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Los bancos piden al BCRA que mantenga abierta una ventana de liquidez

En medio de la turbulencia de mercado generada por la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), los bancos le reclamaron al Banco Central (BCRA) -su ente regulador- que mantenga abierta una especie de ventana de liquidez intradiaria.

Con eso buscan que, mediante la entrega en garantía de títulos públicos, puedan obtener fondos -si así lo necesitaran- de manera inmediata, al menos hasta las 18 horas de cada jornada hábil.

Esa asistencia se revertiría a última hora del día, señalan, antes de recordar que este mecanismo es el que utilizan la Reserva Federal de Estados Unidos, además de sus pares de Australia, y los Bancos Centrales de Europa, Brasil, Suecia, Japón, Canadá, Inglaterra y hasta México.

Incluso proponen que, en el caso de que el dinero prestado no fuera restituido al final del día por el banco que lo tomó a préstamo, se le aplique un recargo, tomando como referencia la tasa de interés mayorista TAMAR.

El pedido formal fue elevado por la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) -cámara que agrupa a las entidades de capital nacional- mediante una nota en la que dan cuenta de los problemas para el manejo de la liquidez de muy corto plazo que les generó el desarme de las LEFI.

Mencionan que el tránsito hacia papeles del Tesoro emitidos a 30 o 90 días se complica por la diferencia de plazo, el descalce de horarios para operarlos en el mercado y los límites vigentes de exposición al sector público. Por caso, piden taxativamente exceptuar de esos cupos a las Letras Capitalizables (Lecap) con un plazo residual menor a 90 días, que son el instrumento que recibió en canje el propio BCRA para canalizar sus intervenciones en el mercado secundario y poder regular la oferta de liquidez.

A ello se suma la restricción adicional que imponen los límites crediticios para operar entre entidades.

Santiago Bausili, en el de streaming Carajo

Ayer, en el canal de streaming oficialista Carajo, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, declaró: “Hasta el final de las LEFI, los bancos no tenían que hacer mucho. A las 20, el BCRA hacía un barrido. Lo que había en las cuentas se lo llevaba y a las 8 de la mañana del día siguiente se los acreditaba de nuevo con el interés del día”.

Y agregó: “Eso tapaba sus ineficiencias. Estaban acostumbrados a que todos los días ganaban una tasa de interés sobre todos sus saldos y ahora no la van a ganar más automáticamente. Ahora vas a programar tu necesidad de liquidez”.

Con esas palabras, dejó en claro que no sería propenso a revisar su posición, pese a los sobrecostos que esta medida generó para el Tesoro, que, de pagar una tasa del 29% anual, debió convalidar otra de hasta casi 48% anual, y en medio de una inflación más baja.

No obstante, la nota de Adeba deja en evidencia el desencuentro entre la estrategia oficial de reordenamiento monetario y la banca, que mantenía acumulados $15,8 billones en liquidez ociosa como consecuencia de los excesos monetarios heredados de gestiones anteriores. Y exhibe, además, el costo que ello tuvo sobre el mercado, al elevar notablemente las tasas de interés y darle más vuelo al dólar.

En medio de la turbulencia de mercado generada por la eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), los bancos le reclamaron al Banco Central (BCRA) -su ente regulador- que mantenga abierta una especie de ventana de liquidez intradiaria.

Con eso buscan que, mediante la entrega en garantía de títulos públicos, puedan obtener fondos -si así lo necesitaran- de manera inmediata, al menos hasta las 18 horas de cada jornada hábil.

Esa asistencia se revertiría a última hora del día, señalan, antes de recordar que este mecanismo es el que utilizan la Reserva Federal de Estados Unidos, además de sus pares de Australia, y los Bancos Centrales de Europa, Brasil, Suecia, Japón, Canadá, Inglaterra y hasta México.

Incluso proponen que, en el caso de que el dinero prestado no fuera restituido al final del día por el banco que lo tomó a préstamo, se le aplique un recargo, tomando como referencia la tasa de interés mayorista TAMAR.

El pedido formal fue elevado por la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) -cámara que agrupa a las entidades de capital nacional- mediante una nota en la que dan cuenta de los problemas para el manejo de la liquidez de muy corto plazo que les generó el desarme de las LEFI.

Mencionan que el tránsito hacia papeles del Tesoro emitidos a 30 o 90 días se complica por la diferencia de plazo, el descalce de horarios para operarlos en el mercado y los límites vigentes de exposición al sector público. Por caso, piden taxativamente exceptuar de esos cupos a las Letras Capitalizables (Lecap) con un plazo residual menor a 90 días, que son el instrumento que recibió en canje el propio BCRA para canalizar sus intervenciones en el mercado secundario y poder regular la oferta de liquidez.

A ello se suma la restricción adicional que imponen los límites crediticios para operar entre entidades.

Santiago Bausili, en el de streaming Carajo

Ayer, en el canal de streaming oficialista Carajo, el presidente del BCRA, Santiago Bausili, declaró: “Hasta el final de las LEFI, los bancos no tenían que hacer mucho. A las 20, el BCRA hacía un barrido. Lo que había en las cuentas se lo llevaba y a las 8 de la mañana del día siguiente se los acreditaba de nuevo con el interés del día”.

Y agregó: “Eso tapaba sus ineficiencias. Estaban acostumbrados a que todos los días ganaban una tasa de interés sobre todos sus saldos y ahora no la van a ganar más automáticamente. Ahora vas a programar tu necesidad de liquidez”.

Con esas palabras, dejó en claro que no sería propenso a revisar su posición, pese a los sobrecostos que esta medida generó para el Tesoro, que, de pagar una tasa del 29% anual, debió convalidar otra de hasta casi 48% anual, y en medio de una inflación más baja.

No obstante, la nota de Adeba deja en evidencia el desencuentro entre la estrategia oficial de reordenamiento monetario y la banca, que mantenía acumulados $15,8 billones en liquidez ociosa como consecuencia de los excesos monetarios heredados de gestiones anteriores. Y exhibe, además, el costo que ello tuvo sobre el mercado, al elevar notablemente las tasas de interés y darle más vuelo al dólar.

 En medio de la tensión cambiaria en el mercado, elevaron una nota proponiendo que se mantenga un mecanismo muy usado en otros países  LA NACION

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