Como sorpresa para su mujer, terminó de equipar la casa de fin de semana al estilo de su Provence natal

A comienzos de 2020, una familia de cuatro había cerrado la “obra grande” de su casa de fin de semana en Escobar. Pero las terminaciones no pudieron hacerse por la pandemia: faltaban placares, luminarias, cortinas y los muebles y objetos necesarios vivirla con comodidad. Cuatro años más tarde, convocaron a la arquitecta Melina Trogolo, directora de MTD Arquitectura para concluir el proyecto.
En medio de los trabajos, los dueños se mudaron por un tiempo al exterior. Como sorpresa, él tomó la misión de ponerla a punto para cuando volvieran, con detalles que le recordaran a su mujer su tierra provenzal.
Arq. Melina Trogolo, MTD Arquitectura
Relación estrecha
La arquitecta ya conocía a la familia: había hecho la reforma de su departamento en Capital Federal. Eso también le permitió tomar decisiones basadas en sus gustos, pero manteniendo la máxima discreción. “Fue una responsabilidad grande, pero tenía claros sus gustos y su dinámica”, recuerda Trogolo.
“Toda la casa tiene una altura generosa. Para que estos techos altos se vieran diferentes, más actuales, pintamos la cabreada de gris”, explica Melina.
Junto al comedor está la sala de lectura y juegos, que comparten grandes y chicos.
“Buscamos espacios sociales cómodos, relajados. Es una casa pensada principalmente para descansar”, cuenta la arquitecta.
En el living solo tenían unas sillas: ahora, equipado con el sofá y los sillones, el sector que está junto a la salamandra es un favorito del invierno.
Conexión
La cocina está enlazada con el sector social, justo entre el comedor y el living: gracias a una nueva barra, la delimitaron, pero manteniendo su apertura.
Retiro
“La casa no es demasiado grande, tiene tres dormitorios. Pero la distribución es muy práctica y el sector privado está bien retirado, lo que asegura que sea silencioso y muy tranquilo”, detalla Trogolo.
El aparador antiguo, en tono verde desgastado, fue un encargo especial: la dueña de casa había visto uno parecido y soñaba con tenerlo en su cuarto.
“Trabajamos con una paleta base neutra, pero sumando colores desaturados: eso nos permitió generar ambientes vivos, con detalles alegres”.
El baño de la suite principal tenía solo lo básico. Le agregaro dos espejos y dos lámparas de techo, además del detalle de un sector de piso calcáreo.
En el cuarto de huéspedes aprovecharon para sumar espacio de guardado: tiene un placard bien alto y una cómoda.
Expansión
El espacio exterior tuvo varias intervenciones: la bajada hacia el canal, que se da por una escalera, fue reforzada y emprolijada por el Estudio.
“Un trabajo muy importante fue la iluminación de todos los sectores del jardín trasero. Gracias a eso, ahora se usa mucho más”.
“Para acompañar el techo de tejas a la vista con tirantes de madera, creamos una galería bien rústica y despojada”
A comienzos de 2020, una familia de cuatro había cerrado la “obra grande” de su casa de fin de semana en Escobar. Pero las terminaciones no pudieron hacerse por la pandemia: faltaban placares, luminarias, cortinas y los muebles y objetos necesarios vivirla con comodidad. Cuatro años más tarde, convocaron a la arquitecta Melina Trogolo, directora de MTD Arquitectura para concluir el proyecto.
En medio de los trabajos, los dueños se mudaron por un tiempo al exterior. Como sorpresa, él tomó la misión de ponerla a punto para cuando volvieran, con detalles que le recordaran a su mujer su tierra provenzal.
Arq. Melina Trogolo, MTD Arquitectura
Relación estrecha
La arquitecta ya conocía a la familia: había hecho la reforma de su departamento en Capital Federal. Eso también le permitió tomar decisiones basadas en sus gustos, pero manteniendo la máxima discreción. “Fue una responsabilidad grande, pero tenía claros sus gustos y su dinámica”, recuerda Trogolo.
“Toda la casa tiene una altura generosa. Para que estos techos altos se vieran diferentes, más actuales, pintamos la cabreada de gris”, explica Melina.
Junto al comedor está la sala de lectura y juegos, que comparten grandes y chicos.
“Buscamos espacios sociales cómodos, relajados. Es una casa pensada principalmente para descansar”, cuenta la arquitecta.
En el living solo tenían unas sillas: ahora, equipado con el sofá y los sillones, el sector que está junto a la salamandra es un favorito del invierno.
Conexión
La cocina está enlazada con el sector social, justo entre el comedor y el living: gracias a una nueva barra, la delimitaron, pero manteniendo su apertura.
Retiro
“La casa no es demasiado grande, tiene tres dormitorios. Pero la distribución es muy práctica y el sector privado está bien retirado, lo que asegura que sea silencioso y muy tranquilo”, detalla Trogolo.
El aparador antiguo, en tono verde desgastado, fue un encargo especial: la dueña de casa había visto uno parecido y soñaba con tenerlo en su cuarto.
“Trabajamos con una paleta base neutra, pero sumando colores desaturados: eso nos permitió generar ambientes vivos, con detalles alegres”.
El baño de la suite principal tenía solo lo básico. Le agregaro dos espejos y dos lámparas de techo, además del detalle de un sector de piso calcáreo.
En el cuarto de huéspedes aprovecharon para sumar espacio de guardado: tiene un placard bien alto y una cómoda.
Expansión
El espacio exterior tuvo varias intervenciones: la bajada hacia el canal, que se da por una escalera, fue reforzada y emprolijada por el Estudio.
“Un trabajo muy importante fue la iluminación de todos los sectores del jardín trasero. Gracias a eso, ahora se usa mucho más”.
“Para acompañar el techo de tejas a la vista con tirantes de madera, creamos una galería bien rústica y despojada”
El estudio MTD Arquitectura lideró el proyecto que terminó esta vivienda de fin de semana en Escobar. LA NACION