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Imágenes satelitales de la NASA muestran un antiguo campo volcánico en medio del desierto del Sahara

Las imágenes satelitales de la NASA nunca dejan de sorprender al mostrar paisajes únicos del planeta pero vistos desde arriba. Conocido por su calor extremo, con temperaturas pueden alcanzar los 58 °C, el desierto del Sahara es uno de los entornos más hostiles del mundo y una captura reciente mostró allí un enorme campo de lava fosilizada de color negro, con miles de años de antigüedad.

La foto proviene de casi tres años de imágenes satelitales de la NASA en el norte de África. Desde el aire, el campo volcánico de Haruj, en el centro de Libia, ofrece un contraste sorprendente con la arena que domina el paisaje desértico. Aunque está compuesto por dos campos separados, debido a su inmenso tamaño y al hecho de que se fusionan, la mayoría de los expertos lo consideran un único campo volcánico.

La imagen revela datos fascinantes sobre los procesos geológicos (Foto: NASA)

El campo volcánico de Haruj brinda información sobre cómo pueden formarse campos de lava, incluso sin erupciones masivas o fallas geológicas cerca. Estas capas son evidencia de una época en la que las erupciones volcánicas arrojaban lava regularmente sobre la superficie terrestre.

Capas de basalto negro azabache se extienden por una meseta de 45.000 kilómetros cuadrados. El campo volcánico contenía más de 120 pequeños volcanes, que producían salpicaduras y conos de ceniza. En la mayoría de los casos, la lava que emergía de estos respiraderos era fluida y no explosiva.

La primera imagen de Haruj se obtuvo por los datos capturados por el sensor OLI (Operational Land Imager) del satélite Landsat 8 entre el 24 de julio de 2013 y el 13 de abril de 2016. Según los especialistas, la foto satelital muestra un “mosaico de píxeles óptimos”.

En lugar de usar datos recopilados en un solo momento, los visualizadores de datos del Earth Observatory usaron un algoritmo para seleccionar, píxel por píxel, entre todas las imágenes disponibles durante ese período. Buscaron contar con píxeles que no estuvieran afectados por nubes, polvo u otros fenómenos atmosféricos que pudieran alterar la apariencia de la superficie.

La imagen inferior muestra una vista más detallada de los flujos de lava en el borde oriental del campo volcánico. Las investigaciones geológicas sugieren que estos flujos, que se desplazaron de oeste a este, se produjeron en cinco fases a lo largo de un período de cinco millones de años al inicio del Plioceno.

El desierto de Libia está lleno de sorpresas para los científicos (Foto: @miguelmorenatti)

Los parches color canela dispersos sobre el basalto son depresiones llenas de arena de grano fino. Muchas de estas depresiones son kipuka (conocidas localmente como balta): tierras que quedaron completamente rodeadas, pero no cubiertas, por un flujo de lava más reciente.

Las imágenes satelitales de la NASA son vitales para el estudio de los fenómenos geológicos porque ayudan a identificar y analizar estructuras volcánicas, fallas tectónicas, terremotos y flujos de lava. En lugares remotos e inaccesibles, como el campo volcánico de Haruj, estas capturas revelan detalles que de otro modo serían difíciles de estudiar.

Muchas de las imágenes y datos de la NASA están disponibles de forma gratuita para científicos, gobiernos, estudiantes y personas particulares de todo el mundo. De esta manera, se promueve la cooperación internacional en materia científica y la toma de decisiones informadas a escala global.

Las imágenes satelitales de la NASA nunca dejan de sorprender al mostrar paisajes únicos del planeta pero vistos desde arriba. Conocido por su calor extremo, con temperaturas pueden alcanzar los 58 °C, el desierto del Sahara es uno de los entornos más hostiles del mundo y una captura reciente mostró allí un enorme campo de lava fosilizada de color negro, con miles de años de antigüedad.

La foto proviene de casi tres años de imágenes satelitales de la NASA en el norte de África. Desde el aire, el campo volcánico de Haruj, en el centro de Libia, ofrece un contraste sorprendente con la arena que domina el paisaje desértico. Aunque está compuesto por dos campos separados, debido a su inmenso tamaño y al hecho de que se fusionan, la mayoría de los expertos lo consideran un único campo volcánico.

La imagen revela datos fascinantes sobre los procesos geológicos (Foto: NASA)

El campo volcánico de Haruj brinda información sobre cómo pueden formarse campos de lava, incluso sin erupciones masivas o fallas geológicas cerca. Estas capas son evidencia de una época en la que las erupciones volcánicas arrojaban lava regularmente sobre la superficie terrestre.

Capas de basalto negro azabache se extienden por una meseta de 45.000 kilómetros cuadrados. El campo volcánico contenía más de 120 pequeños volcanes, que producían salpicaduras y conos de ceniza. En la mayoría de los casos, la lava que emergía de estos respiraderos era fluida y no explosiva.

La primera imagen de Haruj se obtuvo por los datos capturados por el sensor OLI (Operational Land Imager) del satélite Landsat 8 entre el 24 de julio de 2013 y el 13 de abril de 2016. Según los especialistas, la foto satelital muestra un “mosaico de píxeles óptimos”.

En lugar de usar datos recopilados en un solo momento, los visualizadores de datos del Earth Observatory usaron un algoritmo para seleccionar, píxel por píxel, entre todas las imágenes disponibles durante ese período. Buscaron contar con píxeles que no estuvieran afectados por nubes, polvo u otros fenómenos atmosféricos que pudieran alterar la apariencia de la superficie.

La imagen inferior muestra una vista más detallada de los flujos de lava en el borde oriental del campo volcánico. Las investigaciones geológicas sugieren que estos flujos, que se desplazaron de oeste a este, se produjeron en cinco fases a lo largo de un período de cinco millones de años al inicio del Plioceno.

El desierto de Libia está lleno de sorpresas para los científicos (Foto: @miguelmorenatti)

Los parches color canela dispersos sobre el basalto son depresiones llenas de arena de grano fino. Muchas de estas depresiones son kipuka (conocidas localmente como balta): tierras que quedaron completamente rodeadas, pero no cubiertas, por un flujo de lava más reciente.

Las imágenes satelitales de la NASA son vitales para el estudio de los fenómenos geológicos porque ayudan a identificar y analizar estructuras volcánicas, fallas tectónicas, terremotos y flujos de lava. En lugares remotos e inaccesibles, como el campo volcánico de Haruj, estas capturas revelan detalles que de otro modo serían difíciles de estudiar.

Muchas de las imágenes y datos de la NASA están disponibles de forma gratuita para científicos, gobiernos, estudiantes y personas particulares de todo el mundo. De esta manera, se promueve la cooperación internacional en materia científica y la toma de decisiones informadas a escala global.

 La mancha de lava está rodeada de arena en un páramo de Libia; ocupa más de 45.000 kilómetros cuadrados  LA NACION

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