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Cómo es Mont Blanc, la peligrosa montaña de los Alpes donde murió el guía argentino

Este viernes trascendió la noticia de la muerte de un guía de montaña argentino en Mont Blanc, entre Francia e Italia, mientras hacía parapente junto con otros dos amigos. El hombre de 53 años nacido en Mar del Plata y radicado en Bariloche sufrió un desvío por el viento y se estrelló contra un peñón de la montaña. Los rescatistas tardaron dos días para finalmente sacar su cuerpo.

El accidente ocurrió el pasado miércoles, cuando Nicolás Benedetti quería dar la vuelta a la montaña en parapente. Según la reconstrucción del hecho, una ráfaga de viento lo desvió y provocó que se estrellara. Mont Blanc es el pico más alto de Europa occidental, ubicado entre el valle de Chamonix, en Francia, y el de Aosta, Italia.

Tiene una elevación de 4800 metros sobre el nivel del mar, mientras que el peñón (una elevación natural rocosa y puntiaguda) donde se estrelló Benedetti tenía 4100 metros de altura.

El nombre Mont Blanc significa “montaña blanca” y fue elegido por el casco de nieve que siempre lo cubre, lo que la convierte en un atractivo turístico y desafiante para escaladores, esquiadores y alpinistas aficionados y profesionales de todas partes del mundo.

Sin embargo, es conocido por su peligrosidad y condiciones impredecibles: la meteorología es cambiante, en verano predominan los vientos, mientras que en invierno lo hacen las fuertes nevadas y la posibilidad de avalanchas. Esto ubica al Mont Blanc como uno de los destinos más peligrosos del continente para aquellos que quieren llegar a su cima.

En la temporada de ascenso, que es en verano, alrededor de 20.000 personas buscan escalarlo a través de la ruta normal, de acuerdo a sitios especializados de esquí. Para subir es necesario contar con buena condición física, aclimatación y familiaridad con las técnicas para escalar, según publicó Diario Río Negro.

Parapente en Mont Blanc.

En el ascenso hay obstáculos, como glaciares con grietas ocultas, zonas de avalanchas y desprendimientos de piedras, especialmente en el llamado “Grand Couloir [el Gran Corredor]”, una zona de rocas inestables que los alpinistas deben atravesar en la ruta clásica.

A esto se le agrega que para recorrer la montaña en parapente -una actividad en la que se vuela en paracaídas- es necesario ser profesional y conocer el entorno, como Benedetti, que ya había realizado varios viajes a los Alpes.

En promedio, entre 10 y 20 personas mueren anualmente intentando alcanzar su cumbre, lo que lo convierte en uno de los picos más mortales del continente. Las causas frecuentes son caídas, desprendimientos de rocas, hipotermia y mal de altura, según el sitio Climb Mont Blanc.

Mont Blanc.

Con el objetivo de reducir las tragedias, el municipio francés de Saint-Gervais-les-Bains, punto de partida de la expedición, implementó un sistema de reservas obligatorias para dormir en los refugios de altura, buscando limitar el número de escaladores diarios. También se promueve activamente el uso de guías de montaña profesionales.

Asimismo se creó la compañía de guías de Chamonix con más de 150 miembros profesionales para asesorar y acompañar.

El caso

La alerta sobre su desaparición la dio Nahuel Campitelli, jefe de la comisión de auxilio del Club Andino de Bariloche, quien volaba en otro parapente junto a él y a Martín Heredia, otro guía santacruceño.

Campitelli relató al medio Diario Río Negro que Benedetti “no logró aterrizar a tiempo y siguió volando” hasta que se topó con “un terreno complejo y el viento lo zarandeó”. En un momento, perdieron todo contacto visual y por radio con él.

También alertó sobre que la montaña es impredecible. “Una característica de los Alpes en verano es que, después del mediodía, un viento muy fuerte te acelera mucho y volar resulta peligroso. Nico, en lugar de aterrizar a tiempo siguió volando y quiso dar la vuelta por Mont Blanc”, detalló.

Nicolás Benedetti, el guía que murió en los Alpes.

Tras la denuncia, un equipo de rescatistas italianos inició una intensa búsqueda. La localización fue posible gracias al rastreo de su teléfono por satélite. Sin embargo, el lugar del impacto, a 4100 metros de altura, presentaba enormes dificultades de acceso y condiciones meteorológicas adversas que impidieron una recuperación inmediata. El viernes, un helicóptero pudo llegar a la zona para retirar el cuerpo.

El Mont Blanc no solo resulta peligroso para quienes realizan parapente sino para los esquiadores, ya que tan sólo un mes atrás otro guía argentino murió en la montaña francesa e italiana. Lucas Buzzeiro, de 49 años, murió a mediados de mayo cuando practicaba esquí en la pista de couloir des Cosmiques, una de las bajadas más técnicas y populares del macizo del Mont Blanc.

Lucas Buzzeiro, el argentino que se accidentó en Francia.

El hombre había iniciado el descenso por el corredor -que tiene 45 grados de inclinación- cuando perdió el equilibrio, se salió de la pista y cayó al menos 300 metros.

Este viernes trascendió la noticia de la muerte de un guía de montaña argentino en Mont Blanc, entre Francia e Italia, mientras hacía parapente junto con otros dos amigos. El hombre de 53 años nacido en Mar del Plata y radicado en Bariloche sufrió un desvío por el viento y se estrelló contra un peñón de la montaña. Los rescatistas tardaron dos días para finalmente sacar su cuerpo.

El accidente ocurrió el pasado miércoles, cuando Nicolás Benedetti quería dar la vuelta a la montaña en parapente. Según la reconstrucción del hecho, una ráfaga de viento lo desvió y provocó que se estrellara. Mont Blanc es el pico más alto de Europa occidental, ubicado entre el valle de Chamonix, en Francia, y el de Aosta, Italia.

Tiene una elevación de 4800 metros sobre el nivel del mar, mientras que el peñón (una elevación natural rocosa y puntiaguda) donde se estrelló Benedetti tenía 4100 metros de altura.

El nombre Mont Blanc significa “montaña blanca” y fue elegido por el casco de nieve que siempre lo cubre, lo que la convierte en un atractivo turístico y desafiante para escaladores, esquiadores y alpinistas aficionados y profesionales de todas partes del mundo.

Sin embargo, es conocido por su peligrosidad y condiciones impredecibles: la meteorología es cambiante, en verano predominan los vientos, mientras que en invierno lo hacen las fuertes nevadas y la posibilidad de avalanchas. Esto ubica al Mont Blanc como uno de los destinos más peligrosos del continente para aquellos que quieren llegar a su cima.

En la temporada de ascenso, que es en verano, alrededor de 20.000 personas buscan escalarlo a través de la ruta normal, de acuerdo a sitios especializados de esquí. Para subir es necesario contar con buena condición física, aclimatación y familiaridad con las técnicas para escalar, según publicó Diario Río Negro.

Parapente en Mont Blanc.

En el ascenso hay obstáculos, como glaciares con grietas ocultas, zonas de avalanchas y desprendimientos de piedras, especialmente en el llamado “Grand Couloir [el Gran Corredor]”, una zona de rocas inestables que los alpinistas deben atravesar en la ruta clásica.

A esto se le agrega que para recorrer la montaña en parapente -una actividad en la que se vuela en paracaídas- es necesario ser profesional y conocer el entorno, como Benedetti, que ya había realizado varios viajes a los Alpes.

En promedio, entre 10 y 20 personas mueren anualmente intentando alcanzar su cumbre, lo que lo convierte en uno de los picos más mortales del continente. Las causas frecuentes son caídas, desprendimientos de rocas, hipotermia y mal de altura, según el sitio Climb Mont Blanc.

Mont Blanc.

Con el objetivo de reducir las tragedias, el municipio francés de Saint-Gervais-les-Bains, punto de partida de la expedición, implementó un sistema de reservas obligatorias para dormir en los refugios de altura, buscando limitar el número de escaladores diarios. También se promueve activamente el uso de guías de montaña profesionales.

Asimismo se creó la compañía de guías de Chamonix con más de 150 miembros profesionales para asesorar y acompañar.

El caso

La alerta sobre su desaparición la dio Nahuel Campitelli, jefe de la comisión de auxilio del Club Andino de Bariloche, quien volaba en otro parapente junto a él y a Martín Heredia, otro guía santacruceño.

Campitelli relató al medio Diario Río Negro que Benedetti “no logró aterrizar a tiempo y siguió volando” hasta que se topó con “un terreno complejo y el viento lo zarandeó”. En un momento, perdieron todo contacto visual y por radio con él.

También alertó sobre que la montaña es impredecible. “Una característica de los Alpes en verano es que, después del mediodía, un viento muy fuerte te acelera mucho y volar resulta peligroso. Nico, en lugar de aterrizar a tiempo siguió volando y quiso dar la vuelta por Mont Blanc”, detalló.

Nicolás Benedetti, el guía que murió en los Alpes.

Tras la denuncia, un equipo de rescatistas italianos inició una intensa búsqueda. La localización fue posible gracias al rastreo de su teléfono por satélite. Sin embargo, el lugar del impacto, a 4100 metros de altura, presentaba enormes dificultades de acceso y condiciones meteorológicas adversas que impidieron una recuperación inmediata. El viernes, un helicóptero pudo llegar a la zona para retirar el cuerpo.

El Mont Blanc no solo resulta peligroso para quienes realizan parapente sino para los esquiadores, ya que tan sólo un mes atrás otro guía argentino murió en la montaña francesa e italiana. Lucas Buzzeiro, de 49 años, murió a mediados de mayo cuando practicaba esquí en la pista de couloir des Cosmiques, una de las bajadas más técnicas y populares del macizo del Mont Blanc.

Lucas Buzzeiro, el argentino que se accidentó en Francia.

El hombre había iniciado el descenso por el corredor -que tiene 45 grados de inclinación- cuando perdió el equilibrio, se salió de la pista y cayó al menos 300 metros.

 Se caracteriza por su meteorología impredecible; es el pico más alto de Europa occidental y uno de los más peligrosos  LA NACION

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