¿Qué pasó con el jefe de la Policía Caminera de Córdoba?

Un nuevo escándalo sacude a la cúpula de la Policía de Córdoba. Una serie de once allanamientos en la capital provincial, Unquillo, La Calera y Cosquín culminó con la detención de siete personas, entre ellas seis uniformados de alto rango y un civil. Los procedimientos buscaron evidencia sobre una presunta organización delictiva que operaba desde dentro de la fuerza.
¿Por qué detuvieron al comisario Maximiliano Ochoa Roldán?
El jefe de la Policía Caminera, comisario general Maximiliano Ochoa Roldán, fue detenido como el presunto líder de una red criminal. La orden judicial, emitida por el fiscal Guillermo González, lo imputa por una serie de graves delitos.
Según la acusación formal, Ochoa Roldán enfrenta cargos por coacción, extorsión, asociación ilícita en calidad de jefe, peculado de servicios, enriquecimiento ilícito y encubrimiento por omisión de denuncia. La investigación sostiene que utilizaba su posición jerárquica para coordinar una estructura dedicada a negociaciones ilegítimas y a la coacción de personas.
Quiénes son los otros implicados en la causa
La redada no se limitó al titular de la Caminera. La orden de detención alcanzó a otros miembros de la fuerza y a civiles que presuntamente colaboraban con la organización. Los otros detenidos son:
- Gabriel Élido Burkhard: Un civil señalado como organizador de la asociación ilícita, también imputado por coacción, extorsión y enriquecimiento ilícito.
- Leonardo Javier Torres: Comisario inspector y titular de la dirección de Asesoría Letrada, acusado por asociación ilícita.
- Martín Darío Heredia: Comisario inspector, imputado como miembro de la asociación ilícita, enriquecimiento ilícito y encubrimiento.
- Gastón Ochoa Roldán: Abogado y hermano del jefe policial, acusado de integrar la asociación ilícita.
- Jorge Gutiérrez: Comisario inspector de la Dirección de Custodias y Protección, imputado por asociación ilícita y peculado de servicios.
- Dante Gabriel Villalba: Suboficial principal que trabajaba como chofer en la Jefatura de Policía, acusado de coacción y de ser miembro de la asociación ilícita.
Cómo funcionaba la presunta red delictiva
La investigación del fiscal González apunta a un modus operandi específico que aprovechaba las estructuras del Estado para beneficios privados. La hipótesis principal es que los sospechosos, en su mayoría efectivos policiales con título de abogado, accedían a información confidencial del sistema policial.
Estos datos reservados, como antecedentes penales y planillas de prontuario, eran utilizados para extorsionar y coaccionar a personas. La información les otorgaba una ventaja indebida en sus actividades particulares como abogados, lo que les permitía realizar cobros extrajudiciales, fijar honorarios y llevar adelante negociaciones paralelas en connivencia con otros letrados.
Qué dijo el Gobierno provincial sobre el escándalo
El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, se refirió al caso y explicó la dificultad para detectar la maniobra desde el control interno. “La maniobra que se investiga no se podía detectar desde el seno de la fuerza de seguridad porque las acciones [delictivas] no se cometían en funciones, sino en sus actividades privadas como abogados”, afirmó el funcionario.
El fiscal Guillermo González expresó que la acusación por enriquecimiento ilícito se fundamenta en el cobro de dinero en litigios que se veían directamente favorecidos por el acceso a información privilegiada. Según el fiscal, esto “generaba una competencia desigual con otros profesionales y les otorgaba una ventaja también con las otras partes, enfrentadas en un proceso”.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
Un nuevo escándalo sacude a la cúpula de la Policía de Córdoba. Una serie de once allanamientos en la capital provincial, Unquillo, La Calera y Cosquín culminó con la detención de siete personas, entre ellas seis uniformados de alto rango y un civil. Los procedimientos buscaron evidencia sobre una presunta organización delictiva que operaba desde dentro de la fuerza.
¿Por qué detuvieron al comisario Maximiliano Ochoa Roldán?
El jefe de la Policía Caminera, comisario general Maximiliano Ochoa Roldán, fue detenido como el presunto líder de una red criminal. La orden judicial, emitida por el fiscal Guillermo González, lo imputa por una serie de graves delitos.
Según la acusación formal, Ochoa Roldán enfrenta cargos por coacción, extorsión, asociación ilícita en calidad de jefe, peculado de servicios, enriquecimiento ilícito y encubrimiento por omisión de denuncia. La investigación sostiene que utilizaba su posición jerárquica para coordinar una estructura dedicada a negociaciones ilegítimas y a la coacción de personas.
Quiénes son los otros implicados en la causa
La redada no se limitó al titular de la Caminera. La orden de detención alcanzó a otros miembros de la fuerza y a civiles que presuntamente colaboraban con la organización. Los otros detenidos son:
- Gabriel Élido Burkhard: Un civil señalado como organizador de la asociación ilícita, también imputado por coacción, extorsión y enriquecimiento ilícito.
- Leonardo Javier Torres: Comisario inspector y titular de la dirección de Asesoría Letrada, acusado por asociación ilícita.
- Martín Darío Heredia: Comisario inspector, imputado como miembro de la asociación ilícita, enriquecimiento ilícito y encubrimiento.
- Gastón Ochoa Roldán: Abogado y hermano del jefe policial, acusado de integrar la asociación ilícita.
- Jorge Gutiérrez: Comisario inspector de la Dirección de Custodias y Protección, imputado por asociación ilícita y peculado de servicios.
- Dante Gabriel Villalba: Suboficial principal que trabajaba como chofer en la Jefatura de Policía, acusado de coacción y de ser miembro de la asociación ilícita.
Cómo funcionaba la presunta red delictiva
La investigación del fiscal González apunta a un modus operandi específico que aprovechaba las estructuras del Estado para beneficios privados. La hipótesis principal es que los sospechosos, en su mayoría efectivos policiales con título de abogado, accedían a información confidencial del sistema policial.
Estos datos reservados, como antecedentes penales y planillas de prontuario, eran utilizados para extorsionar y coaccionar a personas. La información les otorgaba una ventaja indebida en sus actividades particulares como abogados, lo que les permitía realizar cobros extrajudiciales, fijar honorarios y llevar adelante negociaciones paralelas en connivencia con otros letrados.
Qué dijo el Gobierno provincial sobre el escándalo
El ministro de Seguridad de Córdoba, Juan Pablo Quinteros, se refirió al caso y explicó la dificultad para detectar la maniobra desde el control interno. “La maniobra que se investiga no se podía detectar desde el seno de la fuerza de seguridad porque las acciones [delictivas] no se cometían en funciones, sino en sus actividades privadas como abogados”, afirmó el funcionario.
El fiscal Guillermo González expresó que la acusación por enriquecimiento ilícito se fundamenta en el cobro de dinero en litigios que se veían directamente favorecidos por el acceso a información privilegiada. Según el fiscal, esto “generaba una competencia desigual con otros profesionales y les otorgaba una ventaja también con las otras partes, enfrentadas en un proceso”.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.
Una investigación judicial por presunta asociación ilícita y extorsión derivó en la detención de altos mandos de la fuerza provincial LA NACION