Expertos revelan una rutina de yoga eficaz para aliviar la indigestión rápidamente

La indigestión, también conocida como la dispepsia, es una sensación de incomodidad que afecta a las personas después de ingerir alimentos, la cual suele provocar dolor en la parte superior del abdomen y ardor.
De acuerdo con el American College of Gastroenterology de Estados Unidos, esta condición se presenta con más frecuencia en personas adultas, al menos una vez luego de cada comida, lo que genera una “plenitud molesta”.
Según la organización, los síntomas más comunes son las náuseas y la distensión abdominal, que hace que los pacientes crean que los productos consumidos llevan dentro del estómago más tiempo del esperado.
Sin embargo, la ingesta excesiva de alimentos que ocasiona molestias, inflamación y malestar, pueden ser tratadas en pocos minutos con una rutina de yoga corta, que contribuye con la circulación sanguínea de los órganos digestivos.
Esta práctica milenaria tiene sus orígenes en la India, donde las personas buscan crear una unión entre el cuerpo, la mente y el espíritu a través de diferentes posturas físicas y métodos de respiración para promover el bienestar.
En ese sentido, el yoga resulta beneficioso para estimular el sistema digestivo, reduciendo significativamente el estrés y relajando el cuerpo, debido a que esté siempre alerta sobre los excesos que afectan su funcionamiento.
Conforme a ello, el profesor Daniel Ferraez, recomienda realizar algunos movimientos básicos, por lo que es importante encontrar un espacio tranquilo y con poco ruido para poder concentrarse.
1. Soltar la tensión abdominal
En una de las publicaciones compartidas por el instructor, el hombre menciona que es pertinente colocar los pies con las piernas un poco abiertas y dejar los brazos a cada costado para poder girar suavemente sin moverse ni perder la posición inicial.
2. Movilizar el intestino
Una vez la persona logra que el abdomen se relaje, debe poner el cuerpo boca abajo, apoyando los antebrazos, flexionando las piernas y dejando un cojín o una toalla enrollada a la altura del vientre para ejercer cierta presión.
3. Hacer un ángulo
Con este movimiento la sensación de llenura disminuirá significativamente, debido a que acostarse sobre el suelo y colocar las extremidades inferiores contra una pared, haciendo un ángulo de 90 grados, permitirá que la sangre circule mejor.
*Por Stephany Guzman Ayala
La indigestión, también conocida como la dispepsia, es una sensación de incomodidad que afecta a las personas después de ingerir alimentos, la cual suele provocar dolor en la parte superior del abdomen y ardor.
De acuerdo con el American College of Gastroenterology de Estados Unidos, esta condición se presenta con más frecuencia en personas adultas, al menos una vez luego de cada comida, lo que genera una “plenitud molesta”.
Según la organización, los síntomas más comunes son las náuseas y la distensión abdominal, que hace que los pacientes crean que los productos consumidos llevan dentro del estómago más tiempo del esperado.
Sin embargo, la ingesta excesiva de alimentos que ocasiona molestias, inflamación y malestar, pueden ser tratadas en pocos minutos con una rutina de yoga corta, que contribuye con la circulación sanguínea de los órganos digestivos.
Esta práctica milenaria tiene sus orígenes en la India, donde las personas buscan crear una unión entre el cuerpo, la mente y el espíritu a través de diferentes posturas físicas y métodos de respiración para promover el bienestar.
En ese sentido, el yoga resulta beneficioso para estimular el sistema digestivo, reduciendo significativamente el estrés y relajando el cuerpo, debido a que esté siempre alerta sobre los excesos que afectan su funcionamiento.
Conforme a ello, el profesor Daniel Ferraez, recomienda realizar algunos movimientos básicos, por lo que es importante encontrar un espacio tranquilo y con poco ruido para poder concentrarse.
1. Soltar la tensión abdominal
En una de las publicaciones compartidas por el instructor, el hombre menciona que es pertinente colocar los pies con las piernas un poco abiertas y dejar los brazos a cada costado para poder girar suavemente sin moverse ni perder la posición inicial.
2. Movilizar el intestino
Una vez la persona logra que el abdomen se relaje, debe poner el cuerpo boca abajo, apoyando los antebrazos, flexionando las piernas y dejando un cojín o una toalla enrollada a la altura del vientre para ejercer cierta presión.
3. Hacer un ángulo
Con este movimiento la sensación de llenura disminuirá significativamente, debido a que acostarse sobre el suelo y colocar las extremidades inferiores contra una pared, haciendo un ángulo de 90 grados, permitirá que la sangre circule mejor.
*Por Stephany Guzman Ayala
Esta práctica mejora la circulación sanguínea de los órganos digestivos y reduce la molestia por la ingesta de alimentos LA NACION