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Cumbre del Mercosur: Milei le cede el mando a Lula y amenazó con irse del bloque

El experimentado secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, le dio la bienvenida en la puerta del Palacio San Martín. Después de esa formalidad, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, subió las escaleras aunque frenó a los pocos pasos. Contrariado, y junto a su canciller Mauro Vieira, esperó un rato, hasta que un inconveniente con la acreditación de su fotógrafo fue solucionado. El canciller Gerardo Werthein lo fue a buscar a la antesala, mientras se interrumpía la señal de transmisión oficial.

Pasado el momento incómodo, el presidente de Brasil saludó sin sonrisas a su par argentino, Javier Milei, quien lo esperaba-al igual que al resto de los presidentes- en el hall de los escritores de la Cancillería.

Cuando le tocó inaugurar la cumbre, a los pocos minutos, Milei sembró dudas sobre el futuro de la Argentina en el bloque. “Si bien fue creado con nobles intenciones, el Norte se fue empantanando, privilegiando solo a algunos sectores, favoreciendo una estructura elefantiásica. Se incumplió el objetivo inicial, de mercado y de común quedó cada vez menos”, cuestionó Milei. Y agregó: “Propusimos un esquema más libre, en lugar de la cortina de hierro a la que hoy estamos sometidos. Debemos dejar de pensar el Mercosur como un escudo frente al mundo, y verlo como una lanza”.

El frío saludo entre Javier Milei y Lula

Luego, abrió la puerta a una posible salida del bloque, si es que Brasil no siguiera los lineamientos y políticas desarrolladas en los últimos meses. “Si los socios del bloque insistieran en el mismo camino que no dio resultado, entonces tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad, que nos unen.”, dijo Milei. “Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque – como ya he dicho – Argentina no puede esperar”, insistió el primer mandatario.

Así, puso en duda la continuidad del país en el Mercosur, tal como lo había hecho en el inicio de su presidencia.

“Termino esta presidencia dejando este compromiso a la siguiente presidencia del bloque, a cargo de Brasil, seguro de que juntos lograremos dotar al Mercosur de una herramienta necesaria para combatir eficazmente el crimen trasnacional organizado. En esta misma línea, tampoco podemos hacer la vista gorda con los numerosos casos de detenciones ilegales en Venezuela”, enfatizó el Presidente. En ese marco, el jefe deL Estado continuó: “Reiteramos nuestro firme reclamo por la pronto liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo”.

Cuando le tocó contestar, y sin abandonar un tono calmo, Lula dio una visión diametralmente opuesta. “Uno busca los lugares donde se siente seguro, y para Brasil ese lugar es el Mercosur”, dijo el presidente brasileño. “Tenemos una red de acuerdos que se extendió a los estados asociados, toda América se transformó en un área de libre comercio”, destacó, e insistió: “Estar en el Mercosur nos protege”.

El presidente de Brasil reivindicó la existencia del Arancel Externo Común, y la emprendió contra el “negacionismo ambiental”, en una alusión a las posturas que suele enarbolar el gobierno argentino en relación al cambio climático. Insistió en la necesidad de construir un “Mercosur verde”, una postura que los libertarios rechazan de plano.

A diferencia de su par argentino, que no lo mencionó, Lula destacó al papa Francisco y al expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica. “Dos grandes pérdidas de dos grandes líderes”, dijo.

A su turno, Orsi y Arce se expresaron en sintonía con su par brasileño, ya que ambos defendieron la estructura actual del Mercosur. El mandatario boliviano, además de cuestionar el “genocidio” de Israel hacia los palestinos, pidió que “Estados Unidos no se involucre más de lo que está en la región”, y dijo que el Mercosur “tiene un rol fundamental que jugar” en la búsqueda de ese equilibrio.

El recibimiento

En un contexto de frialdad apenas disimulada entre el presidente argentino y su par de Brasil, comenzó la reunión semestral de presidentes del Mercosur, con un dato extra que suma ruido en el vínculo entre los países más grandes del bloque regional: la probable visita de Lula a la ex presidenta Cristina Kirchner, que cumple prisión domiciliaria en su departamento de la calle San José.

Con asistencia perfecta de los cinco presidentes-anteayer llegó el mandatario uruguayo Yamandú Orsi, ayer el paraguayo Santiago Peña y hoy por la madrugada el boliviano Luis Arce, cuya presencia estaba en duda-más invitados como el mandatario panameño José Raúl Mulino, la vicepresidenta de Euador, María José Pinto, y diplomáticos de Chile, Perú, y Colombia, los presidentes comenzaron, a partir de las 10, a debatir un amplio temario, en el que sobresale el acuerdo para la ampliación a 50 rubros por país de las exenciones al Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, exenciones que Argentina necesita de modo imperioso para finalizar su ansiado acuerdo comercial con Estados Unidos.

Milei llegó a la cita a las 9.20, fue recibido por el canciller Gerardo Werthein y con él subió las escaleras hacia el primer piso del palacio. Al rato llegó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, tomada por las cámaras oficiales, antes de la bienvenida a los presidentes y ministros participantes. Sobrio con Orsi y algo más distante con Arce, Milei prodigó un largo abrazo a Peña, antes de la llegada de Lula.

El inconveniente durante la entrada del presidente de Brasil se desencadenó cuando la seguridad no permitió el ingreso junto a él del fotógrafo oficial, Ricardo Stutckert. Solucionado el inconveniente, el presidente de Brasil fue el único mandatario que contó con fotógrafo propio durante las deliberaciones.

Está previsto que luego de las deliberaciones y el traspaso oficial de la presidencia pro-témpore de Argentina a Brasil, los presidentes compartan un almuerzo en la misma sede diplomática. Almuerzo al que, según trascendió, no concurrirá el mandatario brasileño, quien sostiene claras diferencias políticas e ideológicas con el gobierno libertario, aún sin choques directos en los últimos meses.

El presidente de Brasil, que a sus 79 años suele dormir la noche anterior a cada evento internacional al que llega luego de distintos episodios y problemas de salud, comenzó la jornada muy temprano, al recibir en la residencia de la embajada de Brasil a su par de Paraguay Peña, en un contexto de tensión bilateral, luego de las acusaciones de espionaje contra funcionarios brasileños en el marco de las negociaciones por la represa binacional Itaipú. A las 15 horas está previsto su vuelo de regreso a Brasilia, por lo cual se especula que su visita a la ex presidenta podría darse luego de culminada la cumbre de presidentes, y antes de partir.

Lula da Silva, en la cumbre del Mercosur; atrás, Javier Milei

Lo espera ser anfitrión en una nueva cumbre de mandatarios del grupo Brics, el mismo que integran además, y como fundadores, China, Rusia, Sudáfrica e India. Grupo al que Milei renunció en el inicio de su mandato, cuando aseguraba que no tendría tratos comerciales con países “comunistas”.

Su perspectiva, con el correr de la gestión, ha cambiado: Milei mejoró de a poco sus vínculos con el Mercosur, al que calificaba de “lastre”; habla maravillas de China aunque aún no concretó su promesa de viajar el gigante asiático; y recibirá el sábado en Casa Rosada al primer ministro de la India, Narendra Modi.

Noticia en desarrollo

El experimentado secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, le dio la bienvenida en la puerta del Palacio San Martín. Después de esa formalidad, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, subió las escaleras aunque frenó a los pocos pasos. Contrariado, y junto a su canciller Mauro Vieira, esperó un rato, hasta que un inconveniente con la acreditación de su fotógrafo fue solucionado. El canciller Gerardo Werthein lo fue a buscar a la antesala, mientras se interrumpía la señal de transmisión oficial.

Pasado el momento incómodo, el presidente de Brasil saludó sin sonrisas a su par argentino, Javier Milei, quien lo esperaba-al igual que al resto de los presidentes- en el hall de los escritores de la Cancillería.

Cuando le tocó inaugurar la cumbre, a los pocos minutos, Milei sembró dudas sobre el futuro de la Argentina en el bloque. “Si bien fue creado con nobles intenciones, el Norte se fue empantanando, privilegiando solo a algunos sectores, favoreciendo una estructura elefantiásica. Se incumplió el objetivo inicial, de mercado y de común quedó cada vez menos”, cuestionó Milei. Y agregó: “Propusimos un esquema más libre, en lugar de la cortina de hierro a la que hoy estamos sometidos. Debemos dejar de pensar el Mercosur como un escudo frente al mundo, y verlo como una lanza”.

El frío saludo entre Javier Milei y Lula

Luego, abrió la puerta a una posible salida del bloque, si es que Brasil no siguiera los lineamientos y políticas desarrolladas en los últimos meses. “Si los socios del bloque insistieran en el mismo camino que no dio resultado, entonces tendremos que insistir en flexibilizar las condiciones de sociedad, que nos unen.”, dijo Milei. “Emprenderemos el camino de la libertad, y lo haremos acompañados o solos, porque – como ya he dicho – Argentina no puede esperar”, insistió el primer mandatario.

Así, puso en duda la continuidad del país en el Mercosur, tal como lo había hecho en el inicio de su presidencia.

“Termino esta presidencia dejando este compromiso a la siguiente presidencia del bloque, a cargo de Brasil, seguro de que juntos lograremos dotar al Mercosur de una herramienta necesaria para combatir eficazmente el crimen trasnacional organizado. En esta misma línea, tampoco podemos hacer la vista gorda con los numerosos casos de detenciones ilegales en Venezuela”, enfatizó el Presidente. En ese marco, el jefe deL Estado continuó: “Reiteramos nuestro firme reclamo por la pronto liberación del gendarme argentino Nahuel Gallo”.

Cuando le tocó contestar, y sin abandonar un tono calmo, Lula dio una visión diametralmente opuesta. “Uno busca los lugares donde se siente seguro, y para Brasil ese lugar es el Mercosur”, dijo el presidente brasileño. “Tenemos una red de acuerdos que se extendió a los estados asociados, toda América se transformó en un área de libre comercio”, destacó, e insistió: “Estar en el Mercosur nos protege”.

El presidente de Brasil reivindicó la existencia del Arancel Externo Común, y la emprendió contra el “negacionismo ambiental”, en una alusión a las posturas que suele enarbolar el gobierno argentino en relación al cambio climático. Insistió en la necesidad de construir un “Mercosur verde”, una postura que los libertarios rechazan de plano.

A diferencia de su par argentino, que no lo mencionó, Lula destacó al papa Francisco y al expresidente de Uruguay José “Pepe” Mujica. “Dos grandes pérdidas de dos grandes líderes”, dijo.

A su turno, Orsi y Arce se expresaron en sintonía con su par brasileño, ya que ambos defendieron la estructura actual del Mercosur. El mandatario boliviano, además de cuestionar el “genocidio” de Israel hacia los palestinos, pidió que “Estados Unidos no se involucre más de lo que está en la región”, y dijo que el Mercosur “tiene un rol fundamental que jugar” en la búsqueda de ese equilibrio.

El recibimiento

En un contexto de frialdad apenas disimulada entre el presidente argentino y su par de Brasil, comenzó la reunión semestral de presidentes del Mercosur, con un dato extra que suma ruido en el vínculo entre los países más grandes del bloque regional: la probable visita de Lula a la ex presidenta Cristina Kirchner, que cumple prisión domiciliaria en su departamento de la calle San José.

Con asistencia perfecta de los cinco presidentes-anteayer llegó el mandatario uruguayo Yamandú Orsi, ayer el paraguayo Santiago Peña y hoy por la madrugada el boliviano Luis Arce, cuya presencia estaba en duda-más invitados como el mandatario panameño José Raúl Mulino, la vicepresidenta de Euador, María José Pinto, y diplomáticos de Chile, Perú, y Colombia, los presidentes comenzaron, a partir de las 10, a debatir un amplio temario, en el que sobresale el acuerdo para la ampliación a 50 rubros por país de las exenciones al Arancel Externo Común (AEC) del Mercosur, exenciones que Argentina necesita de modo imperioso para finalizar su ansiado acuerdo comercial con Estados Unidos.

Milei llegó a la cita a las 9.20, fue recibido por el canciller Gerardo Werthein y con él subió las escaleras hacia el primer piso del palacio. Al rato llegó la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, tomada por las cámaras oficiales, antes de la bienvenida a los presidentes y ministros participantes. Sobrio con Orsi y algo más distante con Arce, Milei prodigó un largo abrazo a Peña, antes de la llegada de Lula.

El inconveniente durante la entrada del presidente de Brasil se desencadenó cuando la seguridad no permitió el ingreso junto a él del fotógrafo oficial, Ricardo Stutckert. Solucionado el inconveniente, el presidente de Brasil fue el único mandatario que contó con fotógrafo propio durante las deliberaciones.

Está previsto que luego de las deliberaciones y el traspaso oficial de la presidencia pro-témpore de Argentina a Brasil, los presidentes compartan un almuerzo en la misma sede diplomática. Almuerzo al que, según trascendió, no concurrirá el mandatario brasileño, quien sostiene claras diferencias políticas e ideológicas con el gobierno libertario, aún sin choques directos en los últimos meses.

El presidente de Brasil, que a sus 79 años suele dormir la noche anterior a cada evento internacional al que llega luego de distintos episodios y problemas de salud, comenzó la jornada muy temprano, al recibir en la residencia de la embajada de Brasil a su par de Paraguay Peña, en un contexto de tensión bilateral, luego de las acusaciones de espionaje contra funcionarios brasileños en el marco de las negociaciones por la represa binacional Itaipú. A las 15 horas está previsto su vuelo de regreso a Brasilia, por lo cual se especula que su visita a la ex presidenta podría darse luego de culminada la cumbre de presidentes, y antes de partir.

Lula da Silva, en la cumbre del Mercosur; atrás, Javier Milei

Lo espera ser anfitrión en una nueva cumbre de mandatarios del grupo Brics, el mismo que integran además, y como fundadores, China, Rusia, Sudáfrica e India. Grupo al que Milei renunció en el inicio de su mandato, cuando aseguraba que no tendría tratos comerciales con países “comunistas”.

Su perspectiva, con el correr de la gestión, ha cambiado: Milei mejoró de a poco sus vínculos con el Mercosur, al que calificaba de “lastre”; habla maravillas de China aunque aún no concretó su promesa de viajar el gigante asiático; y recibirá el sábado en Casa Rosada al primer ministro de la India, Narendra Modi.

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 En un clima de tensión, el Presidente se reúne con sus pares de la región; “se incumplió el objetivo inicial”, dijo el argentino sobre el mercado común; el brasileño, en cambio, lo defendió  LA NACION

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