Los gobernadores reciben llamados de la Casa Rosada y el Congreso, pero acuerdan seguir jugando en bloque

“Están preocupados. Nos empezaron a llamar en privado y no soltaron a ladrar a los trolls en las redes”. Con esa frase, un gobernador que se anotó entre los dialoguistas con la Casa Rosada describió en las últimas horas la forma en que la administración de Javier Milei reaccionó ante el cachetazo político que sufrió la semana pasada en el Senado, donde los gobernadores articularon un frente común que unió a representantes de la mayoría de las provincias.
Para el bloque de los gobernadores, la preocupación que atribuyen a la gestión libertaria se expresa en repentinos llamados telefónicos de funcionarios que no participaron de las conversaciones. Por caso, del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien había delegado los contactos en el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. O el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en cuyo recinto sucederán las próximas batallas.
Fondos de ATN: de aprobarse la ley de los gobernadores, Buenos Aires sería la principal beneficiada
Fuentes cercanas a Caputo consultadas por este diario negaron que el ministro de Economía haya llamado a gobernadores para hablar específicamente de los temas en conflicto, pero afirmaron que tiene contacto con varios de ellos y que dialoga sobre asuntos de gestión. No obstante, la reaparición telefónica de los funcionarios -luego de semanas- coincide con el intento del Gobierno de restaurar los puentes con las provincias, caídos tras la votación en el Senado.
También, según pudo corroborar LA NACION en la Casa Rosada, volvió a tomar contacto con las provincias el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como parte de un operativo para aceitar el vínculo con los gobernadores con el objetivo de conseguir los votos para sostener el veto presidencial al aumento jubilatorio. “Guillermo tiene una cabeza sensata, por eso es bueno mantenerlo como interlocutor”, dijo uno de los mandatarios provinciales consultados.
Sin embargo, la recepción de los llamados de la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda no significa que los gobernadores estén dispuestos a retirar los proyectos aprobados en el Senado, para recuperar los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y las partidas que les corresponden del impuesto a los combustibles líquidos. En ese punto, según deslizó uno de ellos, parece no haber vuelta atrás, lo que se ratificaría en la próxima reunión de mandatarios.
Cumbre en puerta
De hecho, la semana que viene los gobernadores pondrá la fecha de la nueva cumbre que tendrá lugar en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), en Buenos Aires. Ahí volverán a verse las caras mandatarios que estuvieron identificados con Juntos por el Cambio, peronistas que negociaron con la Casa Rosada y otros que, como Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gildo Insfrán (Formosa), no tienen contacto con los libertarios. Forman una amalgama que se une por el espanto.
Un ejemplo de esto es que los gobernadores que se sentaron a escribir los proyectos aprobados en el Senado fueron Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quien fue ministro del Interior del gobierno de Mauricio Macri; y Sergio Ziliotto (La Pampa), un peronista que integra la conducción nacional del PJ que encabeza Cristina Kirchner. Esa confluencia, inesperada para los libertarios, hizo que en las últimas horas se intensificaran contactos reservados desde Buenos Aires a las provincias.
Entre los gobernadores comentan, por lo bajo, que la Casa Rosada ya hizo un intento de armisticio con dos mandatarios norteños y otro patagónico, pero en los mensajes que cruzan en el foro que comparten Whatsapp el clima sigue siendo favorable a mantener los reclamos en el Congreso. Están seguros de que podrán avanzar con el reparto de los ATN y los fondos del impuesto a los combustibles, y que incluso tendrán los números para afrontar un veto.
Pero no son tan determinantes, salvo el grupo que comulga con el PJ y sus aliados, con Gerardo Zamora (Santiago del Estero) como el gobernador con más predicamento entre sus pares, en que puedan sostenerse los aumentos en las jubilaciones y la moratoria previsional, que son banderas del kirchnerismo y la izquierda en el Congreso. Pese a ello, la desgastada relación con la Casa Rosada hace que -más allá de los colores políticos- sigan pensando en jugar en bloque.
A tal punto que uno de ellos, consultado por LA NACION, proyectó incluso que se puede formar un frente político-electoral entre gobernadores a partir de 2026, con la formación de bloques en Diputados y el Senado que representen a las provincias. En ese sentido, los gobernadores que están “cansados” del presidente Milei también consideran la posibilidad de enfrentarlo juntos en 2027, cuando el primer mandatario tendrá la posibilidad de competir por su reelección.
Qué dicen en la Rosada
En la sede del poder nacional señalaron que no se esperan novedades en lo inmediato y evaluaron que las conversaciones pueden extenderse por las próximas dos semanas. En los pasillos de la Casa Rosada admitieron que hay diálogo con los gobernadores, aunque descartaron que haya algún tipo de cumbre en el correr de esta semana y hasta ponían en duda la posibilidad de que Francos se cruce con algunos en el cocktail que este jueves tendrá lugar en La Rural.
La presencia de Francos allí no está confirmada aún, pero quienes conocen de cerca al funcionario adelantaban que en caso de ir -invitado por Nicolás Pino, el presidente de la SRA- y que haya una eventual foto allí con alguno de los mandatarios provinciales, eso no significaría algo en especial. “Guillermo es una persona sumamente institucional, todos los contactos o encuentros que haya serán por esa vía: la institucional”, dijeron fuentes de la Casa Rosada.
Francos es una de las personas que mantienen los puentes con los gobernadores. “El Gobierno está conversando permanentemente con ellos. No veo que tengamos que hacer nada que no hagamos habitualmente”, dijo en las últimas horas. Pero admitió que se está “negociando en un clima de momento electoral”. Con algunos, como Alfredo Cornejo (Mendoza) hay buena sintonía, pero en otros casos, como el de Gustavo Valdés (Corrientes), la relación se enturbió.
Con la colaboración de Cecilia Devanna
“Están preocupados. Nos empezaron a llamar en privado y no soltaron a ladrar a los trolls en las redes”. Con esa frase, un gobernador que se anotó entre los dialoguistas con la Casa Rosada describió en las últimas horas la forma en que la administración de Javier Milei reaccionó ante el cachetazo político que sufrió la semana pasada en el Senado, donde los gobernadores articularon un frente común que unió a representantes de la mayoría de las provincias.
Para el bloque de los gobernadores, la preocupación que atribuyen a la gestión libertaria se expresa en repentinos llamados telefónicos de funcionarios que no participaron de las conversaciones. Por caso, del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, quien había delegado los contactos en el secretario de Hacienda, Carlos Guberman. O el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, en cuyo recinto sucederán las próximas batallas.
Fondos de ATN: de aprobarse la ley de los gobernadores, Buenos Aires sería la principal beneficiada
Fuentes cercanas a Caputo consultadas por este diario negaron que el ministro de Economía haya llamado a gobernadores para hablar específicamente de los temas en conflicto, pero afirmaron que tiene contacto con varios de ellos y que dialoga sobre asuntos de gestión. No obstante, la reaparición telefónica de los funcionarios -luego de semanas- coincide con el intento del Gobierno de restaurar los puentes con las provincias, caídos tras la votación en el Senado.
También, según pudo corroborar LA NACION en la Casa Rosada, volvió a tomar contacto con las provincias el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, como parte de un operativo para aceitar el vínculo con los gobernadores con el objetivo de conseguir los votos para sostener el veto presidencial al aumento jubilatorio. “Guillermo tiene una cabeza sensata, por eso es bueno mantenerlo como interlocutor”, dijo uno de los mandatarios provinciales consultados.
Sin embargo, la recepción de los llamados de la Casa Rosada y el Palacio de Hacienda no significa que los gobernadores estén dispuestos a retirar los proyectos aprobados en el Senado, para recuperar los fondos de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y las partidas que les corresponden del impuesto a los combustibles líquidos. En ese punto, según deslizó uno de ellos, parece no haber vuelta atrás, lo que se ratificaría en la próxima reunión de mandatarios.
Cumbre en puerta
De hecho, la semana que viene los gobernadores pondrá la fecha de la nueva cumbre que tendrá lugar en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), en Buenos Aires. Ahí volverán a verse las caras mandatarios que estuvieron identificados con Juntos por el Cambio, peronistas que negociaron con la Casa Rosada y otros que, como Axel Kicillof (Buenos Aires) y Gildo Insfrán (Formosa), no tienen contacto con los libertarios. Forman una amalgama que se une por el espanto.
Un ejemplo de esto es que los gobernadores que se sentaron a escribir los proyectos aprobados en el Senado fueron Rogelio Frigerio (Entre Ríos), quien fue ministro del Interior del gobierno de Mauricio Macri; y Sergio Ziliotto (La Pampa), un peronista que integra la conducción nacional del PJ que encabeza Cristina Kirchner. Esa confluencia, inesperada para los libertarios, hizo que en las últimas horas se intensificaran contactos reservados desde Buenos Aires a las provincias.
Entre los gobernadores comentan, por lo bajo, que la Casa Rosada ya hizo un intento de armisticio con dos mandatarios norteños y otro patagónico, pero en los mensajes que cruzan en el foro que comparten Whatsapp el clima sigue siendo favorable a mantener los reclamos en el Congreso. Están seguros de que podrán avanzar con el reparto de los ATN y los fondos del impuesto a los combustibles, y que incluso tendrán los números para afrontar un veto.
Pero no son tan determinantes, salvo el grupo que comulga con el PJ y sus aliados, con Gerardo Zamora (Santiago del Estero) como el gobernador con más predicamento entre sus pares, en que puedan sostenerse los aumentos en las jubilaciones y la moratoria previsional, que son banderas del kirchnerismo y la izquierda en el Congreso. Pese a ello, la desgastada relación con la Casa Rosada hace que -más allá de los colores políticos- sigan pensando en jugar en bloque.
A tal punto que uno de ellos, consultado por LA NACION, proyectó incluso que se puede formar un frente político-electoral entre gobernadores a partir de 2026, con la formación de bloques en Diputados y el Senado que representen a las provincias. En ese sentido, los gobernadores que están “cansados” del presidente Milei también consideran la posibilidad de enfrentarlo juntos en 2027, cuando el primer mandatario tendrá la posibilidad de competir por su reelección.
Qué dicen en la Rosada
En la sede del poder nacional señalaron que no se esperan novedades en lo inmediato y evaluaron que las conversaciones pueden extenderse por las próximas dos semanas. En los pasillos de la Casa Rosada admitieron que hay diálogo con los gobernadores, aunque descartaron que haya algún tipo de cumbre en el correr de esta semana y hasta ponían en duda la posibilidad de que Francos se cruce con algunos en el cocktail que este jueves tendrá lugar en La Rural.
La presencia de Francos allí no está confirmada aún, pero quienes conocen de cerca al funcionario adelantaban que en caso de ir -invitado por Nicolás Pino, el presidente de la SRA- y que haya una eventual foto allí con alguno de los mandatarios provinciales, eso no significaría algo en especial. “Guillermo es una persona sumamente institucional, todos los contactos o encuentros que haya serán por esa vía: la institucional”, dijeron fuentes de la Casa Rosada.
Francos es una de las personas que mantienen los puentes con los gobernadores. “El Gobierno está conversando permanentemente con ellos. No veo que tengamos que hacer nada que no hagamos habitualmente”, dijo en las últimas horas. Pero admitió que se está “negociando en un clima de momento electoral”. Con algunos, como Alfredo Cornejo (Mendoza) hay buena sintonía, pero en otros casos, como el de Gustavo Valdés (Corrientes), la relación se enturbió.
Con la colaboración de Cecilia Devanna
En las provincias analizan que la gestión de Javier Milei sigue con “preocupación” la avanzada que lograron articular en el Congreso; ya proyectan la próxima reunión cumbre en el CFI LA NACION