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River en el Mundial de Clubes: los siete jugadores que se repiten y la ambición de Marcelo Gallardo

“Si diez años después, te vuelvo a encontrar en algún lugar… no te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual”.

* * *

Japón, 2015. Emiratos Árabes Unidos, 2018. Estados Unidos, 2025. Las últimas tres citas de River con el Mundial de Clubes tienen un denominador común: Marcelo Gallardo, su cuerpo técnico y sus históricos soldados. Serán nueve futbolistas los que repetirán la asistencia y dos referentes los que se meterán en todos los registros del ciclo: Milton Casco y Gonzalo “Pity” Martínez vivirán su tercera competencia mundialista con la camiseta millonaria y otros siete lo harán por segunda vez. Después de dos experiencias sin conquistar el trofeo, la tercera tendrá un grado de dificultad mucho mayor por el nuevo formato del certamen y la expectativa será marcada por cada paso que dé el equipo. Pero el director técnico avisó: “Me gusta el desafío de medirme para ganar, no ir a ver qué pasa”.

Montiel en plena puja por el balón contra Al-Ain, que eliminó a River en una semifinal de 2018; el defensor se fue a Sevilla y a Nottingham Forest, pero volvió al club millonario y afrontará su segundo Mundial de Clubes.

Luego de un semestre irregular, en el que River no cumplió ninguno de los dos objetivos locales –perdió la Supercopa Internacional contra Talleres y fue eliminado del Torneo Apertura por Platense en los cuartos de final–, el Mundial de Clubes aparece en el camino del equipo, que cumplió su tarea en el plano internacional: logró el primer puesto de su zona en la etapa de grupos de la Copa Libertadores y está en los octavos de final. Pero la exótica y novedosa competencia en América del Norte presenta un interesante desafío: el debut será contra Urawa Red Diamonds, de Japón, el próximo martes (17); luego llegará Rayados, de Monterrey, el sábado 21, y el cierre tendrá lugar frente a Inter, de Milán, el miércoles 25. A priori, la meta es acceder a octavos, y llegado eso se soñará con avanzar lo máximo posible en los playoffs. River sabe que, al menos en su grupo, es un candidato fuerte.

No me gusta mucho la palabra «competir», parece una frase hecha. ¿Qué significa competir? Competir, quieren competir todos; el tema es de qué manera te preparás para ganar. Yo quiero eso: ganar. No quiero ir a ver qué pasa, no está en mi esencia”, avisó Gallardo. “Si nos toca perder, que el rival haga más méritos y sea mucho mejor que nosotros, como ha pasado en momentos en los que tuvimos que enfrentarnos. Por ejemplo, con el mejor Barcelona de todos los tiempos, contra el que no tuvimos muchas chances. Pero no creo que haya un equipo similar a ese como para decir que no tenemos posibilidades. Yo soy competidor nato, por naturaleza. Y me gusta medirme para ganar. Con esa mentalidad vamos a encarar la competencia”, se explayó.

Marcelo Gallardo observa el juego durante el triunfo por 1-0 sobre Sanfrecce Hirosima, en Japón 2015; el entrenador no va a ir a

La historia del Muñeco con el Mundial de Clubes tiene dos sinsabores diferentes, en contextos disímiles. El primero, aquel 0-3 frente a Barcelona del 20 de diciembre de 2015, se dio más de cuatro meses después de que el DT conquistara su primera Copa Libertadores, con un equipo que no llegó en su mejor momento pero consiguió ganarle a Sanfrecce Hiroshima la semifinal. Y el segundo, no llegar a jugar la final con Real Madrid tras la dura caída por penales en la semifinal frente a Al-Ain, de Emiratos Árabes, se dio instantáneamente después de que obtuviera la gloria eterna en Madrid. River jugó su primer partido de su segundo Mundial apenas nueve días después de ganar la final ante Boca.

Siete futbolistas del plantel que compitió en Abu Dhabi continúan en River, que irá por una revancha, mucho más difícil, en América del Norte.

Esta vez nada será igual. Ni el destino –actuará en Seattle y Los Ángeles– ni el formato: 32 equipos, ocho grupos, tres partidos en la etapa inicial y 16 clasificados para los octavos. Pero para nueve jugadores se tratará de una posibilidad de revancha personal, de reivindicación en el plano mundial en el que River no logró su segunda medalla dorada. De aquel equipo que se midió con Barcelona, hoy hay cuatro jugadores: Casco, Matías Kranevitter, Pity Martínez y Sebastián Driussi.

Kranevitter es el único que jugó el primer partido, contra Sanfrecce Hiroshima. Titular, completó el encuentro en el 1-0 conseguido con un gol de Lucas Alario a falta de 18 minutos. Tanto Martínez como Casco y Driussi fueron al banco pero no ingresaron: los titulares en sus puestos fueron Leonardo Pisculichi, Leonel Vangioni y Rodrigo Mora. Luego, en el 0-3 de la definición a manos de Barcelona, una vez más fue titular solamente Kranevitter, que volvió a protagonizar los 90 minutos y fue amonestado a los 10. En tanto, Pity Martínez participó en el segundo tiempo en lugar de Mora y Driussi tuvo 35 minutos al reemplazar a Tabaré Viudez.

Matías Kranevitter (atrás), Pity Martínez y Éder Álvarez Balanta persiguen a Lionel Messi en la final perdida por 3-0 a manos de Barcelona en 2015; el tucumano y el mendocino se repiten en el plantel millonario actual.

Tres años después, en Abu Dabi, fueron siete los futbolistas actuales presentes: repitieron Casco y Pity y actuaron también Franco Armani, Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Ignacio Fernández y Enzo Pérez, piezas importantes de aquel equipo campeón de América. En el estreno, Marcus Berg dio la sorpresa a los tres minutos para Al-Ain, pero a los 11 y los 16 aparecieron tantos de Rafael Borré para dar vuelta el marcador. Finalmente, Caio Lucas Fernández estampó el 2-2 en el comienzo de la segunda parte y Martínez erró un penal a los 25, en una noche negativa para el conjunto millonario. Tras el suplementario, ganó el equipo local por 5-4 en los penales: Enzo Pérez falló el quinto disparo. Aquel día en Medio Oriente fueron titulares Armani, Montiel, Casco, Nacho Fernández y Pity Martínez, y Pérez entró por Exequiel Palacios en la mitad final.

Pity Martínez y Enzo Pérez en 2018, rumbo a Abu Dhabi; el primero venía de hacer un gol en la final por la Copa Libertadores en España y el segundo fallaría el penal decisivo en la serie contra Al-Ain en la semifinal del Mundial.

Luego, para el enfrentamiento por el tercer puesto, que terminó con un 4-0 sobre Kashima Antlers, de Japón, Gallardo eligió una alineación alternativa y estuvieron apenas Casco y Martínez Quarta, completando el juego’. Para el comienzo de la segunda parte entró Nacho Fernández por Palacios, y Martínez apareció para los últimos 20 minutos en lugar de Nicolás De La Cruz. Además de los goles de Bruno Zuculini y Borré, hubo un doblete espectacular con el que Pity se despachó para cerrar su primer ciclo con la camiseta millonaria: aquella noche en Emiratos Árabes Unidos jugó su último encuentro antes de su vuelta, sucedida en 2023.

Lucas Martínez Quarta avanza ante Serginho, de Kashima Antlers, en el 4-0 por el tercer puesto de Japón 2015; el defensor es otro de los que emigraron y volvieron a River.

El nuevo reto está a la vuelta de la esquina. River ahora no vuelve a Asia, pero estará en Estados Unidos para ser el mejor de los 32 clubes que lograron el boleto. “Me gusta ese desafío. Nuestras posibilidades van a depender de cómo funcione el equipo. Si funcionamos y corregimos los déficits que tuvimos en estos meses… Lo que vi del equipo me gustó. Tenemos que potenciarnos y no tengo dudas de que podemos enfrentarnos con cualquiera y medirnos de buena forma. El funcionamiento del equipo va a marcar nuestras posibilidades. Va a ser una buena competencia para prepararnos mentalmente”, entiende Gallardo, el DT que se entusiasma con esa esperada tercera chance. El grado de dificultad es mucho mayor.

“Si diez años después, te vuelvo a encontrar en algún lugar… no te olvides que soy distinto de aquel, pero casi igual”.

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Japón, 2015. Emiratos Árabes Unidos, 2018. Estados Unidos, 2025. Las últimas tres citas de River con el Mundial de Clubes tienen un denominador común: Marcelo Gallardo, su cuerpo técnico y sus históricos soldados. Serán nueve futbolistas los que repetirán la asistencia y dos referentes los que se meterán en todos los registros del ciclo: Milton Casco y Gonzalo “Pity” Martínez vivirán su tercera competencia mundialista con la camiseta millonaria y otros siete lo harán por segunda vez. Después de dos experiencias sin conquistar el trofeo, la tercera tendrá un grado de dificultad mucho mayor por el nuevo formato del certamen y la expectativa será marcada por cada paso que dé el equipo. Pero el director técnico avisó: “Me gusta el desafío de medirme para ganar, no ir a ver qué pasa”.

Montiel en plena puja por el balón contra Al-Ain, que eliminó a River en una semifinal de 2018; el defensor se fue a Sevilla y a Nottingham Forest, pero volvió al club millonario y afrontará su segundo Mundial de Clubes.

Luego de un semestre irregular, en el que River no cumplió ninguno de los dos objetivos locales –perdió la Supercopa Internacional contra Talleres y fue eliminado del Torneo Apertura por Platense en los cuartos de final–, el Mundial de Clubes aparece en el camino del equipo, que cumplió su tarea en el plano internacional: logró el primer puesto de su zona en la etapa de grupos de la Copa Libertadores y está en los octavos de final. Pero la exótica y novedosa competencia en América del Norte presenta un interesante desafío: el debut será contra Urawa Red Diamonds, de Japón, el próximo martes (17); luego llegará Rayados, de Monterrey, el sábado 21, y el cierre tendrá lugar frente a Inter, de Milán, el miércoles 25. A priori, la meta es acceder a octavos, y llegado eso se soñará con avanzar lo máximo posible en los playoffs. River sabe que, al menos en su grupo, es un candidato fuerte.

No me gusta mucho la palabra «competir», parece una frase hecha. ¿Qué significa competir? Competir, quieren competir todos; el tema es de qué manera te preparás para ganar. Yo quiero eso: ganar. No quiero ir a ver qué pasa, no está en mi esencia”, avisó Gallardo. “Si nos toca perder, que el rival haga más méritos y sea mucho mejor que nosotros, como ha pasado en momentos en los que tuvimos que enfrentarnos. Por ejemplo, con el mejor Barcelona de todos los tiempos, contra el que no tuvimos muchas chances. Pero no creo que haya un equipo similar a ese como para decir que no tenemos posibilidades. Yo soy competidor nato, por naturaleza. Y me gusta medirme para ganar. Con esa mentalidad vamos a encarar la competencia”, se explayó.

Marcelo Gallardo observa el juego durante el triunfo por 1-0 sobre Sanfrecce Hirosima, en Japón 2015; el entrenador no va a ir a

La historia del Muñeco con el Mundial de Clubes tiene dos sinsabores diferentes, en contextos disímiles. El primero, aquel 0-3 frente a Barcelona del 20 de diciembre de 2015, se dio más de cuatro meses después de que el DT conquistara su primera Copa Libertadores, con un equipo que no llegó en su mejor momento pero consiguió ganarle a Sanfrecce Hiroshima la semifinal. Y el segundo, no llegar a jugar la final con Real Madrid tras la dura caída por penales en la semifinal frente a Al-Ain, de Emiratos Árabes, se dio instantáneamente después de que obtuviera la gloria eterna en Madrid. River jugó su primer partido de su segundo Mundial apenas nueve días después de ganar la final ante Boca.

Siete futbolistas del plantel que compitió en Abu Dhabi continúan en River, que irá por una revancha, mucho más difícil, en América del Norte.

Esta vez nada será igual. Ni el destino –actuará en Seattle y Los Ángeles– ni el formato: 32 equipos, ocho grupos, tres partidos en la etapa inicial y 16 clasificados para los octavos. Pero para nueve jugadores se tratará de una posibilidad de revancha personal, de reivindicación en el plano mundial en el que River no logró su segunda medalla dorada. De aquel equipo que se midió con Barcelona, hoy hay cuatro jugadores: Casco, Matías Kranevitter, Pity Martínez y Sebastián Driussi.

Kranevitter es el único que jugó el primer partido, contra Sanfrecce Hiroshima. Titular, completó el encuentro en el 1-0 conseguido con un gol de Lucas Alario a falta de 18 minutos. Tanto Martínez como Casco y Driussi fueron al banco pero no ingresaron: los titulares en sus puestos fueron Leonardo Pisculichi, Leonel Vangioni y Rodrigo Mora. Luego, en el 0-3 de la definición a manos de Barcelona, una vez más fue titular solamente Kranevitter, que volvió a protagonizar los 90 minutos y fue amonestado a los 10. En tanto, Pity Martínez participó en el segundo tiempo en lugar de Mora y Driussi tuvo 35 minutos al reemplazar a Tabaré Viudez.

Matías Kranevitter (atrás), Pity Martínez y Éder Álvarez Balanta persiguen a Lionel Messi en la final perdida por 3-0 a manos de Barcelona en 2015; el tucumano y el mendocino se repiten en el plantel millonario actual.

Tres años después, en Abu Dabi, fueron siete los futbolistas actuales presentes: repitieron Casco y Pity y actuaron también Franco Armani, Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Ignacio Fernández y Enzo Pérez, piezas importantes de aquel equipo campeón de América. En el estreno, Marcus Berg dio la sorpresa a los tres minutos para Al-Ain, pero a los 11 y los 16 aparecieron tantos de Rafael Borré para dar vuelta el marcador. Finalmente, Caio Lucas Fernández estampó el 2-2 en el comienzo de la segunda parte y Martínez erró un penal a los 25, en una noche negativa para el conjunto millonario. Tras el suplementario, ganó el equipo local por 5-4 en los penales: Enzo Pérez falló el quinto disparo. Aquel día en Medio Oriente fueron titulares Armani, Montiel, Casco, Nacho Fernández y Pity Martínez, y Pérez entró por Exequiel Palacios en la mitad final.

Pity Martínez y Enzo Pérez en 2018, rumbo a Abu Dhabi; el primero venía de hacer un gol en la final por la Copa Libertadores en España y el segundo fallaría el penal decisivo en la serie contra Al-Ain en la semifinal del Mundial.

Luego, para el enfrentamiento por el tercer puesto, que terminó con un 4-0 sobre Kashima Antlers, de Japón, Gallardo eligió una alineación alternativa y estuvieron apenas Casco y Martínez Quarta, completando el juego’. Para el comienzo de la segunda parte entró Nacho Fernández por Palacios, y Martínez apareció para los últimos 20 minutos en lugar de Nicolás De La Cruz. Además de los goles de Bruno Zuculini y Borré, hubo un doblete espectacular con el que Pity se despachó para cerrar su primer ciclo con la camiseta millonaria: aquella noche en Emiratos Árabes Unidos jugó su último encuentro antes de su vuelta, sucedida en 2023.

Lucas Martínez Quarta avanza ante Serginho, de Kashima Antlers, en el 4-0 por el tercer puesto de Japón 2015; el defensor es otro de los que emigraron y volvieron a River.

El nuevo reto está a la vuelta de la esquina. River ahora no vuelve a Asia, pero estará en Estados Unidos para ser el mejor de los 32 clubes que lograron el boleto. “Me gusta ese desafío. Nuestras posibilidades van a depender de cómo funcione el equipo. Si funcionamos y corregimos los déficits que tuvimos en estos meses… Lo que vi del equipo me gustó. Tenemos que potenciarnos y no tengo dudas de que podemos enfrentarnos con cualquiera y medirnos de buena forma. El funcionamiento del equipo va a marcar nuestras posibilidades. Va a ser una buena competencia para prepararnos mentalmente”, entiende Gallardo, el DT que se entusiasma con esa esperada tercera chance. El grado de dificultad es mucho mayor.

 El entrenador dirigió al equipo millonario en Japón 2015 y Abu Dhabi 2018 y lo hará este año en Estados Unidos; los nombres que siguen  LA NACION

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