Polo: Park Place le ganó a La Dolfina Marqués de Riscal 9-8 y se quedó con la Queen’s Cup en Inglaterra

Park Place arrancó torcido su camino en la Copa de la Reina de Inglaterra, y terminó derecho. Derecho hacia el podio, a recibir el trofeo que durante años entregó Isabel II en su casa: el Guards Polo Club, de Windsor, cercano al castillo. En un partido muy cortado y parejo, derrotó 9-8 a La Dolfina Marqués de Riscal, con un gol de su capitán: Hilario Ulloa, a falta de dos minutos y medio para la campana del sexto y último chukker. De este modo, el creador de La Hache logró su primer título en esta copa, luego de tres definiciones perdidas. Sus compañeros, el joven Rufino Bensadón, y el dueño de la escudería, el ruso Andrey Borodin, también se recibieron de campeones este año.
El único de los cuatro que ya conocía el peso del trofeo, era el español Rosendo Torreguitar, la otra gran figura de la tarde en Inglaterra. Todos ellos, lejos de los diez podios que acumula Adolfito Cambiaso, el máximo ganador de la Copa de la Reina, el certamen que le sigue en importancia al Abierto de Inglaterra, por la Copa de Oro, planificado para jugarse a continuación en Cowdray.
Lo mejor del partido
La organización de Borodin, perdió en el debut. Desert Palm, incluyendo a Barto Castagnola, le endosó un inapelable 13-10. A los pocos días, el cuarteto se recuperó ante Gastón, con el Sapo Caset y Cruz Heguy, y luego sufrió una nueva derrota que lo dejó al borde de la eliminación. El rival de ayer por la tarde, La Dolfina Marqués de Riscal, se impuso 14-11. Una formación, esta de los Aznar, que originalmente contaba con Alejandro Aznar, padre de Luis, y Carlos María Ulloa, además de Poroto Cambiaso y Rufino Merlos. Pero al suplantar Luis a su padre, y exceder el límite de 22 goles de hándicap permitido, Toly Ulloa se vio obligado a dejar la alineación y un jugador más barato, Lucas Criado (h.), ocupó su sitio. Finalmente, un agónico éxito frente a Ojo Caliente, de Facundo Sola, lo depositó a Park Place en la segunda fase, en la instancia de play-off. Allí pareció la mística que Hilario Ulloa suele transmitirle a los equipos que integra.
En cuartos de final se paseó nada menos que delante de los ojos de La Dolfina Scone, el elenco de Adolfito Cambiaso y el patrón australiano David Paradice. En la semi se cargó al Dubái de Jeta Castagnola, 15-13, y arribó a la final. Un mérito grande por haber enderezado a tiempo el auto y, también, por sortear con éxito el camino que los resultados obtenidos lo forzaron a transitar, para cumplir el objetivo de mínima de una de las principales organizaciones del circuito mundial: llegar vivo al último día.
Finales son finales. No se explican, dicen algunos, se ganan, afirman esas mismas personas. Y Park Place, si bien fue ligeramente superior a La Dolfina Marqués de Riscal, sobre todo en el primer chukker, cuando sacó una ventaja de 3-0, ganó. Apretadamente, pero ganó. Que es lo que cuenta. En general, Park Place llegó primero a las jugadas, fundamentalmente al comienzo del encuentro. Y se impuso metiendo, presionando, jugando corto y con el equipo agrupado. Con la ventaja a su favor, paró un poco la maquinaria y reaccionó el rival.
Entonces, Park Place cambió el plan. Se alargó en el terreno y se decidió a pegar fuerte y de primera. Marqués de Riscal lo había alcanzado en el marcador y lo comprometía seriamente. Poroto tomó las riendas del duelo y el team de camiseta bordó, creció. Pero dio la impresión que La Dolfina Marqués de Riscal siempre dependió de los aportes de Cambiaso para discutirle el trámite a Park Place, que sabiendo la influencia del juvenil de casco argentino, lo esperaba escalonado en la cancha.
El partido nunca tomó ritmo, más allá del chukker inaugural. Atentaron severamente contra su fluidez, los permanentes cortes, las sucesivas infracciones y el eterno entre tiempo (20 minutos), una tradición en el exterior. Un parate que la gente aprovecha para meterse en la cancha, conversar, con una copa de champagne en la mano, y tapar los pozos realizados por las idas, vueltas, frenadas y arranques de los caballos. Es una simpática costumbre, sin dudas, pero conspira contra el partido y su continuidad. Una pausa tan larga enfría a todo el mundo, rompe la inercia que llevaban los equipos, y los protagonistas, al retornar al juego, deben calentar otra vez los motores. “Es como empezar un partido nuevo”, dijo alguna vez alguien en Londres.
Al último período ingresaron 8-8, los azules y los bordó. Y la copa la definió el líder azul, el mejor jugador de los 25 días de polo en Windsor: Hilario Ulloa. El número 3, levantó la enésima bocha de la tarde y comenzó a llevarla de a poco. Toque a toque, metro a metro, con el trencito formado a sus espaldas, por las dudas. Pasó el medio, avanzó y llegó a la zona de definición. Ahí, a tiro del arco, y haciendo gala de un prolijo control de la bocha, remató y convirtió el gol del triunfo. El resto fue aguantar, jugar seguro y buscar la falta para consumir segundos.
Justo triunfo de Park Place. Un premio para Hilario Ulloa y su condición de líder. Una satisfacción para el joven Rufino Bensadón y el patrón Andrey Borodin… Y un importante estímulo para Rocho Torreguitar, un león defendiendo y cubriendo la espalda del capitán de Lincoln.
La síntesis
Park Place 9 vs. La Dolfina Marqués de Riscal 8
Park Place: Andrey Borodin, 0; Rufino Bensadón, 7; Hilario Ulloa, 9, y Rosendo Torreguitar, 6. Total: 22.
La Dolfina Marqués de Riscal: Luis Aznar, 1; Rufino Merlos, 5; Lucas Criado (h.), 6 y Adolfo Cambiaso (h.), 10. Total: 22.
Progresión: Park Place: 3-0, 4-3, 5-4, 7-5, 8-8 y 9-8.
Goleadores de Park Place: Andrey Borodin, 1; Rufino Bensadón, 4; Hilario Ulloa, 3 (1 penal), y Rosendo Torreguitar, 1. De La Dolfina Marqués de Riscal: Rufino Merlos, 1; Lucas Criado (h.), 1, y Adolfo Cambiaso (h.), 6 (4 de penal y un córner).
Incidencias: Amonestado: Bensadón (PP) en el tercer chukker.
MVP: Hilario Ulloa.
BPP: Why Not Im Easy, jugada por Hilario Ulloa
Jueces: Jason Dixon y Howard Smith.
Arbitro: Tim Bown.
Cancha: The Queen’s Ground (Windsor).
Park Place arrancó torcido su camino en la Copa de la Reina de Inglaterra, y terminó derecho. Derecho hacia el podio, a recibir el trofeo que durante años entregó Isabel II en su casa: el Guards Polo Club, de Windsor, cercano al castillo. En un partido muy cortado y parejo, derrotó 9-8 a La Dolfina Marqués de Riscal, con un gol de su capitán: Hilario Ulloa, a falta de dos minutos y medio para la campana del sexto y último chukker. De este modo, el creador de La Hache logró su primer título en esta copa, luego de tres definiciones perdidas. Sus compañeros, el joven Rufino Bensadón, y el dueño de la escudería, el ruso Andrey Borodin, también se recibieron de campeones este año.
El único de los cuatro que ya conocía el peso del trofeo, era el español Rosendo Torreguitar, la otra gran figura de la tarde en Inglaterra. Todos ellos, lejos de los diez podios que acumula Adolfito Cambiaso, el máximo ganador de la Copa de la Reina, el certamen que le sigue en importancia al Abierto de Inglaterra, por la Copa de Oro, planificado para jugarse a continuación en Cowdray.
Lo mejor del partido
La organización de Borodin, perdió en el debut. Desert Palm, incluyendo a Barto Castagnola, le endosó un inapelable 13-10. A los pocos días, el cuarteto se recuperó ante Gastón, con el Sapo Caset y Cruz Heguy, y luego sufrió una nueva derrota que lo dejó al borde de la eliminación. El rival de ayer por la tarde, La Dolfina Marqués de Riscal, se impuso 14-11. Una formación, esta de los Aznar, que originalmente contaba con Alejandro Aznar, padre de Luis, y Carlos María Ulloa, además de Poroto Cambiaso y Rufino Merlos. Pero al suplantar Luis a su padre, y exceder el límite de 22 goles de hándicap permitido, Toly Ulloa se vio obligado a dejar la alineación y un jugador más barato, Lucas Criado (h.), ocupó su sitio. Finalmente, un agónico éxito frente a Ojo Caliente, de Facundo Sola, lo depositó a Park Place en la segunda fase, en la instancia de play-off. Allí pareció la mística que Hilario Ulloa suele transmitirle a los equipos que integra.
En cuartos de final se paseó nada menos que delante de los ojos de La Dolfina Scone, el elenco de Adolfito Cambiaso y el patrón australiano David Paradice. En la semi se cargó al Dubái de Jeta Castagnola, 15-13, y arribó a la final. Un mérito grande por haber enderezado a tiempo el auto y, también, por sortear con éxito el camino que los resultados obtenidos lo forzaron a transitar, para cumplir el objetivo de mínima de una de las principales organizaciones del circuito mundial: llegar vivo al último día.
Finales son finales. No se explican, dicen algunos, se ganan, afirman esas mismas personas. Y Park Place, si bien fue ligeramente superior a La Dolfina Marqués de Riscal, sobre todo en el primer chukker, cuando sacó una ventaja de 3-0, ganó. Apretadamente, pero ganó. Que es lo que cuenta. En general, Park Place llegó primero a las jugadas, fundamentalmente al comienzo del encuentro. Y se impuso metiendo, presionando, jugando corto y con el equipo agrupado. Con la ventaja a su favor, paró un poco la maquinaria y reaccionó el rival.
Entonces, Park Place cambió el plan. Se alargó en el terreno y se decidió a pegar fuerte y de primera. Marqués de Riscal lo había alcanzado en el marcador y lo comprometía seriamente. Poroto tomó las riendas del duelo y el team de camiseta bordó, creció. Pero dio la impresión que La Dolfina Marqués de Riscal siempre dependió de los aportes de Cambiaso para discutirle el trámite a Park Place, que sabiendo la influencia del juvenil de casco argentino, lo esperaba escalonado en la cancha.
El partido nunca tomó ritmo, más allá del chukker inaugural. Atentaron severamente contra su fluidez, los permanentes cortes, las sucesivas infracciones y el eterno entre tiempo (20 minutos), una tradición en el exterior. Un parate que la gente aprovecha para meterse en la cancha, conversar, con una copa de champagne en la mano, y tapar los pozos realizados por las idas, vueltas, frenadas y arranques de los caballos. Es una simpática costumbre, sin dudas, pero conspira contra el partido y su continuidad. Una pausa tan larga enfría a todo el mundo, rompe la inercia que llevaban los equipos, y los protagonistas, al retornar al juego, deben calentar otra vez los motores. “Es como empezar un partido nuevo”, dijo alguna vez alguien en Londres.
Al último período ingresaron 8-8, los azules y los bordó. Y la copa la definió el líder azul, el mejor jugador de los 25 días de polo en Windsor: Hilario Ulloa. El número 3, levantó la enésima bocha de la tarde y comenzó a llevarla de a poco. Toque a toque, metro a metro, con el trencito formado a sus espaldas, por las dudas. Pasó el medio, avanzó y llegó a la zona de definición. Ahí, a tiro del arco, y haciendo gala de un prolijo control de la bocha, remató y convirtió el gol del triunfo. El resto fue aguantar, jugar seguro y buscar la falta para consumir segundos.
Justo triunfo de Park Place. Un premio para Hilario Ulloa y su condición de líder. Una satisfacción para el joven Rufino Bensadón y el patrón Andrey Borodin… Y un importante estímulo para Rocho Torreguitar, un león defendiendo y cubriendo la espalda del capitán de Lincoln.
La síntesis
Park Place 9 vs. La Dolfina Marqués de Riscal 8
Park Place: Andrey Borodin, 0; Rufino Bensadón, 7; Hilario Ulloa, 9, y Rosendo Torreguitar, 6. Total: 22.
La Dolfina Marqués de Riscal: Luis Aznar, 1; Rufino Merlos, 5; Lucas Criado (h.), 6 y Adolfo Cambiaso (h.), 10. Total: 22.
Progresión: Park Place: 3-0, 4-3, 5-4, 7-5, 8-8 y 9-8.
Goleadores de Park Place: Andrey Borodin, 1; Rufino Bensadón, 4; Hilario Ulloa, 3 (1 penal), y Rosendo Torreguitar, 1. De La Dolfina Marqués de Riscal: Rufino Merlos, 1; Lucas Criado (h.), 1, y Adolfo Cambiaso (h.), 6 (4 de penal y un córner).
Incidencias: Amonestado: Bensadón (PP) en el tercer chukker.
MVP: Hilario Ulloa.
BPP: Why Not Im Easy, jugada por Hilario Ulloa
Jueces: Jason Dixon y Howard Smith.
Arbitro: Tim Bown.
Cancha: The Queen’s Ground (Windsor).
Un premio para Hilario Ulloa y su condición de líder. Una satisfacción para el joven Rufino Bensadón y el patrón Andrey Borodin… LA NACION