Aunque los gestos son bienvenidos, se requiere pasar a la acción

Un gesto de empatía o de respaldo frente a una situación difícil es siempre bienvenido, pero si no aparece un acto concreto coherente con esa actitud, la situación cambia.
Esa es la principal conclusión que se puede obtener de la visita del presidente Javier Milei y su hermana Karina al predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina (SRA) para reunirse el martes pasado con los presidentes de la Mesa de Enlace.
Tras una gestión del dueño de casa, Nicolás Pino, el Presidente aceptó reunirse con los dirigentes rurales y escucharlos durante casi dos horas. Según cuentan los observadores políticos, Milei no es afecto a las reuniones de carácter protocolar o sectoriales: prefiere dedicarse a resolver los problemas de la macroeconomía. Que haya sido el campo uno de los primeros sectores con los que se sentó en una mesa, no deja de ser un reconocimiento a la importancia que se le da en la consideración oficial.
Horas después del encuentro, los dirigentes rurales que habían llegado con pocas expectativas de ser escuchados si se extendían en los planteos, reconocieron que el Presidente les prestó atención.
Claro, la respuesta no fue la que ellos esperaban, particularmente por la posibilidad de obtener una baja de los Derechos de Exportación (DEX) que el 1° de de este mes volvieron a los niveles de fin de enero pasado para los granos gruesos y derivados. Milei dijo que los DEX están entre los primeros tributos a bajar apenas se mejore la condición fiscal del país. Tampoco se comprometió a una fecha.
A menos que el próximo sábado vaya con una sorpresa al acto inaugural de la 137° Exposición Rural de Palermo, la respuesta del Presidente desencadena un conjunto de decisiones en las empresas agropecuarias más allá de la valoración que se haga sobre la orientación del Gobierno. De cara a la campaña de granos gruesos, el escenario de números en rojo o ajustados para la mayoría de los planteos, particularmente en campo alquilado, impulsará a adoptar una estrategia defensiva y a mitigar los eventuales riesgos.
¿Cisne negro?
Los analistas del mercado de granos no vislumbran un escenario alcista para los próximos meses. El clima en los Estados Unidos se muestra favorable para el desarrollo de los cultivos. A menos que haya un “cisne negro”, no parece que vaya a haber sorpresas.
De allí la preocupación que comenzó a tomar voz pública en la producción. Anteayer, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) organizó en 9 de julio una reunión ampliada de ruralistas y productores. Fue el primer encuentro de una serie que ocurrirá en otras localidades. En una declaración que difundieron luego del encuentro reconocieron los “esfuerzos del gobierno nacional orientados a ordenar la macroeconomía”, pero no son “suficientes para recuperar la rentabilidad y alentar la inversión”, expresaron y añadieron: “El sector agropecuario viene acompañando con compromiso y paciencia. Sin embargo, para que se traduzca efectivamente en crecimiento de producción, empleo y arraigo en el interior profundo, es imprescindible avanzar en un plan concreto para la eliminación definitiva de las retenciones”. En alusión al encuentro del martes pasado, advirtieron: “Ya los gestos, fotos y discursos no alcanzan porque estos no devuelven rentabilidad. Cada día que se posterga una medida concreta, se pierden productores, se vacían campos, se apagan historias”. La Federación Agraria Argentina (FAA) también realizará reuniones zonales con los federados para evaluar la situación de los productores. Por el momento no se habla de protestas, pero sí se expresa el malestar.
En ese contexto, el Gobierno corre el riesgo de que los dólares que ingresen en el país en los próximos años por las exportaciones agroindustriales sean cada vez menos. Aunque las exportaciones de energía vienen en alza, todavía no se equiparan con las del agro.
En algún punto, el mercado “arbitra”. Si el Estado no resigna sus ingresos, si el valor de los alquileres no cambia, los costos no bajan y los precios no suben, al final del día, la producción se resentirá. Apenas puede jugar en favor de un escenario crítico la variable climática. Para los granos finos, en promedio, es favorable, y el perfil de los suelos ha mejorado con las lluvias de otoño. Sin embargo, hay zonas críticas del centro oeste bonaerense donde, además, padecen las deficiencias notorias en la infraestructura.
Además de los gestos se requieren decisiones que vayan en la misma dirección.
Un gesto de empatía o de respaldo frente a una situación difícil es siempre bienvenido, pero si no aparece un acto concreto coherente con esa actitud, la situación cambia.
Esa es la principal conclusión que se puede obtener de la visita del presidente Javier Milei y su hermana Karina al predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina (SRA) para reunirse el martes pasado con los presidentes de la Mesa de Enlace.
Tras una gestión del dueño de casa, Nicolás Pino, el Presidente aceptó reunirse con los dirigentes rurales y escucharlos durante casi dos horas. Según cuentan los observadores políticos, Milei no es afecto a las reuniones de carácter protocolar o sectoriales: prefiere dedicarse a resolver los problemas de la macroeconomía. Que haya sido el campo uno de los primeros sectores con los que se sentó en una mesa, no deja de ser un reconocimiento a la importancia que se le da en la consideración oficial.
Horas después del encuentro, los dirigentes rurales que habían llegado con pocas expectativas de ser escuchados si se extendían en los planteos, reconocieron que el Presidente les prestó atención.
Claro, la respuesta no fue la que ellos esperaban, particularmente por la posibilidad de obtener una baja de los Derechos de Exportación (DEX) que el 1° de de este mes volvieron a los niveles de fin de enero pasado para los granos gruesos y derivados. Milei dijo que los DEX están entre los primeros tributos a bajar apenas se mejore la condición fiscal del país. Tampoco se comprometió a una fecha.
A menos que el próximo sábado vaya con una sorpresa al acto inaugural de la 137° Exposición Rural de Palermo, la respuesta del Presidente desencadena un conjunto de decisiones en las empresas agropecuarias más allá de la valoración que se haga sobre la orientación del Gobierno. De cara a la campaña de granos gruesos, el escenario de números en rojo o ajustados para la mayoría de los planteos, particularmente en campo alquilado, impulsará a adoptar una estrategia defensiva y a mitigar los eventuales riesgos.
¿Cisne negro?
Los analistas del mercado de granos no vislumbran un escenario alcista para los próximos meses. El clima en los Estados Unidos se muestra favorable para el desarrollo de los cultivos. A menos que haya un “cisne negro”, no parece que vaya a haber sorpresas.
De allí la preocupación que comenzó a tomar voz pública en la producción. Anteayer, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) organizó en 9 de julio una reunión ampliada de ruralistas y productores. Fue el primer encuentro de una serie que ocurrirá en otras localidades. En una declaración que difundieron luego del encuentro reconocieron los “esfuerzos del gobierno nacional orientados a ordenar la macroeconomía”, pero no son “suficientes para recuperar la rentabilidad y alentar la inversión”, expresaron y añadieron: “El sector agropecuario viene acompañando con compromiso y paciencia. Sin embargo, para que se traduzca efectivamente en crecimiento de producción, empleo y arraigo en el interior profundo, es imprescindible avanzar en un plan concreto para la eliminación definitiva de las retenciones”. En alusión al encuentro del martes pasado, advirtieron: “Ya los gestos, fotos y discursos no alcanzan porque estos no devuelven rentabilidad. Cada día que se posterga una medida concreta, se pierden productores, se vacían campos, se apagan historias”. La Federación Agraria Argentina (FAA) también realizará reuniones zonales con los federados para evaluar la situación de los productores. Por el momento no se habla de protestas, pero sí se expresa el malestar.
En ese contexto, el Gobierno corre el riesgo de que los dólares que ingresen en el país en los próximos años por las exportaciones agroindustriales sean cada vez menos. Aunque las exportaciones de energía vienen en alza, todavía no se equiparan con las del agro.
En algún punto, el mercado “arbitra”. Si el Estado no resigna sus ingresos, si el valor de los alquileres no cambia, los costos no bajan y los precios no suben, al final del día, la producción se resentirá. Apenas puede jugar en favor de un escenario crítico la variable climática. Para los granos finos, en promedio, es favorable, y el perfil de los suelos ha mejorado con las lluvias de otoño. Sin embargo, hay zonas críticas del centro oeste bonaerense donde, además, padecen las deficiencias notorias en la infraestructura.
Además de los gestos se requieren decisiones que vayan en la misma dirección.
La no continuidad de la baja de las retenciones a los granos gruesos, confirmada por el presidente Milei, provoca malestar entre los productores LA NACION