidad que presentó la empresa tratando de evitarlo, en las tres plantas operativas de la firma (San Lorenzo, Ricardo y Avellaneda) desde esta semana se trabaja normalmente con el procesamiento de granos mientras se espera el pago de los salarios de mayo en tiempo y forma, según los compromisos asumidos. La firma está intervenida judicialmente. Cayó en default en diciembre de 2019 y acumuló más de US$1500 millones, una deuda inédita en el país para una compañía.
“Se arrancó con el procesamiento de soja en la planta de Ricardone. Se procesan 10.000 toneladas por día”, dijo a LA NACION el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del departamento San Lorenzo, Daniel Succi. Lo señalado por el dirigente sindical fue avalado luego por un comunicado del área de Recursos Humanos de la empresa, cuyo texto expresó: “Se informa al personal: teniendo en cuenta que en el día de la fecha (por el lunes 2 de junio) se logró poner en marcha la planta de producción (10.000 tn) del Complejo San Lorenzo, permitiendo esto dar inicio a los fasones firmados oportunamente, estamos en condiciones de informar el siguiente esquema de pagos: los haberes del mes de mayo, se irán cancelando mediante una acreditación parcial los días viernes hasta completar la totalidad correspondiente dentro del mes de junio”.
Además “a mediados del presente mes se informará la fecha de pago del (proporcional del) aguinaldo”, añadió la comunicación difundida por Vicentin entre los trabajadores.
Producción
Según comentaron obreros de las plantas ubicadas en el denominado Gran Rosario, en el caso de la planta San Lorenzo se volvió a la operatividad tras meses de inactividad total. El hecho fue destacado por el personal y la dirigencia sindical, como así también por voceros del Ministerio de Trabajo de la provincia, que actúa como moderador entre las partes.
Además en la planta de Ricardone, que también volvió a la actividad, se procesa solo girasol. En la de Avellaneda, al norte de la provincia, se trabaja exclusivamente con maíz. En este último caso, se dispone de materia prima suficiente para completar el ciclo de seis meses que se logró acordar recientemente. “Todas las plantas están operativas”, insistió Succi en diálogo con este diario.
Pero, si bien la normalidad volvió a las plantas procesadoras y los trabajadores comienzan a recuperar algo de confianza en el pago normal de sus jornales, la situación de la empresa todavía no comenzó a resolverse. El compromiso de los interventores, en la reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo y los propios empleados, es producir para mantener las fuentes laborales.
En paralelo, se tendrán que ir dando los pasos que disponga la Justicia para definir si se abre el cramdown, quiénes están en condiciones de presentar ofertas y el plazo que se resuelva para avanzar en ese camino. Si no hay una oferta atractiva y se cierra el procedimiento, lo inevitable será la quiebra. Las partes saben lo que ello significa.
Pero, además, está en desarrollo el análisis del recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Santa Fe que Vicentin elevó para frenar el cramdown, con el propósito de evitar la quiebra o el control de la firma por terceros interesados, algunos conocidos. Al respecto debe indicarse que en el escrito Vicentin cuestiona la constitucionalidad de todo el proceso y pone en juego el futuro del mayor concurso preventivo del país.
SANTA FE.- Un poco de aire para los trabajadores de Vicentin. Mientras se reúne la información para resolver la forma y la fecha de inicio de la apertura del procedimiento de cramdown de la agroexportadora, ordenado por la Cámara de Apelaciones de Rafaela, y la Corte, por su parte, decide si acepta o rechaza un recurso de inconstitucionalidad que presentó la empresa tratando de evitarlo, en las tres plantas operativas de la firma (San Lorenzo, Ricardo y Avellaneda) desde esta semana se trabaja normalmente con el procesamiento de granos mientras se espera el pago de los salarios de mayo en tiempo y forma, según los compromisos asumidos. La firma está intervenida judicialmente. Cayó en default en diciembre de 2019 y acumuló más de US$1500 millones, una deuda inédita en el país para una compañía.
“Se arrancó con el procesamiento de soja en la planta de Ricardone. Se procesan 10.000 toneladas por día”, dijo a LA NACION el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del departamento San Lorenzo, Daniel Succi. Lo señalado por el dirigente sindical fue avalado luego por un comunicado del área de Recursos Humanos de la empresa, cuyo texto expresó: “Se informa al personal: teniendo en cuenta que en el día de la fecha (por el lunes 2 de junio) se logró poner en marcha la planta de producción (10.000 tn) del Complejo San Lorenzo, permitiendo esto dar inicio a los fasones firmados oportunamente, estamos en condiciones de informar el siguiente esquema de pagos: los haberes del mes de mayo, se irán cancelando mediante una acreditación parcial los días viernes hasta completar la totalidad correspondiente dentro del mes de junio”.
Además “a mediados del presente mes se informará la fecha de pago del (proporcional del) aguinaldo”, añadió la comunicación difundida por Vicentin entre los trabajadores.
Producción
Según comentaron obreros de las plantas ubicadas en el denominado Gran Rosario, en el caso de la planta San Lorenzo se volvió a la operatividad tras meses de inactividad total. El hecho fue destacado por el personal y la dirigencia sindical, como así también por voceros del Ministerio de Trabajo de la provincia, que actúa como moderador entre las partes.
Además en la planta de Ricardone, que también volvió a la actividad, se procesa solo girasol. En la de Avellaneda, al norte de la provincia, se trabaja exclusivamente con maíz. En este último caso, se dispone de materia prima suficiente para completar el ciclo de seis meses que se logró acordar recientemente. “Todas las plantas están operativas”, insistió Succi en diálogo con este diario.
Pero, si bien la normalidad volvió a las plantas procesadoras y los trabajadores comienzan a recuperar algo de confianza en el pago normal de sus jornales, la situación de la empresa todavía no comenzó a resolverse. El compromiso de los interventores, en la reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo y los propios empleados, es producir para mantener las fuentes laborales.
En paralelo, se tendrán que ir dando los pasos que disponga la Justicia para definir si se abre el cramdown, quiénes están en condiciones de presentar ofertas y el plazo que se resuelva para avanzar en ese camino. Si no hay una oferta atractiva y se cierra el procedimiento, lo inevitable será la quiebra. Las partes saben lo que ello significa.
Pero, además, está en desarrollo el análisis del recurso de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Santa Fe que Vicentin elevó para frenar el cramdown, con el propósito de evitar la quiebra o el control de la firma por terceros interesados, algunos conocidos. Al respecto debe indicarse que en el escrito Vicentin cuestiona la constitucionalidad de todo el proceso y pone en juego el futuro del mayor concurso preventivo del país.
Vicentin, que espera el comienzo de un proceso de cramdown, tiene todas sus plantas operativas, según remarcaron en el gremio aceitero LA NACION