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Cómo fueron las últimas horas de Juliana Marins, la turista brasileña que murió tras caer en un volcán en Indonesia

Luego de tres días de intensos operativos de rescate, se confirmó una noticia que conmovió a miles de personas: Juliana Marins, una joven brasileña de 26 años que había caído mientras realizaba una exigente caminata en el volcán Rinjani, en Indonesia, fue hallada muerta. Su familia fue la encargada de compartir el desenlace a través de las redes sociales, lo que generó conmoción entre quienes seguían de cerca su historia.

Juliana era publicista y oriunda de Niterói, en el estado de Río de Janeiro. A comienzos de este año había iniciado una travesía como mochilera por el sudeste asiático. En sus redes sociales se presentaba como una apasionada de los viajes y los deportes al aire libre, y compartía postales desde playas, montañas, clases de yoga, travesías en moto e incluso rutinas de pole dance. Su estilo de vida libre y aventurero atrajo a miles de seguidores, por lo que su historia tuvo un fuerte impacto público.

La caminata que terminó en tragedia se desarrollaba en el Monte Rinjani, el segundo volcán más alto de Indonesia, con más de 3700 metros sobre el nivel del mar. Juliana formaba parte de un grupo de seis turistas asistidos por dos guías locales. Según el testimonio de su hermana Mariana en diálogo con el medio G1, la joven se sintió agotada durante el segundo día de caminata y pidió detenerse a descansar. En ese momento, el resto del grupo continuó sin esperarla. “Juliana se desesperó porque nadie volvió y se cayó. Abandonaron a Juliana”, expresó con dolor.

El guía que la acompañaba, Ali Musthofa, ofreció otra versión: dijo que solo estaba a tres minutos de distancia y que, al notar su ausencia, volvió a buscarla. “Vi la luz de una linterna en un barranco y oí la voz de Juliana pidiendo ayuda. Le dije que la ayudaría y traté de tranquilizarla”, contó al diario O Globo. A partir de ese momento, comenzó una carrera contrarreloj para rescatarla.

La autopsia

Con el cuerpo de Juliana Marins recuperado, los investigadores avanzan en el esclarecimiento de la muerte de la joven. El forense Ida Bagus Alit, encargado de la autopsia, reveló más detalles de sus últimos momentos y las lesiones que sufrió.

En una entrevista con la prensa local, Alit indicó que la causa de la muerte fue un traumatismo que derivó en varias fracturas y lesiones en órganos internos y una intensa hemorragia. Sin embargo, se desconoce por el momento cuál de las caídas que sufrió es la que causó la muerte.

Se sabe, según el testimonio del forense, que Marins murió 20 minutos después de un fuerte traumatismo. “Las fracturas óseas revelaron daño en los órganos internos y hemorragia. La causa preliminar de la muerte es un traumatismo cerrado que resultó en fracturas, daño interno y hemorragia. El golpe fatal fue causado por un objeto contundente, quizás por una superficie dura”, sostuvo ante varios medios indonesios, declaraciones que fueron recopiladas por el medio brasileño O Globo.

Foto tomada de video de la Agencia de Rescates de Indonesia (BASARNAS) el 25 de junio del 2025, rescatistas colocan el cuerpo de la turista brasileña Juliana Marins en una ambulancia en la isla de Lombok, Indonesia. (BASARNAS via AP)

Así fueron sus últimas horas

Una foto de Juliana Marins junto a un grupo de senderistas en la previa de su excursión hacia el volcán Rinjani

Aunque hay pocos detalles confirmados sobre cómo vivió Juliana esos tres días en el volcán, se sabe que quedó atrapada en un acantilado de difícil acceso, a unos 350 metros de profundidad. En las imágenes captadas por un dron se la ve sentada en la ladera, consciente, sin medios para moverse. Según su familia, pasó más de 72 horas sin agua, comida ni ropa adecuada para las bajas temperaturas del lugar. Estuvo completamente sola, esperando ayuda en medio de un terreno hostil, con niebla densa, frío extremo y visibilidad reducida.

Las imágenes que logró el equipo de rescate para localizarla

Mientras tanto, dos equipos de rescate fueron desplegados por las autoridades indonesias. Sin embargo, las condiciones climáticas y las características del terreno dificultaron gravemente el operativo. El lunes, los rescatistas se vieron obligados a detener la misión al no poder asegurar correctamente el anclaje en la zona. Finalmente, el martes por la tarde se retomaron las tareas, pero cuando lograron llegar al lugar, Juliana ya no presentaba signos vitales.

La caminata que había iniciado —y que debía durar tres días— es considerada una de las más exigentes del país. Su familia insiste en que hubo negligencia por parte de los guías, al dejarla sola en un entorno tan riesgoso. La noticia de su muerte generó conmoción, sobre todo en Brasil, donde su historia fue ampliamente compartida. Además del dolor, dejó instalada una reflexión sobre los cuidados que deben garantizarse en este tipo de experiencias turísticas y la responsabilidad de quienes lideran actividades en entornos extremos.

Luego de tres días de intensos operativos de rescate, se confirmó una noticia que conmovió a miles de personas: Juliana Marins, una joven brasileña de 26 años que había caído mientras realizaba una exigente caminata en el volcán Rinjani, en Indonesia, fue hallada muerta. Su familia fue la encargada de compartir el desenlace a través de las redes sociales, lo que generó conmoción entre quienes seguían de cerca su historia.

Juliana era publicista y oriunda de Niterói, en el estado de Río de Janeiro. A comienzos de este año había iniciado una travesía como mochilera por el sudeste asiático. En sus redes sociales se presentaba como una apasionada de los viajes y los deportes al aire libre, y compartía postales desde playas, montañas, clases de yoga, travesías en moto e incluso rutinas de pole dance. Su estilo de vida libre y aventurero atrajo a miles de seguidores, por lo que su historia tuvo un fuerte impacto público.

La caminata que terminó en tragedia se desarrollaba en el Monte Rinjani, el segundo volcán más alto de Indonesia, con más de 3700 metros sobre el nivel del mar. Juliana formaba parte de un grupo de seis turistas asistidos por dos guías locales. Según el testimonio de su hermana Mariana en diálogo con el medio G1, la joven se sintió agotada durante el segundo día de caminata y pidió detenerse a descansar. En ese momento, el resto del grupo continuó sin esperarla. “Juliana se desesperó porque nadie volvió y se cayó. Abandonaron a Juliana”, expresó con dolor.

El guía que la acompañaba, Ali Musthofa, ofreció otra versión: dijo que solo estaba a tres minutos de distancia y que, al notar su ausencia, volvió a buscarla. “Vi la luz de una linterna en un barranco y oí la voz de Juliana pidiendo ayuda. Le dije que la ayudaría y traté de tranquilizarla”, contó al diario O Globo. A partir de ese momento, comenzó una carrera contrarreloj para rescatarla.

La autopsia

Con el cuerpo de Juliana Marins recuperado, los investigadores avanzan en el esclarecimiento de la muerte de la joven. El forense Ida Bagus Alit, encargado de la autopsia, reveló más detalles de sus últimos momentos y las lesiones que sufrió.

En una entrevista con la prensa local, Alit indicó que la causa de la muerte fue un traumatismo que derivó en varias fracturas y lesiones en órganos internos y una intensa hemorragia. Sin embargo, se desconoce por el momento cuál de las caídas que sufrió es la que causó la muerte.

Se sabe, según el testimonio del forense, que Marins murió 20 minutos después de un fuerte traumatismo. “Las fracturas óseas revelaron daño en los órganos internos y hemorragia. La causa preliminar de la muerte es un traumatismo cerrado que resultó en fracturas, daño interno y hemorragia. El golpe fatal fue causado por un objeto contundente, quizás por una superficie dura”, sostuvo ante varios medios indonesios, declaraciones que fueron recopiladas por el medio brasileño O Globo.

Foto tomada de video de la Agencia de Rescates de Indonesia (BASARNAS) el 25 de junio del 2025, rescatistas colocan el cuerpo de la turista brasileña Juliana Marins en una ambulancia en la isla de Lombok, Indonesia. (BASARNAS via AP)

Así fueron sus últimas horas

Una foto de Juliana Marins junto a un grupo de senderistas en la previa de su excursión hacia el volcán Rinjani

Aunque hay pocos detalles confirmados sobre cómo vivió Juliana esos tres días en el volcán, se sabe que quedó atrapada en un acantilado de difícil acceso, a unos 350 metros de profundidad. En las imágenes captadas por un dron se la ve sentada en la ladera, consciente, sin medios para moverse. Según su familia, pasó más de 72 horas sin agua, comida ni ropa adecuada para las bajas temperaturas del lugar. Estuvo completamente sola, esperando ayuda en medio de un terreno hostil, con niebla densa, frío extremo y visibilidad reducida.

Las imágenes que logró el equipo de rescate para localizarla

Mientras tanto, dos equipos de rescate fueron desplegados por las autoridades indonesias. Sin embargo, las condiciones climáticas y las características del terreno dificultaron gravemente el operativo. El lunes, los rescatistas se vieron obligados a detener la misión al no poder asegurar correctamente el anclaje en la zona. Finalmente, el martes por la tarde se retomaron las tareas, pero cuando lograron llegar al lugar, Juliana ya no presentaba signos vitales.

La caminata que había iniciado —y que debía durar tres días— es considerada una de las más exigentes del país. Su familia insiste en que hubo negligencia por parte de los guías, al dejarla sola en un entorno tan riesgoso. La noticia de su muerte generó conmoción, sobre todo en Brasil, donde su historia fue ampliamente compartida. Además del dolor, dejó instalada una reflexión sobre los cuidados que deben garantizarse en este tipo de experiencias turísticas y la responsabilidad de quienes lideran actividades en entornos extremos.

 La joven de 26 años quedó atrapada durante tres días en un acantilado de la montaña Rinjani; el operativo de rescate no pudo evitar la tragedia  LA NACION

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