Muerte de Liam Payne: irán a juicio oral dos imputados acusados de suministrar estupefacientes al cantante

Braian Nahuel Paiz, de 25 años, y Ezequiel David Pereyra, de 24, enfrentarán un juicio oral en el marco de la causa que investiga la trágica muerte del músico británico Liam Payne, de 31 años. El artista falleció el pasado 16 de octubre tras caer desde la habitación 310 hacia un patio interno del Hotel Casa Sur, ubicado en el barrio porteño de Palermo Hollywood, donde se encontraba alojado.
Paiz, conoció al excantante de One Direction mientras trabajaba como mozo en un restaurante de Puerto Madero, mientras que Pereyra era empleado del hotel. Los dos imputados se encontraban procesados con prisión preventiva.
Andrés Esteban Madrea, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, solicitó que ambos sean juzgados por “suministro de estupefacientes a título oneroso, reiterado en dos oportunidades para cada uno y que en ambos casos las dos entregas concursan materialmente entre sí”. Este delito prevé una pena de cuatro a cinco años de prisión.
El fiscal le atribuyó a Paiz el haber entregado cocaína a Payne mediante un pago, el día 14 de octubre de 2024, a las 3.24 e incluso señaló que lo acompaño e ingresó con él a su habitación, permaneciendo desde las 3.25 hasta las 8.15.
En cuanto al segundo suministro que se le imputa, explicó que ese mismo día, pero entre las 10.03 y las 10.44, le entregó también cocaína a cambio de dinero cuando Payne se dirigió en un taxi, hacia Agüero 441- domicilio de Paiz- regresando nuevamente al hotel.
Según surge del teléfono de Payne, hubo un intercambio de mensajes entre el cantante y Paiz el 14 de octubre donde el británico le solicita cuatro o cinco gramos, a lo que el mozo respondió una hora más tarde que había conseguido tres gramos, con la frase en inglés: “I think I got to 3″.
A su vez, Paiz le envió diversas fotografías sobre estupefacientes, tras lo cual acordaron que el ahora imputado se dirija al hotel Casa Sur, donde llegó a las 3.24, según quedó registrado en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad. “Lo expuesto demuestra entonces que el imputado Paiz, a requerimiento de Payne, se apersonó en el hotel en cuestión, permaneció en su habitación, ocasión en la que le entregó cocaína al nombrado, hasta que se retiró alrededor de las 08:15”, detalla el fiscal.
Según la investigación, ese mismo día mantuvieron un nuevo intercambio de mensajes, en relación a una eventual tercera entrega, en donde Payne le avisaba que contaba con 100 dólares.
Por su parte, en lo que respecta a Pereyra, fue señalado por entregar cocaína, mediante un pago, una vez el día 15 de octubre de 2024, a las 03.25 de la madrugada, y la siguiente el 16 de octubre de 2024, entre las 15.30 y 16.00.
El fiscal sostuvo que al igual que Paiz “se ha podido reconstruir fehacientemente que Ezequiel David Pereyra en dos ocasiones, durante la estadía de quien en vida fuera Liam James Payne, le entregó estupefacientes al nombrado, precisamente cocaína”.
Según el pedido de la fiscalía, las pruebas que lo incriminan son los testimonios de cinco empleados del Hotel Casa Sur -donde Pereyra trabajaba- así como las imágenes fílmicas reunidas y anotaciones detectadas del domicilio del acusado en el celular de Payne.
Uno de los testigos que más comprometió a Pereyra, fue el jefe de mantenimiento general de Casa Sur, quien declaró que cerca de las 21 del 14 de octubre se encontró con Pereyra en un ascensor y vio que tenía un billete de US$ 100 en la mano. Cuando le preguntó si era una propina y quien se la había dado, le respondió que tenía que “hacer un mandado para un huésped” y añadió luego: “Traer droga”.
A las 2.30 del 15 de octubre, Payne le pidió al recepcionista que enviara un taxi para una dirección en Lomas de Zamora – el domicilio de Pereyra-, porque “alguien le tenía que traer algo”.
Según la fiscalía, del testimonio del chofer de la compañía de remises que hizo el viaje y de las imágenes de las cámaras de las afueras del hotel, se desprendió que Pereyra llegó a las 3.25 a Casa Sur y se encontró en la calle con Payne. Ambos caminaron juntos hacia la esquina de Costa Rica y Dorrego donde una cámara registró que el imputado tenía “algún tipo de envoltorio en una de sus manos”.
Por otro lado, un técnico informático que trabaja para el hotel declaró que compartió con Payne un viaje en ascensor y lo escuchó en inglés decir que iba a necesitar otros siete gramos.
El fiscal le atribuye a Pereyra otra entrega ocurrida entre las 15.30 y las 16 del mismo 16 de octubre, es decir poco más de una hora antes del fatídico desenlace.
Final trágico
En el requerimiento se detalla que a las 17.10, del 16 de octubre desde el hotel se realizó un llamado al 911, en el que se alertaba que una persona se había arrojado al vacío y caído en el patio interno del restaurante Sacro, ubicado en la planta baja de Casa Sur.
A su vez, de la autopsia del cuerpo del músico surgió que “el deceso se produjo a causa de politraumatismos y hemorragia interna y externa” y que “se determinó además que presentaba alcohol etílico en concentración de hasta 2,7 gramos/litro, cocaína, metilecgonina, benzoilecgomina, cocaetileno y sertralina”.
En sus consideraciones, los tanatólogos del Cuerpo Médico Forense indicaron que “los resultados toxicológicos permiten informar que el fallecido consumió cocaína con vía de ingreso nasal e inhalatoria -fumada”-, desde por lo menos 72 horas y hasta poco minutos antes de su muerte.
Asimismo afirmaron que no puede descartarse que las sustancias ingeridas le hayan provocado un estado de alteración mental capaz de producir los destrozos hallados en la habitación.
La extracción forense de los teléfonos secuestrados, entre ellos el del propio Payne, el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad tanto del hotel como de otras locaciones y los testimonios recabados son los elementos en los que el fiscal basó su imputación y con los que reconstruyó las cuatro ocasiones en las que Paiz y Pereyra proveyeron al cantante de estupefacientes.
Braian Nahuel Paiz, de 25 años, y Ezequiel David Pereyra, de 24, enfrentarán un juicio oral en el marco de la causa que investiga la trágica muerte del músico británico Liam Payne, de 31 años. El artista falleció el pasado 16 de octubre tras caer desde la habitación 310 hacia un patio interno del Hotel Casa Sur, ubicado en el barrio porteño de Palermo Hollywood, donde se encontraba alojado.
Paiz, conoció al excantante de One Direction mientras trabajaba como mozo en un restaurante de Puerto Madero, mientras que Pereyra era empleado del hotel. Los dos imputados se encontraban procesados con prisión preventiva.
Andrés Esteban Madrea, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, solicitó que ambos sean juzgados por “suministro de estupefacientes a título oneroso, reiterado en dos oportunidades para cada uno y que en ambos casos las dos entregas concursan materialmente entre sí”. Este delito prevé una pena de cuatro a cinco años de prisión.
El fiscal le atribuyó a Paiz el haber entregado cocaína a Payne mediante un pago, el día 14 de octubre de 2024, a las 3.24 e incluso señaló que lo acompaño e ingresó con él a su habitación, permaneciendo desde las 3.25 hasta las 8.15.
En cuanto al segundo suministro que se le imputa, explicó que ese mismo día, pero entre las 10.03 y las 10.44, le entregó también cocaína a cambio de dinero cuando Payne se dirigió en un taxi, hacia Agüero 441- domicilio de Paiz- regresando nuevamente al hotel.
Según surge del teléfono de Payne, hubo un intercambio de mensajes entre el cantante y Paiz el 14 de octubre donde el británico le solicita cuatro o cinco gramos, a lo que el mozo respondió una hora más tarde que había conseguido tres gramos, con la frase en inglés: “I think I got to 3″.
A su vez, Paiz le envió diversas fotografías sobre estupefacientes, tras lo cual acordaron que el ahora imputado se dirija al hotel Casa Sur, donde llegó a las 3.24, según quedó registrado en las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad. “Lo expuesto demuestra entonces que el imputado Paiz, a requerimiento de Payne, se apersonó en el hotel en cuestión, permaneció en su habitación, ocasión en la que le entregó cocaína al nombrado, hasta que se retiró alrededor de las 08:15”, detalla el fiscal.
Según la investigación, ese mismo día mantuvieron un nuevo intercambio de mensajes, en relación a una eventual tercera entrega, en donde Payne le avisaba que contaba con 100 dólares.
Por su parte, en lo que respecta a Pereyra, fue señalado por entregar cocaína, mediante un pago, una vez el día 15 de octubre de 2024, a las 03.25 de la madrugada, y la siguiente el 16 de octubre de 2024, entre las 15.30 y 16.00.
El fiscal sostuvo que al igual que Paiz “se ha podido reconstruir fehacientemente que Ezequiel David Pereyra en dos ocasiones, durante la estadía de quien en vida fuera Liam James Payne, le entregó estupefacientes al nombrado, precisamente cocaína”.
Según el pedido de la fiscalía, las pruebas que lo incriminan son los testimonios de cinco empleados del Hotel Casa Sur -donde Pereyra trabajaba- así como las imágenes fílmicas reunidas y anotaciones detectadas del domicilio del acusado en el celular de Payne.
Uno de los testigos que más comprometió a Pereyra, fue el jefe de mantenimiento general de Casa Sur, quien declaró que cerca de las 21 del 14 de octubre se encontró con Pereyra en un ascensor y vio que tenía un billete de US$ 100 en la mano. Cuando le preguntó si era una propina y quien se la había dado, le respondió que tenía que “hacer un mandado para un huésped” y añadió luego: “Traer droga”.
A las 2.30 del 15 de octubre, Payne le pidió al recepcionista que enviara un taxi para una dirección en Lomas de Zamora – el domicilio de Pereyra-, porque “alguien le tenía que traer algo”.
Según la fiscalía, del testimonio del chofer de la compañía de remises que hizo el viaje y de las imágenes de las cámaras de las afueras del hotel, se desprendió que Pereyra llegó a las 3.25 a Casa Sur y se encontró en la calle con Payne. Ambos caminaron juntos hacia la esquina de Costa Rica y Dorrego donde una cámara registró que el imputado tenía “algún tipo de envoltorio en una de sus manos”.
Por otro lado, un técnico informático que trabaja para el hotel declaró que compartió con Payne un viaje en ascensor y lo escuchó en inglés decir que iba a necesitar otros siete gramos.
El fiscal le atribuye a Pereyra otra entrega ocurrida entre las 15.30 y las 16 del mismo 16 de octubre, es decir poco más de una hora antes del fatídico desenlace.
Final trágico
En el requerimiento se detalla que a las 17.10, del 16 de octubre desde el hotel se realizó un llamado al 911, en el que se alertaba que una persona se había arrojado al vacío y caído en el patio interno del restaurante Sacro, ubicado en la planta baja de Casa Sur.
A su vez, de la autopsia del cuerpo del músico surgió que “el deceso se produjo a causa de politraumatismos y hemorragia interna y externa” y que “se determinó además que presentaba alcohol etílico en concentración de hasta 2,7 gramos/litro, cocaína, metilecgonina, benzoilecgomina, cocaetileno y sertralina”.
En sus consideraciones, los tanatólogos del Cuerpo Médico Forense indicaron que “los resultados toxicológicos permiten informar que el fallecido consumió cocaína con vía de ingreso nasal e inhalatoria -fumada”-, desde por lo menos 72 horas y hasta poco minutos antes de su muerte.
Asimismo afirmaron que no puede descartarse que las sustancias ingeridas le hayan provocado un estado de alteración mental capaz de producir los destrozos hallados en la habitación.
La extracción forense de los teléfonos secuestrados, entre ellos el del propio Payne, el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad tanto del hotel como de otras locaciones y los testimonios recabados son los elementos en los que el fiscal basó su imputación y con los que reconstruyó las cuatro ocasiones en las que Paiz y Pereyra proveyeron al cantante de estupefacientes.
Braian Nahuel Paiz y Ezequiel David Pereyra, estaban procesados con prisión preventiva desde diciembre LA NACION