Alerta por disturbio tropical en el Caribe en plena temporada de huracanes: qué pasará en las próximas horas

Una perturbación atmosférica encendió las alarmas en plena temporada de huracanes. Aunque aún no se formó un ciclón tropical de manera oficial, meteorólogos advirtieron que una zona de baja presión se encuentra en condiciones de desarrollo lento y podría provocar tormentas intensas, lluvias torrenciales y vientos peligrosos en distintas regiones cercanas al Golfo de México y al mar Caribe.
Un disturbio tropical avanza desde el Atlántico central
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), una zona de baja presión identificada como AL94 se ubicó en la mañana de este lunes a unos 1100 kilómetros al sureste de las Antillas Menores. Este sistema, que se mueve hacia el noroeste a una velocidad de entre 16 y 24 kilómetros por hora, se mantuvo con escasa organización durante las últimas horas. Las condiciones ambientales fueron descritas como “moderadamente propicias” para su desarrollo.
A pesar de que las probabilidades de formación se mantienen bajas, tanto a corto como a mediano plazo, los expertos no descartaron del todo su intensificación. El NHC informó que:
- La probabilidad de formación en las próximas 48 horas es del 20%.
- La probabilidad de formación en los próximos siete días también se mantiene en 20%.
De todos modos, se prevé que en un par de días, el entorno se torne aún menos favorable, lo que reduciría las chances de que este disturbio se convierta en una tormenta tropical.
La amenaza en el Golfo de México: tormentas, lluvias extremas y vientos fuertes
Mientras tanto, en una zona mucho más cercana a Estados Unidos, otro sistema mantiene en alerta a meteorólogos y autoridades. Se trata de un grupo de tormentas intensas y precipitaciones abundantes que se desplaza desde el valle de Ohio y los Apalaches del sur hacia las costas del Golfo. Este sistema, que no fue clasificado aún como ciclón tropical, podría provocar efectos climáticos significativos, aunque no logre desarrollarse por completo.
Según explicó el meteorólogo senior Alex Sosnowski, de AccuWeather, esta masa de mal tiempo se convertirá en un área de baja presión que recorrerá gran parte del sur de Estados Unidos. Las proyecciones indican que seguirá un camino de oeste a este durante esta semana:
- Lunes y martes: paso sobre las Carolinas y Georgia, para salir luego por la costa sur del Atlántico.
- Martes a miércoles: avance por el norte de Florida y el noreste del Golfo de México.
- Miércoles a jueves: desplazamiento frente a las costas de Louisiana.
- Jueves a viernes: ingreso a la región costera de Texas.
Este itinerario coloca a numerosas comunidades del sureste estadounidense bajo amenaza de lluvias intensas y posibles inundaciones repentinas.
De acuerdo con Alex DaSilva, experto en huracanes de AccuWeather, el desarrollo del sistema dependerá en buena parte de cuán cerca del mar se mantenga su centro. “Si el núcleo logra permanecer en alta mar por el tiempo suficiente, las posibilidades de desarrollo tropical aumentan. En cambio, si permanece demasiado cerca de tierra firme, le será difícil fortalecerse”, afirmó.
A esta incertidumbre se suma la presencia de una fuerte cúpula de alta presión que se expande sobre el centro de Estados Unidos. Este domo de calor genera vientos en altura conocidos como cizalladura del viento, un fenómeno que suele dificultar el crecimiento de los sistemas tropicales al fragmentar sus estructuras.
Además, estos vientos provocarán que el sistema continúe su avance rápidamente hacia el oeste, lo que podría dificultar aún más su organización. Sin embargo, incluso sin adquirir características tropicales, podría dejar importantes secuelas en su recorrido.
Texas, el destino final del sistema tropical
Hacia finales de la semana, se espera que el sistema —ya sea como tormenta tropical o como una extensa área de lluvias— alcance el estado de Texas. En simultáneo, esa región afrontará lo que podría ser la ola de calor más severa del verano, con temperaturas que superarán los 40 °C en ciudades del interior.
Aunque la llegada de la tormenta podría ofrecer algo de alivio térmico, también podría amplificar la fuerza de los fenómenos atmosféricos. El calor extremo y la humedad acumulada en la atmósfera aumentarían la energía disponible para el desarrollo de tormentas más violentas.
Según AccuWeather, tanto las zonas costeras como partes del centro de Texas deberán monitorear de cerca el avance del sistema. Las precipitaciones intensas y los vientos con ráfagas podrían provocar inundaciones en áreas vulnerables y daños estructurales en regiones expuestas.
Una perturbación atmosférica encendió las alarmas en plena temporada de huracanes. Aunque aún no se formó un ciclón tropical de manera oficial, meteorólogos advirtieron que una zona de baja presión se encuentra en condiciones de desarrollo lento y podría provocar tormentas intensas, lluvias torrenciales y vientos peligrosos en distintas regiones cercanas al Golfo de México y al mar Caribe.
Un disturbio tropical avanza desde el Atlántico central
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), una zona de baja presión identificada como AL94 se ubicó en la mañana de este lunes a unos 1100 kilómetros al sureste de las Antillas Menores. Este sistema, que se mueve hacia el noroeste a una velocidad de entre 16 y 24 kilómetros por hora, se mantuvo con escasa organización durante las últimas horas. Las condiciones ambientales fueron descritas como “moderadamente propicias” para su desarrollo.
A pesar de que las probabilidades de formación se mantienen bajas, tanto a corto como a mediano plazo, los expertos no descartaron del todo su intensificación. El NHC informó que:
- La probabilidad de formación en las próximas 48 horas es del 20%.
- La probabilidad de formación en los próximos siete días también se mantiene en 20%.
De todos modos, se prevé que en un par de días, el entorno se torne aún menos favorable, lo que reduciría las chances de que este disturbio se convierta en una tormenta tropical.
La amenaza en el Golfo de México: tormentas, lluvias extremas y vientos fuertes
Mientras tanto, en una zona mucho más cercana a Estados Unidos, otro sistema mantiene en alerta a meteorólogos y autoridades. Se trata de un grupo de tormentas intensas y precipitaciones abundantes que se desplaza desde el valle de Ohio y los Apalaches del sur hacia las costas del Golfo. Este sistema, que no fue clasificado aún como ciclón tropical, podría provocar efectos climáticos significativos, aunque no logre desarrollarse por completo.
Según explicó el meteorólogo senior Alex Sosnowski, de AccuWeather, esta masa de mal tiempo se convertirá en un área de baja presión que recorrerá gran parte del sur de Estados Unidos. Las proyecciones indican que seguirá un camino de oeste a este durante esta semana:
- Lunes y martes: paso sobre las Carolinas y Georgia, para salir luego por la costa sur del Atlántico.
- Martes a miércoles: avance por el norte de Florida y el noreste del Golfo de México.
- Miércoles a jueves: desplazamiento frente a las costas de Louisiana.
- Jueves a viernes: ingreso a la región costera de Texas.
Este itinerario coloca a numerosas comunidades del sureste estadounidense bajo amenaza de lluvias intensas y posibles inundaciones repentinas.
De acuerdo con Alex DaSilva, experto en huracanes de AccuWeather, el desarrollo del sistema dependerá en buena parte de cuán cerca del mar se mantenga su centro. “Si el núcleo logra permanecer en alta mar por el tiempo suficiente, las posibilidades de desarrollo tropical aumentan. En cambio, si permanece demasiado cerca de tierra firme, le será difícil fortalecerse”, afirmó.
A esta incertidumbre se suma la presencia de una fuerte cúpula de alta presión que se expande sobre el centro de Estados Unidos. Este domo de calor genera vientos en altura conocidos como cizalladura del viento, un fenómeno que suele dificultar el crecimiento de los sistemas tropicales al fragmentar sus estructuras.
Además, estos vientos provocarán que el sistema continúe su avance rápidamente hacia el oeste, lo que podría dificultar aún más su organización. Sin embargo, incluso sin adquirir características tropicales, podría dejar importantes secuelas en su recorrido.
Texas, el destino final del sistema tropical
Hacia finales de la semana, se espera que el sistema —ya sea como tormenta tropical o como una extensa área de lluvias— alcance el estado de Texas. En simultáneo, esa región afrontará lo que podría ser la ola de calor más severa del verano, con temperaturas que superarán los 40 °C en ciudades del interior.
Aunque la llegada de la tormenta podría ofrecer algo de alivio térmico, también podría amplificar la fuerza de los fenómenos atmosféricos. El calor extremo y la humedad acumulada en la atmósfera aumentarían la energía disponible para el desarrollo de tormentas más violentas.
Según AccuWeather, tanto las zonas costeras como partes del centro de Texas deberán monitorear de cerca el avance del sistema. Las precipitaciones intensas y los vientos con ráfagas podrían provocar inundaciones en áreas vulnerables y daños estructurales en regiones expuestas.
Un disturbio tropical en el Caribe y otro sistema en el Golfo de México activan alertas por lluvias intensas, vientos fuertes y posible formación ciclónica en las próximas horas. LA NACION